Habla: … Ya no hace falta verdad?

Comencemos esto.

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Desperté por la mañana con el sonido de gritos provenientes de la sala, específicamente del sofá donde estaba durmiendo. Me encontré con el padre de Jirō, Kyōtoku, que parecía estar furioso al verme.

"¡¿Qué haces en nuestra casa?!" me espetó. Suspiré ante su agresivo tono de voz.

"Me quedé hasta tarde entrenando y no había trenes", respondí mientras bostezaba. Aún era temprano y no estaba de humor para discutir con alguien.

"No significa que puedas quedarte aquí", replicó con desdén.

"Cariño, deja a Midoriya en paz", intervino Mika, la madre de Jirō, dándole un golpe suave en la nuca a su esposo. Sentí un alivio al oír el tono amable de la señora Jirō.

"Pero…” Kyōtoku intentó hablar, pero se calló al instante algo temeroso.

“El pequeño Midoriya no tenía manera de volver a casa”, habló Mika.

"Pero, ¿a qué hora llegó?" preguntó Kyōtoku. Era comprensible, ya que estaba durmiendo antes y no se había enterado de mi llegada.

"Llegó bastante tarde, pasada la medianoche", respondió Mika con una sonrisa. "Le ofrecí quedarse a dormir aquí en el sofá, espero que no te importe."

Kyōtoku frunció el ceño, pero finalmente cedió. "Está bien, pero solo esta noche."

"¡Gracias, señor Jirō!" agradecí con una sonrisa y un ligero nerviosismo. A pesar de que ya había conocido a la familia de Jirō antes, todavía me ponía un poco nervioso estar en su casa.

"¿Quieres desayunar?" preguntó Mika mientras nos dirigíamos a la cocina.

"Sí, por favor", respondí agradecido. La verdad es que había pasado toda la noche entrenando y estaba bastante hambriento.

Durante el desayuno, conversamos un poco acerca del examen de admisión y nuestros planes para el fin de semana. Luego de que Kyōtoku se marchara a trabajar, Jirō se unió a nosotros en la mesa, todavía en pijama y con el cabello desordenado.

"Buenos días, dormilona", le dije con una sonrisa burlona.

"Cállate, verde", respondió Jirō con una sonrisa perezosa.

Mika se unió a la conversación con una risita, parecía disfrutar de nuestra dinámica amistosa. Después de terminar el desayuno, me preparé para irme a casa, pero Mika se ofreció a llevarme.

"No es necesario, señora Jirō", negué con una sonrisa tranquila.

"Te he dicho que puedes llamarme Mika, Midoriya", recordó la mamá de Jirō. Me sentí agradecido por su amistad y cercanía.

"Está bien, Mika", cedí finalmente. No quería ofenderla al insistir en formalidades.

"Bien, Izuku", ella respondió, utilizando mi nombre de pila. "Y te llevaré. No aceptaré un 'no' como respuesta". Me alegró saber que podía contar con su ayuda.

Caminamos hacia su auto y me sorprendió ver que seguía ahí. Recordé que el esposo de Mika apenas lo usaba, a menos que fuera una emergencia, y técnicamente era de ella. Le agradecí por su amabilidad y nos dirigimos a mi casa.

Mika encendió el motor y comenzamos a avanzar por las calles de la ciudad. Me sentía cómodo en su compañía, y nos pusimos a charlar sobre temas variados durante el trayecto. De repente, Mika hizo una pregunta que me tomó por sorpresa.

"Izuku, ¿cómo te sientes acerca del examen de admisión?", preguntó mientras mantenía sus ojos en la carretera.

"Uh, bueno... Fue difícil, pero creo que hice lo mejor que pude", respondí con una sonrisa incierta.

"Estoy segura de que lo hiciste genial", me aseguró ella con una sonrisa tranquilizadora. "Tienes mucho talento y eres muy trabajador, así que estoy segura de que lograrás tus objetivos." Me sentí abrumado por su confianza en mí, y le agradecí sinceramente sus palabras de aliento. Sabía que tenía mucho trabajo por delante, pero me sentía afortunado de tener a personas como Mika y Kyōka en mi vida para apoyarme aparte de Toshinori y mamá obviamente.

