Se levanto con cuidado de no despertar a su pareja, ese día tenía que ir a entrenar muy temprano por qué una competencia estaba cerca y todavía tenía que perfeccionar esa rutina. Tomó la ropa que se pondría ese día para ir a tomar un baño.

Una vez salió del baño se vio al espejo, vio las manchas moradas en los hombros y en parte de la pierna, por suerte no se veían cuando se ponía ropa, sacó un poco de maquillaje para taparse las quemaduras que tenía en el cuello y en las manos, se termino de poner la ropa.

Antes de salir del hogar, se aseguró de dejar algo para que Otabek comiese de desayuno, se encargó que todo estuviese en su lugar, de dejarle comida a su gata, puesto que si no era el nunca le darían comida, tomó las llaves y se fue.

En el camerino le dijieron algo sobre las manchas moradas que tenía en los hombros, que se metan en sus asuntos, pensó. Ellos no entenderían el amor que Otabek le tenía, no lo entenderían, claro que se amaban, nadie debería dudarlo, pero era culpa de Yuri, a veces hacía enojar lo hacía enojar era normal que hiciera eso.

Viktor y Yuuri le invitaron a cenar, pero se negó, tenía que cenar con Beka o se enojaría, no le gustaba mucho que saliese con la gente, Yuri lo entendía, siempre cenaban juntos sin excepción. Sobre eso sería mejor que se apurase en llegar, estaba atrasado por qué realmente quería que le saliese bien ese salto, así que se quedó hasta más tarde, le pegaría, seguramente Otabek se enojaría con él.

Llego jadeando, había corrido para no atrasarse más, solo se atrasó una hora, una vez adentro del hogar, pudo divisar que en el balcón Otabek estaba fumando, parecía molesto y movía rápidamente la pierna mala, notó la presencia de Yuri, y lo llamo con una voz grave y fuerte.

Yuri sintió miedo.

Se acercó, un poco pero no lo suficiente, esto molestó al mayor quien lo tomo de la muñeca con fuerza para acercarlo más, Yuri se quedó cabizbajo sobándose la muñeca adolorida, esperando a que Otabek le gritase, lo cual no tardo, "Perdón" decía despacio Yuri "No se repetirá" su pareja apago la colilla en el cuello del menor, el cual reprimió un chillido de dolor.

—Claro que no se repetirá—Sentenció Otabek—Por que ya no saldrás del departamento.
—¿Que?—Pregunto atónito—No puedo quedarme, el dinero, tengo que patinar, es lo que amo...
—No, ya no. Me amas a mi—Dijo fuertemente— Además si es por dinero está la empresa de mi padre.
—¡No quiero el mugroso dinero de ese viejo!—Otabek le tomó la cara.
—¡¿Como le llamaste?!—Le gritó, Yuri se asusto y se disculpó.

Otabek levantó la mano en contra de Yuri.

Yuri cerró los ojos esperando el golpe, pero no llego, sintió una caricia en la mejilla.

—Está bien, mi amor—Dijo Otabek—No olvides que te amo.
—Yo también te amo.