Capítulo 44| Tadeus🌊

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

A P O L I Ó N
🔥🔥🔥

– ¿Por qué no puedo regalar manzanas con caramelo? – se queja Alida que sostenía una bandeja con manzanas de caramelo de distintos colores. Desde que aprendió a hacer eso con las manzanas no a dejado de prepararlo cada que tiene ocasión y no se cansan de comer.

– ¿A ti te gustaría que te regale pan de ajo solo por que se me da muy bien cocinarlo? – hablo Demi mirando a la pelirroja que hizo una mueca de desagrado con la sola mención del ajo. Austin rió por lo bajo ante las caras de Alida y su novia le dio un golpe en las costillas que lo hicieron doblarse.

– Tampoco creo que te guste que te regale escamas de pescado ¿o si? – mi prima Ylenia le siguió el juego a la chica de cabello verde y ambas se miraron para luego reírse.

– Bien, bien ya entendí les regalaré otra cosa, tomen las manzanas de todos modos – caminando enfrente de nosotros fue pasando la bandeja para que tomamos la fruta con caramelo.

– ¿Apolión podemos hablar? – la pregunta de Diana me toma por sorpresa ella había estado actuando muy raro todo el día. En un principio pensé que era porque es la primera navidad desde que sus padres murieron que no la pasamos en el inframundo con mis padres y puede que se sienta extraña en la casa de tía Nerea. Pero cuando nos miramos a los ojos pude notar que algo mas es lo que loa tenia tan extraña me lo estaba ocultando.

– Si – me incorpore del sillón tomando su mano, ella la aparto rápido abrazándose a si misma y levantándose para caminar delante de mi. Extrañado por su actitud la seguí para salir al patio trasero de la casa donde no estaba nadie pero de igual manera estaba iluminado por las luces de navidad que decoraban la casa. Con Diana caminamos hasta el columpio donde se sentó en un columpio y me dejó espacio para que me sentara a su lado.

– ¿Qué pasa mi flor? - me preocupaba verla de esta manera me recordaba mucho a cuando sus padres murieron y ella dejo de hablar se alejo de las personas y no quería la compañía de nadie. Su labio tembló y apartando la mirada de mi ella hablo.

– ¿Recuerdas que hace mucho te dije que estaba saliendo con Máx un chico de mi universidad? – asiento recordando a ese chico que a mi amiga le interesaba tanto – Él me dijo que era aburrida, que... debía... demostrarle que era un poco divertida – lágrimas comenzaron a salir de sus ojos rodando por su suave mejilla. La abrase teniendo las ganas de matar a Máx porque comenzaba a sospechar que él hizo algo malo con mi pequeña flor y me encargare de que sufra las consecuencias de meterse con Diana.

– Mi flor no creas en las palabras de ese idiota tu eres una chica increíble, inteligente y graciosa. Tu conoces a los reyes del inframundo pocas personas pueden presumir de eso estando vivas y eres hermosa no puedes dejar que las palabras de Máx te afecten mi flor – moviendola en mis brazos la aparte un poco para que me vea a los ojos y en ellos aun se podían encontrar lagrimas.

– Apolión... Máx me drogo para que estuviera con el de manera consensuada por las drogas – su llanto se intensifico aparto mis manos de ella y se abrazó a sí misma, llorando de manera desgarradora haciéndome temer lo peor y ahora si mi sangre estaba hirviendo.

– ¿Lo logró? ¿te hizo algo más? ¿estas lastimada? – pregunte de manera apresurada intentando tocarla pero me aparte reteniendo el impulso de abrazarla ella necesitara sentirse segura de nuevo. Estaba dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario hasta que ella ester lista para que la vuelva a abrazar y todo sea como lo era antes.

– No llegó a hacerme nada porque Electra fue conmigo a la fiesta y en cuanto se quedo sola unos chicos intentaron sobrepasarse con ella pero alguien mas la ayudo. Quiso irse de la fiesta y comenzó a buscarme. Me encontró en uno de los cuartos casi inconsciente y con Máx besándome por doquier. Lo quitó de encima de mí Eira la ayudo a mantenerlo encerrado en la habitación hasta que salimos de la fiesta – comento ella secando sus lagrimas mientras estaba temblando y se mecía hacia delante y hacia atrás.

– ¿Sólo lo saben esto Electra, Eira y yo? – me senté de cuclillas enfrente de ella tome sus manos y las acune en las mías sobre sus rodillas, ella no las aparto por lo que no me moví intentando ver sus ojos oscuros.

– No también lo saben Ylenia y Aileen – sorbió las lágrimas ocultando su rostro con su cabello. Parecía estar en una especie de trance – Les dije que no te lo dijeran era algo que tenía que decirte yo – volvió a llorar. Me senté a su lado en la hamaca y la abrase diciéndole cosas dulces para que ella sepa que no está sola.

– Te protegeré de todo y todos, nada malo te pasará de ahora en más – bese su frente y ella se acuno en mi pecho aferrándose fuerte. Como si temiera que la dejara sola, algo que jamás pasara. – ¿Lo has denunciado – ella asintió con la cabeza no queriendo hablar mas del tema y yo no quería forzarla mas por lo que solo me limite a acariciar su cabello.

– Gracias Apolión eres el mejor, te quiero sombritas por siempre y para siempre – escondió su rostro en mi pecho sorbiendo sus lagrimas y calmando los espasmos del llanto.

– No agradezcas eres lo mejor que me pudo pasar cuidaste de mi cuando pequeño ahora me toca a mí, te quiero mi flor por siempre y para siempre – bese la coronilla de su cabeza, acariciando sus suaves cabellos.

– Apolión, Diana vamos dentro Nerea ya tiene la cena pronta – desde la puerta trasera nos grita Alida asustándonos a ambos.

– Ya vamos – grite viendo como Diana escondió su rostro en mi pecho para que la pelirroja no la vea llorar intentando calmar los espasmos que le quedaban por haber llorado.

Y L E N I A
🌊🌊🌊

Al terminar la cena de navidad con Adonis contamos como nos fue en la luna de miel y mostramos fotos. Estuvimos viajando por toda Grecia pasando por lugares turísticos y probando toda la comida de nuestra tierra. Fue sorprendente que no necesitamos hablar en inglés porque entendíamos a la perfección el griego sin haberlo estudiado. Adonis me contó que es parte de nuestros genes algo que viene incorporado.

La estadía en el hotel fue muy placentera. Nuestra primera noche no la olvidare jamás. Luego de caminar todo el día cenamos en un restaurante lujoso, cenamos Mousakás¹ comida típica de Grecia. Cuando volvimos al hotel, Adonis pidió que subieran una botella del mejor vino que tengan. Tomamos un poco y él puso algo de música lenta para bailar los dos y cuando nuestras miradas se conectaron nos besamos. Sus manos viajaron por mis brazos hasta llegar a mi mano donde me quito la copa. Se separó de mí dejando las copas en la mesa y volvió a besar mis labios con desespero. Mi cuerpo parecía quemarse al paso de sus manos por este. Me quito el vestido lentamente y me apoyó en la cama con delicadeza. Bajo sus besos por mi cuello llegando a mi pecho donde mi collar comenzó a brillar. La marca en mi muñeca también lo hizo. Note que su collar y su marca también lo hacían. Nos estábamos conectando uno con el otro esto es perfecto. Adonis paso su mano por mi espalda desabrochando mi sujetador dejando al aire mis pechos. Cerré mis ojos y me deje llevar por sus caricias suaves y lentas. Nuestros cuerpos parecían estar hechos a medida porque encajaban perfectamente.

Cuando el sol apareció caímos rendidos en la cama, me acosté sobre su pecho y sentía el latir de su corazón muy rápido.

– Buenos días mi príncipe – los rayos del sol golpeaban en mi espalda y me encontraba muy cómoda en los brazos de mi esposo. No me quería mover sabiendo por que tenia mucho sueño pero de todas maneras no quería perder un día para recorrer Grecia tenia muchos lugares que en verdad me causaban curiosidad conocer.

– Buenos días princesa ¿paste una buena noche – su pregunta hace que me sonroje un poco pero de igual manera me levanto para dejar un beso en sus labios.

– Fue una noche perfecta, no pudo haber sido mejor – sus manos rodeando mi espada desnuda y me estrecha contra su cuerpo atrayendo su calor hacia mi. – Te amo mi príncipe – lo mire a los ojos viendo el universo en ellos y las cientos de estrellas. Me perdí en ellos y el sueño me atrapo quedándome dormida en los brazos de Adonis.