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Cuando finalmente llegamos a casa, mi mamá se acercó a mí. A pesar de haberle enviado un mensaje para tranquilizarla, ella me esperó afuera del departamento. La mamá de Jiro, Mika, quien ya conocía a mi mamá, le explicó lo que había sucedido y hablaron un poco antes de despedirse y regresar a su auto. Yo decidí distraerme un rato en mi laptop mientras mi mamá me preguntaba sobre lo sucedido. Después de explicarle todo, ella me agradeció por haber sido tan valiente y responsable en la situación.

Mientras movía el mouse en medio de la sala, mi mamá se sentó en el sofá y encendió la televisión. De repente, recordé que tenía que tomar mis pastillas, así que fui a mi habitación y las abrí. Desde hace un rato, las voces no dejaban de resonar, incitándome a agredir a alguien o a pensar en el suicidio, recordándome lo inútil que soy como persona. Aunque son agotadoras, me he acostumbrado a ellas y al menos frenan las visiones.

Escuché la icónica frase que daba inicio a la partida: "Bienvenidos a la Grieta del Invocador". Moví mi personaje al centro del mapa, estaba jugando con mi campeón favorito, Jayce. No tenía intención de tryhardear o de ser muy competitivo, era una partida normal, simplemente estaba jugando por diversión.

Durante la partida, recibí un mensaje de Jirō en el chat. Su ID era XEarph0n3X y me preguntó si podía unirse para jugar algunas partidas. Así es, había introducido a Jirō a este mundo competitivo lleno de toxicidad llamado League of Legends.

Mientras me retiraba a mi base para reabastecerme, aproveché para responder que no había problema, pero que esperara unos minutos ya que la partida estaba por terminar.

Ella solo respondio con un “Ok” y simplemente seguí mi partida dispuesto a cerrar la partida.

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Cuando llegó la noche, alrededor de las siete, ya había terminado de jugar y me encontraba levantando pesas en el comedor mientras miraba algunos videos de mi heroína favorita, Mirko, en mi laptop. Por alguna razón, cada vez que veía sus videos, no podía evitar notar lo hermosa y aterradora que era, pero lo que más me atraía era su pequeña y posiblemente suave y esponjosa colita de conejo. No me juzguen, nunca he tenido la oportunidad de acariciar un conejo y no sé cómo se siente su pelaje, aunque sé que, por lo general, son suaves y esponjosos. ¿No es así?

Decidí cambiar de video y comencé a ver uno del héroe de fuego, Endeavor, en acción. Me encantaba ver cómo derrotaba brutalmente a los villanos, pero luego me surgió una pregunta: ¿Quién se hace responsable de los daños colaterales causados en los edificios cercanos? Cada vez que Endeavor luchaba, parecía que dejaba un rastro de destrucción detrás de él, lo que me hizo reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones.

Mientras tanto, el problema de Touya estaba todavía en mi mente. Recordé una cita que había leído alguna vez: "El pasado no puede ser borrado". No sabía cómo lidiar con la situación de Touya, pero estaba seguro de que necesitaba encontrar una solución.

Traté de controlar mi respiración y relajarme, pero fui interrumpido por un fuerte golpe en la puerta. Sobresaltado, me di cuenta de que era mi madre quien había llegado gateando por la puerta, llamándome con urgencia.

"¿Mamá?" pregunté, confundido.

"Izuku... ¡¡U-U-U.A!! ¡Es la carta de U.A!" exclamó emocionada, sosteniendo en sus manos una carta con el logo distintivo de la academia U.A. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al imaginar lo que podía significar. Me acerqué a mi madre y dejé la pesa a un lado, abriendo la carta con ansiedad.

Dentro de la carta encontré una hoja con algunos escritos y un holograma que se activó al instante, lo que hizo que mi madre se emocionara tanto que apagó las luces para verlo mejor.

"¡ESTO UNA PROYECCIÓN!" exclamó el holograma mientras el rostro de All Might aparecía ante nosotros. "Tuvimos que hacer algunos trámites, lo siento por tardar tanto en contactarlos", se disculpó el héroe mientras se inclinaba.

