Y L E N I A
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Caminamos a mi cabaña estaba segura de que Apolión no estaría paso demasiado tiempo desde que me fui a la playa y él de seguro ya estará en el inframundo. Tengo una caja de pizza congelada no sería lo mismo que una recién hecha, pero era lo más cercano que teníamos a mano. En cuanto entre en la cabaña pude sentir el aroma a comida y escuché ruidos en la cocina. Agatha y Apolión salieron de la cocina con una fuente de pasta y con los cubiertos y platos adornando la mesa del comedor.

– Se tardaron bastante – comenta Agatha señalando que nos acerquemos para tomar asiento junto a ellos.

– Tuvimos un problema en el lago – comento sin mencionar lo que vi en la ostra y viendo que Adonis tampoco lo nombro decidí no hablar más del tema. Algo que me alegro fue saber que mi primo empezara a salir con Agatha hacen muy bonita pareja. Cuando terminamos de cenar acompañó a Adonis hasta la puerta y me despido de él.

Me cuesta dormir pensando en quien es esa chica y por qué se metió ente Austin y yo. En mis recuerdos no encontraba a ninguna chica llamada Demi o remotamente cerca de parecerse a ella. Las emociones me terminan traicionando y una vez más comienzo a llorar. Intente ser fuerte, pero termine llorando hasta dormirme.

Los rayos del sol me dan en la cara me levanto mirando a mi alrededor en busca de alguna broma de Adonis, pero no veo nada. Resulta extraño que él no me haya despertado por lo general siempre me despierta para que desayunemos juntos y luego me lleva al entrenamiento. Fui al baño para prepararme hoy sería un día duro tenía entrenamiento de resistencia. Al rato baje corriendo para poder pasar por la cafetería no tenía tiempo de preparar mi desayuno. En la cafetería me encontré con que Adonis ya estaba allí en una mesa junto a Agatha.

– Hola – me senté con mi bandeja de comida junto a Adonis que bajando su taza de café me saludo.

– Buenos días princesa – su sonrisa me hizo sentir un poquito mejor pensaba que este día solo podía empeorar, pero me equivoque.

– Hola Ylenia – me saludo Agatha que cosa rara no estaba gritando con alguna de sus hermanas o hermanos. Sonriéndole a la chica vuelvo mi vista a Adonis para que finalmente le ponga fin a las preguntas que me atormentan.

– ¿Me vas a decir quién es Demi? – el pelinegro se atraganto con su café asustándome por que comenzó a ponerse rojo de tanto que tocia. Ni siquiera podía decir nada sin poder contener las ganas de toser.

– ¿Qué dijiste? – Agatha escupió el jugo a un costado para luego mirarme con los ojos muy grandes.

– ¿Quién es Demi? – volví a preguntar al ver el rostro de Agatha pálido le expliqué – Ayer vi una visión que me mostró una ostra a una chica con el cabello verde extraño y con pinta de chica mala – la chica de cabello rosa aplano sus labios desviando la mirada a un costado.

– Si mal no recuerdo Demi es la hija de Medusa – Agatha miro a Adonis quien empezó a jugar con su desayuno sin prestarnos mucha atención.

– Fue ella la que lo hechizo a mi novio y luego lo enamoro – mire mi desayuno apartándolo con la mano no tenía ya ánimos para ingerir nada. Conocía la identidad de la usurpadora de novios, de nada me servía igual no puedo hacer nada desde aquí.

– Lo siento Ylenia, pero ella realmente tal vez ni enamorada de Austin esta – hablo Agatha segura. Por la forma en que describía a la chica de seguro que la conocía, pero viendo como es Agatha no creo que sean amigas precisamente yo diría que, todo lo contrario.

– ¿Cómo puedes saber eso? – corriendo un mechón tras mi oreja no despego la mirada de Agatha.

– Porque te odia – menciono encogiéndose de hombros mientras toma un trago de su jugo de naranja. Pasando su lengua por sus labios deja el vaso sobre la mesa y vuelve su atención a la comida.

