La Carta

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Otra cosa que tenía en mi cabeza. Algo de PJmasks después de tanto tiempo.

La organización de este One-Shot fue difícil. Aunque logré organizarlo de una manera entendible para el lector.

Letras cursiva son textos de la carta

Letras negritas son memorias

Letra normal es Connor en presente.

Espero que disfruten. 🤗
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Adentrándonos en una habitación sumida en la oscuridad, encontramos a un joven cuyo cara reflejaba una profunda tristeza. Sostenía entre sus manos una carta que estaba escribiendo, suspirando con cada palabra que plasmaba en el papel.

Sus ojos cansados revelaban la ausencia de sueño y la inmensa cantidad de lágrimas derramadas, como si hubiera atravesado un mar de emociones negativas. El peso de sus pensamientos parecía abrumador, y el silencio que envolvía la estancia acentuaba aún más su desolación.

Queridos seres queridos,

En este día quiero expresar todo mi amor y gratitud hacia ustedes. Desde el momento en que nací, han sido mi apoyo incondicional y mi mayor fuente de inspiración. Cada paso que he dado en la vida ha sido posible gracias a su amor y sacrificio.

"¡No! Así no es la manera de empezar. Connor se quedó pensando un poco. "Aunque ya lo escribí así que quedéis así".

Con cada palabra escrita, Connor se sumergía más en sus recuerdos compartidos con Greg y Amaya. Recordaba las risas, las miradas cómplices y los momentos de felicidad que habían compartido juntos. Pero también recordaba los desacuerdos, las discusiones y las heridas que se habían infligido mutuamente.

El joven se recostó en la silla, mirando fijamente la carta y dejando que sus pensamientos se perdieran en el abismo de la incertidumbre. Sabía que había dado un paso valiente, pero también sabía que el camino hacia la reconciliación de su alma sería difícil. "Vamos de nuevo".

Queridos amigos,

A lo largo de los años, hemos compartido alegrías y tristezas, superando juntos los desafíos que la vida nos ha presentado. Su apoyo incondicional y amistad genuina me han dado fuerzas en los momentos difíciles y han multiplicado mis alegrías en los momentos felices.

Desde el primer día que nos conocimos, han sido una parte invaluable de mi mundo, llenándolo de risas, aventuras y momentos inolvidables.

Connor cerró los ojos y dejó que los recuerdos del primer día en que conoció a Amaya y a Greg inundaran su mente. Era un soleado día de septiembre, el comienzo de un nuevo año escolar. Connor, Amaya y Greg eran vecinos y compañeros de escuela, pero ese día fue especial.

Mientras caminaba por el vecindario hacia la parada del autobús, Connor notó a una chica de cabello oscuro y ojos brillantes que se acercaba. Era Amaya, con su sonrisa radiante y su energía contagiosa. Connor se sintió atraído de inmediato por su personalidad vibrante y su espontaneidad. Amaya también lo notó y se acercó a él con curiosidad.

"¡Hola! ¿Eres nuevo en el vecindario?", preguntó Amaya con entusiasmo.

Connor sonrió y respondió: "No, hemos sido vecinos durante años, pero nunca hemos tenido la oportunidad de hablar".

Amaya rió y dijo: "¡Vaya, qué coincidencia! Bueno, ahora tenemos la oportunidad de conocernos mejor. ¿Quieres caminar juntos hasta la escuela?"

Connor asintió emocionado y juntos comenzaron a caminar hacia la escuela. Durante el trayecto, descubrieron que compartían muchas cosas en común, desde sus gustos musicales hasta sus pasatiempos favoritos. La conversación fluyó fácilmente entre ellos, como si se conocieran desde siempre.

Al llegar a la escuela, Connor se encontró con Greg, un chico amigable y divertido que siempre tenía una broma lista para alegrar el día. Greg y Connor compartían clases juntos, lo que les permitió conocerse mejor y forjar una amistad sólida. Greg también conocía a Amaya, ya que habían compartido algunas clases en anteriormente.

