Se puede ser a una señora con el color de cabello de un rubio cenizo viendo la televisión.

—En la noche de ayer en la ciudad de Musutafu se encontraron dos cuerpo con corte en la garganta, ambos tenían antecedentes penales por asesinatos, no hay ninguna pista sobre el asesino, será un nuevo vigilante o algún nuevo villano—Decía el noticiero en la televisión.

«Estos villanos de hoy en día cada vez peor» Reflexionaba la peliceniza pero sus pensamientos fuero interrumpido cuando sonó el timbre de la casa y fue a abrir la puerta.

 —¡¿Oh quien es?! o eres tu Izuku pasa y cuéntame ¿Cómo te fue en la entrevista?—dijo la peliceniza mientras dejaba pasar al peliverde.

—Hola tía Mitsuki y sobre el trabajo... ¡Me contrataron!— Dijo el joven

—Me alegro mírate el pequeño Izuku ya con trabajo, ojala que Katsuki hubiera salido un poco como tú pero salió todo arrogante y gritón sin embargo ese es otro tema cuéntame todo sobre la entrevista—Dijo mientras hacia que el peliverde se sentara.

—Fue todo como dije, empiezo la próxima semana—Dijo Izuku.

—Siempre tan listo, aun recuerdo cuando a los 3 años me pediste que te enseñara a leer para entender ese antiguo libro ¿Cómo se llamaba? recuerdo que te obsesionaste con ese libro —dijo la peliceniza con una sonrisa.

—Era una compilación de sonetos de Shakespeare era un libro que tenia mi madre—dijo con una mirada triste el joven.

—¿Cómo lo has llevado? sé que ocurrió cuando tenias 6 años pero se que debió ser duro—Dijo seria pero se podía notar un poco de melancolía, se quedaron unos segundos en silencio.

—Aún me duele como si hubiera sucedido ayer aunque ya aprendí vivir con el dolor—Dijo con pesar el peliverde 

—Capaz no entienda tu dolor pero sabes que siempre me tendrás a mi si quieres ayuda o hablar—dijo la peliceniza.  

«No entenderías ya que no es dolor lo que me dejo ese día si no un vacío lo que siento y si supieras la verdad no me apoyarías» pensó Izuku cuando de pronto se le vino un recuerdo.

Se puede ver a un niño en una casa que se podía notar la pobreza pero parecía no importarle al niño ya que llevaba una gran sonrisa mientras subía las escaleras.

«¡Hoy encontré un enorme pedazo de queso! mami estará tan feliz» pensó el pequeño pero fue interrumpido por un grito que lo dejo paralizado era un sonido desgarrador, se podía notar la tristeza y la desesperación en el alarido.

 —Espera esa es la voz de mama—dijo mientras empezó a correr—¡Mama!—Grito el niño.

Pero sus recuerdo fueron interrumpido ya que el joven no quería recordarlo en este momento.

 —Pero bueno vine a decir una buena noticia no a ponernos triste—dijo Izuku intentando cambiar 

La peliceniza se lo quedo mirando unos segundos al joven para luego rodar los ojos—Bueno te salvas de esta pero después seguiremos hablando sobre el tema, cambiando de tema aún no me creo lo rápido que te as adaptado, llegaste haces unos meses y ya terminaste la educación secundaria, aun recuerdo cuando llegaste a mi casa, casi me da un infarto al reconocerte, pensaba que habías muerto y ahora míranos soy tu tutora y todo.

 —Yo tampoco me creo que todo hubiera salido tan bien—Dijo el peliverde

Los dos siguieron hablando temas sin importancia hasta que Izuku decidió irse a su habitación pero al momento de irse se puede a ver a Mitsuki de como su sonrisa se iba y se quedaba con una mirada melancólica.   

«Esa sonrisa que lleva es falsa aún recuerdo la sonrisa de ese niño que decía ser el más del mundo, oculta algo no se que sea pero espero que no sea nada grave pero no lo voy a presionar no lo quiero arruinar ya le falle una vez» Pensó Mitsuki mientras les venían recuerdos que la seguía hasta el día de hoy.

Había una joven peliceniza enfrente de una casa deteriorada y esta procedió a tocar la puerta, espero unos segundos para después escuchar como unos pequeños pasos se acercaban y abría la puerta y dejaba ver a un pequeño peliverde lastimado.

—¿¡Oh Dios mío que te paso Izuku!?—grito la mujer.

—Hola tía Mitsuki pase por favor—dijo el niño con una sonrisa. 

 —¡Como estas tan tranquilo, vamos a ver esas heridas y me vas a explicar que paso!—Grito la peliceniza mientras se llevaba al niño.

Un momento después se puede ver un Izuku vendado y una Mitsuki mirándolo serio. 

—Ya estas listo, ahora dime ¿¡como llegaste a este estado!?—Exclamó la mujer.

—Bueno es que había unos niños molestando a otro y decidí intervenir porque eso es lo que haría un caballero pero me dieron una paliza—Declaró el niño.     

—Hay Izuku y tu obsesión con ser un caballero, sacaste lo obsesivo de tu madre—Dijo con gracia—Pero hablando de tu madre ¿Qué hay de ella?—pregunto la mujer.

—Ella está trabajando ahora mismo—dijo el pequeño con una sonrisa mientras sacaba un libro que tenia de título ''Compilación de los sonetos de Shakespeare.

—¿Todavía estas leyendo ese viejo libro?—Pregunto la dama.

—Si, es que era un libro que tenia mi madre guardado y me termino gustando—Respondió el pequeño.

—Supongo que hay personas excéntricas en el mundo—Dijo la peliceniza esta se quedó en silencio mirando al pequeño vendado y solo pero tenia una sonrisa en su rostro—En serio me siento mal por ti niño—Dijo mientras le revolvía el cabello al pequeño.

—¿... Te sientes mal por que?—pregunto el peliverde.

—Y todavía preguntas... ¿no crees que es mala en la situación en la que estas?—Pregunto la señora.

El niño se quedó en silencio por algunos segundos revisando sus vendas y la casa que se podía ver que era pobre y desgastada—Tía Mitsuki... ¡yo soy el chico más feliz del mundo!—Exclamó el pequeño con la sonrisa más grande y hermosa que pudo dejando sorprendido a la mujer.

Pero eso eran recuerdo de un pasado lejano y eso lo sabia Mitsuki pero ella sabia una cosa que no dejara solo otra vez a ese niño, no le fallaría de nuevo.