Capítulo VII

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¿Qué demonios esperaba? ¿Alguna otra respuesta por parte mía? Considerándolo afortunado, solo lo amenacé mentalmente. No puedo ocasionar problemas en este lugar, Pada lo dejó muy claro, no puedo dilapidar mi bendito tiempo. Pero vaya que lo aprovecho, en especial con las clases de matemática.

<< Esto me acaba de dar escalofríos >>

Encubrí mis manos dentro de los desgastados bolsillos del traje de color blanco, si, es el color que llevo puesto el día de hoy. La distinción en lo que llevaba de conjunto es lo que mayormente todos se ríen. Bufones. Pero, la verdad es que no creía que fuera necesario la ropa en todo esto, nunca hubo un tipo de guía para vestirme.

— Lle-llegamos –Anuncia él a la arribada al pórtico direccional. Son Gohan amablemente y teniendo la necesidad de colocarse en cuclillas, para así causar una imagen mucho más latosa, toca levemente el material con sus nudillos.

Guarde silencio, hasta que a través de la puerta una voz, que se escuchaba más como una orden, nos invitó a traspasar el umbral. Y este al ser entreabierto, el enano se adentró con rapidez, lo que me incitó a imitarle el paso. Una vez ya en el interior de la oficina, donde alcancé a contemplar las nada escasas diplomas de reconocimiento por...por, al parecer premios a directora del año, Mushi nos examinaba desde la perspectiva de su gran sillón negro.

Al cabo de unos veloces segundos, regaló a nuestras mentes una sonrisa de cálida bienvenida.

— Niños, por favor, tomen asiento –A la vez, extendió sus brazos para darnos a conocer los para nada no notorios muebles. Maldecí por mis adentros por la inmensa gentileza que sobrecargan ciertos seres humanos. – Tengo una noticia de suma importancia para ti, Rin.

El confortable asiento fue el soporte a lo que acababa de percibir mi sentido del oído. Su cordial voz tomó otro rumbo para que así, la seriedad se apoderara de su tonalidad y de la situación.

— ¿D-De qué se trata? –Tartamudeé. Algo no me cabía en todo esto.

— Según tenemos enterados, no recibiste educación a temprana edad. Así que esta es tu primera vez en ingresar a una escuela ¿Verdad?

No lo pudo decir más directo y seco.

Algo de enojo es lo que fue brotando a partir de su declaración, que de por medio debió ser mía. La directora, señora o lo que sea, se había colocado en sus dos piernas y me observaba con una de sus cejas ligeramente alzada, una expresión que sin dudas, ya daba inicio a aferrar mis manos.

— Sí, tiene usted razón.

— Créeme Rin, trato de comunicarte esto de la manera más suave posible. No es fácil, no puedo saber yo las verdaderas razones de tus padres al no brindarte la oportunidad de estudiar. Al inscribirte, tu padre, que ahora lo recuerdo bien –No tengo idea si fue cosa mía, pero percibí la entrecortada voz de la mujer cada vez más nerviosa— Me exigió que te adoctrinara, porque te hacía falta. Y no vi problema en tal situación, si alguien necesitaba una ayuda, se la daríamos sin pensarlo. Pero...

<< Siempre "peros" >>

— Debemos ser justos, eres la más baja en cuanto se sabe de notas en tu clase, solo llevas aquí poco tiempo pero sé que al ver tu rendimiento no podrás llevar más tiempo en esta escuela. No puedes seguir reprobando todo los cursos, a excepción de Gimnasia que lo único que te puede salvar. Tenemos reconocimientos debido a que poseemos y ofrecemos un buen nivel a los alumnos, y no podemos, cómo decirlo, tachar el nombre de la institución a causa de alguien que no ha podido aprobar en nada. Cero, todos tus cursos están desaprobados. –Después de una larga y nada motivadora charla, la maestra tomó su lugar para que se le escuchara rechinar—.

<< Qué Humillación >>

Las infinidades de veces en que la sensación de doblegarse nunca había sido relevante en lo que vivo, ahora se había convertido en un "algo". Apreté los dientes murmurando palabras inentendibles hacia todas partes. Y, sin tener contestación de alguna de las dos presencias dentro de aquella oficina, encerrada para un establecimiento considerablemente grande, omití cualquier tipo de ruido, sentía que si siquiera tomara un poco de aire, me largaría a llorar.

— Veo que no tienes nada que acotar –Menciona Mushi con cierta culpabilidad. La pesadez de su mirada acorralaba mis pensamientos. Pero no fue exactamente los ojos de la mujer. A lo que prosiguió. – Pero, gratamente hemos decidido tomar medidas al respecto.

— Hable con claridad, se lo suplico –Dije con miedo y vergüenza en una sola cuerda vocal—.

— Al ser una nueva estudiante, queremos lo mejor para ti. Así que distintos encargados decidimos que alguien de tus compañeros sea quien te equipare y oriente en lo que resta de este año. Ya sabes, también notamos que andas muy solitaria, querida.

<< ¿Acaso sabe por qué? ¿Y a dónde quiere llegar? >>

— Y, al nosotros considerarlo un prodigio –Ríe levemente— Gohan se ha ofrecido a ser tu guía en este tiempo.