Los tres se encontraron en el pasillo y se saludaron efusivamente. Amaya presentó a Connor a Greg, y rápidamente se dieron cuenta de que tenían una química instantánea.

A medida que pasaban los días, Connor descubrió que Amaya y Greg también eran vecinos. Esto les brindó la oportunidad de pasar más tiempo juntos fuera de la escuela. Juntos, exploraron el vecindario, descubrieron nuevos lugares y crearon recuerdos inolvidables.

En una ocasión, decidieron aventurarse en un antiguo bosque cercano a sus casas. Con mochilas llenas de bocadillos y cámaras en mano, se adentraron en el bosque, emocionados por descubrir sus secretos. Rieron, se asustaron con los sonidos misteriosos y se maravillaron con la belleza de la naturaleza que los rodeaba.

A medida que el tiempo pasaba, la amistad entre Connor, Amaya y Greg se fortalecía cada vez más. Compartieron risas, secretos y apoyaron mutuamente en los momentos difíciles. Se convirtieron en un trío inseparable, siempre dispuestos a enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Juntos, participaron en actividades extracurriculares, como el club de teatro de la escuela. Amaya demostró su talento para la actuación, mientras que Greg se destacó en la comedia. Connor, por su parte, descubrió su pasión por la dirección y la producción teatral. Juntos, trabajaron en varias obras de teatro, creando momentos mágicos en el escenario y forjando recuerdos que durarían toda la vida.

A medida que se acercaba el final del año escolar, Connor, Amaya y Greg se dieron cuenta de que su amistad era algo especial y único. Decidieron celebrar su amistad con una fiesta en el jardín de la casa de Amaya. Invitaron a todos sus amigos y vecinos, creando un ambiente lleno de risas, música y baile.

En esa noche mágica, Connor miró a Amaya y Greg y les agradeció por ser los mejores amigos que alguien podría desear. Juntos, prometieron que su amistad duraría para siempre.

Connor comenzó a llorar de nuevo. "Dijimos para siempre". Expresó sollozando.

Levantó el lápiz y volvió a escribir, para ignorar la verdad.

Cada noche, cuando la ciudad estaba en peligro, Gekko y Owlette nos transformamos en PJmasks y salimos a combatir el crimen. Nuestro enemigo número uno fue el malvado Romeo, quien siempre ideaba planes para conquistar el mundo. Pero gracias a nuestra valentía y astucia, siempre logramos detenerlo.

Mas recuerdos llegaron a la memoria de Connor. Todo sobre la amistad normal en una vida normal.

Pero todo cambió cuando, una tarde de regreso a casa, descubrieron un antiguo y enigmático artefacto en su camino. Esta reliquia, una caja misteriosa, irradiaba un brillo fascinante y parecía estar cargada de una energía desconocida. Movidos por la curiosidad, el trío decidió investigar el objeto, sin saber que se trataba de una caja de Pandora llena de poderes sobrenaturales. Al abrirla, una luz deslumbrante los envolvió y, al recobrar la conciencia, descubrieron que habían adquirido habilidades inimaginables.

Connor se frotó los ojos, tratando de orientarse en su nuevo entorno. El brillo todavía bailaba alrededor de ellos, aunque ahora mucho más suave, y las formas de Amaya y Greg comenzaron a emerger de la niebla.

"¿Chicos? ¿Están bien?" preguntó, tratando de ver claramente a través del resplandor.

"Estoy bien... creo" dijo Greg, alzando la mano para palparse la cabeza. Parecía estar en perfecto estado, a pesar del extraño efecto que la luz había dejado en ellos.

"Yo también" añadió Amaya, asomándose por encima del hombro de Greg. Pero al hacerlo, Connor se dio cuenta de que había algo diferente en ella. De repente, las formas del vestido habían desaparecido, cambiadas por plumas y alas que se mecían detrás de ella.

"Amaya, ¿eres... eres un búho?" preguntó Connor, desconcertado.

