Pelea de Hermanos: Jonathan Joestar vs Dio Brando(Stardust Crusaders PT 3)

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[Ubicación temporal: tras derrotar a Dio]

¿Qué es todo esto?- se preguntó una voz retumbante en medio de la oscuridad. -¿Qué había pasado?- se preguntó, mientras intentaba recordar. Hace unos segundos estaba usando a "The World" para pelear contra Jotaro, cuando de repente este logró moverse en el tiempo congelado. Y después...no se acordaba que había pasado después exactamente.

Había pasado demasiado deprisa. En menos de un instante. Solo sabía que su cabeza había sido reventada.

-Maldito Jotaro...- comentó Dio Brando, cerrando su boca con fuerza. El sabor de la derrota era amargo, se sentía aplastado como un perro callejero por un coche.

No sabía donde se encontraba, era un lugar demasiado oscuro. Pero de alguna manera, sabía donde sea que sea donde esté, no es realmente el mundo material.

Era una sensación rara, sentía que estaba levitando. Claramente no lo hacía, pero tenía esa sensación. Se sentía ligero, rápido, ágil... que extraña sensación. ¿dónde estaba? Su pregunta no tenía respuesta aún. No tenía nada claro, ¿acaso un usuario de Stand lo encerró en esto?

No, obviamente no. Estaba peleando con Jotaro, así que obviamente no pudo venir otro usario de Stand para encerrarlo en esto. Aparte de ser innecesario, y Jotaro no tenía cara de hacer cosas innecesarios, sino de ir directo al grano.

Entonces, sus dudas se acrecientaban en el silencio del oscuro lugar, y no obtuvieron respuesta hasta que, cerca, escucho unos pasos.

-¿¡Quién es!?- preguntó autoritario Dio, en esa oscuridad, mirando en la dirección donde los pasos retumbaban. Enfocó sus ojos en su objetivo- Revela tu cara y nombre ante yo, ¡Dio!- le gritó mientras apretaba sus manos. Su rostro aún no estaba bastante alejado como para verlo bien. Y la oscuridad no permitia ver menos.

-No has cambiado, Dio- comentó la voz, logrando erizar la piel de Dio por la sorpresa. Esa voz, tranquila, suave, y benevola. Llevaba 100 años sin haber escuchado una sola vez su voz, pero ni en mil, ni cien mil, ni nunca olvidaría aquella voz. No era de alguien que le aterraba, ni nada por el estilo, sino más bien que siempre lo hizo sentir así de intranquilo y preocupado.

-¿¡¿J-j-j-Jo-Jojo!!?- preguntó Dio Brando mientras el extraño llamado Jonathan empezaba a iluminarse un poco de una luz.

- Hola Dio- le contestó este seriamente, ante la incredulidad de Dio Brando.

-¡Imposible, deberías estar muerto!- arremetió desfasado de sus cabales. ¿Estaba alucinando cosas? Era imposible que Jonathan Joestar, aquel joven que fue como su hermano, a quien mato y robo su cuerpo, siguiera vivo.

-Lo estoy, Dio, y tú también lo estarás definitivamente- le dijo Jonathan, mientras resplandecía con más fuerza.

- ¿lo "estaré"?- preguntó molesto Dio- Que molesto...sin duda eres Jojo. Maldito, ¿qué es esto?¿cómo estás aquí?¡responde!- preguntó con fuerza en su voz, intentando verse amenazante. Era extraño, Jonathan siempre fue el único en provocarle preocupación y temor a Dio Brando. Haciendo que siempre tenga que fingir más braveza de la necesaria.

-Estamos, Dio, en mi cuerpo, o en nuestro caso actual, nuestro cuerpo- le dijo Jonathan a Dio, mientras caminaban en circulos mirándose desafiantes, manteniendo una distancia segura.

-¿nuestro cuerpo?- preguntó Dio, empezó a ser deducciones ya que no le gustaba que Jonathan fuese quien tuviera las respuestas, pero no lograba hacerse una idea clara del asunton

- Sí, Dio, nuestro cuerpo. Ahora mismo, mi bisnieto Jotaro, te ha reventado la cabeza. Nuestro cuerpo lucha por regenerar esta misma. Tu alma lucha por vivir. Pero yo, no voy a permitirlo, Dio- los puños de Jonathan se iluminaron de una luz brillante con fuerza. Era algo extraño, mientras él, Dio, era oscuro y bañado en sombras; Jonathan resplandecía de luz.

-¿pelear, contigo?- preguntó Dio mientras sus puños se apretaban más fuertes.

