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-¡Levántese, dormilones! Un gran día nos espera- anunció la Kodama menor, despertando a todos.

-Mai tiene razón, nos espera un gran dia- bostezo Golden, estirando sus extremidades.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco... Hey, nos falta uno- se quejó el de mirada esmeralda.

-Es verdad, ¿A dónde se fué Puppet?- Freddy miraba en todas direcciones, buscando a la mencionada.

-¡¡Aahhh!!- un grito alarmó a todos. Al identificar el grito, todos corrieron en dirección al lugar de dónde provenía. Temiendo que la Kodama mayor se encontrara en grave peligro. Al llegar al lugar, los extranjeros quedaron impresionados y extrañados por la situación dada. El rubio y la albina luchaban por no empezar a reír a carcajadas.

-Se ríen, y los mato a ambos- la albina mayor los miraba de manera asesina. Al parecer, una dulce criaturita mantenía "cautiva" a Puppet. La Kodama se encontraba atada de pies a cabez por una liana, la cuál colgaba de un árbol.

-¡Tú eres mi prisionera ahora!- la chica la amenazaba con una lanza, la cuál parecía haber sido creada por ella misma.

-Niña, escucha, tengo cosas muy importante por hacer, así que... ¡Quítame esta cosa de encima!- la albina intentaba librarse del agarre, cosa que resultó inútil.

-No me llames 'niña', llámame Aliz de ahora en adelante, esclava- la pequeña acercó más su arma a la Kodama.

-Muy bien, si ustedes no hacen algo, lo haré yo misma. Y saben que eso no terminará nada bien- Puppet miró amenazante a Golden y Mai.

-A-ah...- el rubio no sabía que hacer. Pero, Mai tenía un plan en mente.

-Oye, pequeña, ¿Eres fan de los dioses elementales?- preguntó la Kodama menor, de una manera un poco infantil.

-Así es, son mis héroes, ¿Por qué?- la pequeña siervo ladeó la cabeza.

-Bueno, pues... ¡Golden, el dios del fuego, está justo aquí!- la Kodama se hizo a un lado, señalando al rubio con ambas manos.

-Am... Hola, pequeñita- el de mirada plateada, saludó dudoso a la pequeña "atacante"

-¡Por mis astas! ¡Realmente eres Golden!- Aliz intentó abalanzarse sobre el mencionado, pero fué detenida por la albina.

-Wow, wow, wow, espera un segundo. Antes que nada, debes liberar a mi hermana.

-Ok- la siervo, con su lanza, cortó la liana que sujetaba a Puppet. Provocando que esta callera de cabeza contra el suelo- listo, ahora... ¡Déjame abrazarte!- Aliz se aferró a la pierna del rubio, mientras Freddy y Mai ayudaban a Puppet.

-Am... ¿Cómo estás, pequeña Aliz?- la de ojos violeta lo miraba sin parpadear, provocando un escalofrío en él.

-¡Aliz! ¿¡En dónde estás, Aliz!?- un león se acercó al grupo- gracias a los dioses que estás bien. No vuelvas a asustarme así.

-¿Town?- la Kodama mayor reaccionó al ver aquel felino.

-¿Puppet?- un silencio extraño se formó en el ambiente, ambos chicos se miraban fijamente. Hasta que la chica reaccionó.

-¡Wow! ¡Han pasado años!- la Kodama mayor se abalanzó sobre el león, abrazándolo y despeinando su melena.

-¡Ni que lo digas! 20 años es mucho tiempo.

-Esperen, ¿Ustedes se conocen?- cuestionó la Kodama menor.

-Así es, nos conocimos hace años. Aunque... En esos tiempos pasabas todo el tiempo con forma humana, ¿Qué pasó? ¿Te cansaste de que Eak te follara todo el tiempo?- la chica estalló en carcajadas, provocando que el león se sonrojara y gruñera.

-Tomé mi forma de león para buscar a Aliz. E Eak me ha estado fastidiando mucho últimamente, así que estará castigado por un tiempo- Town apartó la mirada molesto. Mientras Freddy y Mai intentaban que Puppet no se quedara sin aire, ventilandola con sus manos mientras evitaban que cayera al suelo a causa de las risas.

-¿Eak, el dios del aire, es tu pareja?- cuestionó el elfo.

-Así es, ¿Por qué?- el felino ladeó la cabeza.

-Eak no suele ser muy... Amigable- continuó el rubio.

-Bueno... Él ha cambiado mucho los últimos años. Te sorprenderías al ver quién es ahora- comentó alegre, y un tanto sonrojado. Aunque, esa alegría se convirtió en furia hacia la Kodama mayor- ¿¡Puedes dejar de reír de una maltida vez!? ¡Ya tienes 216 años! ¡Madura, Puppet!- gritó furioso, mostrando sus afiliados dientes. Puppet se incorporó.

-Ok, ok, lo siento, lo siento. Me calmaré...- no pasaron ni cinco segundos cuando estalló en risas nuevamente, cayéndose de espaldas. Continuó riendo en el suelo. Town solamente rodó los ojos.

-Supongo que nunca madurará, en fin, así es Puppet- suspiró, encogiéndose de hombros- vamos Aliz, es hora de irnos, tu familia debe estar muy preocupada.

-Ow, está bien- la pequeña liberó la pierna del rubio, colocándose al lado del león.

-Escucha, antes de que te vayas, necesitamos pedirte un favor- Puppet, al fin calmada, se colocó frente a Town.

-¿Qué cosa?- cuestionó el chico.

-Necesitamos que nos lleves con Eak, necesitamos hablar con él- dijo finalmente seria.

-¿Sobre qué?- curioseo el felino.

-Sobre ellos- Puppet señaló a Freddy, Fred y Bonnie. Town pareció entender al instante.

-Muy bien, los llevaré. Pero primero llevaré a Aliz con su familia, ¿De acuerdo?

-Está bien. Yo solo espero que Eak no tenga las... Hormonas alborotadas- y nuevamente, estalló en risas. Towntrap simplemente suspiró resignado. Sin duda, Puppet no había cambiado desde la última vez que se vieron.

[…]

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