"Creo que sí". dijo Amaya, moviendo las alas con cautela para comprobar que eran reales y no solo una ilusión. Luego, al ver la cara de asombro de Connor, añadió. "Y tú tienes la velocidad de un jaguar, ¿verdad? Puedo verlo en tu mirada".

Connor asintió, todavía tratando de asimilar todo lo que estaba sucediendo. Y luego, mientras seguían hablando de sus nuevas habilidades y las posibilidades que tenían.

Sin embargo, con grandes poderes vienen grandes responsabilidades, y pronto se dieron cuenta de que debían utilizar sus dones para hacer el bien.

Así nacieron los PJ Masks, un equipo de superhéroes dedicado a proteger su ciudad de las fuerzas del mal.

"Eramos felices protegiendo la ciudad. Todo era perfecto". Connor al instante abrió un cajón y sacó su celular.

Connor miraba con nostalgia la pantalla de su teléfono celular. En su galería, se encontraban las fotos de su época como PJmask. corriendo por los tejados, luchando contra villanos y salvando al mundo.

Pero sus pensamientos giraban en torno a un momento muy especial, la vez en que le pidió a Amaya que fuera su novia.

Busco en su galería para encontrar la foto. Y lo hizo... la foto de el y Amaya besándose. "Haría lo que fuera para revivir ese momento". Pensó Connor al recordar ese momento.

Era un soleado día de primavera cuando Connor decidió que era el momento adecuado para confesar sus sentimientos a Amaya. Había notado que ella también parecía tener cierto interés en él, pero aún así, los nervios lo invadían.

Connor llamó a Greg y le explicó su plan. Greg, siempre dispuesto a ayudar a su amigo, aceptó de inmediato. Juntos, idearon una estrategia para que Connor pudiera pedirle a Amaya que fuera su novia de una manera especial y memorable.

El plan consistía en organizar una cita romántica en el parque, donde Connor y Amaya solían pasar mucho tiempo juntos. Greg se encargaría de preparar un picnic con todas las comidas favoritas de Amaya, mientras que Connor se aseguraría de que todo estuviera perfecto.

Llegó el día de la cita y Connor estaba nervioso pero emocionado. Se encontró con Greg en el parque y juntos prepararon el lugar. Colocaron una manta en el suelo y dispusieron la comida en una cesta. Todo estaba listo.

Poco después, Amaya llegó al parque, sorprendida por la hermosa escena que se encontraba frente a ella. Connor la recibió con una sonrisa nerviosa y la invitó a sentarse en la manta. Greg, como un verdadero chef, les sirvió la comida y se retiró discretamente para darles privacidad.

Connor y Amaya comenzaron a conversar, recordando momentos divertidos que habían compartido juntos. Connor sentía que era el momento adecuado para confesar sus sentimientos, pero los nervios lo paralizaban.

Finalmente, reuniendo todo su valor, Connor tomó la mano de Amaya y la miró a los ojos. Le confesó lo mucho que significaba para él y cómo había estado esperando el momento adecuado para pedirle que fuera su novia.

Amaya, sorprendida pero emocionada, sonrió y aceptó la propuesta de Connor. Ambos se abrazaron y se dieron un tierno beso, sellando así el comienzo de su relación.

Greg, quien había estado observando desde la distancia, se acercó a ellos y los felicitó. Los tres amigos celebraron juntos, brindando por el amor y la amistad que los unía.

A partir de ese día, Connor y Amaya se convirtieron en una pareja inseparable. Juntos, compartieron risas, aventuras y momentos inolvidables. Greg, por su parte, siempre estuvo ahí para apoyarlos y recordarles lo afortunados que eran de tenerse el uno al otro.

Connor sonrió por primera vez desde que había comenzado la carta. Al fin pudo sonríe con un recuerdo. El mejor de todos.

"Fue nuestra mejor misión Greg". Pensó mientras volvió a escribir en la carta

A lo largo de los años, hemos compartido risas, lágrimas y momentos inolvidables. Cada uno de esos recuerdos es un tesoro que atesoro en mi corazón. Quiero que sepan que siempre estaré aquí para ustedes, así como ustedes siempre han estado para mí.

