Narrador Omnisciente

En el tranquilo departamento de Los Ninjas, Los Ninjas, Nya y Wu se encuentran reunidos, sumidos en una conversación intrigante. El ambiente está impregnado de una atmósfera de curiosidad y misterio.

Kai  toma la palabra y pregunta con gran emoción: "¿Dónde está Lloyd?". Su curiosidad es palpable, y todos los presentes se sienten ansiosos por saber la respuesta.

Wu, sentado tranquilamente mientras saborea su taza de té, responde con calma: "Está en un bosque cercano, acompañado de sus queridas mascotas". Cada sorbo de té que toma parece agregar un toque de misterio a sus palabras.

Nya, con una risa irónica, interviene con humor en la conversación: "Ya sabes cómo son las mascotas de Lloyd. Siempre compiten entre sí... intentando matarse, tratando de llamar más la atención de él". Su tono de voz revela que ha sido testigo de las travesuras y rivalidades de estas mascotas en más de una ocasión.

Zane aprovecha el momento para plantear una pregunta intrigante: "Sensei, ¿por qué la Gran Devoradora no desea consumir a Lloyd y parece calmarse en su presencia?". Su curiosidad es evidente y todos los ojos se centran en Wu, esperando una respuesta reveladora.

Wu, con una mirada seria y profunda, se dirige a Zane: "La razón es simple. Lloyd tiene el poder de purificar la Corrupción de la Gran Devoradora". Su respuesta llena la habitación de un silencio reverente, mientras todos los ninjas asimilan la importancia de estas palabras.

Jay abre los ojos con sorpresa, su mirada reflejando incredulidad. "¿Me estás diciendo que esa serpiente colosal no nos ha matado porque está corrompida?" pregunta, sin poder creer lo que acaba de escuchar.

Wu asiente lentamente, su rostro serio y sereno. "Lo expresé de esa manera para que todos pudieran comprender mejor la situación", responde con calma. "La Gran Devoradora está siendo purificada de forma pasiva por Lloyd. Él es el elegido, el único capaz de calmar su ira y restaurar su verdadera esencia. A pesar de las apariencias, la Gran Devoradora siente paz y tranquilidad junto a Lloyd. Se siente segura a su lado, a pesar de su apariencia colosal y amenazante". Agregó haciéndoles ver que La Diosa Serpiente es más que una simple serpiente que devora todo

Cole asiente, asimilando la información. Sin embargo, una preocupación se cierne en su rostro. "Lo entiendo, pero... ¿qué ocurriría si Lloyd se aleja demasiado de la Gran Devoradora?" pregunta, su voz cargada de inquietud.

Wu se tomó un momento para reflexionar, su mente trabajando en busca de respuestas. Sus ojos se entrecerraron mientras sopesaba la información que le habían proporcionado y las observaciones que había hecho. Finalmente, rompió el silencio con una voz seria y cargada de preocupación.

"Por lo que me dijeron y por lo que he visto, La Gran Devoradora vuelve a su actitud hostil y su hambre se vuelve insaciable nuevamente cuando Lloyd no está cerca", declaró con una seriedad que dejaba claro el peligro que esto representaba.

Nya aprovechó la oportunidad para expresar su punto de vista. Con una sonrisa juguetona en su rostro, tomó la palabra.

"Será fácil mantenerlos unidos. Después de todo, esa serpiente está literalmente enroscada en su cuerpo", dijo con un toque de humor, haciendo referencia al constante lazo que unía a Lloyd y La Gran Devoradora.

Wu asintió, reconociendo la validez del comentario de Nya. Sin embargo, su expresión rápidamente se volvió seria nuevamente.

"Pero debemos estar preparados por si algo o alguien los separa", advirtió. Era evidente que la posibilidad de que Lloyd y La Gran Devoradora fueran separados era una preocupación constante para él.

Zane se unió a la conversación, su voz tranquila pero llena de reflexión.

"Como ella odia estar lejos de él, hará todo lo posible para estar a su lado, ignorará su hambre para estar a su lado", dijo, revelando su profundo conocimiento sobre la relación entre Lloyd y La Gran Devoradora.

Wu asintió una vez más, esta vez con una expresión de aprobación en su rostro.

