XI

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

–Ya te lo dije antes y te lo volveré a decir... ¡Un Kinlarn no es lo mismo que un Stingor!– exclamó la Kodama.

–¿Qué más da? Ambos nececitan petalos de Hiko y polvo de Motoka, para mí es lo mismo– el león continuó caminando, mirandola sin mucho interés.

–¡No es lo mismo! ¿Acaso me vas a decir que un Kiñero es lo mismo que un Jitoro, también?– se cruzó de brazos, mirando al chico-animal; este la miró obvio.

–Puppet... SI es lo mismo, tú misma me lo dijiste. Aparece en el libro de hechizos que me obsequiaste.

–A-ah...– la chica se quedó boquiabierta– ¿Sabes qué? Me vale– dicho esto, camino un poco más adelante. Town simplemente rió ante la acción de su amiga.

–Siento que están hablando en otro idioma– Bonnie miraba a los líderes del grupo realmente confundido, mientras sostenía firmemente ambas manos del elfo.

–¡Por favor!– el peli-celeste lo miró suplicante– ¡Sólo una vez!

–¡No! ¡Allí NO-SE-TOCA!– miró furioso al chico, este solo hizo un puchero en sus labios.

–¿Por qué no? No es la gran cosa, sé que te gustará– sonrió, haciendo sonrojar al peli-morado.

–¡No!– apartó la mirada, avergonzado.

–¿Por qué no me dejas tocarte la barriga?

–Porque sé que tocarás algo más...– susurró, realmente sonrojado.

–¿Qué?– Bon ladeó la cabeza, al no haber entendido al chico, pués no escuchó bien.

–¡Nada!– exclamó, hecho un tomate.

–Y después dicen que yo soy el pervertido– el azabache bufó, mientras caminaba al lado de su hermano.

–Sabes como es Bonnie, nadie sabe como funciona su mente– el castaño se encogió de hombros, viendo como Bon y Bonnie empezaban una discusión algo... Estupida.

–Este lugar está haciendo que todos pierdan la cabeza. Si llego a hacer alguna estupidez denme un golpe en la cabeza para poder volver a estár cuerdo– Fred miraba aburrido como la pareja de conejos empezaban la típica "pelea" de intentar darle un manazo al otro, qué, por cierto, se veían ciertamente cómicos.

–Anotado– soltó el castaño, con una sonrisa burlona, mientras el azabache lo fulminaba con la mirada.

–Esto es muy divertido~– canturreo Mai– todos juntos, viajando, divirtiéndonos, ¡Es inesperadamente emocionante!– chilló.

–Si, supongo que tienes razón– Golden suspiró, mientras veía como los mellizos conversaban entre ellos.

–Oye, ¿Cuánto tiempo tardarán para volver a unirse?– la albina de coleta larga lo miró curiosa al fénix.

–No estoy seguro, todo depende del hechizo que haya utilizado tu hermana, puede que tarde días, semanas, meses, o tal vez solo un par de horas más. Las opciones son variadas– explicó, sin apartar la mirada de los hermanos.

–Oh~ ya veo– volteó, para también mirar a Freddy y Fred– ¿Crees poder enamorarlos?

–No lo sé...

–Bueno, pues yo digo que si podrás, ¡Pronto estarán en una linda relación! Aunque sería confuso tener dos novios, pero no importa, ¡Todo se arreglará cuando ellos se vuelvan a unir, y tendrán la relación perfecta!– chilló alegre, dando vueltas en su lugar. El rubio sonrió con esperanza.

–¿De verdad crees eso?

–¡Claro!– un brillo de emoción apareció en los ojos grices del dios, puede que no conozca mucho a los "extranjeros", pero algo en ellos le atraía, como si de un imán se tratase. Y él no iba a dejar pasar eso.

–¡Ya casi llegamos!– avisó el león, mirando alegre al grupo.

–¿¡Acaso crees que vamos a caminar todo eso!?– el de ojos sombríos miró furioso al de pelaje anaranjado– ¡Es una maldita montaña, como con mil kilómetro de altura! ¿¡Estás demente!?