Siento unos brazos rodenadome por la cintura y doy un pequeño salto hacia atrás chocando contra un pecho duro que vibro ante mi sospesa soltado una risa ronca.

– Es hora de entregar los regalos – el aliento de Adonis choco contra mi oreja erizando mi piel y mis manos fueron a donde estaban las suyas tomándolas para que continuara abrazándome.

– Vamos sino Eira y Alida nos mataran parecen niñas pequeñas – me gire besando la mejilla de mi esposo que sonrió corriendo su cara y haciendo que le de un beso en los labios.

– Dejen eso para después que todavía no quiero nietos, primero quiero ver sus diplomas universitarios – nos regaña mi madre haciendo soltar una risa a Adonis que mira el suelo evitando la mirada de mi progenitora.

– Mamá un beso no va a embarazarme – comento tomando la mano de mi esposo para irnos a la sala donde todos estaba reunidos alrededor del árbol de navidad.

– Vengan ya quiero abrir los regalos – grito la pelirroja desde la sala donde se encontraba sentada rodeada de regalos y su novio solo podía negar con la cabeza conteniendo la risa.

– ¿Quieres abrir los tuyos primero Alida? – mi mamá le hablo entregándole los regalos a los demás que estábamos tranquilamente sentados viendo como a la pelirroja le brillaban los ojos como a una niña.

– Siii, gracias Nerea – el primer regalo de Alida era un vestido en color verde manzana. Con una correa de color dorado para enganchar en la cintura.

– Gracias Demi – la pelirroja se puso en pie apoyando el vestido sobre su cuerpo – Me encanta

– De nada pelirroja – Demi le hizo un saludo militar. Alida continuó abriendo sus regalos el segundo fue parte de Adonis. Es un libro antiguo de la diosa Eris mitología griega.

– Es un libro de mi mamá – algunas lágrimas se le escaparon – Gracias Adonis – lo abrazo fuerte

– Creo que ya fue suficiente amor por un día – Calisto los separó celoso. Ella continuó abriendo regalos hasta que dio con el mío. Lo abrió y quedó unos minutos viéndolo. Luego se levantó y me abrazo. Mi regalo para ella era un cuadro de todos nosotros sus amigos con su madre donde ponía somos una gran familia.

– Más allá de los regalos, la cena, todos ustedes son mi familia y los amo mas que a las manzanas – formamos un abrazo grupal junto a la pelirroja loca.

La mañana de Navidad continuó siendo alegre y animada. Los demás seguimos abriendo regalos y todos recibimos un celular nuevo cortesía de Apolión. Demi recibió de mi parte una guitarra eléctrica tiene mucho talento para la música. A Electra le regalé el libro de Percy Jackson y el ladrón del rayo.

Aileen le entregue unos brillantes zapatos griegos. Apolión le regalé unos tres jeans negros rasgados y algunos con cadenas. Para Diana una cámara de fotos Canon último modelo. Para mi mejor amiga Zoe le regalé mucha ropa y una batería nueva. A Eira le regalé una guitarra y una colección de libros muy interesantes. Para mi amado esposo le regalé una colección de libros de su autor favorito. Por último a mis padres les regalé un conjunto de ropa para bebé. Si, vieron bien tendré un hermanito.

– Felicidades – todos los felicitaron por la buena noticia.

También hicieron bromas con mi papá de otra vez cambiando pañales. Todos tocaban el vientre plano de mi mamá la abrazaban y le hablaban a su pancita. Nos dijeron que sera un varón por lo cual se llamará Tadeus.

Luego nos pusimos a tomar chocolate caliente con galletitas hechas por Demi. Es toda una experta en la cocina.

Feliz Navidad (2016) para todos mis semidioses y semidiosas. Los quiero mucho, mucho, han compartido conmigo todo el año expectantes de la novela muchas gracias. Ya disponible la segunda temporada La Hija de Zeus y Hera.

1 Mousakás es un plato que consiste de capas de carne picada de cordero, berenjena en rebanadas, y tomate, cubierto de una salsa bechamel y horneado.

Hasta aquí la re-escritura, como verán cambie un poco el relato y en algunas partes lo mejore. Espero sus comentarios.
Nota del 05/05/2020

Besos

De

Danny

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro