Capítulo 43| Sr. y Sra. Moon

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Y L E N I A
🌊🌊🌊

Seis meses después...

Frente al espejo estaba viendo mi vestido de novia y aun no podía creer que este día llego luego de una larga espera. Se que muchas personas pensaran que esto es algo muy apresurado casarme a una edad tan temprana, pero yo estoy cien por ciento segura de que esto es lo que quiero y si no les gusta que se jodan.

Mis damas de honor que debo admitir son unas cuantas que a lo largo de este proceso de la boda hice nuevas y los lazos con las que ya tenia crecieron aun mas. Diana es la mejor amiga de mi primo y se volvió una buena amiga mía desde que nos conocimos en la boda de Agatha. Las demás damas son mi hermana Electra, mi prima Aileen y mis amigas Zoe, Demi, Alida y Eira. Todas tienen puesto el mismo vestido en color rojo, con escote en v profundo, la espalda al descubierto con dos tiras que forman un moño, es corto y a todas les queda muy lindo el vestido. Fue una buena elección el modelo y se que a todas les encanto en el momento de elegir el vestido de las damas fue difícil encontrar el adecuado.

Eira estira la cola de mi vestido haciendo que las mariposas que se encuentran en su falda se muevan simulando que son de verdad. La falda es de tul con algunas mariposas, lo había elegido con ayuda de mi mamá y mis damas, llore cuando me lo vi puesto en la primer prueba. No podía esperar para que Adonis me vea con este vestido y poder verlo a él al final del altar esperándome con su traje.

Gire a ver mi segundo vestido en su funda, para el momento de la fiesta había escogido uno corto ajustado en mi cintura con tul perlas en el escote. Era practico para poder bailar sin dejar de verme bonita, también había elegido unos converse para ponerme cuando me cambie el vestido.

Me miro al espejo nuevamente soltando un suspiró recordando mi primer beso con Adonis, la primera clase que él me dio para entender a la luna. Nuestra primer pelea fea por celos esa vez casi destruyó todo el mundo mortal si no fuera porque mi padre me ayudo. Todo eso y mucho más tuvimos que pasar para que yo en este momento está vestida de novia.

– Luces hermosa hermana – Electra me abraza por la espalda sonriendo a mi reflejo que le devuelve la sonrisa. – Adonis quedara como loco cuando te vea – comenta ella guiñándome el ojo.

– Nunca pensé llegar a este día - mi prima intentaba contener las lágrimas. Desde lo que paso con Damián ha estado muy triste y la entiendo yo en su lugar no seria tan fuerte.

– Imagínate yo, mi vida cambió demasiado en dos años y hoy me terminó casando con Adonis – mis ojos se nublaron llenándose de lágrimas – Pero no debo llorar soy una diosa y tengo a mi hermana, amigas, familia y un novio estupendo que pronto era mi esposo – abrase a las chicas para no llorar y que se me corra el maquillaje.

– Es hora de irnos sino Adonis empezará a ponerse nervioso si no te ve llegar al altar – Electra me entrego mi ramo de rosas blancas y rojas después de una larga deliberación encontré el ramo que me parecía mas adecuado.

– Debo ser el dios más afortunado del olimpo estoy viendo a las chicas mas hermosas de este lugar – la voz de mi papá nos sorprendió a todas haciendo que nos separemos para verlo parado desde el umbral de la puerta. Camino hasta donde me encontraba y me abrazo a mi y a Electra que recibió el abrazo gustosa.

– Vamos que debemos entrar – Aileen golpeó su tablilla indicando que debíamos salir ya todo estaba planificado en horarios. La tía Hera planifico todo en la boda junto a mi prima Aileen y sabia que todo saldría como se esperaba. Se que esto ayudo a mi prima a mantener la cabeza ocupada con algo mas que no sea pensar en su novio y se que por mas que intentemos ayudarla lo que paso con Damián es algo que debe superar estando sola. Solté el aire que estaba conteniendo y mire a mis madrinas tomar sus ramos y luego entregarme el mío.

