Capítulo 23 | La hija de Eris

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A L I D A
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El caos es lo que mueve al mundo y también es lo que me mueve a mi para venir hasta la nueva casa de mi vieja amiga Demi. Pisando fuerte el pavimento hago un peculiar ruido con mis tacones y con una nube invisible de destrucción las cosas a mi alrededor comienzan a generar un caos en el vecindario. Aspersores de jardín que se abren arruinando la ropa de las personas que pasan, perros que se vuelven locos y mi favorito parejas comienzan a pelear. Una sonrisa se asoma por mi rostro y con nuevos ánimos me paro frente a la puerta golpeando tres veces esperando encontrarme con la cara de mi amiga, pero no me esperaba encontrar con un chico.

- Hola ¿precisas algo? - hablo el castaño porque yo había quedado muda. Debe ser obra de mi mamá cambio la dirección para que llegue tarde a la casa de mi amiga. Sacando un papel de mi bolsillo verifico que es la casa pero este chico no es el tal Ian del que tanto mi amiga me conto.

- ¿Quién es Austin? - escuché decir a Demi dentro de la casa, me estire para verla hasta que la vi acercarse a la puerta.

- Ah eres tú pelirroja cuanto tiempo sin vernos - me abrazo haciendo tronar los huesos de mi cuerpo a comparación de Demi soy algo mas pequeña. Ignorando que me estuviera aplastando le devuelvo el abrazo como puedo - Ven entra - al separarnos me toma de la mano obligándome a entrar en la casa

- No sabía que tenías visitas Demi - mire al castaño que todavía no sabia quien era pero de algo estaba segura él es un simple mortal - vendré más tarde si quieres - gire sobre mis talones dispuesta a irme y volver mañana aunque me moría por contarle la noticia a la chica de cabellos verdes.

- ¿Qué? No espera puedes quedarte te presentaré a mi novio Austin - señalo al chico que para nada es lo que mi amiga frecuenta - Austin ella es Alida mi amiga de la infancia - se sentó en el sillón junto al chico que pasando un brazo por los hombros de mi amiga la atrajo a su costado.

- ¿Que tal? un gusto conocerte Alida - el tal Austin parecía amistoso no del tipo con el que saldría Demi ¿dónde había quedado Ian? Estaba comenzando a sospechar que mi amiga se golpeo fuerte la cabeza o que algo la estaba controlando.

- ¿Dijiste novio Demi? - la miré intentando ocultar mi sorpresa - el gustó es mío de conocerte Austin - devolví el saludo cordial del mortal sentándome frente a ellos o de lo contrario me caería sentada.

- Si, él era novio de Ylenia la hija mayor de Poseidón, pero nos enamoramos y la dejo por mí - acaricio el cabello de su novio sonriendo con malicia se parecía a su mamá cuando sonreía así.

- Parece que ni mi madre ni yo dejamos la manzana por aquí y se formó la discordia igual - comencé a reír dando palmaditas con mis manos amo la discordia. Ahora concentrada en lo que vine iba a hablar pero el morral me interrumpió.

- Así que tú eres la hija de Eris - me miro con detenimiento el chico analizándome como si fuera una rara creatura de un museo.

- ¿De qué hablas? - mire acusadora a Demi le contó todo a este mortal estaba loca. Lograba entender lo de Ylenia él fue su novio supongo que la tonta le dijo que no era una mortal. Pero ¿Demi que siempre intento ocultarse de los mortales le dijo la verdad?

- Lo sabe todo Alida tranquila es de confianza - me aseguro la descendiente maldita y de manera ¿dulce? beso la cien de su novio, esto estaba volviéndose cada vez mas extraño.

- Sí, yo soy una de las hijas de Eris - sentía orgullo decir que soy hija de la diosa del caos no me avergüenzo y tampoco es un insulto para mi.

- Lo deduje por tus palabras y por tu collar de manzana es muy bonito - toque mi dije inconscientemente, este chico es muy inteligente o demasiado curioso.

- Esto me lo regalo mi mamá cuando genere mi primera manzana - el recuerdo me hizo sonreír apenas tenía nueve años cuando genere todo un caos en el patio de la escuela.

- Recuerdo esa manzanita, fue la mejor pelea que vi en toda mi vida - se ríe mi amiga desde su lugar.

