♥Loco

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Karma, ¿p-podemos volver?

¿Cuántas veces había oído eso ya? Unas tres quizás... y aunque fueran muy pocas ya me estaba hartando de su pregunta.

Nagisa y yo habíamos tenido una relación en el pasado. Yo acabé con ella porque no me sentía del todo cómodo con él por sus inseguridades, pero eso no significó que no lo amara. Me costó tiempo superarlo —aún me falta un poco—, pero él aún no me supera.

—No, Nagisa. No podemos volver.

Repetí, como las últimas dos veces. Seguramente si esto seguía así, terminaría lastimándolo y lo digo por la muy poca paciencia que tengo. Especialmente por algo en lo que —supongo— me arrepiento de haber hecho.

Me fui de ahí y noté que Nagisa me seguía con su mirada, era incómodo y me hacía sentir... acosado. Pero simplemente no quería negarle más cosas.

  En la primera clase; matemáticas. Solo estuve recostado en mi pupitre. No tenía ganas de prestar a la clase hoy y ya conocía bastante sobre el tema.

Pero no pude continuar con mi planeado sueño. Nagisa juntó su pupitre con el mío.

Tuve que sentarme bien en mi asiento porque Nagisa estaba haciendo ruido mientras escribía en su cuaderno —se notaba que lo hacía a propósito—.

Al verme sentado normalmente, me abrazó. Obviamente eso me molestó porque sabía con qué intención lo hacía.

Me aparté bruscamente de su abrazo, empujándolo al final para que se alejara de mí y me dejara en paz. ¡Pero no funcionó! no se fue, solo se quedó ahí. No hizo ni dijo nada más. Algo que agradecí pero no por completo. Intenté volver a dormir, pero de nuevo, estaba haciendo ruido.

—¡¿Quieres irte y dejar de hacer tanto ruido? Intento dormir! —reclamé una vez que mi paciencia se había agotado y fue muy rápido.

  Nagisa asintió sin expresión alguna y se fue. Finalmente dejándome en paz.

En el recreo estuve sentando bajo un árbol con una copa muy grande para cubrirme de la tanta luz del sol que hacía en aquel momento.

Otra vez, mi paz se interrumpió porque Nagisa llegó. Yo solo quería estar solo en ese momento, ¿era mucho pedir?

Se sentó frente a mí. Con una estúpida sonrisa en su cara. Me fastidiaba su presencia y también las tontas expresiones que ponía.

  —¿Quieres una, Karma? —me extendió una pequeña galleta aún sonriendo.

—No —negué también con mi cabeza frunciendo un poco mi ceño.

—Entiendo.

Me sentí feliz porque había quitado esa sonrisa. Creo que prefería verlo neutral a triste o feliz porque sé que cuando demuestra felicidad conmigo ¡es porque se siente feliz cuando estoy con él! y no quiero cumplir sus absurdos caprichos.

Busqué mi comida en mi bolso. No pensaba compartirla con Nagisa, por más que me mirara o su actuar me lo pidiera. No iba a caer, para nada.

Levanté mi rostro y no me había dado cuenta de cuándo Nagisa se había acercado tanto. Literalmente, estaba malditamente cerca de mi rostro. Su aliento me irritaba, estaba caliente y el calor no me gustaba.

Cerró sus ojos y estiró sus labios, iban directo a los míos pero cuando lo sentí mucho más cerca, le di un bofetada que hizo que cayera contra el césped.

—¡¿Qué te pasa?! ¿No sabes lo que es privacidad?

Agarré mi bolso y me fui de ahí. Me sentía tan malhumorado que comencé a patear cualquier cosa y desquitarme con la primera persona que me encontrara.

Desde ese momento me di cuenta de que el poco amor que tenía por Nagisa se había ido y no solo un pedazo o cierta cantidad de porcentaje, sino todo, por completo.

Sentí que por fin me libraría de todo eso al salir de la escuela y ya era el momento.

Tomé mi bolso y salí tan rápido como pude. Al estar casi bajando la montaña, caminé más despacio.

Y cuando creí estar en paz, no fue así.

¡¿Cómo no me di cuenta?!

Nagisa estaba a mi lado. Seguramente hizo parkour para poder alcanzarme.

  Estuvimos todo el camino en silencio hasta que Nagisa lo rompió en la estación, con esa irritante pregunta.

—Karma, ¿podemos volver a ser novios?

Mi paciencia se había agotado, esta vez, por completo. Haciéndome enojar demasiado.

—¡No, Nagisa! Ya te lo he dicho muchas veces y estoy cansado. ¡Solo eres un niño necesitado, muy necesitado! Y si crees que quiero repetir unos momentos tan horribles e insignificantes, estás muy equivocado. ¡Estoy tan arrepentido de haber sido tu novio y ahora de haberte conocido!

—Karma...

Mis palabras lo habían herido porque lloraba, lloraba frente a mí y no me importó. Solo le dije la verdad, no podía mentirle, no podía esconderle cómo me sentía y no podía guardar mis horribles ganas de desahogarme.

Lo dejé solo, llorando en la estación. Que se sintiera mal ya no era mi problema.

Al día siguiente, él simplemente no me habló e incluso me ignoró cuando lo saludé. ¿Debería sentirme mal porque haya tenido ese cambio tan repentino?
 
Todo el tiempo estuvo así y durante las clases, estuve más pensativo que prestando atención a las mismas.

¿Había sido muy malo con él, acaso o solo está haciendo eso para volver a llamar mi atención?

No. Luego de un rato de reflexión. Era obvio que me ignorara así luego de tratarlo tan mal ayer.

Pero no sentía una disculpa como suficiente. Me di cuenta de que sí amaba a Nagisa y mi amor —durante el tiempo en el que él me ignoraba— me hizo desear que volviéramos. Ya no me sentía mal por esos momentos que tuvimos en un pasado. Quería repetirlos y hacer nuevos.

¡Eso debía hacer!

—Nagisa —toqué un par de veces su hombro, me ignoró—. Nagisa, quiero disculparme y es en serio.

Al oírme decir eso, se giró frunciendo su ceño. Sé que no estaba tan convencido. ¿Cómo no estarlo si le dije todo eso con toda la sinceridad que tenía?

—Adelante —ordenó.

—Fui muy malo al haberte tratado así y lo que dije, solo fue un momento de ira. Ahora me estoy sintiendo culpable porque sé que no merecías ser tratado así. ¿Me perdonarías?

—Está bien. Te perdono.

Creí que haría una de sus escenas amorosas conmigo o preguntaría si podemos volver, pero no lo hizo. Así que no me quedo de otra que hacerlo yo mismo.

—Nagisa, ¿te gustaría volver conmigo? —pregunté esperanzado. Sabía que diría que sí por todo lo que había hecho hasta ayer.

—¿Te estás burlando de mí, de nuevo? —frunció su ceño nuevamente.

—No, no, hablo en serio. Realmente quiero repetir todo lo que hicimos —tomé una de sus manos pero él la apartó.

—No, Karma. Todo lo que me dijiste ayer, me hizo pensar que había sido muy estúpido rogarle a un orgulloso como tú y no quiero tener una relación con alguien que va a hacerme caer para luego sacar ventaja de eso. Así que no, lo siento.

Ni esa disculpa había curado la herida en mi corazón.

Nagisa estaba loco, pero yo lo estaba más por pensar que podríamos empezar de nuevo.

El próximo sí tendrá un final feliz Dx

Espero que les haya gustado ¿
 
Y ya saben, nos leemos ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro