Capítulo XXIX

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Disparos, explosiones, fuego, humo, los cañones que no paraban de resonar por los alrededores. Un tanque volaba por los aires, derribado por el "Equipo Hippo", cuya Presidenta festejaba aquel tiro certero, observando cómo llegaba un nuevo "Campeón" y buscaba darles batalla. La Comandante Nishizumi estaba a la orden del día, su misión, en ese momento, era el de "resistir y atacar" contra las Fuerzas del "Fantasma", el cual estaba dentro de su Fortaleza, esperándolos a todos ellos. 

- ¡Fuego!.- Ordenó la castaña clara al momento en el que un blindado francés se interponía en su camino. El cañón de su tanque disparó, resonó y causó un daño en las orugas y el metal de la cubierta, provocando que los ocupantes salieran de allí, escapando hacia los Bosques en aquel momento.- Vamos, chicos, ustedes pueden.- Les animó Miho a sus amigos, mirando hacia aquel vasto edificio de piedra.

Dentro de aquel lugar, Alexei lideraba el asalto, los disparos no paraban en aquellos momentos, sino de que aumentaban como una plaga de mosquitos sedientos de sangre. El chico abatió a un sicario quien intentó tirarles una granada para matarlos, el artefacto explosivo se le cayó de las manos, rodando por el piso y explotando unas puertas que estaban cerradas, causando daños en su interior.

- ¡No hay nadie por aquí!.- Les informó Maho tras revisar otra de las habitaciones.

- Tampoco en esta.- Añadió Alexei, quien estuvo en la que fue destruida por aquella onda expansiva.- Escuchen, los científicos que fueron secuestrados junto a los militares y sus familias desde Moscú, deben de estar en alguna parte, así que tendremos que poner manos a la obra y revisar cada sección, ¿queda claro?.- Lanzó el rubio-blanquecino aquella orden, mientras que sus integrantes asentían con la cabeza.

Por cada pasillo y habitación, así como los Salones que pasaban, allí se topaban con la feroz resistencia de las Fuerzas Enemigas, quienes estaban más que dispuestas en detenerles su avance para salvar a su "Líder de Guerra". Por su parte, éste se hallaba reflexivo, pensando, con una mano sobre su costado derecho del rostro, observando y esperando el momento en el que el enemigo llegara, pero no iba a quedarse allí, encerrado en su "Salón del Trono" como si de un cobarde se tratara, por lo que se puso de pie, caminó hacia el exterior y se internó en la Oscuridad de los pasillos.

- ¡AHHHHHHHH!.- Se oía el grito de la Comandante Leclerc, quien no paraba de dar tajos con su Espada. Alexander se defendía y arremetía contra sus defensas, pero esa mujer no parecía mostrar signos de cansancio o fatiga por el uso de todas sus fuerzas, parecía como si su cuerpo hubiera formado alguna nueva "defensa" y ponía la Inmortalidad del "Príncipe Imperial" en tela de juicio. El peli blanco-plateado se detuvo, apoyó la punta de "Joyosa" en el suelo para tomar aire, cerrando los ojos por unos segundos.- Ohhhh, ¿qué pasa? ¿ya te cansaste?.- Preguntó la rubia francesa con burla.

- ¿Yo?. Jejeje, aún no.- Respondió el joven, quien estaba analizando cada paso que daba su rival.

- ¡Así me gusta!.- Exclamó ella y volvió a la carga, atacando con su Espada, casi rozando el pecho del "Príncipe Imperial", mientras que tocaba unos finos cabellos suyos, tras haberse agachado para evitar una posible herida en su cuello.

Con un rápido movimiento, tras haber rodado por el piso, Alexander cargó y le dio una patada contra el pecho, sacándole el aire y retomando el terreno perdido ante los embates de ella. 

- ¡No me sorprende que un Bosnio como tú sobreviva a esto. Con razón eran la presa favorita de los Nazis!.- Dijo Leclerc con burla hacia la gente de Alexander.

- Te agradecería que no metas a mi pueblo en eso.-Le "pidió" el joven, apretando los dientes.

- Ohhhh, ¿acaso no te gustó que "desparasitaran" Europa del Este?. Si ustedes son una plaga: Eslavos, no hay nada más repugnante y cancerígeno como ustedes, ¡encima montaron un "Imperio"!.- Las palabras duelen y más cuando alguien se mete con el país que vio nacer a su Héroe. Aquello provocó que el viento soplara mucho más fuerte y helado, los cabellos del Bosnio parecían moverse al "compás" o al "ritmo" de aquellas ventiscas de las Montaña y de ahí agarró a "Joyosa" con fuerza.

- ¡Maldita!.- Gritó Alexander, corriendo hacia ella y trazando un arco contra la rival.

- Así me gusta.- Contempló esa "demostración" y regresaron al enfrentamiento.