"Pero... ¿él habló conmigo esta tarde? ¿Va a ser profesor?", preguntó mi madre, un poco confundida. Sus palabras me hicieron sospechar que All Might había estado evitando contestar mis llamadas a propósito. Hijo de…

"La verdad es que vine a trabajar a U.A.", reveló All Might. Mi madre soltó un "ohh..." como si entendiera, a pesar de que ya conocía los hechos del manga. Yo solo quería saber mi puntuación, así que intenté adelantar el video, pero no tuve éxito. All Might se distrajo un momento, mirando hacia un lado y hablando con alguien detrás de la cámara. "¿Hm? ¿Qué pasa? ¿Quieres que resuma? Pero necesito hablar... ¿Desde el principio?". Me sentía frustrado, solo quería conocer los resultados de mi examen. El hombre suspiró y miró a la cámara. "Debo admitir que lo hiciste muchísimo mejor de lo que pensábamos. Pasaste el examen escrito sin problemas, pero obtuviste solo 62 puntos en el examen práctico." Esas palabras me emocionaron más de lo que esperaba. 62 puntos... era bastante bueno. "Exactamente, eso significa que... ¡Pasaste! Pero espera, aún hay unos puntos secretos que no mencionamos. Son conocidos como 'Puntos de rescate'. ¡Obtuviste un total de 90 puntos de rescate! ¡Lo que te posiciona en el ranking número uno del examen! Ven, joven Midoriya... ¡Esta... es tu academia de héroes!" Apenas terminó el video, escuché la emoción de mi madre mientras celebraba.

"Lo lograste, Izuku... ¡Lo lograste, cariño!" Ella se abalanzó sobre mí, llorando de emoción. Sonreí, finalmente con sinceridad y verdad. Estaba... realmente feliz. Aprobé, pero no era momento de relajarme. Debía prepararme para todo.

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Finalmente llegó el gran día. Era el primero de abril, un lunes, y el sol comenzaba a salir poco a poco. Ya tenía puesto mi uniforme y estaba listo para salir, pero mi madre me detuvo a medio camino.

"Izuku, te amo. ¡Buena suerte, cariño!", me dijo con amor en sus ojos. Sus palabras llegaron directo a mi corazón, y le respondí con una sonrisa: "Me voy".

Tomé el tren mucho más temprano de lo usual, sabía que debíamos estar en clase a las siete y media, pero la emoción me ganaba. Decidí enviar un mensaje a Jiro para avisarle que estaba en camino, y ella me respondió con un "Eres un loco de mierda" por mi tempranera llegada.

Mientras me acercaba, no pude evitar recordar la regañina que me había dado All Might aquella noche en la playa cuando le confesé el secreto de One for All. En ese momento, estaba muy enojado conmigo, pero después de calmarse, me felicitó por todo lo que había logrado hasta ese momento.

Finalmente, llegué a U.A. Empecé a caminar por los pasillos, pero estaba realmente perdido. Miraba hacia las puertas mientras caminaba lentamente por los enormes pasillos. A pesar de que un maestro, que por cierto era Present Mic, me había indicado dónde ir, no pude entender del todo debido a que mis oídos aún estaban aturdidos por mi temprana llegada. Me quedé quieto suspirando en los pasillos.

De repente, sentí una mano en mi hombro y me sobresalté, girando alarmado.

"Kyah", un chillido femenino hizo que la chica cayera por mi brusco movimiento. Me sentí avergonzado e inmediatamente extendí mi mano.

"¿Estás bien? Perdón, no quise empujarte..." Sin embargo, mi voz se ahogó ante su belleza. Una piel suave y sedosa, un rostro casi perfecto, un cuerpo esbelto y un busto considerable. Su cabello negro atado en una coleta me hizo sentir algo nervioso, pero quedé sin palabras ante la diosa que tenía delante. ¿Cómo alguien podía ser tan hermoso?

“N-No, gracias, estoy bien. Es mi culpa por asustarte.” La hermosa mujer habló mientras aceptaba mi mano. “¿También estás perdido?” Su voz me sacó de mis pensamientos y parpadeé para salir de mi estupor.

“Sí, estoy bastante perdido… Soy Midoriya Izuku, del salón Uno A.” Respondí algo rápido debido al nerviosismo que sentía. No esperaba encontrármela, no estaba preparado. Sabía que la niña era rica y hermosa, al menos eso es lo que sabía del anime y manga. Pero en persona... en persona era diferente, fue casi lo mismo que me pasó con Jirō la primera vez. Pero ahora... esto era diferente, Jirō era linda y bella, pero ella... Era hermosa y atractiva.