Connor dejó a lado esa carta. Lo que tenía que escribir era personalmente para Amaya. "No es como si lo fuera a leer". Dijo Connor desanimado.

Querida Amaya,

Hoy me siento inspirado a escribirte estas palabras que han estado guardadas en mi corazón durante mucho tiempo. Quiero expresarte todo el amor y la gratitud que siento por ti, y aunque sé que las circunstancias han cambiado, quiero que sepas que siempre estarás presente en mi vida.

Amaya, quiero que sepas que mi amor por ti es eterno. Aunque las circunstancias hayan cambiado y nuestros caminos se hayan separado, siempre llevaré en mi corazón los momentos felices que compartimos. Tu amor me ha dado fuerza y ha dejado una huella imborrable en mi alma.

Aunque no puedo estar a tu lado físicamente en este momento, quiero que sepas que siempre estaré contigo en espíritu. Mi amor por ti trasciende el tiempo y la distancia. Siempre serás mi inspiración y mi razón para seguir adelante con esto.

Amaya, aunque nuestras vidas hayan tomado caminos diferentes, quiero que sepas que siempre serás mi amor eterno. Nuestro amor trasciende cualquier barrera y siempre vivirá en mi corazón.

Con todo mi amor,

Connor

La mente del chico volvió a aquel día trágico.

Era una noche normal para los PJmasks. Romeo, el astuto villano, se había robado un valioso tesoro del museo de la ciudad y los PJmasks, conformados por Catboy, Owlette y Gekko, estaban decididos a detenerlo y recuperar lo que había sido robado.

Los PJmasks se enfrentaron valientemente a Romeo en su guarida secreta. Catboy, se adelantó y con determinación le gritó a Romeo. "¡Detente, Romeo! No permitiremos que te salgas con la tuya".

"¡Y crees que eso me detendrá minino".

Romeo, había traído consigo un arma especial: un rayo capaz de anular los poderes de los PJmasks. Con un movimiento rápido, Romeo apuntó hacia Catboy y disparó el rayo, que se dirigió velozmente hacia él.

Catboy, ágilmente, logró esquivar el rayo en el último momento, saltando con destreza y evitando así que sus poderes fueran anulados. "¡No te será tan fácil, Romeo!", exclamó Catboy con una sonrisa desafiante en su rostro.

Owlette y Gekko, se unieron a la batalla. Owlette desplegó sus alas y voló por los aires, mientras Gekko utilizaba su camuflaje para enfrentarse a Romeo.

Catboy, se acercó a Romeo y le gritó mientras esquivaba uno de sus rayos: "Detente, Romeo. No ganarás esta vez". Pero Romeo se burló de él, satisfecho con su nueva arma de alto voltaje.

Owlette, desafío a Romeo también. "Te apuesto a que no me atinas".

Una apuesta peligrosa, pensó Catboy, pero no podía contradecirla en ese momento crítico. Sin embargo, el tiro salió por la culata; Romeo le acertó en el blanco a Owlette.

Los tres héroes cayeron en un silencio atormentador.

"¡Catboy! ¡Ayúdame!", gritó Owlette . El choco se movió con rapidez hacia ella para atraparla. Pero Romeo no estaba dispuesto a permitir que su presa escapara.

"No tan rápido, gatito", murmuró Romeo mientras les disparaba.

Catboy notó que su velocidad y capacidad de brincar habían desaparecido. Aún así no se detuvo. Sus piernas dieron todo de sí mismos.

Owlette lo quedó mirando.

¡PUM!

El sonido y la vista de caída fueron más rápidos de lo que Catboy jamás pudo haber corrido. El había quedado en shock.

Romeo vio su arma. No podía creer lo que acababa de hacer.

Se había vuelto un asesino.

Gekko, el cual también había presenciado la caída de Owlette también estaba en shock. Sin embargo logró salir de ese trans y utilizando su camuflaje se acercó a Romeo y le arrebató el rayo de las manos de Romeo y lo destruyó.