Mientras tanto, volviendo al combate de tanques, muchos de éstos yacían destruidos, sin embargo, también varios de los que eran de "Ooarai", "Pravda" y "Black Forest Peak" habían sufrido las consecuencias por los constantes ataques, aunque no había que lamentar pérdidas en vidas, la cuestión se hallaba en que, próximamente, un nuevo ataque de blindados podría poner las cosas en contra de las chicas.

Miho pegó un salto desde su blindado y ordenó que los repararan antes de que viniera la próxima embestida de tanques. El ruido de las herramientas, fuselaje y blindaje que eran cambiados, el olor a soldadura y las recargas en las municiones conformaban un ir y venir. La Comandante de "Ooarai" supervisaba todo, sin embargo, el temo de que a sus amigos les pudiera pasar algo iba avivando las llamas de la preocupación, por lo que sintió una mano sobre su hombre, hallando a la responsable de ello, siendo Hana quien le estaba hablando.

- Miho, ¿te encuentras bien?.- Preguntó la chica de largos cabellos negros con un tono de preocupación.

Ella no respondió, solamente miraba hacia el imponente edificio de piedra y murallas. 

- Te preocupa tu hermana. Entiendo tu postura, pero...no nos podemos quedar aquí: Nos necesitan.- Aportó aquella chica de peli negra.

- Tienes razón, si nos quedamos aquí, detenidas, no estaremos haciendo nada. Nuestro deber es combatir y ayudar en esta lucha, así que...¡andando, chicas!.- Ordenó Miho, tomando el mando de aquellos tanques que no estaban dañados, protegiendo a las que se encontraban reparando los otros y lanzándose al asalto.

En un momento de suma tensión, las chicas abrieron fuego con sus cañones, disparando contra las almenas y el interior de la Fortaleza, provocando signos de destrucción junto a las alarmas que saltaron para que las defensas fueran a prepararse. Miho no iba a darles cuartel, se haría cargo de que esa gente pagara caro por su osadía.

- ¡Adelante, no se detengan, que los Muros caigan, que el Mundo quede libre de la desgracia de la guerra!.- Animaba, insuflaba y daba porras a sus Fuerzas, quienes atacaron en perfecta coordinación, derribando aquellas defensas e internándose dentro de aquel lugar.

Solo podía haber una sola palabra para describir aquella situación: Caos.

"El Fantasma" había observado todo el desastre pero no parecía sorprenderle o ponerlo nervioso, sino que, todo lo contrario, estaba admirando aquel "Cataclismo" y más cuando tenía a sus enemigos dentro de la Fortaleza. Podía oír y ser testigo de cómo sus esbirros eran derrotados, sus proyectos comenzaban a caer pero ¿qué importaba?. Hay distintas maneras para salir victorioso, aún cuando la derrota es inminente. Siempre se ve eso en los Villanos, justo cuando parece todo perdido para ellos, algún acontecimiento inclina la Balanza a su favor.

- ¡"FANTASMA"!.- Oyó el grito de Alexei, quien lo vio frente a las gradas de metal y acero que pendían en las alturas.

- Aw, pero sí es usted: El hijo de Ryan Zarov y Katyusha. Te estaba esperando.- Habló con ese tono educado pero el chico no se iba con formalidades baratas.

- Cierra tu puta boca antes de que la vuele de mi parte.- Advirtió el joven, apuntando con su AK-47 hacia el rival, pero éste se río y mostró el dedo índice de la mano derecha, moviéndolo en un gesto de negación.

- Me temo decirte, tanto a ti como a tus amigos, que están en una mala posición como para juzgarme y más para disparar.- Señaló con tranquilidad, bajando las escaleras y dejando las luces apagadas.

- ¿Qué es lo que trama?.- Preguntó Dimitri, viendo que todo el sitio quedaba a oscuras y de ahí veían a cierto inglés que sacaba su Espada pero era detenido por Alexei.

- Ohh, Coronel Sanderson, pero podría haber sido más paciente.- Dijo el villano, ahora, con tono burlón hacia el accionar de aquel joven.

- ¿Qué es todo esto?.- Exigió saber Maho al respecto.

- Buena pregunta: Verán, ¿nunca han tenido esa interrogante en la cabeza?. El Mundo avanza a pasos agigantados. Nosotros, los Humanos, somos unos "animales" de lo bastante intrigantes, siendo los únicos que podemos auto-destruirnos.- Decía y caminaba, bajando por aquellos escalones de metal, llevando a que el sonido se "reprodujera" por todo el lugar.- Vivimos a base de guerras, desde por un territorio hasta por poder. Y eso era lo que hubo en el Siglo XX.

