La tragedia de los Sawada

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*4 años después*



Han pasado 4 maravillosos años para la el matrimonio, sus hijos crecían cada día mas.

Sawada Tsunayoshi de 4 años de cabellos antigravitacionales y preciosos ojos color chocolate, era tímido y asustadizo, pero con una sonrisa que podía derretir hasta el más frío corazón.

Sawada Toko de 7 años de igual cabello antigravitacional color castaño, y unos enigmáticos ojos azules que cubría con unos lindos lentes rosas en forma de corazón. Ella era un poco menos torpe que su hermano, muy madura para su edad y su mirada era... enigmática y algo fría.

Cuando ella cumplió los 4, sus padres y su adorada tía, le dijeron en parte la verdad del porque usa lentes todo el tiempo. A pesar de su corta edad, ella comprendió, y entreno bajo la tutela de la tía Tony.

A los 6, ella les comento que ya no tenía nada que enseñarle a Toko, por lo cual se despidió de la familia, y regreso a su casa en Alemania.

Hasta ese momento todo era perfecto, hasta ese maldito día....

Era un 28 de Septiembre, y habían llevado a los niños a Kokuyo Land para celebrar el cumpleaños número 7 de su pequeña.

El día fue perfecto hasta el momento de ir a casa. Todo normal, los papas platicaban del día y las sonrisas que generaron sus hijos, los pequeños jugando en la parte trasera del auto. Una bella imagen familiar.

Entonces ocurrió...

Un auto golpeo la parte trasera del auto de los Sawada, haciendo que Iemitsu perdiera el control, saliéndose del camino.

Los tripulantes menores salieron disparados como si los cinturones no hubieran estado puestos y las puertas no existieran.

Varios automovilistas llamaron a emergencias y lo último que Sawada Tsunayoshi recuerda, es el sonido de las sirenas antes e caer en la inconsciencia.

Pasaron varios días después del accidente, y las heridas fueron graves.
El pequeño Tsuna solo sufrió raspones y varios moretones, así como una contusión que lo dejo ido unos días, gracias al sacrificio de su hermana.

No se supo como pero logro cubrirlo con su cuerpo, sufriendo la mayor cantidad de heridas, tenia heridas internas, fractura de cráneo y ambas piernas.

La pequeña estaba en coma.

Estuvo así durante dos semanas, las cuales fueron el prólogo del infierno para sus padres y hermano.

Todo iba bien, Toko se recuperaba de sus heridas y parecía que saldría muy pronto del coma.

Pero...

Los Sawada recibieron una llamada a las 6:00 AM del hospital. La pequeña había tenido una recaída, y se debatía entre la vida y la muerte.

Dejaron a Tsuna a cargo de una vecina y fueron rápidamente al hospital. Al llegar, recibieron la peor noticia: su hija había sido llevada a cirugía.

Los minutos pasaban de forma tortuosa para el matrimonio hasta que el reloj dio las 12: 00.

Por el pasillo se veía llegar al doctor, por lo que lo abordaron inmediatamente esperando buenas noticias.

-Señores Sawada- el médico los recibió con una mirada que auguraba lo peor- su hija no soportó las heridas. Lo lamento tanto, ella ha fallecido.

El grito de dolor de Nana se escucho por todo el hospital, mientras Iemitsu la sujetaba, llorando desconsoladamente. Su tesoro ya no estaba con ellos.

Y con todo el dolor del mundo, se fueron a casa, pues tenían que hacer algo que jamás pensaron tener que hacer.

Un funeral...

Al llegar a su hogar, de repente recordaron algo. ¿Como le dirían a Tsuna, que su amada hermana mayor ya no volvería? ¿Como le iban a explicar, un concepto tan difícil como la muerte a un niño de tan solo 4 años, cuando ellos mismos no podían procesar la muerte de su amada niña?

Por suerte, cuando fueron a recoger al nene, este se encontraba durmiendo la siesta, por lo tanto le contaron a la vecina, la cual ya lo suponía, pues los rostros de ellos eran una mascara de dolor absoluto.

-No sabemos como decírselo Higurashi-san, no se como explicárselo- decía una rota Nana, mientras lagrimas de pesar caían de sus castaños ojos.

-Cierto será difícil- comento Higurashi - ella realmente eran muy unidos, ¿no es así?- ciertamente a ella también le duele, pues esos niños son como los hijos que ella no pudo tener.- Sin embargo, el tiene que saber

En eso se escuchan unas pisaditas por el corredor. Tsunayoshi se había despertado, y oyó a sus papas, así que corrió, pues esperaba que su querida Onee-chan estuviera con ellos. Lo que no se espero fue ver a su mama con lágrimas en los ojos.

Se asusto mucho...

-Mami, ¿Mami, por que lloras?- los 3 adultos voltearon a ver al menor. Su padre suspiro con tristeza, se levanto, y tomo al menor en brazos, llevandolo junto a su madre, siendo abrazado por ambos.- Mami ¿onde esta Onee-chan?

-Tsu-kun, Tu hermana no volverá-

-¿EH?- el niño comenzó a llorar - ¿Onee-chan, ya no quiele a Tsu-kun? ¿Tsu- kun fue un niño malo?

-Tsu-kun es un niño muy bueno, tu hermana te quiere muchísimo- Nana lo abrazaba firmemente mientras lloraba.- Tsu-kun, tu hermana ya no volverá con nosotros porque... porque ella se ha convertido en un ángel, que cuidara a Tsu-kun desde el cielo-

Entonces el pequeño lo entendió. No el concepto de la muerte, pero si que su hermana jamás iba a volver jamás.

Ver llorar desconsoladamente al pequeño fue otro golpe para ellos.

Pasaron 2 meses desde la muerte de Toko, y las cosas no estaban ni remotamente bien.

Tsuna no quería comer o dormir, se repetía que por su culpa su onee-chan había muerto, lo tuvieron que llevar a un psicológico infantil por casi un año.

Nana también tuvo que ir al psicólogo, y también a tomar terapia de pareja, pues las discusiones con Iemitsu eran muchas.

Sin embargo, salieron adelante.

Poco a poco, la familia fue sanando y la presencia de la pequeña fue convirtiéndose en un dulce recuerdo. Volvieron a su rutina y todo comenzó de nuevo.

Solo ellos tres.





Aunque el destino es caprichoso, y los giros que da son impredecibles

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