- Recuerdas los mortales no entendían nada - me contagio de su risa y algunas lagrimas se escapan de mis ojos. Con un simple mal entendido de palabras hice a dos niñas y tres chicos pelearse en medio del patio.

- Que tiempos, pero ¿Qué te trae por aquí? - Demi cruzo sus piernas viéndome con su rostro serio.

- Nombraron una nueva diosa en el Olimpo - mire con un brillo malévolo a mi amiga que se confundiría con un ladrillo viejo de tan roja que estaba.

- ¿QUÉ? - grito furiosa Demi levantándose de su lugar adoptando su pose ruda.

- Lo que escuchaste creo que se trata de la hija mayor de Poseidón a la que nombraron diosa - mi tono era tan relajado que desentonaba con el ambiente tenso y furioso de la habitación.

- Tengo que hacer algo, ella va a sufrir no se pueden quedar así nos desterraron sin tener nada que ver con lo que hicieron nuestros padres - Demi hablo un tanto alterada ahora si estaba teniendo un poquito de miedo.

- Demi nos vengaremos, pero sólo cálmate ahora si - intente apaciguarla, jamás la había visto tan enojada.

- No puede estar pasando esto - un brillo verde oscuro comenzó a aparecer en los ojos de Demi.

- Al suelo - me grito Austin cuando de los ojos de Demi comenzó a salir una luz que dio directo a la lámpara que se convirtió en piedra.

- Tranquila mi emperatriz nos vengaremos de ella y sus papás sufrirán lo pagarán caro ahora tranquilízate - decía Austin mientras abrazaba a Demi intentando calmar a la fiera.

- Está bien tienes razón no puedo perder el control así - hablo ella volviendo un poco en si y ese brillo en sus ojos desapareció.

- ¿No te lastime Alida? - la voz de Demi parecía preocupada yo levantándome del suelo la mire abrazada a su novio. Yo también quiero un esclavo así... digo novio yo también quiero un novio así.

- No tranquila estoy bien me gustaría decir lo mismo de la lámpara, pero quedó hecha pierda - me volteo a mirar lo que antes era una linda lámpara de sala y ahora es una mera decoración de jardín algo extraña.

- Se arreglará esta la pócima de mi mamá - Demi parecía estar un poco más calmada y fue cuando su esclavo... digo novio la soltó.

- Bien entonces si aremos un plan para darle la bienvenida a la nueva diosa en cuanto los dioses abandonen el Olimpo, y también darles un saludito a Aileen y Apolión - sonreí maliciosa todos pagaran caro por lo que nos hicieron.

- Me gusta como piensas - Austin levantando la mano para que la choque y encogiendome de hombros le choque los cinco.

- Gracias viene de familia - sonreí adorable.

D E M I
🐍🐍🐍

Hablamos con Alida de todas las cosas que nos pasaron en este tiempo que estuvimos separadas y también de nuestro plan de venganza. La pelirroja al igual que yo perdió a algo valioso en las manos de Zeus y Hades. Como viejas amigas recordamos, reímos y hasta incluso lloramos disimuladamente para que Austin no se diera cuenta. Ambas compartimos un dolor que nadie jamás podrá llenar.

– Es tiempo de que me valla y las deje seguir hablando – mi novio me beso rápido y se despidió con la mano de Alida quien lo veía de reojo retirarse de mi casa. La puerta de mi casa se cerro pero hasta que no pasaron unos quince minutos ninguna de las dos hablo.

– ¿Qué paso con tu novio Ian? – pregunta a regañadientes la pelirroja acomodándose alado mío en el sillón. Alida conoce mi situación con Ian desde que nos hicimos novios y lo llego a conocer de vista en uno de sus toques por la ciudad donde vive la pelirroja.

– Seguimos juntos pero debo hacerle creer a este tonto que soy su noviecita para llegar a Ylenia, la hermana de Austin es la mejor amiga de la princesita de las algas – Alida me miro abrió la boca pero decidió callar. Le gusta generar discordia, contiendas y malos entendidos pero ella sabia hasta donde llegar para no lastimar a sus amigos.

– Demi tu crees que él te espere teniendo a tantas chicas que se mueren por estar con él – ella me tomo de la mano – No quiero hacerte sentir mal pero sabes como son los mortales y tu también tienes tus sentimientos. Vi como te trata el esclavo... digo tu novio – ambas nos reímos por su equivocación que en realidad fue intencional – Cuida que no salgas lastimada, no me gustaría verte triste – tirando de mi brazo Alida me abraza obligándome a refugiarme en sus brazos.