"Es un buen plan de contingencia", afirmó, aceptando la idea de Zane. Juntos, estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para mantener a Lloyd y a La Gran Devoradora juntos y seguros.

{Bosque}

La Gran Devoradora clavó su mirada con desprecio en Ultra Dragon, su archirrival de cuatro cabezas. Sus ojos brillaban con una intensidad infernal mientras maldecía en lo más profundo de su mente al dragón que osaba desafiarla.

Lloyd notó la mirada de La Gran Devoradora y se acercó con cautela. "Tranquila, no te pongas así", dijo en un tono calmado, intentando apaciguar la ira de la serpiente. La Gran Devoradora emitió sonidos guturales que dejaban entrever sus celos y resentimiento hacia Ultra Dragon.

Lloyd suspiró, comprendiendo la tristeza que embargaba a su poderosa compañera. "Devoradora, nunca te abandonaré. También eres más que una simple 'mascota' para mí", afirmó con convicción mientras acariciaba con ternura la parte baja del cuello de La Gran Devoradora. La criatura respondió con sonidos de felicidad, reconociendo el amor y la lealtad de su dueño.

Mientras tanto, Ultra Dragon gruñía en una mezcla de frustración y envidia. Lloyd, con una sonrisa divertida en su rostro, se acercó al dragón de cuatro cabezas y acarició con delicadeza una de ellas. "No te preocupes, tú también eres importante para mí", expresó con sinceridad. A pesar de la rivalidad entre ambas criaturas, Lloyd sabía que cada una tenía un lugar especial en su corazón y que su lealtad se extendía a ambas por igual.

Lloyd se alejó lentamente de La Gran Devoradora y de Ultra Dragon, las dos criaturas poderosas que pelean constantemente por su afecto. Sus ojos se llenaron de preocupación mientras observaba a sus mascotas, sabiendo que la vida de Ultra Dragon estaba en peligro si la confrontación continuaba.

"Escuchen, ustedes dos", dijo Lloyd con voz firme, tratando de transmitir su mensaje con seriedad. "Deben dejar de pelear entre ustedes. Ambos son importantes para mí y los quiero por igual". Lloyd esperaba que sus palabras resonaran en el corazón de las criaturas y lograran calmar sus instintos de competencia.

Sin embargo, la preocupación de Lloyd iba más allá de los sentimientos heridos. Sabía muy bien que La Gran Devoradora poseía una fuerza descomunal y una sed de sangre que, en hace unas semanas, había llevado a la muerte a innumerables personas. Ultra Dragon, por otro lado, era un Dragón muy fuerte, pero su poder no se comparaba al de La Gran Devoradora.

Mientras Lloyd pensaba en la posibilidad de la muerte de Ultra Dragon, agradeció en silencio que La Gran Devoradora no fuera tan agresiva y asesina como cuando la conoció. Si hubiera mantenido su naturaleza original, sin duda alguna, Ultra Dragon habría perecido hace mucho tiempo.

Lloyd se acercó un poco más a sus dos mascotas, mirándolas fijamente a los ojos. "¿Ustedes dos me van a prometer que no pelearán más?" preguntó con seriedad, esperando que su voz transmitiera la urgencia de la situación.

Ambos animales asintieron con la cabeza, comprendiendo el peso de las palabras de su amado dueño. Aunque sus instintos internos seguían latentes, la promesa que hicieron a Lloyd era un pacto sagrado. Sabían que debían dejar de lado sus diferencias y aprender a convivir en armonía, por el bienestar de todos.

Con los ojos llenos de gratitud, Lloyd se acerca lentamente a sus leales compañeros. "Gracias por intentarlo", susurra con alivio, sabiendo que no será una tarea fácil para ellos.

La Gran Devoradora frota su cabeza contra la mejilla de Lloyd, buscando su afecto y aprobación. Mientras tanto, Lloyd acaricia con ternura una de las cabezas de Ultra Dragon, sintiendo el suave roce de sus escamas entre sus dedos.

A pesar de la tensión palpable en el aire, La Gran Devoradora fija sus ojos rojos en Ultra Dragon, pero se contiene. Sabe que cualquier acto hostil hacia su compañero podría desatar la ira de Lloyd, quien ha sido un maestro comprensivo y paciente para ambos.

Con un gesto lleno de amor y aprecio, Lloyd acaricia la parte inferior de la cabeza de La Gran Devoradora. "Eres una buena serpiente", le dice con ternura, transmitiéndole su cariño y gratitud por su esfuerzo en superar sus instintos naturales.

Finalmente, un suspiro de alivio escapa de los labios de Lloyd. Sus mascotas han dado un gran paso al aceptar llevarse bien y dejar de lado su hostilidad y sus intentos de matarse entre ellos.

{Con el Sin Derechos}

En la aeronave, Lord Garmadon se encontraba sumido en sus pensamientos mientras observaba fijamente su Megaarma con una mezcla de enojo y frustración. Sus ojos brillaban con una intensidad malévola mientras murmuraba para sí mismo, dejando escapar su disgusto en cada palabra que pronunciaba.

"Esa maldita serpiente logró sobrevivir", gruñó con irritación en su voz profunda y amenazante. La ira fluía a través de sus venas, alimentada por el hecho de que su enemiga más temida, la Gran Devoradora, seguía viva. Era una serpiente despiadada y astuta, capaz de causar estragos y sembrar el caos a su paso.

Un Hypnobrai, uno de los leales seguidores de Lord Garmadon, se acercó a él con una expresión confundida en su rostro reptiliano. No entendía a qué serpiente se refería su maestro. Con curiosidad, preguntó: "¿Qué serpiente, mi señor?"

Lord Garmadon gruñó aún más fuerte, mostrando su irritación hacia la situación. "La Gran Devoradora no está muerta", declaró con desagrado, dejando claro su disgusto ante la idea de que una criatura tan peligrosa pudiera seguir con vida. "Y ahora se ha convertido en la mascota de Lloyd", agregó con un tono de disgusto, dejando en claro que no le agradaba en absoluto la idea de que una serpiente tan siniestra estuviera tan cerca de su hijo.

El Hypnobrai asintió en señal de comprensión, captando la preocupación y el interés de su maestro. "¿Y qué piensa hacer al respecto? ¿Planea ir en busca de la Gran Devoradora?", preguntó con curiosidad, sabiendo que su líder era un hombre de acción.

Lord Garmadon giró su cabeza hacia el Hypnobrai, mirándolo fijamente con sus ojos penetrantes y llenos de determinación. "No, sería demasiado arriesgado", respondió seriamente. Sabía que enfrentarse a la Gran Devoradora era una tarea peligrosa y desafiante, incluso para él. "La Gran Devoradora es extremadamente peligrosa y astuta. No podemos subestimar su poder", añadió con una voz llena de advertencia.

Lord Garmadon voltea, volviendo a fijar su mirada en su poderosa Megaarma. Sus ojos reflejaban una mezcla de determinación y preocupación mientras se sumergía en sus pensamientos.

"Estoy pensando en cómo deshacerme de la Gran Devoradora para mantener a Lloyd a salvo", murmuró con voz firme, pero cargada de preocupación.

El Hypnobrai, una de las serpientes que servía a Lord Garmadon, lo observó con confusión en su rostro escamoso. "Pero por los rumores, la Gran Devoradora quiere protegerlo", dijo, tratando de entender la situación. Había escuchado murmullos entre los Serpentine, insinuando que la Gran Devoradora tenía una conexión especial con Lloyd y que su verdadero propósito era protegerlo, no dañarlo.

Lord Garmadon giró la cabeza hacia el Hypnobrai, con una mirada de desdén y desconfianza. "Obviamente, esa serpiente quiere que Lloyd baje la guardia para poder consumirlo", afirmó sin saber la verdad detrás de los motivos de la Gran Devoradora. Su mente estaba en constante alerta, siempre esperando una traición o un intento de aprovecharse de su hijo. No estaba dispuesto a confiar en nadie, especialmente en una serpiente.

"Encontraré la forma de destruir a esa serpiente y me aseguraré de que no vuelva a regenerarse", declaró Lord Garmadon con una determinación aún mayor. Cerró el puño con fuerza alrededor de su Megaarma, demostrando su resolución y el poder que emanaba de él.

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