Romeo no dio mucha resistencia. No sabía lo que estaba pasando.

"¡Catboy! ¿¡Estas bien!? Preguntó Gekko. Su respuesta fue contestada con el sonido de lágrimas de Catboy abrazándo el cuerpo de Owlette.

Gekko también comenzó a llorar. No lo podía creer.

Owlette estaba muerta.

Las lágrimas de Catboy se secaron y su cara de tristeza fue rápidamente reemplazada por una de furia. Gekko se espantó un poco. Romeo también lo había hecho.

"Robot. ¡sacame de aquí!" Ordenó Romeo.

Robot estaba a punto de hacerlo hasta que Catboy con su látigos lo atravesó por el centro.

Romeo cayó al suelo mientras Catboy lo miraba ferozmente. Gekko se acercó a su amigo y trató de calmarlo, pero podía sentir la ira arremolinarse dentro de él.

"¡No puedo dejar que salga con esto!" Exclamó Catboy, mirando hacia abajo a Romeo.

Gekko trataba de encontrar las palabras para decirle a su amigo que no podía resolver todo con la violencia, pero antes de que pudiera hablar, escucharon un ruido.

Los ojos de Catboy ardían de furia mientras él se acercaba e intentaba desesperadamente destruirlo.

Catboy agarró a Romeo de la camisa. Destruyendo todo lo que podría ser una arma en su contra.

"¡Esto es por Amaya!" Cada golpe que dio lo hacía utilizando su velocidad. Dos goles por segundo.

Y no se detuvo. Por mucho que Romeo le suplico para. Ni por el alterado Gekko. Mucho menos cuando Romeo comenzó a vomitar sangre. Solo se dejó llevar por la ira de haber perdido al amor de su vida.

Solamente cuando vio la cara desfigurada del muchacho se detuvo con alivio.

Cuando todo terminó, Catboy se dejó caer al suelo, exhausto. "¿Gekko?" Preguntó el chico vestido de gato.

Gekko estaba en shock por lo que acababa de presenciar. Su mejor amigo había asesinado a alguien.

Catboy se acercó a Gekko y lo abrazó, sintiendo un alivio en su interior.

"Lo logramos", suspiró Catboy, con una sonrisa de satisfacción.

Sin embargo, la reacción de Gekko fue inesperada. Rápidamente activó su súper fuerza y empujó a Catboy, adoptando una postura defensiva.

"¡Mantente alejado de mí!", exclamó Gekko, con un tono de desconfianza en su voz.

Catboy se sorprendió por la reacción de su amigo. Las manchas de sangre en su traje eran evidentes, pero eso no debería cambiar su amistad. Intentó acercarse a Gekko, tratando de recordarle quién era en realidad.

"Gekko, soy yo. Connor. Tu amigo", dijo Catboy, con voz suave y comprensiva.

Sin embargo, Gekko parecía estar dominado por el miedo y la confusión. Gritó, llamando a Catboy "bestia", y se alejó corriendo.

Catboy se encontraba en una encrucijada. No sabía si debía perseguir a Gekko o dejarlo ir y explicar todo más tarde. La confusión y la preocupación se reflejaban en su rostro mientras tomaba una decisión.

En ese instante recordó que el cuerpo Owlette seguía en el piso. La angustia y la tristeza se apoderaron de su ser.

Connor reaccionó y salió de sus recuerdos. Se agarró el pecho al recordar el peor día de su vida.

En ese momento Connor comenzó a delirar.

Connor se encontraba de pie frente del ataúd de Amaya, El sol brillaba en el cielo, pero su corazón estaba lleno de tristeza y nostalgia. Recordaba los momentos divertidos y emocionantes que habían compartido juntos, luchando contra los villanos y protegiendo la ciudad durante la noche.

Connor se echó un vaso de agua en la cara para recobrar la conciencia.

Volvió a agarrar su celular para ver fotos. Lamentablemente las fotos no era la más indicada. Eran de el ataúd de Amaya.

Mientras miraba la foto de Amaya en el ataúd, los recuerdos inundaron su mente. Recordó cómo Amaya siempre estaba llena de energía y entusiasmo, lista para enfrentar cualquier desafío. Su risa contagiosa y su espíritu valiente eran una inspiración para todos.

La pérdida de Amaya había dejado un vacío en el corazón de Connor. Se sentía culpable por no haber podido protegerla, por no haber estado allí para evitar que resultara herida. Pero sabía que Amaya no querría que se sintiera así. Ella siempre había sido optimista y le había enseñado a nunca rendirse.

Connor todavía estaba dudando si seguir con el plan. Que pensaría Greg? "Lo más probable es que me odie después de lo que hice". Pensó el chico mientras pensaba las mejores palabras para describir lo que sentía.

Mientras los demás asistentes al funeral compartían sus recuerdos y palabras de despedida, Connor decidió irse temprano. No soportaba estar ahí. Lo que le pareció raro era que Greg no se presentó.

Newton le había dicho que Greg no estaba bien. Era como si había visto algo que lo traumado.

Después del funeral, Connor fue a encontrarse con Greg, su otro compañero de PJ Masks. Pero el nunca contestó.

Connor se encontraba sumido en la confusión y la tristeza. No entendía por qué no podía comunicarse con Greg. Decidió buscar respuestas y acudió a sus padres en busca de ayuda.

"¿Por qué no puedo hablar con Greg?", preguntó Connor, con una mezcla de frustración y preocupación en su voz.

Sus padres intercambiaron miradas preocupadas antes de responder. " Ha tenid algo perturbador sobre una pesadilla en la que un gato azul estaba matando un niño. Además, la pérdida de Amaya había afectado profundamente a Greg, empeorando su estado emocional".

Connor sintió un nudo en el estómago al escuchar esas palabras. No podía creer que algo tan terrible hubiera sucedido y que eso estuviera afectando su relación con Greg. Sin embargo, decidió que lo mejor sería darle tiempo a su amigo para que pudiera superar sus propios problemas.

"Entonces, volveré más tarde", dijo Connor, con una tristeza evidente en su voz.

Se marchó de la casa de sus padres, con la esperanza de que las cosas se solucionaran con el tiempo. Pasaron los días y Connor se encontraba sumido en la incertidumbre. Extrañaba a Greg y anhelaba poder hablar con él nuevamente.

Cada día que pasaba, Connor se preguntaba si Greg estaría bien, si habría superado sus problemas y si podrían retomar su amistad. La ausencia de su compañero de aventuras se hacía cada vez más difícil de sobrellevar.

Sin embargo, Connor se aferraba a la esperanza de que, algún día, las cosas volverían a ser como antes. Sabía que la amistad verdadera podía superar cualquier obstáculo y estaba dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario para recuperar la conexión con Greg.

Sin embargo, su esperanza se vio sacudida por una revelación impactante. Connor se enteró de que Greg había sido enviado a un manicomio. La noticia lo dejó atónito y lleno de incredulidad.

"¿Cómo es posible que lo hayan mandado a un manicomio?", exclamó Connor, con una mezcla de indignación y preocupación en su voz.

Los padres de Greg intentaron explicar la difícil situación. Las pesadillas de Greg habían empeorado y sufría de autolesiones. Habían tomado la difícil decisión de buscar ayuda profesional para su hijo, con la esperanza de que pudiera recibir el tratamiento adecuado.

Pero Connor no podía aceptar que su amigo fuera considerado "loco". Sabía que Greg estaba pasando por momentos difíciles, pero eso no significaba que debiera ser encerrado en un lugar como ese.

"¡Pero él no está loco!", exclamó Connor, defendiendo a su amigo.

La mamá de Greg intentó explicar su decisión, asegurando que lo habían hecho por el bienestar de su hijo. Habían creído que el manicomio era el lugar adecuado para que Greg recibiera la atención y el cuidado que necesitaba.

A pesar de las explicaciones, Connor no podía quedarse de brazos cruzados. Decidió que debía visitar a su amigo en el manicomio para asegurarse de que estuviera bien y para demostrarle su apoyo incondicional.

Con determinación en su corazón, Connor se dirigió al manicomio, decidido a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Sabía que su amistad con Greg era más fuerte que cualquier etiqueta o diagnóstico, y estaba dispuesto a luchar por su amigo.

Connor se encontraba en la habitación del manicomio, parado detrás de una puerta cerrada. Su voz resonaba con preocupación mientras llamaba a su amigo Greg.

"Greg, hola amigo", dijo Connor en tono amigable, tratando de transmitir calma.

Greg, con una mirada llena de miedo, solo lo observaba sin reconocerlo. Sus ojos reflejaban una profunda angustia y paranoia.

"Soy yo, Connor. ¿No me recuerdas?", preguntó Connor, intentando hacer que Greg lo reconociera y recordara su amistad.

Greg, temblando de miedo, respondió con voz temblorosa: "¡Es el gato! ¡Ayúdame! ¡El gato me quiere matar!".

Connor, sintiendo compasión por su amigo, trató de tranquilizarlo. "Amigo, soy yo. Vine a dejarte tu comida", dijo mientras colocaba una charola de comida a través de la ventana de la habitación.

La situación era desgarradora. Connor se esforzaba por hacerle entender a Greg que estaba allí para ayudarlo, pero la paranoia y el miedo de su amigo parecían incontrolables.

Greg miró la charola. Había un tenedor. Lo agarró y lo apuñaló en su cuello.

Connor de aterrorizó. La sangre de Greg salpicó por la ventana. Los encargados del manicomio se apresuraron a entrar y quitarle a Greg el tenedor y darle atención médica.

Connor fue retirado del lugar. El estaba deseado ver a Greg bien.

Esa fue la última vez que lo vio con vida.

Connor lloró más. "Maldición Maldición". Pensó el chico. "Por qué no me dejaron verlo una vez más".

El día del funeral de Greg sus padres no lo dejaron entrar.

A medida que los días pasaban, Connor encontró consuelo en los recuerdos de Amaya y Greg. Recordaba su valentía, su amistad y su espíritu indomable. Cada vez que se ponía su traje de PJ Masks, sentía la presencia de sus amigos a su lado, guiándolo y dándole fuerzas para enfrentar cualquier desafío.

Pero eso se había acabado.

Volvió a recoger el lapicero y se puso a escribir.

Cada uno de ustedes era único y especial, aportando su propia chispa a nuestra amistad. Las risas compartidas, las confidencias compartidas y los gestos de cariño son tesoros que atesoro en lo más profundo de mi corazón.

Agradezco la sinceridad, lealtad y la magia que cada uno de ustedes ha traído a mi vida. Esta amistad es un tesoro invaluable que valoro enormemente.

En este día, les envío un fuerte abrazo y todo mi cariño. ¡Gracias por ser mis amigos y por hacer de mi vida una experiencia llena de amor y felicidad!

Con todo el cariño del mundo quiero decirles que los amo amigos.

Tristemente, Connor

Connor terminó de firmar la carta.

Luego, se giró rápidamente hacia la ventana donde su gato estaba curioseando, lo sacó y cerró la ventana con cuidado. "No quiero que me veas". Dijo tristemente Connor.

Caminó hacia la silla y se subió en ella, observando la soga que había preparado previamente antes de redactar la carta. Con calma, colocó la soga alrededor de su cuello.

Finalmente, empujó la silla que lo sostenía.

En ese instante, su vida entera pareció pasar frente a sus ojos. Cada momento qué pasó con Amaya en el parque o las veces que salvaron el mundo como los Pjmasks.

Y en ese mismo momento, Connor comenzó a llorar... pero de felicidad. Y no le importaba agonizar por aire. Una sonrisa salió de su cara. Mientras colgaba de ahí sin cuidado.

Porque finalmente iba a encontrarse con sus seres amados en el más allá.

El Fin

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