Dairiki y Yami continúan su encuentro íntimo en la habitación, Dairiki está tumbado en la cama mientras Yami se encuentra encima de él, ambos vistiendo únicamente ropa interior, los besos apasionados se intensifican mientras Dairiki acaricia el trasero de Yami con deseo

Entre los susurros entrecortados por la pasión, Yami rompe el silencio

Yami: Dairiki, eres muy hábil con tus manos (Dice con voz entrecortada y un tono lleno de deseo)

Dairiki, con una sonrisa pícara en su rostro, responde sin perder el ritmo

Dairiki: Yami, te haré sentir cosas que nunca antes has experimentado, te llevaré al mismísimo cielo (Susurra con una voz cargada de lujuria)

En un momento de atrevimiento, Yami se quita el brasier, dejando al descubierto sus grandes pechos, la mirada de Dairiki se detiene en su figura, admirando su gran pechonalidad

Dairiki: Sí que tienes una gran pechonalidad, Yami (Murmura con una mezcla de picardía y perversión)

La puerta se abre bruscamente, revelando la figura de Ymir Ō, con una mirada sombría y llena de ira

Yami: ¡¿Ymir!? (Exclama sintiéndose avergonzada y cubriéndose rápidamente con la manta)

Dairiki, nervioso por la tensión en la habitación, se dirige a Ymir Ō con precaución

Dairiki: Hola, mi querida hijastra (Dice en un tono lleno de nerviosismo)

Con una sonrisa tétrica en su rostro, Ymir Ō pronuncia palabras llenas de rabia

Ymir Ō: Dairiki, hijo de perra (Dice con voz llena de ira) ¡Te dije que no profanaras a mi madre! (Exclama mostrando su furia descontrolada)

Dairiki: Te lo advertí, Yami, que tu hija me mataría si nos encontraba así (Dice mientras se levanta y escapa de la habitación, sintiendo el peligro inminente)

Ymir Ō, llena de rabia desenfrenada, persigue a Dairiki con la intención de aniquilarlo y hacerle pagar por su osadía, la tensión en el aire es palpable mientras la persecución se desenfoca en la distancia