– ¿Por qué? – jamás había visto a esa chica antes no puede odiarme si ni siquiera la conozco. No le hice nada malo porque debería de tener ese mal sentimiento hacia mí.

– Porque tu papá violo a su madre, también odia a tu prima por que Zeus le quito algo que Medusa amaba y también odia a mi mamá por eso cuando vino me tuve que ir a refugiar con mis hermanos al olimpo – hablo terminando su cereal tan serena que me costaba comprender como Agatha pueda llegar a entender las emociones que no son tan complejas como las del amor.

– Y por qué nos odia su mamá, nos odia a mí y a Aileen porque tenía que meterse en mi relación con Austin – me quejo porque su odio es algo que no tiene fundamentos.

– Sí y a Apolión también por que defiende a Aileen – Adonis se levantó con brusquedad de la mesa y se fue sin siquiera decirme que tenía que hacer hoy.

– ¿Qué le pasa? – mire a Agatha en busca de respuestas, ella estuvo con el antes de que yo llegara.

– Le gustas linda eso le pasa y tu aun estas enamorada de tu ex – ella se levantó y me dejo sola con un mar de dudas en mi mente y mi corazón.

No quería lastimar a Adonis, pero aun sentía algo por Austin, aunque no debía ser así ya el me dejo por otra. Debía empezar a pensar en mí y tener cuidado con Demi yo aún no asimilada porque ella quería lastimarme por algo de nuestros padres.

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Cuando mi entrenamiento termino me senté en el muelle como cada tarde a ver a las sirenas jugar entre las rocas. Este día no parecía haber ninguna ni siquiera chapoteando en el agua, las busque con la mirada, pero no encontraba ninguna. Cuando me quise levantar para investigar una mano fría tomo mi pie cinchándome con insistencia para que entre al agua. Perdí el equilibrio y caí al agua convirtiéndome en una sirena.

Subí a la superficie rápidamente encontrándome a Adonis en el muelle con su mano extendida hacia mí. Nade hacia el asustada tenía mucho miedo, pero una mano cincho mi cola. Miré para ver quién era que me estaba sujetando y vi a Coral. Es una pequeña sirenita de unos ocho años que conocí cuando llegué al campamento. Pero algo iba mal con ella estaba llorando y su cara reflejaba terror puro.

– Princesa Ylenia – ella nado hasta llegar a mí para abrasarme fuerte su cuerpo temblaba y apenas si podía respirar con normalidad.

– ¿Qué pasa Coral? – la abrase intentado calmarla mientras frotaba su espalda con mis manos.

– Los piratas capturaron a mi mamá – respondió ella entre lágrimas.

– ¿Donde? – la separe de mi para que me dijera todo lo que estaba pasando.

– Lograron entrar al triangulo y capturaron a mi mamá – lucia aterrada estaba temblando de miedo.

– Ylenia es mejor avisar a alguien más es peligroso que tu vallas – interrumpió Adonis con mucha preocupación en su mirada lo entendía esto no iba a ser fácil.

– Soy la hija de Poseidón es mi deber proteger a todas las criaturas marinas – senté en el muelle a Coral – Quédate aquí linda volveré con tu mami – comencé a nadar para salir al mar.

– Ylenia necesitas ayuda espera... – el grito de Adonis detrás de mí se sentía cada vez más lejano. Nadé hasta que me encontré con un grupo de sirenas y tritones armados con lanzas.

– Princesa Ylenia – se inclinaron un poco en forma de reverencia.

– Coral me dijo que los piratas tienen a su mamá – los mire a todos y asintieron.

– Teníamos un par de ideas, pero los animales no querrán cooperar – hablo uno de los tritones.

– Díganme que tenían en mente yo me ocupo de que los animales cooperen – me acerque más a ellos y me dijeron cuál sería el plan.