– Haya vamos – entrelacé mi brazo con el de mi papá viendo a las niñas con canastros llenos de pétalos caminar delante de las damas y por ultimo nosotros. Los nervios comenzaron a crecer dentro de mi estomago y cada paso que dábamos me sentía aun mas nerviosa de llegar al altar.

Fuimos al estanque de los dioses donde la ceremonia se realizaría mi prima se había encargado de toda la decoración junto a mis amigas. Las puertas se abrieron dejando entrar primero a las damas de honor junto a sus acompañantes luego entraron las hijas pequeñas de Deméter arrojando pétalos de rosa al suelo. La canción nupcial sonó indicando que era hora de mi entrada. Con mi padre caminamos a las puertas que fueron cerradas cuando las hijas de Demetér entraron y se volvieron abrir enfrente de nosotros, entramos lentamente mirando a cada persona hasta que mire a Adonis. Parado en el altar con un esmoquin blanco y una rosa roja en su solapa. Su mirada me decía lo logre, había logrado enamorarme cumplir con la promesa que me había hecho en el campamento, hacerme feliz. Cuando llegué frente a él mi papá me le entrego mi mano.

– Te entrego uno de mis tesoros mas grandes cuídala mucho hijo – las palabras de mi papá me enternecieron. Adonis asintió con la cabeza dándome una sonrisa, nos paramos juntos frente a mi tío Zeus y las Moiras. Nuestras manos se entrelazaron encajando de manera perfecta nos miramos a los ojos sonriendo y volteamos a ver a las hermanas que estaban mas elegantes de lo usual.

– Nos hemos reunido en este día para unir a este semidiós y diosa – la voz de mi tío sonó estruendosa resonando en el salón. No se podía escuchar nada mas que la voz de mi tío Zeus y dentro de mi las mariposas no paraban de moverse.

– Como es la tradición Adonis le podrás el anillo de piedra de luna a Ylenia – hablo una de las Moiras, Adonis me miró tomando mi mano me puso el anillo. Este comenzó a brillar y luego cesó su brillo. Ese mismo anillo fue un encargue especial que hizo Nyx para Hefesto, un regalo de bodas para nosotros que me resulto especial pues es igual al anillo que ella carga en su mano.

– Ahora Ylenia tú le pondrás el anillo que contiene las saladas aguas de los océanos – me entregó el anillo una segunda hermana. Tome la mano de Adonis y le puse el anillo que brillo y luego dejó de hacerlo. Mi padre mando a hacer el anillo con Hefesto como regalo por mi cumpleaños numero dieciocho y es parecido al que el carga en su dedo.

– Se han unido en uno solo, se amarán eternamente hasta el fin de los tiempos – la última hermana que faltaba hablar nos paso su dedo mojado con un líquido que sacó de un cáliz de oro. En ese momento sentí algo recorrerme desde la cabeza hasta los pies y mirando a Adonis note que él sintió lo mismo.

– Les doy mi bendición, puedes besar a la novia – mi tío sonrió y nos envolvió en un rayo de luz pero no podía hacernos daño. Gire para estar frente a Adonis y lo besé de manera tranquila y relajada quería que este momento durara por siempre.

Cuando el rayo dejo de envolvernos nos separamos sonriéndonos y compartimos una risa manteniendo nuestra frentes unidas y toque su rostro sintiéndome feliz luego de mucho tiempo. Los aplausos nos hicieron separarnos y tomándonos de las manos caminamos unos pasos mientras arroz nos llovía. Colocando mi ramo por encima de mis ojos pude ver a las personas y entre todas ellas pude ver a mi primo Apolión alado de sus padres y él ¡¿estaba llorando?! A su lado estaba Diana que frotaba la espalda de mi primo intentando hacerlo sentir mejor, cuando nuestras miradas se cruzaron ella grito por encima de los aplausos.