Con sus palabras, podían verse los combates: Las chicas de "Ooarai", "Pravda" y "Black Forest Peak" metiéndose dentro de la Fortaleza, Alexander, agotado y sangrando por las heridas causadas por Leclerc y ella quien no parecía estar cansada en lo absoluto.

- Somos animales, criaturas con la capacidad para matarse así mismas y condenar este Mundo a algo mucho peor que el "Calentamiento Global". Les digo esto: ¿Alguna vez han presenciado el "Invierno Nuclear"?.- Lanzó su interrogante pero nadie respondió, mientras que el Coronel Sanderson se enfrentaba a Alexei y las Fuerzas Enemigas tomaban posiciones en aquel lugar, en especial con un sujeto de enorme estatura y cubierto con una misteriosa Armadura Anti-Balas y armado con un M-16 de última generación.- Uno lo ve en las películas, las mismas, antes no eran con ese fin de idiotizar a la gente, sino de enseñarles de lo que podía pasar si, algún día, nuestras Naciones llegaban a pulsar el "Botón Rojo": El "Invierno Nuclear" es mil veces peor que los "Bombardeos de Hiroshima y Nagasaki", allí, todo rastro de vida está condenado, desde los copos de nieves que ves, éstos cargan poderosos Isótopos Radiactivos que llevan a que toda la flora y fauna del Mundo mueran por envenenamiento. Jejeje y así era mi proyecto, hasta que ustedes me lo destruyeron.- Señaló el sujeto con burla y reconociendo la derrota.

- En cuanto acabe con este infeliz, juro que seré yo el que te mate.- Le advirtió Alexei.

- Sus palabras son muy "alentadoras", joven, pero no están ni a la altura de las circunstancias.- Dijo el rival y caminó por aquellos senderos hasta quedar frente a ellos.-Las derrotas que he sufrido en esta "Guerra", algo que no pudo convertirse en un "Cataclismo Mundial", me enseñó una cosa: Nunca debes dejar que el enemigo se te adelante, ni tampoco en subestimarlo. Yo hice eso, pero ahora mismo seré quien le ponga fin a esta estupidez.- Juró y de ahí se preparó para irse.

- ¡No tan rápido!.- Le apuntó Maho con Erika.

- Mátenlos a todos, incluyendo a los rehenes.- Ordenó el villano, quien se retiraba.- Que sean los últimos que se interpondrán en mi camino.

- Sí, Señor.- Respondió el sujeto de la Armadura Anti-Balas.- ¿Unas últimas palabras antes de morir?.- Preguntó el rival.

- Sí, mira detrás de ti.- Respondió Maho y cuando se volteó, una de las paredes explotó por los aires, apareciendo los tres grupos de tanques, quienes irrumpieron dentro del complejo.

- ¡Que no quede nadie vivo!.- Ordenó el Comandante, mientras que empezaba una feroz batalla dentro del lugar.

Nuevamente empezó un combate sin igual, sin cuartel, en donde los hangares y sitios como en el que se encontraban estallaron por los aires, incendiándose por completo. Dimitri se batía en combate contra el sujeto de la Armadura Anti-Balas, Alexei estaba enfrascado contra Sanderson y yendo tras los pasos de "El Fantasma". Subiendo por las escaleras hasta alcanzar el último piso de la Fortaleza.

- ¡AHHHHHH!.- Gritó Dimitri, mientras que su Katana producía chispas al chocar contra el metal de la Armadura.

- Jejeje, parece ser que te he subestimado: Eres un digno Samurai para ser de Rusia.- Le "felicitó" su oponente.

- No importa de dónde sea, la sangre de Japón corre por mis venas, así como la de mi tierra natal en Rusia, algo que un Mercenario como tú no conoce.-Le espetó Dimitri, llevando a que el oponente corriera hacia él, pero el chico contra-atacó, logrando destruir el compartimento de municiones, haciéndolas estallar junto al joven que las cargaba, provocando que el sitio estallara y quedara cubierto de fuego y humo, salvándose aquel muchacho de Rusia y Japón.

Por su parte, pisándole los talones a "El Fantasma", Alexei lo encaró en la última planta de aquel lugar, mientras que Miho y las demás rescataban a los científicos, militares y familias rusas que habían sido capturados tiempo atrás para que trabajaran para aquel villano. Fue entonces que el hijo de Ryan y Katyusha lo encañó de frente y no bajó la guardia para nada.

- Se acabó, amigo.- Anunció el joven y un silencio helado cayó sobre los dos presentes.

[Y con este capítulo, ya hemos llegado al Epílogo de dicha historia. Espero que les guste, porque será bastante llamativo.

Nos vemos, amigos. Muchas gracias para RCurrent, LeoneEpsilon/Ratnik 3, camaradarojo, KATYUSHA, BettyTsukino, MEOW-SEBASTIAN y Timothy Uchiha.

Buen Martes para todos ustedes, Camaradas.].



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