–No exageres, solamente tiene tres mil metros de altura, no es para tanto.

–¡Yo no pienso escalar todo eso! ¡Moriré!– exageró, mientras Freddy intentaba no reír por su dramática reacción.

–¿Quién dijo que ustedes escalaran?– sonrió confiado– ¡Hey, Puppet! ¿Me ayudas?– miró a la mencionada, mientras apoyaba su pata en un viejo árbol caído.

–Será un placer– se acercó al árbol, colocando sus manos sobre él. Town simplemente si hizo a un lado– hela ruh... Kala nimba... Goret jerus... ¡Torem naku!– una vez ya mencionado el hechizo, una especie de niebla púrpura rodeo el árbol por completo. Poco a poco el tronco comenzó a cambiar de forma, para al final tomar forma de...

–¿Un carruaje?– el peli-morado miraba curioso el transporte. Sí era un carruaje, pero mucho más sencillo y, por motivos obvios, de madera.

–¡Yo quiero conducir!– el de mirada esmeralda levantó su mano, alegre, como si de un niño pequeño se tratase.

–Muy bien, pero a como me des latigazos, te lanzaré a un acantilado– el transformado en animal lo miró realmente amenazante. Bon simplemente rió nervioso.

–Yo quiero ir con Bon– el oji-rojo levantó su mano, como ya lo había hecho el peli-celeste– así me puedo asegurar de que no haga nada malo– sonrió.

–¡Bonnie quiere estar conmigo!– el elfo canturreo, mientras abrazaba a Bonnie, el cuál tenía un gran y notorio sonrojo en su rostro. Los demás simplemente rieron.

–Me parece perfecto. Ahora, ¿Alguien me puede ayudar a ponerme esta cosa?– el peli-naranja señaló... Esa cosa en dónde normalmente van los caballos. Pues su querida escritora no tiene ni fruta idea de como se le llama a esa cosa, y es muy floja como para ponerse a investigar.

–Yo te ayudo– la Kodama menor se acercó al león, ayudándole con lo pedido.

Unos minutos después...

–¡Soy demasiado perfecto para morir!– el peli-negro, a como podía, se sujetaba de las paredes del transporte. Resulta que, cierto "señor perfecto" se estaba quejando de que iban demasiado lento, por lo que el león optó por callarlo de una única manera: correr como un verdadero depredador persiguiendo a su presa.

–¡Vamos a morir!– su hermano le seguía con el pánico, mientras se sujetaba del asiento en el que estaba. Puppet y Mai simplemente los miraban divertidas, pués para ellas es normal ir tan rápido. Vamos, que no es la primera vez que ellas viajan.

–¡Vamos, más rápido!– por otro lado, Bon y Bonnie disfrutaban de la velocidad.

–¡Es cómo estar en un auto de carreras!– el peli-morado chilló emocionado.

–No tengo idea de lo que es, ¡Pero igual es asombroso!

–¡Oye, Town! ¡Veo el arco!– Golden, quién se encontraba poco más adelante que ellos transformado en fénix para iluminar el camino por la neblina que había, se acercó al mencionado– creo que ya puedes bajar la velocidad.

–Muy bien– sonrió con malicia. En cuanto también divisó el arco, frenó de golpe, clavando sus patas en la tierra, lo que provocó que el transporte frenara de golpe también.

–¡Auch!– se escucharon a ambos pares de hermanos, para luego salir del transporte.

–¡Estúpida, mi cabeza, idiota!– el azabache salió disparado, mientras se sujetaba la cabeza. Una vez todos fuera, la "carroza" volvió a ser un tronco, liberando a Town.

–Muy bien, vamos a ver a... Eak...– en cuanto dirigió su mirada al interior del gran arco de rocas, vió algo que lo dejó horrorizado. El gran templo del aire, su hogar durante años, el hogar que compartía con su amado... Se encontraba completamente en ruinas...

[…]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro

#fnafhs