-Sí, Dio, tú y yo. Este cuerpo en su mayoría lo dominas tú, pero mi alma también habita en él. Y con todo mi espíritu, ¡no dejaré que ganes!- le gritó Jonathan mientras corría hacía Dio- ¡Por nuestra familia!-

-Por mi bien, ¡¡Jojo!! Resolvamos esto, como en los viejos tiempos-

Jonathan llegó primero hacia Dio dando un golpe que el vampiro bloqueó con ambas manos. Después, Jonathan soltó una serie de golpes que Dio bloqueó y contraresto a la par que Jonathan. Dio se movio a un costado dándole un golpe en el estómago a Jonathan, este casi "vomita" por el golpe, pero reunió fuerzas y respondió dando un golpe en el rostro a Dio.

-¡ahg!- se quejó mientras caía hacia atrás sangrando de la nariz- Como en los viejos tiempos, ¡¡Jojo!!. Nunca pensé que podría pelear contigo otra vez. Esta vez, me quedaré con tu cuerpo en un combate a limpio, ¡verás quien es el que manda!-

Dio arremetió sobre él saltando con una patada que Jonathan bloqueó con su antebrazo, para después el vampiro dar otra patada en su estómago y posteriormente, ya que el golpe hizo a Jonathan bajar sus brazos, darle un potente golpe en la cara. La oscuridad de su cuerpo se expandía sobre la luz de Jonathan, apagandola.

-¡¡MUDA, MUDA, MUDA, MUDA!!- gritó mientras le empezaba a dar golpes consecutivos en su rostro. Tenía una sensación satisfactoria. Equivalente a deshacer de una pesada carga que llevaba arrastrando muchos años: la derrota.

Pese a verle robado originalmente el cuerpo, Jonathan había ganado en todo a Dio, tras los intentos de esfuerzo de Dio para que no lo lograse. Lo había derrotado en todas sus peleas, le había desenmascarado su intento de asesinato a su padre, y le destruyó su cuerpo hace un siglo.

Poder lograr vengarse de Jonathan resultaba un gozo para el vampiro, que sonreía de satisfacción.

-¡¡DIO!!- gritó Jonathan mientras recibía un golpe sin moverse, resistiendo uno de los impactos, y respondiendo con un golpe que termino de romper la nariz del rubio. La luz que emergía de su cuerpo, empezó a resplandecer a un más, extendiéndose por el lugar oscuro y acabando con la oscuridad de Dio.

-¡¡JOJO!!- gritó Dio mientras corría hacia él y ambos se soltaban golpes a diestra y siniestra, en las costillas, rostro y pecho eran las partes más comunes. En un momento, Dio le agarró el brazo y tumbó a Jonathan en el suelo, y empezó a soltarle golpes rápidos en el rostro.

En el poco rato, Jonathan sujetó la mano de Dio, para luego golpear su barbilla con su otro brazo con tanta fuerza que se lo sacó encima. Jonathan se puso de rodillas para levantarse, y dio un nuevo golpe en su estómago a Dio Brando.

Levantándose del suelo, Jonathan empezó a darle golpes mucho más rápidos a Dio, mientras la luz que resplandecía su cuerpo iluminaba más ese lugar.

-(¡¡Me está acorralando!!¡¡Imposible!!¡¡No, no, no, y no!!)- pensó Dio mientras se agachaba y golpeaba a Jojo en su mentón desde abajo, para luego agarrar su rostro y estrellar su codo en el estómago-¡¡No pienso ser acorralado por ti, Jojo!!-

Dio Brando quería golpear su rostro otra vez de una manera contundente, para lograr noquearle y dejarlo inconsciente, si es que se puede dejar inconsciente a un fantasma.

Pero Jojo, esquivó el golpe rozando su puño, para luego, posicionarse a una corta distancia y soltar un golpe en sus "costillas" que le provocó un dolor infernal.

-¡¡¡AH!!!- gritó Dio, pero por poco tiempo pudo gritar, al ver como la luz que desprendía Jonathan, era tan intensa que ya cubría todo el lugar de su luz, mientras que la oscuridad de Dio se volvió efímera.

-¡¡ADIÓS, DIO!!- gritó Jonathan, concentrando toda esa luz en la palma de sus manos, y dando un golpe tan potente que hizo a la cabeza de Dio salir disparada de su "cuerpo".


-(no, no puede ser que yo otra vez)- pensó Dio tras chocar en el "duro suelo" y sentir la frieldad del mismo- no....otra vez-

Jonathan se encontraba totalmente iluminado por una luz misteriosa, que cubría ya todo el lugar.

-Has perdido Dio- dijo mientras se sentaba alado suyo, y acercaba su mano a él.