Los tiburones empezarían a golpear un lado del barco para intentar tirar piratas. También nos ayudarían los calamares subiendo por un costado del barco saltando en la cara de los piratas que no cayeron al agua. En ese momento entran las algas que haré crecer hasta que atrapen un lado del barco y luego las haré cinchar. Para volcarlo de esta forma podría ir a liberar a la sirena que aún está en la red. Mientras los tritones y las sirenas cuidan mis espaldas de los piratas. El plan comenzó y al cabo de media hora pudimos liberar a la mamá de Coral quien me agradeció mucho que la ayudara, pero también me dijo que fue muy peligroso. Casi me matan unos piratas si no me hubiera metido al agua a tiempo estaría yendo a mi funeral.

- Coral estará muy feliz de verte – tomé la mano de la sirena y comencé a nadar de regreso al muelle.

En el muelle estaban Adonis junto a Coral ambos preocupados en cuanto me vieron se lanzaron al agua. La pequeña sirenita abraso a su mamá que comenzó a llorar dándome las gracias. Me despedí de ellas y Adonis me abraso apretándome fuerte contra él.

– Estas bien – hablo cuando al fin me soltó.

– Sí, y Coral esta junto a su mamá – señale a la pequeña sirenita nadando feliz junto a su progenitora.

– Todo gracias a ti – beso mi mejilla tomándome por sorpresa

- Tuve bastante ayuda – admití algo sonrojada

– Lo lograste y eso amerita una celebración – nadamos al muelle con Adonis.

D E M I
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Recién venía de ver a Austin es odioso tener que fingir que él me gusta. Es demasiado cursi para mí, soy más de los chicos malos. Pero todo sea por destruir a los hijos de los tres grandes. Por culpa de sus padres mi madre está aquí conmigo sufriendo. Pero ellos vivirán lo que nosotras eso no me cabe dudas las pagarán caro. Muy caro me las pagarás. Tomé en ese momento las navajas y las tiré a la puerta una cayó en el rostro de Aileen otra en la frente del guapo Apolión y las ultimas impactaron en el rostro de Ylenia y Electra las nuevas integrantes de la familia del Olimpo.

Tomando de mi mesa de noche mis cigarros enciendo uno con el encendedor que saco de los bolsillos de mi pantalón. Abriendo mi ventana me siento en el marco de esta a dejar escapar el humo que sale de mis pulmones quemando mi garganta. Hacía mucho tiempo que fumaba para calmar mis nervios, se volvió como mi método para combatir la ansiedad que muchas veces me abrumaba. Pero lo que comenzó con poco termino volviéndose todo un vicio.

– Ya te dije que dejes esas cosas – tirando el cigarro por la ventana me giro para ver a mi madre sentada al borde de mi cama de forma serena. Liberando el humo de gris de mis pulmones me acerco hasta ella sentándome a su lado.

– Sabes que no lo dejare porque me lo pidas ¿verdad? – cruzando mis brazos sobre mi pecho la mire, mi madre heredo la belleza que otras tías las Gorgonas no obtuvieron. Fue esta misma belleza la que terminó condenándola a estar maldita por toda la eternidad.

– Tenía que intentarlo – se encogió de hombros girando su cabeza para verme con sus verdes ojos algo hipnóticos. – ¿Cómo vas con el plan? – mi vista viajo por toda mi habitación esquivando la mirada de mi progenitora para poder hablar.

– Voy avanzando solo debo esperar la llegada de la princesita mayor de las algas – pasando un mechón de mi cabello detrás de mis orejas que me estaba molestando hace rato.

– Tenemos solo una oportunidad no me falles Demi – se puso de pie la Gorgona saliendo de mi habitación más abrumada que antes. La venganza era mucho más que una simple diversión o algo que hacía para ser mala. Mi objetivo es que mi madre sienta paz al dormir y no escuchar sus lamentos durante la noche.

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En multimedia esta Demi es como la veo en mi cabeza pero ustedes pueden seguir imaginandola como prefieran.