Se habían conocido hace tiempo, y desde que Taehyung lo vio, supo que sería su más grande amor en la vida, con el tiempo, Jungkook se enamoró de Taehyung.

Eran una pareja normal, y cuando decimos normal es porque tenían problemas como todas, que si Jungkook no se sentía bien un día y no le decía a Tae, que si Tae hablaba más con sus amigos que con Kook, aún con todo eso, ambos siempre salían adelante.

Los dos tenían pasados difíciles, y a veces los perseguían, aquellas sombras que se habían esforzado por olvidar, de vez en cuando volvían y provocaban las peleas, las inseguridades parecían ganar en ocasiones. Y es que siempre que terminaban una discusión, Taehyung estaba serio, pero vamos, a él le duraba el coraje por mucho tiempo, algo malo, lo sabía y se esforzaba por arreglarlo.

En ocasiones sentía que le hacía mucho daño a Jungkook por culpa de su carácter, sentía que Kookie se merecía algo mejor que él, pero es que Jeon brillaba tanto que cuando escuchaba su voz todas sus preocupaciones desaparecían, su alma descansaba y su mente se callaba.

Jungkook era alguien tan inocente que de verdad temía porque se fuera a aburrir de él, de sus miedos, de sus pensamientos, porque con todo eso, Taehyung lo amaba puramente. Incluso, Kim llegó a poner a Kookie de fondo de pantalla en su celular, pero sentía que incomodaba a Kook cuando él lo vio, así que decidió quitarlo, tal vez era algo muy cursi y demasiado para él pequeño castaño. Por las noches se decía a sí mismo que podía cambiar, él podría dejar todas sus cadenas atrás para ser una mejor persona para Jungkook, porque de verdad lo quería.

Y es que, cuando él castañito sonreía, era lo más parecido a un pequeño angelito, le contagiaba esa felicidad y llegó a pensar que podía ver a través de su alma.

Kookie se merecía lo mejor, hoy y siempre, y la promesa de Taehyung era mejorar como persona para que Kookie se sintiera orgulloso de poder llamarlo su novio.
Porque Tae se sentía capaz de todo cuando veía la maravillosa sonrisa de Jeon y es que era tan luminosa que podía compararse con el mismo sol.
Tae se aseguraría de tomar la mano de Jungkook y apoyarlo y ayudarlo a alcanzar sus sueños, estaría con él en sus logros y en sus caídas, en los buenos y malos días, porque Taehyung amaba a Jungkook.

Él podría lidiar con sus miedos, podría recordar cómo respirar y al final del día se sentiría tranquilo consigo mismo, porque sabía que Kookie estaba ahí, y eso era más que suficiente.

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Cortito, pero hecho con amor 💕

Mare 🌸