-¡¡¡A-A-ALÉJATE!!!- le gritó Dio con todas su fuerzas, no obstante, sus suplicas fueron ignoradas por el caballero, que agarró su cabeza y se sento en ese suelo astral donde ambos se encontraba reposando. La luz dejaba todo el lugar claro, iluminado por las auroras doradas que el alma de Jonathan impregnaban.

-Tsk...maldito seas Jojo. Siempre me ganas- se quejó en voz alta el vampiro mientras se encontraba en sus brazos.

-...- Jonathan se quedo callado, mientras mostraba unos ojos pasibles, alejados de las palabras del rubio- Dio...¿cómo está nuestra familia?-

-¿"nuestra"?- preguntó Dio, mientras apretaba sus dientes- tuya, nunca fui parte de tu familia, Jojo, te lo he dicho antes, ¡¡hace más de un siglo!!. Nunca te he considerado como un ...-

-¿cómo está nuestra familia, Dio?- preguntó el caballero calmado, sonriendo ligeramente. Estaba ignorando las palabras de Dio por completo.

-...- Dio vio su rostro. Jojo no haría nada ni respondería a sus amenazas. Estaba tranquilo, como aquel día final en el que ellos dos pelearon por última vez. Sabía que sería inútil amenazarlo, ya que Jonathan nunca mostraría furia ante sus palabras en ese estado. Se sentía débil...siempre con Jonathan de cerca se sintió débil y no implacable pese a querer demostrar lo contrario.

Viendo que la conversación no se dirigiría a nada ante la imparcialidad de Jojo, Dio decidió responder.

- Están...bien-

-¿y Erina?-

-Esa cerda murió hace muchos años-

-¿murió feliz?-

-¿cómo quieres que sepa eso?-

- Me basta con que me digas, si murió feliz. Dime, Dio, ¿qué tan grande es nuestra familia?-

-Y sigues con...bueno. Únicamente tienes a un estupido nieto, a una estupida bisnieta, y tataranieto. ¿Suficiente, no crees?-

- y deben ser felices...¿verdad, Dio?- le preguntó Jonathan dirigido su mirada a Dio- Ellos deben estar muy unidos, no sé demasiado de lo que ocurría, pero sé que mi familia se protegía a si mismo, mi tataranieto Jotaro y nieto Joseph estaban arriesgando su vida para salvar a muchas personas y a mi bisnieta Holly. Estoy feliz...-

- Me da igual- le contestó Dio, intentando alejar su rostro de Jojo.

- Dio...no importa cuánto peleemos. Nunca dejaré de considerarte mi hermano- le contestó Jonathan- tú siempre serás parte de la familia-

Esas palabras callaron a Dio, quien no tuvo ninguna respuesta irónica ni ingeniosa. Su boca tambaleaba, estaba siendo embargado por una sensación nueva: gratitud. No lo quería, pero en el fondo, muy en el fondo, se sentía agradecido con Jonathan, y tal vez algo feliz. Nunca fueron hermanos como tal, nunca él lo consideró como uno.

Pero tras arruinar su vida, arruinar su cuerpo y matar a su padre; Jojo seguía considerándolo parte de su familia y alguien apreciado. Sus años de juventud fueron una burla para Dio, pero para Jonathan sí fueron años dorados donde quería a su hermano adoptivo, sin importar como esté lo vea a él.

-Dio...- dijo mientras se veía como su cuerpo se desvanecía- creo que nuestra familia ya se está encargando de nuestro cuerpo-

- ...- Dio veía como desaparecía, tal como insinuó. Lo debía de suponer, estaba claro que tras derrotarlo lo habrían de quemar. Este era el final, había perdido contra un miembro más de la familia Joestar. Tantos años de planeación arruinados por esa sucio dicha familia. Le resultaba del todo frustrante.

Sin embargo, era extraño. Se sentía a la vez liberado. Dio Brando, se sentía completo. Frustrado y satisfecho, ¿dos palabras imposibles de combinar? Para Dio, esto le era extraño.

Viendo por última vez el rostro de Jonathan, por primera vez en toda su vida. Relajó su expresión, para ver de una forma más pasible al que una vez fue su hermano. Esas sensaciones le eran incomprensibles, pero pese a ello, las sentía.

-Buenas noches, Dio- se despidió Jonathan de su querido hermano, a la vez que desaparecían ambos por completo.

Afuera, mientras el cuerpo de tanto Jonathan como Dio se iba, su familia veía como sus cenizas se esparcian con la luz del sol, una parte subía hacía arriba, y otra parte, hacía abajo, quedándose en el suelo del desierto.

Pelea de Hermanos: Jonathan Joestar vs Dio Brando(Jojos Bizarre Adventure PT 3)

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