Capítulo 38| Volver a casa

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D I O M E N E S
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Las mañanas dentro del campamento son tranquilas desde que aumentaron la seguridad dentro por que la princesa Ylenia estuvo aquí y en cuanto la guerra acabe la princesa Electra también vendrá al campamento. Voy camino a la cafetería cuando un rayo cae cerca de mi y por el impacto de la explosión caigo al suelo. Al instante me levanto para ver que fue eso y encuentro a la princesa Aileen estaba mas pálida de lo normal y se veía algo cansada. No llevaba un vestido como siempre la veía ni mucho menos su corona de truenos. Estaba con un short de jean negro una remera blanca con estampado de manzanas que dejaba al descubierto su abdomen con vendajes.

De inmediato corrí hacia ella frenando antes de golpearla y la abrace con cuidado no sabia si sus heridas eran recientes o si le dolería que la apretara. Conocía a la princesa Aileen desde que era un niño ella fue la que me ayudo a adaptarme mas rápido al campamento, estaba solo era un niño muy pequeño y extrañaba a mi mamá. Pero Aileen me acompaño haciendo que dejara de extrañar a mi madre y me contó cosas sobre mi familia y mi hermana a la cual no conocía Demi.

– Hola Aileen hace mucho tiempo que no te veo te extrañe – me separe de ella para verla sonreír siempre me transmitía tranquilidad.

– Hola Diomenes también te extrañe mucho pequeño – acaricio mi cabello dándome una sonrisa que se borró por una mueca de dolor que no pudo esconder. Mire su abdomen con esos extraños vendajes y comencé a pensar que sus heridas no eran de hace mucho tiempo.

– ¿Qué te paso? – pregunte mirándola a los ojos, ya tenia la edad suficiente para saber cuando me estaban diciendo la verdad y cuando me mentían. Los profesores del campamento muchas beses me dijeron que pronto volvería a casa pero sabia que me estaban mintiendo porque nunca volvía a casa. Mi madre es una doncella maldita y no se puede acercar o entrar al olimpo pero de todas formas yo si puedo, no entiendo porque no me dejan ir con ella de una vez por todas.

– ¿Diomenes recuerdas que yo te dije que tenías a una hermana llamada Demi? – la princesa se agacho con cuidado por sus heridas y me miro a los ojos estando a mi altura mirándome con esos ojos que reflejaban una tormenta.

– Si la recuerdo, me contaste muchas beses como es ella – no entendía que tenía que ver mi hermana con lo que le paso a Aileen pero sospechaba que todo estaba conectado. No quería pensar que mi hermana sea una mala persona, Aileen me dijo que ella es linda y que nunca seria capaz de hacerle daño a alguien.

– Demi, ella tiene una amiga llamada Alida que estaba muy enojada conmigo por algo que hizo mi papá y tuvimos una pelea donde yo sali perdiendo – puso una mano en mi hombro viéndome a los ojos – Ahora estoy bien pero Alida está enojada pero hablaremos para aclarar las cosas. Necesito que tu prepares tus cosas es tiempo de volver a casa con tu mamá Medusa y conocer a tu hermana Demi – los ojos de mi amiga se llenaron de lágrimas supongo que le alegra que regrese a casa luego de tanto tiempo estando conmigo contándome acerca de mi familia y debes en cuando llevándome a escondidas al olimpo para ver a mi madre.

– ¿Porque la amiga de mi hermana te haría daño? – estaba enojado con la amiga de mi hermana, Aileen no se merece que la lastimen ella no es mala con ninguna persona. Comenzaba a pensar que tal vez es por las cosas que estaba haciendo mi hermana es que no me dejaban salir del campamento, mis poderes logre dominarlos hace años pero aun así continuaba encerrado en este lugar que era imposible de escapar sin tener la autorización.