– Le entro arroz en el ojo y se puso a llorar – grito la castaña mirando a Apolión que se secaba las lagrimas de manera dramática. Y luego soy yo la drama queen.

– Ese arroz casi me deja ciego – grito mi primo intentando defenderse mientras Diana pasaba un pañuelo por sus ojos soplando para quitar todo rastro de arroz que se le haya metido o basurrilla que le siga irritando la vista.

– No mientas – le reprocho su amiga mirándolo directamente a los ojos de manera enfadada y pude ver como el tío Hades se reía de la pose de enfado de Diana. La tía Perséfone por otro lado ocultaba su risa golpeando el hombro se su esposo y sonriendo de lado.

– Esta bien flor – él agacho la cabeza como un niño al que rezongan sus padres. Tomando de la cintura a Diana la abraza levantándola del suelo haciéndola reír y los reyes del inframundo sonríen viendo al par actuar como niños.

– Bájame ya debemos ir a la recepción, debes comer algo – hablo la pelinegra con las mejillas rojas y viendo a los reyes que ya estaban caminando para ir al salón donde seria la fiesta.

Junto a Adonis saludamos a cada invitado que se nos acerco a medida que caminábamos para salir del estanque de los dioses. Con ayuda de mi esposo pude caminar hasta mi habitación levantando mi vestido que en verdad pesa mucho. Dentro de mi habitación me quite mi vestido de novia y me puse el de la fiesta para la recepción pidiéndole ayuda a Adonis para que suba mi cierre. Me calce mis converse rojas sintiendo un alivio en mis pies cuando deje de usar los tacones. Sobre mi cabeza acomode mi corona de caracolas y me di la vuelta viendo a mi esposo. Gire para que me viera por entero y su sonrisa me basto para saber que me veía hermosa. Salimos juntos de mi habitación tomados de la mano caminando por el pasillo iluminado por los candelabros.

– Te vez hermosa mi reina al fin te puedo decir la señora de Moon – Adonis me tomo de la cintura girando en el aire y apoyando mis manos en sus hombros sonrió.

– Que bien suena eso señor Moon – comento abrazándolo con fuerza y él me levanta en los aires haciéndome reír.

– Vamos a nuestra fiesta y luego de luna de miel – me bajo al suelo dejando un casto beso en mis labios que no dude en profundizar.

– Se pueden apurar que quiero comer ya – algo lejos de donde nos encontramos nos estaba gritando mi primo, de inmediato nos separamos riendo ante su ocurrencia.

– Ven para aquí Apolión déjalos tener un momento solos por Hades nunca cambias – escuché decir a Diana que luego la vi salir del salón donde estaba el banquete esperando a que nosotros lleguemos para comenzar a servir.

– ¿Crees que estos dos terminarán juntos? – Adonis miró la pequeña discusión que tenían ellos dos frente a la puerta de la recepción. La castaña estaba dando palmadas contra el pecho de Apolión que no se que estaba intentando hacer que enfado tanto a la chica. De las pocas beses que los había visto juntos Diana siempre era la única que lograba sacar sonrisas a Apolión o que el entrara en razón.

– Diana es una chica madura y Apolión necesita alguien como ella que controle su lado infantil – cubrí mi boca para no soltar la carcajada al ver cómo Apolión cargaba en su hombro a Diana y la llevaba al salón. La castaña pataleaba y con ambas manos intentaba bajarse el vestido para que no se le viera nada y mi primo retenía sus piernas para que no se cayera.

– Definitivamente Apolión está loco – comento viendo a mi primo entrar en la recepción con la chica en sus hombros. Mi esposo aferra su brazo a mi cintura y me guía hasta el salón que cuando abrimos las puertas me dejo impresionada como se veía.

¡¡¡Ylenis es real!!! Se nos caso Ylenia (llora, le alcanzan un pañuelo) los espero en el especial de Navidad.

Saludos

De

Danny

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