"Oh, estamos en la misma clase, Midoriya", exclamó la mujer con entusiasmo mientras se arreglaba la falda y juntaba las manos. "Soy Yaoyorozu Momo, un placer conocerte". Tosió para reajustar su postura, demostrando su elegancia natural.

"Fue un placer conocerte también, señorita Yaoyorozu", dije con un toque de sarcasmo, lo que provocó una pequeña sonrisa en ella.

"Por favor, llámame Yaoyorozu", dijo con una risa encantadora. ¿Cómo es posible que alguien sea tan elegante y tierna al mismo tiempo? Me pregunté mientras escuchaba su risa.

“Está bien, Yaoyorozu,” respondí, dejando a un lado las formalidades y el sarcasmo mientras le sonreía y volvía a mi posición, acomodándome. La verdad es que me sentía algo intimidado ante tanta elegancia que demostraba la bella mujer, pero más me emocionaba, ya que era la primera vez que conocía a una de las mujeres más bellas del mundo de My Hero Academia. “Entonces, ¿buscamos nuestro salón?” pregunté mientras la miraba a los ojos, aunque no pude evitar mirar sin querer su busto, como cualquier hombre lo haría. Traté de no darle mucha atención y centrarme en la conversación.

“Con mucho gusto, Midoriya. Busquemos el salón. Sinceramente, no pensé que alguien vendría a esta hora. Pensé que sería de las primeras en llegar,” ella inició una conversación, tal vez no notando mi mirada en su busto o tal vez sí, pero al ver que no le di atención, ella me habló con normalidad.

"Sí, llegué muy temprano. Incluso una compañera mía también dijo que estaba ‘loco’ por venir a esta hora…” respondí, intentando ser amable pero sin perder mi propia personalidad. Me sentía un poco extraño en presencia de Yaoyorozu, cuya elegancia y belleza me intimidaban un poco.

“Oh… Haha, ¿es compañera nuestra también?” preguntó Yaoyorozu con interés cuando mencioné a alguien. Asentí con la cabeza y seguimos buscando el salón. Finalmente, encontramos una enorme puerta que bloqueaba nuestro camino.

“Vaya… es muy grande,” comentó Yaoyorozu mientras miraba la puerta con admiración.

Mientras tanto, en mi mente, pensé en una respuesta un poco graciosa pero inapropiada: "como la mía". Pero, por supuesto, decidí no decirlo en voz alta, especialmente en presencia de Yaoyorozu, no quería ser irrespetuoso o parecer un pervertido. A pesar de eso, mis instintos gritaban desde lo más profundo de mi corazón.

“Pero parece que es aquí, Yaoyorozu.” Tosí un poco, tratando de olvidar el pensamiento fugaz que había tenido.

“Sí, esencialmente es aquí.” Respondió mientras señalaba la puerta, que además del color marrón, tenía el número uno y la letra A en toda la puerta, de arriba abajo.

"< ¿Esencialmente? >" pensé para mí mismo. ¿Qué pasa con ese vocabulario? Pensé que conocía el lenguaje de la élite, pero esto es otro nivel. Corrimos la puerta hacia un lado para entrar al salón, ya que era una puerta corrediza. Decidimos sentarnos uno al lado del otro, y yo elegí el asiento característico de todo protagonista de escuela: junto a la ventana, en el fondo.

Aunque no había ventanas en esta sala, me senté contra la pared, pero al menos tenía una buena vista desde aquí, ya que mi visión no era borrosa debido a que no tenía miopía.

Acerqué mi silla hacia la de Yaoyorozu y comenzamos a conversar para pasar el tiempo. Mientras hablábamos, la gente comenzó a llegar. Todo era paz y charla animada, hasta que llegó él

“¿Qué estás haciendo aquí, Deku?” Escuché una voz conocida y grosera que interrumpió mi conversación animada con Yaoyorozu y Jirō, quien se había unido a nosotros.

“Estudio aquí”, respondí con simpleza antes de volver a mi conversación. Pero Bakugo no estaba satisfecho y comenzó a caminar fuerte mientras las explosiones estallaban a su alrededor, haciendo que mi piel se pusiera de gallina. Los recuerdos de Izuku empezaron a atormentarme y me dieron un ataque de pánico.