– No Diomenes, no le digas nada es algo que la princesa debe hacerse cargo – aclaro la rubia poniéndose en pie acaricio mi cabeza de manera amistosa. La princesa del olimpo intentaba visitarme cada que podía y sus responsabilidades como princesa le permitían tener un tiempo para poder venir al campamento. Pero desde la muerte de Damián entendía que a la rubia le costara venir a este lugar, ambos se conocieron aquí y el campamento fue su punto de encuentro desde que comenzaron a tener una especie de relación. Nadie se esperaba que el novio de Aileen terminara de esa manera, por eso fue que también la seguridad en el campamento aumento. – Debes volver a casa no pienses en otra cosa – comento ella viéndome con sus ojos tormentosos de color gris, yo no podrá terminar de creerme que al fin vería a mi familia. Muchas beses me dijeron lo mismo y nada cambio, yo seguía encerrado en el campamento y mi mama y hermana estaban lejos muy lejos de mi.

– ¿Lo dices enserio? – pregunto con una esperanza creciente dentro de mi, volver a mi casa y conocer a mi hermana es algo que estaba esperando desde hace mucho tiempo. Pero el no poder dominar bien mis poderes me impedía ir a casa.

– Muy enserio – con una sonrisa Aileen asintió repetidas beses con su cabeza.

– ¿Me podrás ir a visitar a casa? – sus ojos grises me miraron por un segundo sin decir nada pero recupero su compostura para poder responderme.

– Claro que te visitaré te extrañare mucho Diomenes – me abrazo comenzando a llorar, la princesa es muy sensible y por eso es que no entiendo como alguien pudo querer lastimarla.

– Yo también te extrañaré Aileen, te quiero mucho – me separe de ella para secar sus lágrimas no me gustaba verla llorar y mucho menos si es por mi causa.

– Empaca tus cosas y despídete de tus amigos que debemos irnos – se seco las lagrimas de sus ojos que continuaban estando algo rojos pero me seguían viendo con cierto brillo en ellos.

– Está bien ya voy – me aleje de Aileen para ir corriendo a la cafetería donde estaban mis amigos desayunando.

D E M I
🐍🐍🐍

Miraba el techo de mi habitación adornado con cientos de estrellas de plástico fluorescente que durante la noche brillan. Un pequeño detalle que había hecho Austin cuando estuve enferma la última vez. Todo lo que había pasado me permitió abrir un poco mi corazón con él, aunque seguía siendo la chica ruda para él. No quería que algo saliera mal y termine lastimada yo como siempre. Mi madre lo termino aceptando decía que era el tipo de chico que yo merecía a pesar de que le agradaba Ian, Austin le parecía mejor partido.

– Demi quieres que te traiga algo – Austin acariciaba mi cabello.

– No mi amor estoy bien así – me acurruque en su pecho escondiéndome – ¿Te pasa algo? dime estas muy callado – no había hablado mucho desde que llegó a mi casa.

– ¿Crees que vengándote conseguirás algo? – miro el techo dejando de acariciarme.

– Ahora que lo preguntas estoy un poco confundida porque mi mamá por vengarse terminó así desterrada y yo no quiero ser igual a ella es mi mamá, pero no quiero ser su copia – me sincere con él.

– ¿Y si desistes de vengarte? – acaricio mi brazo.

– NO – mi voz salió gruesa – Me vengo por mi papá el murió y Ylenia lo pagará su padre me quito todo lo que tenía, a mi papá, a mi hermano – me senté en la cama de golpe lagrimas salían sin control. Genial. Odio llorar me hace parecer débil, pero a veces lo necesito sacar esos sentimientos hacia afuera para que no se me queden tan dentro.

– Lo siento mucho Demi – me abraso por la espalda – Te entiendo – apretó más el abrazo.

– ¿QUE ME ENTIENDES?, tu no sufriste lo que yo, no sabes lo que es perder a un padre y un hermano – mis palabras salieron demasiado duras, pero es como me sentía en ese momento.

– Si te tomaras el tiempo de conocerme sabrías que yo perdí a mi papá – se separó de mi levantándose de la cama.

– Austin yo lo siento yo no sabía...

– No sabes nada de mi Demi porque ni siquiera sé si me amas de verdad o solo soy tu juguete – me dijo las palabras que tanto temía – Me voy nos vemos luego en el instituto adiós – salió de la habitación dejándome sola.

– Austin ven, AUSTIN...AUSTIN... AU... – grite mientras lagrimas me ahogaban.

– ¿Demi como... – Alida apareció delante de mí y viendo mi estado me abrazo.

– Se fue Alida lo trate horrible soy un monstruo – no podía dejar de llorar.

