Karma Akabane acababa de tener una atroz caída tras el desorden de sus compañeros en el patio. Estaba desmayado y Nagisa estaba con él en la enfermería, sentado en una silla al lado de la camilla.

El peli-celeste acarició los cabellos rojizos de su amigo. Su cabeza estaba vendada, allí recibió un mayor impacto.

Nagisa lo observaba con ternura, se veía tan tranquilo de esa manera. Sin mencionar que el peliazul tenía sentimientos amorosos hacia él.

Repentinamente el pelirrojo comenzó a abrir los ojos, confundido.

—¿Quién eres? —preguntó Karma. Nagisa abrió sus ojos sorprendido, seguramente el golpe le afectó. La enfermera nunca mencionó sobre eso.

—¿No me recuerdas, Karma?

—¿Karma, ese es mi nombre? —cuestionó sentándose sobre la camilla.

—Sí, ah. Tuviste un golpe, debió afectar tu memoria —concluyó explicándole al pelirrojo.

De repente la puerta de la habitación se abrió dejando ver a la enfermera de la escuela.

—Nagisa —lo nombró mientras se acercaba a ambos—. Oh, tu novio finalmente despertó —bromeó con aquel apodo. Ella tenía un fetiche con las parejas conformadas por dos hombres, por eso bromeaba diciendo que Karma y Nagisa eran novios.

—Deja de de... —Nagisa fue interrumpido.

—¿Tú eres mi novio? —preguntó inocente Akabane. Sin saber que lo que decía aquella enfermera era una simple broma.

Aunque Nagisa sintió emoción cuando Karma preguntó eso.

—S-Sí —mintió. Aceptó nervioso.

Escuchó un grito fangirl por parte de la enfermera.

No era bueno que Nagisa se aprovechara de la amnesia de su amigo, pero por dentro aquella parte mala le decía que era lo correcto. Estaba enamorado de Karma y al menos hasta que este recuperara su memoria, fingiría ser su novio.

—Pudiste haberme dicho desde un principio que eramos novios —aconsejó el pelirrojo con una cara un poco molesta.

Midori —la enfermera— ya sabía sobre los sentimientos de Nagisa hacia su amigo. Así que esa era una de las razones por las que emparejaba a ambos también.

—Lo siento, es que la mayoría de los chicos prefiere tener una pareja del sexo opuesto. Creí que tu reacción no sería buena si te lo decía de inmediato —inventó Nagisa—. A propósito Midori-san ¿Cuando Karma recuperará su memoria?

—No puedo asegurartelo —explicó—. Primero debe experimentar varios episodios que le generen recuerdos, aunque no soy muy buena con esto de la amnesia —rió—. Soy algo principiante en la medicina.

—Comprendo, gracias.

Modori le hizo un último chequeo a Karma. El golpe solo causó daños en su memoria y una pequeña herida en su cabeza. El resto de su cuerpo funcionaba bien.

—Listo Karma-kun, puedes retirarte —dijo mientras cambiaba el vendaje del nombrado—. Vuelve mañana, te haré otro chequeo.

—Muchas gracias Midori-san.

Los dos chicos salieron del lugar. La jornada escolar había terminado ya.

—No me has dicho tu nombre aún —mencionó con burla el pelirrojo.

—Ah, cierto —recordó. Una gota bajó por su cien—. Soy Nagisa Shiota.

—Shota —río.

—¡Es Shiota! —corrigió molesto.

Hubo un silencio mientras continuaban caminando. Karma aprendió algo de su novio. Era horrible idea hacerlo enojar.

Estuvieron hablando el resto del camino sobre temas triviales y Nagisa decía cosas buenas sobre Karma para hacerlo recordar quien era.

Finalmente llegaron a su destino, la vivienda del pelirrojo. Nagisa tuvo que acompañarlo ya que este no recordaba su dirección —obviamente—.

—Supongo que ya tengo que irme —anunció el oji-azul jugando con el cinturón de su bolso.

—No te vayas —pidió. Tomó su mano.

—¿Eh?

—No conozco mi hogar, ni a las personas que están en él —confesó. Nagisa lo observó directo a los ojos. Debía quedarse, Karma necesitaba de él por el momento.

Un suspiro se escapó de los labios de Nagisa y con una sonrisa respondió:— Está bien, me quedaré contigo.

De esta manera, ambos se adentraron a la vivienda del menor. Se encontraron con la madre de Karma en la sala, la cual estaba temporalmente de vacaciones.

—Buenas tardes Karma —saludó, luego notó que su hijo no venía solo—. Oh, buenas tardes Nagisa-kun.

—Buenas tardes Akiko-san.

Nagisa tuvo que explicarle a la pelirroja lo que le había sucedido a Karma. Ella comprendió algo angustiada, pero luego se relajó cuando supo que la amnesia se iría poco a poco.

—Nagisa ¿mi madre sabe que somos pareja? —preguntó Karma. Akiko pudo escuchar aquello.

—¡¿Qué?! —exclamó con sorpresa. Nagisa cerró los ojos con fuerza, posiblemente había metido a Karma en cierto lío.

—E-Eh yo... —trató de decir algo Nagisa, pero no sabía que inventar.

—No estoy enojada —corrigió emocionada—. Siempre esperé a que me dijeran esto, sabía que hacían una linda pareja —los felicitó.

El problema sería cuando Karma recuperara su memoria.

Pasaron bastante tiempo charlando con la madre de Karma sobre su 'relación' y los gestos amorosos no se hicieron de esperar. Nagisa se sintió muy feliz al poder besar a Karma, lo había deseado por tanto tiempo. Aún así se sentía mal por aprovecharse de la amnesia de su amigo solo para conseguir lo que quería.

Más tarde—por petición de Karma—, ambos durmieron juntos.

Una hermosa sensación invadió a Nagisa al tener la oportunidad de sentir los brazos de Karma rodeándole y también sentir como este repartía besos en sus labios mientras 'dormían'.

¿Qué le diría cuando recuperara la memoria? ¿Otra mentira más? Estaba metido en un gran y horrible lío.

Creo que es algo pronto para otra one-shot o tal vez no ¿?
La inspiración me atacó repentinamente e incluso tenía otra one-shot planeada, pero ya olvidé de que va :'v

¿Quieren una segunda parte de esto o prefieren dejarlo con suspenso?

Ya sé lo que dirán, pero quiero asegurar.

Y gracias por leer.

Nos leemos después, adiós.