Una lagrima rodo por mi mejilla sentía la falta de Ian pero no podía meterlo en todo esto él apenas esta siendo conocido en el mundo de la música. Que pasa si al final fallo en mi venganza y él sale perjudicado por mi culpa. Jamás me lo perdonaría pero tenerlo lejos me estaba lastimando y Austin comenzaba a confundir mi corazón. Alida acaricio mi espalda y me permitió acostarme sobre sus piernas pálidas mientras lloraba.

– Déjalo salir – me susurro mi amiga con tanta calma que no pude reprimir mi dolor. Tenia a una amiga conteniéndome y eso facilito que me pudiera abrir a lo que sentía.

– No se que hacer – hable algo ronca y con lagrimas cayéndome a borbotones de los ojos. Mi vida nunca fue fácil pero ahora se había vuelto en una absurda telenovela donde yo era la tonta protagonista que estaba entre dos amores.

– Busca dentro de ti quien es al que vez en diez años durmiendo a tu lado y con hijos – levantándome del regazo de mi amiga la observo algo borrosa por las lagrimas.

– Ese es el problema yo no veo a la persona – la pelirroja me abraza y lloro contra su hombro en silencio. ¿Desde cuando me volví tan patética?

Aprovechando la oscuridad me escondo para espiar a Ian que esta en el patio del fondo de mi antigua casa viendo al cielo. Se a fumado dos cigarrillos ya y parece que dentro de poco se viene el tercero. Dentro de la casa se escucha música no muy alta y por el reflejo de la ventana algunas mortales bebidos que cantan. Supongo que son los chicos del grupo de música de Ian, cada que terminan una gira exitosa hacen una fiesta en la casa de alguien del grupo.

Respirando hondo decido salir de entre las sombras y me acerco hasta Ian que continua distraído viendo al cielo. Mis botas apenas hacen ruido en el pasto y el viento revuelve mis cabellos verdes. Detengo mi andar a un metro de distancia del chico me cruzo de brazos y llamo su atención para que sepa que no esta soñando.

– Fumar tanto te va a matar – mi voz sonó fuerte y clara por encima del ruido de la música. El chico deja de ver al cielo para verme a mi, tirando su cigarrillo en el suelo viene hacia mi rápido.

– No si antes me matas tu – sus manos me toman del rostro y me roba un beso desesperado cargado de muchas emociones. Ninguno queria arruinar el momento pero la falta de oxigeno nos hizo separarnos. Aferrándome a él lo abrazo con mucha fuerza escondiendo mi rostro en su cuello. Su perfume me hizo sentir en casa y sus brazos protectores me trasmitían paz. – Te extrañe demasiado mi dama oscura – con su mano fría acaricio mi cuello estremeciéndome un poco.

– Lo se estuve algo ocupada, yo también te extrañaba mucho – separándonos nos tomamos de la mano para caminar un poco hasta donde antes estaba el sentado.

– ¿Cómo va el plan? – su pregunta me recordó a mi madre salvo que ella también se preocupa por las represarías. La diosa Atenea fue demasiado cruel con mi madre sabiendo que ella fue una victima. Pero claro como Poseidón es un dios y encima masculino no recibiría castigo.

– Se complicaron un poco las cosas pero tengo una vieja amiga que vino a ayudarme – esperaba que no preguntara cuales complicaciones por que no tengo como justificar el que siga de novia de Austin.

– Confió en ti se que todo va a salir como lo planeaste – de solo escuchar sus palabras un dolor en el pecho me invadió. Nunca fui una persona indecisa, siempre sabia lo que queria o lo que era mejor para mi pero ahora siento que no tengo una decisión clara.

La mano de Ian toma la mía entrelazándola llevando mi mano a su boca la besa. Nos quedamos viendo fijamente con el ruido del viento a nuestro alrededor. Vamos acercando nuestros rostros pero como el destino me odia sale uno de los borrachos y corre a la piscina a vomitar.

– Oh que asco – me quejo soltando a Ian y caminando lejos del señor vomito piscinas ajenas. ¿Sera que debo alejarme de Ian un tiempo?

Me siento mal por Demi, ella está siendo prisionera de un pasado que no le pertenece.

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