Jirō saltó en defensa mía, molesta por la actitud de Bakugō. "Oye, ¿qué carajos te pasa? Deja a Midoriya en paz, rubia". Agradecí internamente a Jirō por su valentía y amabilidad.

Pero Bakugo no estaba dispuesto a dejarlo así. "¿Y tú quién coño eres, extra de orejas largas?" dijo, refiriéndose a Jirō. Me enfurecí al escuchar su insulto y me levanté de la silla con enojo. One for All parecía querer hacer trizas a Bakugō, manifestándose por sí solo por un momento. Pero sabía que no podía permitir que eso sucediera. "¡Basta, Katsuki! Deja de ser un idiota y trata a la gente con respeto", le dije con firmeza mientras intentaba controlar mi enojo.

“¡¿Hah?! Te crecieron un par eh, ¿¡Deku!?” Katsuki se acercó a mí y me agarró de la camisa, sorprendido y casi enojado al notar mi cambio. Sin embargo, soltó su agarre en un instante cuando alguien le agarró la mano con fuerza. Era Yaoyorozu, quien lo enfrentó y amenazó con reportarlo a los profesores si no dejaba de molestar a Midoriya.

A pesar de todo, Katsuki apretó su puño, a punto de golpearla, pero unas vendas misteriosas rodearon sus brazos en ese momento. Era Aizawa Shota, nuestro nuevo profesor, quien se presentó ante ellos y amenazó con expulsar a los mocosos insolentes si seguían peleando.

La voz de Aizawa pareció aterradora para todos los presentes, y hasta Iida se detuvo en seco mientras intentaba detener la pelea. Bakugo, quien intentaba zafarse de las vendas, finalmente se liberó y miró a su nuevo profesor con una mezcla de curiosidad y molestia.

"Son mis armas de captura", explicó Aizawa. "No me hagas usar mi don, me hace secar los ojos, demonios". Todos los ojos se posaron en él, incluyendo los míos.

Estaba claro que las cosas estaban tomando un nuevo rumbo en el salón de clases con la llegada del nuevo profesor Aizawa, quien estaba decidido a poner orden en la escuela de héroes. Aunque tanto Yaoyorozu como yo nos sentimos decepcionados por nuestros comportamientos previos, sentí una pequeña victoria al enfrentarme a Katsuki. ¿Era eso un avance? ¿Estaba superando mi miedo hacia él? Solo el tiempo lo diría.

Aizawa, por otro lado, estaba claramente disgustado por cómo había transcurrido todo y no perdió tiempo en instar a todos a ir a los vestidores y prepararse para ir al campo. Su voz ronca y su actitud autoritaria mostraban su descontento, y cuando dejó de usar su don de anulación de poderes, su cabello negro y largo volvió a caer sobre su rostro, mostrando sus ojos oscuros y cansados con un ceño fruncido. La verdad es que Aizawa imponía cierto temor en los estudiantes, aunque algunos, como yo, podríamos decir que era más que un "poco" de miedo y llegaba incluso a aterrorizar.

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"¡¿Una prueba de evaluación de dones?!" Casi todos corearon la misma frase al escuchar a Aizawa, quien ya estaba más calmado. 

"¿Y qué hay de la ceremonia de ingreso y la orientación?" preguntó Uraraka Ochako, quien estaba a mi lado.

"Supongo que esas cosas son inútiles, Uraraka. Vamos a convertirnos en héroes y no tenemos tiempo para payasadas", respondí en nombre de Aizawa, mirando a la niña con la que había hablado unos minutos antes sobre lo asombroso que había sido el examen.

"Es tal y como dice Midoriya, no tenemos tiempo para esas cosas inútiles", añadió Aizawa mientras nos miraba. "Ustedes ya han hecho pruebas físicas en las que no se les permitió usar sus dones. El país recopila datos de los estudiantes sin usar sus dones. Eso no es racional en absoluto".

Escuché atentamente las palabras de nuestro nuevo profesor mientras levantaba su teléfono para tomar nota. "Midoriya, ¿quedaste primero en el examen, verdad?" Asentí ante su pregunta y escuché una serie de reacciones sorpresivas de muchos estudiantes, pero también un "qué" bastante chocante por parte de Katsuki. Deduje que el arrogante no había visto los resultados, y que solo se había preocupado por aprobar sin importar su clasificación.