Mis ojos salieron se órbita al prestar oídos ante lo anunciado. Su risa inquieta resonaba también en mi cabeza, por el rabillo del ojo presencie el repentino rubor que se apoderaba de sus mejillas. Color carmesí. Mi tono favorito. Un tinte tan similar al de aquella vez cuando ingerí por accidente en aquel entrenamiento moras pasadas, lo cual resulte alérgica. Pero, su vergüenza no se veía como si deseara huir de ese lugar, era distinta.

<< ¡Eres un grandísimo estúpido! Me haces enfurecer más con tu patética risa >>

— Prefiero vivir en la basura –Agregué como respuesta a lo que la directora soltó un jadeo de molestia.

— Lamento que la idea no te guste, pero está obligatoriamente hecho para ti. No desperdiciaras esta gran ayuda que está ofreciendo tu compañero.

— Pe-Pero...

— No se diga más –Su interrupción fue insoportable – Ahora, pueden retirarse, coordinen y convivan niños, se lo suplico.

Son Gohan traía ahora sólo un gesto de franqueza. Cómo, si no fuera ya suficiente su noble acotamiento. Gracias, no me hacía falta todo esto. Arrastre la butaca contra la mayólica del suelo, coraje fue después lo que se desprendió, la noción de lo ocurrido logró concederme muchas más ganas de marcharme y abandonar el salón. Y así fue.

— ¡Espera un m-momento, Rin! –Incrementé la velocidad y longitud de mis ya acelerados pasos.

— Aléjate de mí enano.

Mis pies me dirigían a cualquier lugar, no tenía idea de a dónde, pero era cualquier lugar lo más aislado posible de él. El cálido sol penetraba las opacas ventanas del lado izquierdo del pasillo madero. Ya no se visualizaba a nadie en el camino, supuse que ya todos se habían marchado a las últimas horas de clase.

Una traicionera lágrima se escapó de repente. ¿Era esto la humillación? Quizá. Mi alma se recomponía a medida que sequé y desaparecí la gota, esto no era merecedor de mi sentir, lastimaba al verme una vez más como alguien inútil, en algo que me propuse mejorar y mejorar. De lo que alguna vez se sentiría orgullosa. Pero no debía desmoronarme ante el primer fallo.

Me detuve en seco a mitad de la salida.

<< Escapar no es la solución ante alguna fuerte impresión o fracaso >>

Guardaré tal cosa en la memoria.

— ¿Por qué?... –El niño logró estar a mi par en unos cuantos segundos. Lo que me tomo de desapercibida y no dude en darle frente.

— Eres veloz, niño. Sólo responde esto –Sus ojos querían tener conexión con los míos, pero en cambio fue mi mirada la que rechazó su petición. Apreté los dientes— ¿Qué es lo que quieres de mí?

Lo que yo aguardaba era una extensa excusa por parte de su voz. Fue como si tuvo que depender del tiempo para poder meditarlo, esforzándose ante la pregunta para obtener su respuesta.

— No lo sé. –Dio una leve sonrisa. Impactando mis neuronas y todo lo que consideraba estar en sí. — Sólo busco ayudar.

El escenario ya había tomado otra situación, todo se calmó al resonar sus palabras en el aire. Una tensión se adueñó de mí al no saber que responder. Pero para Son Gohan no tomó mucha molestia permanecer callado y no mencionar oración alguna. Sólo se quedó estático, con la mirada tan dulce que me ardía la vista.

— No tengo tiempo para estudiar fuera de la escuela, y no puedo gastar mis horas de clase. ¿Acaso tienes una idea donde "Me colaboraras" para poder rendir en mis estudios? –Le dije de un modo tan rápido que mi nerviosismo se dio a ver, dejando de lado mi intento de sarcasmo—.

— Te parece si... ¿Estudiáramos en mi casa? Es por las montañas. Iniciaríamos mañana –Me sonríe–.

<< ¿Qu-Qué? >>

No se trataba de una burla, realmente me estaba invitando a donde este vivía. Sentí como mi puño se encontraba listo para atinarle un sano golpe a este iluso. Pero como si tratara de agobiarme, las habladurías de mi padre se escuchaban cual eco dentro de mí. Obligando a mi cerebro a entender tal señal de que no usara mis fuerzas frente a estos niñatos. Y por algo, frente a él, el nene de la voz de ardilla.

Mis piernas retomaron el rumbo que detuvieron, la salida se encontraba próxima a mí y al perder media clase por las conversaciones de Mushi y Son Gohan, no encontré motivo para seguir permaneciendo allí.

Y aunque no di una respuesta ante su proposición, las pisadas por mi detrás confirmaron que si buscaba que yo le objetara alguna palabra.

— ¿Lo considerarás?

Ya en la salida frente al montón de tierra y al mismo tiempo el pavimento, giré mi rostro para poder tener una mejor imagen del suyo.

— Solicitaré permiso.

Al ras del polvo en el viento, corrí con destino al sur.


/////////////////////////////////////////////////////////////////

Para el siguiente episodio se viene lo bueno. Ja, ¡Hola! espero disfruten de este nuevo capítulo. En la próxima actualización habrá una nota donde dejaré algunos puntos que quería mencionar. Aparte del dibujo que prometí, no vayan a sorprenderse por mi capacidad de dibujar anime xd

¡Nos vemos!

Os quiero. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro