Capitulo 0 (Diosa Serpiente)

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Busqué el tamaño de la Diosa Serpentine y vi que le daban un mínimo de 152 metros

° ° ° ° ° °

Me acabo de dar cuenta de algo, Garmadon y Misako tenían el cabello castaño, Wu y Lloyd lo tienen del mismo color... aunque la genética lo explica

Narrador omnisciente

Era una oscura noche en la Ciudad Perdida de Ouroboros. Pythor, el líder de los Serpentine, se encontraba en lo más profundo de la ciudad, rodeado por las ruinas antiguas y misteriosas. Con cautela, colocó las cuatro Fangblade en los encajes de la imponente estatua de la Gran Devoradora.

La estatua, una serpiente colosal de piedra, representaba a la Diosa de los Serpentine, cuyo poder era capaz de consumir todo a su paso. Pythor observaba con anticipación mientras la estatua comenzaba a temblar y emitir un veneno verdoso.

"¡Está funcionando! ¡Despierta, Gran Devorador! ¡Despierta con el insaciable apetito de la Bestia para consumir todo Ninjago!", exclamó Pythor, riendo maliciosamente. Sin embargo, desconocía un detalle crucial: la Gran Devoradora es hembra.

Pythor

En ese preciso momento, el sabio maestro Wu llegó al lugar y se quedó perplejo al presenciar la escena. No podía creer lo que estaba viendo.

"¿Qué es lo que has hecho?", preguntó Wu, con una mezcla de incredulidad y preocupación en su voz.

Sensei Wu Aka Anti vende humo

Pythor giró la cabeza para mirar a Wu, una sonrisa retorcida en su rostro. "¿Acaso no lo ves, Wu? Mi objetivo es despertar al Gran Devorador y vengarme de todo Ninjago", respondió, soltando una risa siniestra que resonaba en el aire nocturno.

Wu observó a Pythor con seriedad, consciente de la magnitud del poder con el que estaba jugando "Estás jugando con fuego, ella no puede ser controlada" Sabía que la Gran Devoradora era un ser imposible de controlar, capaz de consumirlo todo, incluso a los propios Serpentine.

Pythor, sin embargo, ignoró las advertencias de Wu y se volvió hacia la estatua que se desmoronaba lentamente. Con una voz llena de arrogancia, exclamó: "¡Libérate, Gran Devorador! ¡Y obedece todas mis órdenes, pues soy yo quien te ha despertado!"

Pero para su sorpresa, la estatua se derrumbó por completo, dejando solo un montón de escombros en su lugar. Pythor no podía creer lo que veía y exclamó en estado de shock: "¡No! ¿No estaba dentro de la estatua?" Desesperado por respuestas, gritó: "¡¿Dónde está?!"

En ese momento, el suelo comenzó a temblar violentamente, desmoronándose poco a poco a su alrededor. La Ciudad Perdida de Ouroboros estaba siendo engullida por la destrucción, un resultado inevitable de haber despertado a la Gran Devoradora.

Pythor, sintiendo el terror apoderarse de él, se acercó temeroso al agujero que se estaba formando en el suelo. "¡Es enorme!" exclamó retrocediendo, completamente aterrado por lo que estaba presenciando.

En ese momento, unos ojos brillantes y llenos de intensidad se hicieron visibles en el agujero. Pythor, en un acto de desesperación, intentó escapar de la situación.

Sin embargo, Wu, con una expresión seria, lo detuvo. "Deberías quedarte a ver lo que has hecho", le dijo con determinación, consciente de que Pythor debía enfrentar las consecuencias de sus propias acciones.

Pythor, en un arrebato de miedo, gritó: "¡Quítate de encima! ¿No ves que está debajo de nosotros?", aterrorizado por la idea de enfrentarse a la Gran Devoradora.

Wu lo volvió a detener, inmovilizándolo para que no pudiera escapar. "Este es nuestro destino. Tendrás que enfrentar las consecuencias de tus acciones", le dijo con seriedad, dejando claro que no habría escape de las responsabilidades que había desatado.

El suelo continuó desmoronándose poco a poco, revelando más y más de la Gran Devoradora, cuyo poder y voracidad amenazaban con consumir todo a su paso.

Los cinco ninjas, Kai, Jay, Zane, Cole y Lloyd, llegaron al lugar con una mezcla de determinación y preocupación en sus rostros. Mientras se adentraban en la oscuridad, la única fuente de luz provenía de los ojos rojos brillantes que se encontraban en el agujero en el suelo. Kai se detuvo, su corazón latiendo rápidamente mientras observaba la misteriosa criatura que se ocultaba en las sombras.

"¿Qué es esa criatura?", preguntó Kai con voz temerosa, su mirada fija en los ojos penetrantes.

Kai

Wu observó a sus valientes alumnos con una expresión sombría. Sabía que la misión que tenían por delante era peligrosa y llena de incertidumbre. Se acercó a ellos con seriedad y les habló con voz grave.

"Ninjas, deben detener a la Gran Devoradora sea como sea", dijo Wu, instándoles a huir y encontrar una forma de derrotar a la temida Diosa Serpiente. Sus palabras resonaron en el aire, cargadas de urgencia y determinación.

Kai miró a Wu, su lealtad hacia su maestro luchando contra su deseo de enfrentar el peligro juntos. No quería dejarlo atrás, pero sabía que debía seguir las órdenes de Wu para proteger a su equipo y encontrar una manera de enfrentar a la Gran Devoradora.

"No, Sensei", dijo Kai con voz firme, negándose a abandonar a Wu en ese momento crucial. Estaba dispuesto a arriesgarlo todo por su maestro y por la causa que habían jurado proteger.

"Kai", dijo Jay con voz temerosa, esos ojos de la Diosa Serpentine pueden verle el alma

Jay

Las palabras de Jay resonaron en los oídos de Kai, pero su determinación seguía intacta. Miró una vez más a Wu, quien asintió con la cabeza, instándolos a irse lo más rápido posible y evitar ser consumidos por la Gran Devoradora.

El suelo tembló violentamente mientras la Gran Devoradora emergía de las profundidades, destruyendo todo a su paso. La enorme serpiente verde que mide 60 metros de largo, con un ligero tinte cobrizo, se alzaba imponente sobre el paisaje desolado. Sus dos grandes colmillos sobresalían amenazadoramente de su boca, mientras un anillo de volantes adornaba su cuello, dándole un aspecto majestuoso y aterrador a la vez. Su cola afilada, con forma de hueso, se contoneaba en el aire, listo para atacar a cualquiera que se meta en su camino.

La Gran Devoradora 

Los brillantes ojos de color rojo de la Gran Devoradora reflejaban la luz de la luna, dándole un aura divina y sobrenatural. Su presencia era abrumadora, y los ninjas se encontraban paralizados por el miedo y la admiración ante la magnitud de la criatura que tenían frente a ellos.

Pythor, intentando huir de la monstruosa serpiente, gritó en un tono desesperado y aterrorizado, lanzando insultos hacia Wu.

"¡Déjame ir ya, estúpido anciano!" exclamó Pythor, su voz llena de angustia y desesperación. Sabía que enfrentar a la Gran Devoradora era una batalla perdida y solo deseaba escapar de su inminente destrucción.

Sin embargo, Wu se mantenía firme, sin soltar a Pythor. Sabía que el destino de todos estaba entrelazado y que no podía permitir que el antiguo enemigo escapara de las consecuencias de sus acciones.

"Este es nuestro destino", le repetía Wu a Pythor, su voz llena de determinación y resignación. No iba a dejarlo escapar, sabiendo que todos debían enfrentar las consecuencias de sus actos y luchar juntos contra la Gran Devoradora.

La Gran Devoradora dirigió su mirada hacia Lloyd, sus ojos hostiles y hambrientos se suavizaron por un momento. Sin embargo, la criatura volvió a fijar su mirada en Wu y Pythor, y el hambre regresó a sus ojos. En un abrir y cerrar de ojos, la Gran Devoradora se abalanzó sobre los dos, consumiéndolos con voracidad y destruyendo una gran parte del suelo en el proceso.

Cole observó la escena con horror, su rostro reflejaba impotencia mientras gritaba desesperado: "¡Sensei!". El ninja no podía hacer nada más que presenciar cómo su amado maestro y su antiguo enemigo eran devorados sin piedad.

Cole

La Gran Devoradora, luego de su festín, volteó su mirada hacia los demás ninjas. Por alguna razón desconocida, la criatura no los atacó. En cambio, sus ojos se fijaron en Lloyd, mostrando una mirada más suave y sutil, aunque apenas perceptible.

Lloyd, alertado por la situación, se volteó rápidamente y gritó con alarma: "¡Corran!". Los ninjas, conscientes de la amenaza que representaba la Gran Devoradora, no dudaron un segundo en ponerse en marcha. Corrieron a toda velocidad, sintiendo la tierra temblar bajo sus pies mientras se esforzaban por escapar de las fauces de la temible criatura.

Kai, Jay, Cole, Zane y Lloyd corrían desesperadamente a través de las estrechas calles de la Ciudad de Ouroboros, sus corazones palpitando con el miedo y la adrenalina mientras intentaban escapar de la Diosa Serpiente, la temida Gran Devoradora. La tierra temblaba bajo sus pies con cada paso que daban, y podían sentir el aliento caliente de la bestia colosal en sus espaldas.

La Gran Devoradora estaba decidida a atrapar a los ninjas, su cuerpo reptiliano se retorcía y contorsionaba a medida que avanzaba, destruyendo todo a su paso con su tamaño monstruoso. Sus fauces abiertas mostraban más sus colmillos afilados, listos para devorar a sus presas. Sin embargo, a pesar de tener la oportunidad perfecta para engullir a los ninjas, la bestia parecía disfrutar de la persecución, prolongando su tormento.

En medio del caos y la destrucción, Zane avistó la Destiny's Bounty, la magnífica aeronave que servía como su hogar y medio de transporte. Sus ojos se iluminaron al ver una posible vía de escape. "¡Ahí está! ¡Podemos escapar!" exclamó señalando hacia la imponente aeronave mientras la Gran Devoradora continuaba persiguiéndolos implacablemente.

Zane

Sin perder un segundo, los cinco ninjas se apresuraron a subir a la aeronave, sus cuerpos agotados pero llenos de determinación. La cubierta de madera crujía bajo sus pies mientras encontraban refugio a bordo.

"¡Despega, Nya! ¡Tenemos a una gran serpiente detrás de nosotros!" exclamó Kai con voz alarmada, su mirada fija en la bestia que se acercaba peligrosamente. Nya asintió con determinación, maniobrando rápidamente los controles de la aeronave. El rugido de los motores llenó el aire mientras la Destiny's Bounty se elevaba majestuosamente hacia el cielo, escapando a toda velocidad de las garras de la Gran Devoradora.

La Gran Devoradora continuaba persiguiendo de cerca a la aeronave, sus fauces abiertas y ansiosas por alcanzar a sus presas. Nya, consciente de que no podían ir más rápido, reunió a sus compañeros y les instó a deshacerse de todo el peso innecesario. "No podemos ir más rápido, lancen cosas por la borda", les dijo, su voz llena de urgencia.

Nya

Los ninjas, sin perder tiempo, comenzaron a lanzar todo lo que tenían a su alcance por la borda. Objetos de todo tipo aunqu pequeños, eran engullidos por la Gran Devoradora, alimentando su voracidad y haciendo que su tamaño aumentara de manera alarmante hasta los 80 metros. Cole, observando cómo la bestia se hacía cada vez más grande, gritó alarmado: "¡Dejen de lanzar cosas por la borda!"

De repente, la Gran Devoradora desapareció bajo tierra, sumiéndose en las profundidades del suelo. El silencio se apoderó de la aeronave, pero solo por un breve momento. La bestia emergió justo frente a ellos, golpeando la aeronave con su poderosa cola. El impacto fue devastador, sacudiendo a los ninjas y a Nya, quien luchaba desesperadamente por mantener el control de la aeronave.

El pánico invadió a Nya mientras se daba cuenta de que ya no podía controlar la aeronave. "¡Abandonen la nave!" exclamó en medio del caos y la confusión. Los ninjas, confiando en su entrenamiento y su instinto de supervivencia, se lanzaron al vacío, dejando atrás la aeronave que ahora estaba a merced de la implacable Gran Devoradora.

Nya, Kai, Cole, Zane, Jay y Lloyd observaron con horror cómo la aeronave se estrellaba en el suelo, temblando ante la devastadora fuerza de la Gran Devoradora. Sin perder tiempo, la bestia examinó cuidadosamente los restos de la aeronave antes de engullirlos de un solo bocado, dejando solo escombros y polvo en su estela, aumentando su tamaño 100 metros más.

Con el corazón latiendo desbocado, los ninjas buscaron refugio detrás de una roca, junto a Nya. La tensión y el miedo se palpaban en el aire mientras esperaban en silencio, rezando para que la Gran Devoradora no los descubriera.

Kai, sintiendo la adrenalina corriendo por sus venas, no podía evitar repetir en su mente: "No nos veas, no nos veas". Sabía que si la Gran Devoradora los encontraba, sería el fin para todos ellos. Cada segundo que pasaba parecía una eternidad, y la incertidumbre crecía con cada latido de su corazón acelerado.

La Gran Devoradora, con su instinto animal agudizado, giró su cabeza buscando a los ninjas. Usando su lengua bifurcada, exploró el aire en busca de cualquier olor cercano. Sin embargo, a pesar de su poderoso sentido del olfato, no pudo detectar la presencia de los ninjas y Nya ocultos detrás de la roca.

Jay, desde su escondite, observa con curiosidad la situación sin entender del todo lo que está sucediendo. "¿Que está haciendo?", se pregunta en voz baja sin comprender que es lo que la Serpiente Colosal está haciendo.

Zane, tomando la palabra en voz baja, intenta explicarle el comportamiento de las serpientes. "Las serpientes utilizan su lengua para oler", le explica Zane, tratando de aclarar las dudas de Jay.