– Demi no te culpes ya volverá sólo está un poco enojado – froto mi espalda.

– ¿Y cómo sabes que volverá? – pregunté acomodándome en su abdomen – Le dije cosas horribles, y yo enserio temo perderlo él me hace sentir sentimientos que jamás pensé tener yo lo amo Alida – comencé a llorar otra vez.

– Y él te ama a ti también sólo dale tiempo para pensar – la voz de mi madre desde la puerta nos puso en alerta.

– Mamá – seque mis lágrimas.

– Demi entiendo si quieres dejar la venganza de lado o si quieres seguir con ella, pero no dejes que por culpa de una venganza pierdas al amor de tu vida – ella se acercó a nosotras – Y lo mismo te digo a ti Alida sé que Calisto habrá quedado enojado por lo que le hiciste a Aileen – miro a Alida que agachó la cabeza.

Pero de repente escuchamos que cayó un rayo en el patio del fondo. Con Alida fuimos corriendo y ahí vimos a Aileen con un niño de unos siete u ocho años. Mi mamá apareció a los minutos atrás de nosotras y cuando vio al niño corrió hacia él.

– Mi niño – escuché que dijo mi madre

– ¿Mi niño? – camine hasta estar detrás de ellos, mi mamá abrazaba a ese flacucho niño que sonreía sin parar. Solo de ver su felicidad me causa jaqueca.

– Demi él es Diomenes tu hermano – Aileen me explicó yo no podía creer lo que me estaba diciendo, el bebé que pensaba había muerto al final se había convertido en un niño fuerte y sano.

– ¿Tú eres mi hermana? – me miro con un brillo en los ojos eran iguales a los de mi papá. Su cabello de color verde oscuro junto a una marca peculiar en su muñeca hizo que creyera en sus palabras.

– Estas vivo – lo abrase junto con mi mamá se formó un abrazo grupal luego de unos minutos nos separamos. Todo era tan fantasioso que parecía un sueño uno del que no me quería despertar.

– Yo me iré adiós Diomenes – miramos a la rubia que se despedía con la mano gesticulando dolor por los movimientos y en su voz Aileen sonó algo melancólica.

– Aileen espera – Diomenes corrió a abrasarla con cuidado la rodeó sacándole una sonrisa a la princesa de los rayos – Te extrañaré ¿vendrás pronto a visitarme? – se separó un poco de ella para verla a los ojos esperando una respuesta.

– Claro que si nos veremos pronto pequeño – beso su frente de una forma amorosa como si le tuviera mucho cariño a mi hermano.

– Adiós Aileen – la saludo por última vez antes de que ella se fuera.

– Así que tienes un hermano y encima le agrada Aileen...wow esto es demasiado aquí estuvo la mano de mi madre – hablo la pelirroja aun sorprendida.

– Mis poderes despertaron cuando tenía tres años a veces a esa edad los niños no aguantan el poder, pero yo pude controlarlo – explico Diomenes muy tranquilo.

– Yo pensé que habías muerto mi niño – mi madre lo volvió a abrazar.

– No mamá en el campamento dijeron eso para que no intentarás buscarme, al principio fui al campamento para niños especiales y luego de unos tres años me llevaron a media sangre – mi mamá no dejaba de acariciar su rostro

– Por eso yo jamás te vi ahí pensé que habías muerto como dijo mamá – lo miré sonriendo estaba feliz al final no todo estaba perdido.

– Yo también pensé que no me recordarías, pero Aileen me ha traído muchas fotos tuyas al igual que Ylenia me hablaron de cómo eres físicamente y otras cosas muy buenas de ti – tenía un brillo especial recordando.

– ¿Ylenia y Aileen te hablaron bien de Demi? – pregunto Alida confundida.

– Si ellas incluso me mostraban como estudiadas o cuando salías con tu novio a través de un espejo – descolgó su mochila de su hombro y saco de esta un espejo mágico.

– Vamos adentro debes tener hambre hijo te preparare algo para celebrar tu regreso – mi madre tomo sus maletas.

Para los que se preguntaban si Medusa había tenido a su bebé ahí está. Diomenes el hermano menor de Demi su llegada cambiará muchas cosas.

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