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No sé cuánto tiempo a pasado ahora, me sigo negando a comer o tomar agua y por ello me han puesto un tubo de plástico en la pata delantera derecha, ahora apenas y estoy consciente de las cosas mientras Hoseok trata de animarme dándome empujoncitos o caricias con su pequeño hocico.

Pero en ese momento un olor familiar llegó a mí y me puse entre feliz y nervioso.

-Señora espere un momento, no puede pasar hasta que...

-¡Tae!

Me levanté apenas vi que mamá aparecía por la puerta, tal parece que había estado discutiendo con Yoongi quien no quería que entrara todavía.

Chillé feliz de verla y mi cola se agitó viendo como mamá lloraba y se aferraba de los barrotes de mi jaula.

-¡Sueltelo! ¿Cómo se atreve a tenerlo encerrado?-dijo molesta mamá mirando a Yoongi.

-Primero cálmese por favor, no lo tenemos en una jaula para lastimarlo, de hecho es todo lo contrario, se ha rehusado a comer desde que lo traje y le estamos aplicando suero para que no se debilite, tiene que esperar a que acabe.-explicó el rubio con calma.

Mamá no dijo nada, llevó sus manos a sus mejilla para secar sus lágrimas.

-¿Lu-Luego podré llevármelo?-preguntó en voz baja sin despegar su mirada de mi.

-Si, luego podrá hacerlo, pero solo al grande, el pequeño pertenece a la veterinaria.-declaró Yoongi para luego suspirar.-Ahora, acompáñeme a la otra sala para que escuche la explicación que mi jefe le está dando a su esposo.

Miré a Yoongi de inmediato ¿Papá? ¿Papá también estaba aquí?

Mamá asintió desganada y se alejó un poco de la jaula.

-Volveré pronto por ti cariño.-me dijo mamá en voz baja.-Solo espera un poco más, lamento mucho lo de Jungkook.

Me tensé de inmediato con sus palabras y sentí que me faltaba el aire ¿A qué se refería con eso? Jungkook... ¿A caso Jungkook estaba?

Di unos pasos hacia atrás hasta que choqué contra los barrotes traseros, Hoseok soltó un corto y asustado chillido ante mi estado y yo me desplomé, mamá no dijo más y simplemente salió tras Yoongi.

Me quejé como si estuvieran apuñalándome directo en el corazón, Jungkook estaba bien, Jungkook estaba bien, yo simplemente estoy llegando a conclusiones erróneas.

Él estaba bien y pronto volveríamos a vernos.

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-Narrador omnisciente-

Suji observó disgustada a su esposo, ambos se mantenían fuera de las instalaciones donde sus hijos se encontraban encerrados.

-Deja de verme así.-dijo secamente Aron si mirar a su esposa.-No harás que cambie de opinión.

La noticia de que sus hijos habían sido atacados por un cazador fue como un balde de agua fría para ambos, saber que Namjoon se encontraba entre la vida y la muerte por culpa de ese hombre al que por lo que había investigado era el hermano de Jungkook, le había hecho tomar decisiones.

Todo era culpa de él, de Jeon Jungkook, su familia estaba partida desde su aparición, su hijo menor se comportaba como un niño malcriado, estaba más que seguro que todo esto igual era culpa de él.

Aunque agradecía que intentara salvar a sus hijos y lamentaba que estuviera hospitalizado, pero esto era el fin para toda conexión entre él y su manda, le dejaría quedarse con Hoseok, pero hasta ahí.

-Cada vez me muestras lo despiadado que eres.-dijo entredientes Suji.-No puedes hacerle creer a nuestro Tae que Jungkook está muerto, eso lo destrozará y lo sabes bien.

-Pero no volverá a poner a nadie en peligro porque ya no tendrá un motivo, puede que esté desconsolado los primeros días, semanas o meses, pero se le pasará.

Suji negó sin poder creer lo que escuchaba, esperó que todo esto le hiciera entender a Aron que su hijo debía de estar con Jungkook para que acabara con el dolor que sentía, pero se había equivocado y mucho.

-Entonces se lo dirás tu.-dijo derrotada la mujer.-Yo no voy a participar en esto.

Luego de decir eso se dio la vuelta y empezó a caminar lejos de Aron, anteriormente habían hablado con un representante del pueblo para que les dijera donde estaba Jungkook y ella deseaba corroborar su verdadero estado, sabía que estaba vivo, pero no si estaba ya despierto.

Suji suspiró cansada, probablemente ese sería la última vez que vería a Jungkook.

Mientras que ella se alejaba, Aron caminó de regreso al interior de la veterinaria, el hombre alto que los atendió y explicó temprano ese día se encontraba digitando en la computadora sobre el mostrador, apenas entró, alzó la mirada y le sonrió un poco.

-¿Viene por el otro zorro? El suero a terminado de pasar ya, Yoongi ha retirado todo, respecto al otro, ya sabe que debe darle dos semanas como mínimo.-dijo Seokjin al instante.

Aron asintió con una sonrisa incómoda.

-Gracias por tratar a nuestro pequeño Namjoon y cuidar de Taehyung, ya que puedo llevarme a uno lo haré en estos momentos para que pueda estar a salvo en nuestro hogar, mañana regresaría a ver el estado del que se queda.

-Entendido, espere aquí un segundo, en estos momentos iré por él.

Aron asintió de nuevo y Seokjin se dirigió hacia el pasillo que lo llevaría al zorro naranja.

Pasaron unos cuantos minutos en silencio hasta que Aron escuchó un grito y quejas, con las cejas fruncidas observó hacia el lugar donde había ido Seokjin y solo un par de segundos después observó una bolita naranja correr hacia su dirección, pero se detuvo justo al verlo.

-¿Tae-Taehyung?-le llamó Aron sin entender que hacía su hijo suelto, dio un paso hacia él alzando sus brazos, pero se detuvo al verlo retroceder un poco a la vez que soltaba un gruñido.

Seokjin apareció entonces sujetando su mano izquierda.

-Lo lamento está un poco huraño.-dijo Seokjin con nerviosismo.-Ven aquí pequeño.

Taehyung le gruñó alejándose rápido de él, caminó hacia la pared derecha y Aron reaccionó muy tarde, cuando menos se dio cuenta, Taehyung saltó hacia la ventana abierta sobre él y con dificultad logró atravesarla.

De nuevo se había escapado y Aron ya suponía donde se dirigía.

Holas casi no actualizo jsjsj ando con dolor de cabeza desde ayer :(