"Sí, quedé primero con unos 100 puntos más o menos si sumamos los de rescate", respondí, llevando mi mano a mi mentón mientras trataba de recordar la puntuación total.

Luego, Aizawa me preguntó sobre mi mejor lanzamiento con pelotas de softball en la escuela, a lo que respondí que había sido alrededor de los setenta u ochenta metros. Aizawa me desafió a hacerlo de nuevo con mi don, diciéndome que podía hacer lo que quisiera mientras me mantuviera dentro del círculo.

Rápidamente reaccioné cuando Aizawa me lanzó una pelota, agarrándola con precisión mientras avanzaba hacia el círculo.

"Intentaré hacerlo, pero aún no domino completamente mi don, es bastante potente", le advertí a Aizawa para sorpresa de Katsuki.

Aizawa bajó su mirada, aparentemente agotado. "Como sea, solo hazlo", respondió de manera neutral.

Comencé a estirar mi brazo y coloqué la pelota en el suelo. Me sentí nervioso ante la atención de todos, por lo que cerré los ojos y tomé una respiración profunda para calmarme. Luego, canalizando la energía de One For All, Pensé: "< One For All… 10% >". Gracias a mis entrenamientos previos y al hecho de que había estado usando mi don constantemente, sentí que podía controlarlo mucho mejor y no me desgastaba demasiado. Así que, en un instante, apreté mis manos y la energía se desató con fuerza, envolviéndome en un aura de rayos verdes neón mientras me preparaba para lanzar la pelota.

Lancé la pelota con todas mis fuerzas, lo que generó una pequeña pero intensa ráfaga de viento. Me volví para mirar a Aizawa, quien estaba revisando los resultados en su teléfono y mostrándoselos a la clase.

"Conoce tu máximo, primero", dijo mientras los mostraba. "Es la forma más racional de ser un héroe." Debo admitir que incluso yo me sorprendí con mi propio puntaje.

"No puedo creer que hayas alcanzado los dos kilómetros y medio", dijo Denki Kaminari. Sus palabras generaron mucha emoción en los estudiantes, incluyéndome a mí, y comenzaron a decir que esto era divertido o que era justo lo que esperaban de U.A.

Sin embargo, Katsuki se mantuvo callado, mirando el resultado anonadado, como si le costara aceptar lo que acababa de ver. Entrecerré los ojos con algo de molestia al escuchar las palabras de Mina o Sero, aunque en parte comprendía lo que trataban de decir. Pero después de todo lo que había sucedido en tan solo un año, el mundo parecía ir al infierno y no tenía sentido. Tenía que volverme más y más fuerte para poder salvar a todos.

"¿Te divierte esto, verdad?" murmuró Aizawa, mientras advertía a la clase que el último en la lista sería expulsado por ser incompetente. Algunos de la clase protestaron, pero Aizawa los interrumpió con una verdad incómoda: "Desastres naturales, grandes accidentes y villanos molestos. Calamidades impredecibles que ocurren constantemente en Japón. Los héroes son los que superan estas adversidades. Si pensabas que esto iba a ser un paseo en el parque, te equivocas. Durante los próximos tres años, U.A. te someterá a pruebas difíciles una tras otra. Ahora que lo saben, den lo mejor de ustedes. Plus Ultra." Aizawa les señaló con su dedo, instándolos a dar lo mejor de sí mismos, y con eso, comenzaron las pruebas.

Apreté mi puño con determinación y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Ahora tenía la oportunidad de demostrar cuánto dominio tenía en estas pruebas. Esta era mi línea de partida, y sabía que cada paso que diera me acercaría más a mi objetivo de salvar a todos. No dejaría que nadie muriera, lo juraba por mi alma.

[Fin de Capítulo]

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¡YYYY CON ESTO CERRAMOS!

Finalmenre pude terminar el capitulo 10 original, asi aue pibes... ¡hoy hay capitulo!

Espero y lo hayan disfrutado, no olviden dejar su estrella god.

Quiero una linda reseña de este cap

Reseña aquí:

Del 1 al 10?

Sayonara! Nos vemos en el siguiente capitulo.