Se retorcía en la cama, murmuraba por auxilio a la par que trataba de defenderse, empezaba a sudar demasiado, lanzó un poco de electricidad a su al rededor, lo que le produjo un dolor tan terrible que despertó de golpe, le dolía todo el cuerpo, se encontraba temblando y sentía dolor punzante en el cuerpo y sobretodo en el ojo izquierdo, la jaqueca era terrible. Se quedó viendo un rato el espacio vacío en su cama, sabía que llegaría pero igual le pesaba su ausencia a esas horas, abrazo sus propias piernas mientras seguía murmurando, comenzaba a estar un poco más tranquilo, se sentó en la orilla de la cama y después se encaminó al baño del pequeño departamento.

Remojó su rostro, el agua estaba helada, con algo de temor vio su reflejo, su cabello ya no era el mismo, ya no se encargaba de arreglarlo cada mañana y cada noche antes de dormir, estaba maltratado y algo opaco y lo sabía, sus hebras ya no tenían el mismo tono dorado que siempre, pero el flequillo con esa mancha negra con forma de rayo seguía intacto. Notó los ojos cansados que ahora llevaba, podía hacerle competencia a los de Hitoshi, se pregunto qué estaría haciendo ahora... Se detuvo en ver las pequeñas cicatrices en su cara, y como pasaban por su ojo izquierdo, todavía no se acostumbraba a eso, su ojo derecho todavía conservaba el tono dorado que había tenido toda su vida, mientras que el ojo izquierdo era un amarillo tan claro que casi parecía blanco y ya no podía ver por ahí. Su cuerpo todavía temblaba un poco. Tal vez debería volver a dormir, pero temía hacerlo.

No supo cuanto tiempo miro su reflejo hasta que escucho la puerta de la entrada, no le sorprendió, con paso lento se encaminó hasta la entrada del departamento, y allí se encontraba, mirando hacia bajo mientras se sacaba los zapatos para poder entrar, notó la presencia del rubio y levantó la mirada, los ojos de Hitoshi siempre estaban cansados y sus labios siempre estaban con una línea recta, pero al encontrarse con el rubio la sonrisa se formó entre sus labios, y lo miraba como lo hizo siempre, fue un minuto en silencio antes de que el de cabellos morados lo rompiese.

—Esperaba llegar antes que despertarás—El contrario solo se quedó en silencio y se mordió los labios—Por lo general no estás despierto a esta hora...Denki—Se acercó al chico en frente suyo y lo abrazó, por un momento se quedó estático antes de que el abrazo fuese correspondido.

Hitoshi tomó a Denki entre sus brazos y ambos terminaron en el sofá de la sala de estar, se quedaron en silencio mientras seguían abrazados, el de cabello morado hacia pequeños círculos en la espalda del contrario. A Hitoshi le dolía ver a su pequeño rayo de sol tan opaco, pero lo entendía, con todo lo que había sucedido, quería poder decirle y hacerle entender que no importaba y que siempre estaría a su lado, pero entendía, si le hubiese pasado a si mismo, estaría destruido, tal vez peor a como estaba su pareja, quien no contestaba llamadas ni mensajes, dejando a todos sus amigos preocupados, no había salido en semanas, extrañaba su sonrisa. Hitoshi cada vez volvía con miedo a su departamento teniendo que Denki hubiese hecho algún estupidez tan grandes, de esas que no hay reparación ni vuelta atrás. Denki también temía, temía despertar, temía dormir cada vez por las pesadillas, temía usar su propio poder con el que había nacido, temía que Hitoshi no volviese.

—Todo va a estar bien, ya vas a ver cómo pronto volverás a la acción. Solo son unas pequeñas vacaciones—trató de dar su sonrisa más tranquilizadora.

Ambos sabían que no era unas pequeñas vacaciones, que era permanente, pero Denki quería abrazar esa palabras vacías.

Y aquí termina este pequeño Drabble, quería escribir algo sobre esta pareja pronto, por eso hice esta pequeña cosa. Espero que les guste, pronto escribiré más sobre esta ship, tengo planes, en diciembre habrá más.