¡Comenten mucho!

Era domingo en la tarde, y el primogénito de los Min se encontraba en su casa descansando.

Habían pasado tres días desde la noticia que le dio su padre, y desde ese entonces no dejó de sentirse abrumado y cohibido.

Las ganas de ver nuevamente a ese omega lo invadían, y eso que solamente habían intercambiado unas cuantas palabras desde lo del ascensor. Todo fue tan confuso para él, y su jaguar rebelde no ayudaba de mucho, ya estaba arto de los gruñidos amenazantes que soltaba su parte animal.

Okey, al parecer ya estaba lo suficientemente harto.

-Te odio..- gruñó a su almohada, quedándose quieto cuando se golpeo el rostro con ella.

Estaba acostado en su cama, con su pijama puestas y netflix en su televisión. Intentando descansar o ver una película tranquilamente. Aunque no podía, otra vez.

-¡Ahh!..-gritó adolorido, un increíble calor recorrió su espina dorsal, y un tirón en su abdomen fue una señal de que a su jaguar se le había ocurrido la gran idea de aparearse.

maldito celo adelantado.

Ni siquiera podía aparearse porque no tenía omega, y su jaguar seguía molestando con la misma idea de tener crías con ese omega encantador. Al parecer su miembro estaba de acuerdo con eso, porque empezó a levantarse de la nada.

-Demonios, ¡¿porqué justamente este día mi entrepierna tiene vida propia?!.- se quejó, acomodándose en su cama y colocando la almohada atrás de su cabeza, volviendo a fijar su vista en el techo, sin nada que poder hacer a parte de...

encargarse de su amiguito y aguantar el dolor.

Maldito día en donde pasó por una farmacia y no compró los supresores.

El alfa suspiro, empezando a sudar frío, sus músculos tensándose al sentir algo mojado en sus pantalones.
Joder, los pensamientos con ese lindo omega atacaban ferozmente a su jaguar.

Hasta que su teléfono sonó.

Yoongi giró sus ojos, rodando por la gigantesca cama para luego tomar su teléfono celular, y contestar la llamada, estando bastante cansado y con muchas ganas de morir por el dolor.

-¿Que quieres?..- contestó a la otra linea, con mucha mala gana y el ceño fruncido.

Los días parecían pasar a peor.

-Buenas tardes Yoongi hyung, soy jungkookie y lo quiero invitar a una fiesta. ¿Puedes?..- el mayor quiso golpear virtualmente a kook, teniendo unas ganas de matarlo en esos momentos.

-Vete a la mierda..- le respondió, soltando un sonido amenazante al final.

-Oye amigo, cálmate un poco, mejor vamos a la fiesta que hay un invitado muy especial y estoy seguro de que te encantará..- insistió el menor.

-Vete a la mierda..- volvió a repetir, está vez colgando rápidamente para tirar el teléfono hacia algún lugar de la cama.

El mayor siguió con lo suyo. Totalmente caliente por su celo adelantado y las ganas de aparearse, como intenso animal salvaje.

Por otro lado se encontraba Jungkook, con su mirada ,mente algo confundida y con la vista en el precioso omega pelirubio.

-No tengo idea de lo que tendrá..- se excusó, guardando su teléfono en su pantalón jean rasgado.

-Ahg, a este paso no podré siquiera entablar una amistad..- comentó el omega, relamiendo sus carnosos labios para luego sentarse en el cómodo sofa que había en la sala.

Los invitados iban y venían, el lugar estaba con música a nivel medio y alcohol por doquier.

-Entiendo, pero podríamos hacer algo para visitarlo.- sugirió el pelirrojo, mirando divertido a la expresión confusa del omega.

Jungkook se acomodó mejor en su asiento, mostrando ahora sus dientes en una sonrisa pícara.

-Tengo las llaves de su casa..- canturreó, sacando un llavero que estaba con un par de llaves.

No sonaba nada mal.

Espero que les guste, y perdón si ven algún error.

¿Les gustó el capítulo?

¿Preguntas?

Nos leemos luego, muchas gracias por todo.

¡Los amo mucho! Cuidense por favor.

16 comentarios y actualizo.

Sempai❤