Afortunadamente, la Gran Devoradora parece no lograr encontrar a los ninjas y decide enterrarse en la tierra, aparentemente marchándose del lugar. Un suspiro colectivo de alivio escapa de los labios de los ninjas y Nya. Nya es la primera en calmarse un poco y expresar su alivio. "Eso estuvo cerca", dice con alivio en su voz.

Sin embargo, su alivio es de corta duración, ya que la Gran Devoradora emerge nuevamente justo enfrente de ellos. Esta vez, había olido a Lloyd, lo que provoca que el joven retroceda nervioso. "Creo que nos olió", dice Lloyd con temor en su voz.

Ante la inminente amenaza, Kai, Jay, Cole y Zane actúan rápidamente convirtiendo sus armas doradas en vehículos y se lanzan a toda velocidad. Lloyd se sube al vehículo de Kai, mientras que Nya se une a Jay. Con la adrenalina corriendo por sus venas, los ninjas se alejan rápidamente, dejando atrás a la Gran Devoradora y luchando por mantenerse un paso adelante en esta peligrosa carrera por sus vidas.

Kai, Jay, Zane y Cole se encontraban en la carrera por sus vidas, escapando mientras eran perseguidos por La Gran Devoradora. La tensión en el aire era palpable mientras cada uno de los ninjas luchaba por mantener la calma y trazar un plan de escape.

Lloyd observa con incredulidad a la Gran Devoradora. "¡Esa serpiente parece más pequeña ahora!", exclamó confundido. Sus ojos se abrieron de par en par ante la extraña situación.

Kai, tratando de ocultar su miedo, gruñó en respuesta a las palabras de Lloyd. "Sí, parece que tiene la capacidad de manipular su tamaño", dijo con determinación. Aunque por dentro se sentía aterrado, sabía que debía mantener la compostura frente a sus compañeros. La Gran Devoradora seguía persiguiéndolos sin descanso, pisándoles los talones y creando una sensación de peligro inminente.

De repente, La Gran Devoradora se detuvo en seco. Todos los ninjas, sorprendidos por la inesperada pausa, se miraron entre sí con asombro. La serpiente gigante parecía haber detectado algo a la lejanía y, en un rápido movimiento, se enterró en el suelo y se retiró de la escena, dejando a los ninjas perplejos.

Los vehículos de los ninjas se detuvieron automáticamente, el silencio se apoderó del lugar mientras procesaban lo que acababa de suceder. Cole, con una expresión de sorpresa en su rostro, no pudo contener su curiosidad y preguntó a sus compañeros: "¿Qué acaba de pasar?". La pregunta flotaba en el aire, ya que ninguno de ellos entendía por qué La Gran Devoradora había dejado de perseguirlos de repente.

Nya observó el agujero dejado por la Gran Devoradora al irse y no pudo evitar preguntarse por qué no los había consumido sin problemas. "Pudo consumirnos sin problemas, ¿Porque no lo hizo?". La confusión se reflejaba en su rostro mientras buscaba una explicación lógica.

Lloyd reflexionó sobre la situación, tratando de encontrar una respuesta a la actitud de la serpiente gigante. "Supongo que le gusta jugar con nosotros", dijo en voz alta, tratando de comprender las motivaciones de la Gran Devoradora. Aunque la idea de ser un objeto de diversión para la temible criatura no era reconfortante, era la única explicación que podían encontrar en ese momento.

Jay, con miedo evidente en su voz, llamó la atención de los demás al señalar hacia la dirección en la que la Gran Devoradora se había retirado. "Chicos...", dijo con un tono tembloroso, captando la atención de todos los ninjas.

Todos voltearon para mirar hacia donde Jay señalaba, y fue entonces cuando, al observar la ciudad de Ninjago a lo lejos, lograron comprender lo que estaba sucediendo. Un escalofrío recorrió sus espaldas mientras Nya pronunciaba sus palabras con temor. "Esa serpiente se dirige a Ciudad Ninjago", dijo, compartiendo su preocupación con los demás ninjas.

Kai, tomando la palabra con valentía a pesar de sentir miedo, sabía que debían actuar rápidamente para detener la Gran Devoradora antes de que llegara a su destino. "Si consume Ciudad Ninjago, nada podrá detenerla", dijo con determinación en su voz. "Debemos detenerla antes de que eso ocurra". Sus palabras resonaron en el grupo, recordándoles la urgencia de su misión y la importancia de unirse para enfrentar a la Diosa Serpiente.

...

Hypnobrais, Fangpyres y Pythor: *Traicionan a Lloyd*
La Gran Devoradora: *Se encariña con Lloyd*
Lloyd: *Con la Gran Devoradora* ¡Esta es mi venganza, Spanky! *Viendo a los Hypnobrais y Fangpyres*

La Gran Devoradora: *Se come a Pythor*
Lloyd: Siguen ustedes
Hypnobrais y Fangpyres: ¿Quienes? ¿Nosotros?

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