Capítulo XVIII

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Recorríamos los cielos a gran velocidad. El impacto del aire sobre mi rostro disminuía cuando escondía este sobre la espalda del Sr. Goku. Habían ya pasado unas cuantas horas desde que partimos de la montaña Paoz, y la espera a que llegaran las diez de la mañana y que arribáramos en aquella isla del sur se volvía angustiosa. Finalmente llegó ese día que el terrible destino había preparado para ellos... incluyéndome.

¿De verdad pensaba hacer esto? ¿Mi idea era sensata? Quizá el que me haya dejado llevar por el por fin encajar con cierto grupo de personas sea el por qué. Mis miedos habían descendido a cierto punto que creí que cuando estuviera tan próximo los momentos a esta batalla, se esfumarían por completo, y aquel coraje del que tantas expectativas tengo, me llene por completo la mente.

<< ¿Venceremos? ¿Cómo serán nuestros rivales? ¿Quiénes son los androides...? >>

Las verdaderas respuestas se nos avecinan en cada minuto que avanza, con una diligencia que podría atemorizar a cualquiera... ¡Pero no es momento de pensar en negativo! Lucharemos con todos nuestras fuerzas unidas.

Si venceremos.

— ¡Oye Gohan! –Exclama de repente el hombre de quién iba colgada. Me exalté por tal acción, haciendo que volviera mi atención a los presentes hechos— ¡No tienes por qué volar tan rápido, aún estamos a tiempo! ¡Perderás tu energía antes de la pelea!

Son Gohan se había aventajado de nuestra posición de vuelo, ubicándose a varios metros por delante, por tal motivo el Sr. Goku tiene que alzar la voz.

— ¡Sí papá! –Obediente el, grita con afirmación—.

¿Ya se acerca la hora, verdad?

— Oye Goku, sé honesto y dime –Le da el habla el Sr. Piccoro con la seriedad necesaria— ¿Qué opinas de nuestro enemigo? ¿Crees que les ganaremos?

<< Vaya, yo le hubiera hecho el mismo cuestionamiento. >>

Coloco ahora mismo mi total atención a la próxima respuesta del Sr. Goku.

— Hasta que no los vea no puedo asegurarte nada— Responde con ánimos— Te lo diré cuando pelee con ellos.

— Tú siempre tomas todo a la ligera –Regaña sin mirar a su compañero— Confío en que podré derrotar a esos terribles androides... pero tengo un mal presentimiento que no puedo apartar de mi mente.

— ¿Un mal presentimiento? –Le responde ahora con sensatez—.

Se formó en los continuos segundos un silencio bastante preocupante. Y más si el Sr. Piccoro lo dijo de esa forma, alarmante en todos los aspectos. No se escuchaba nada alentador, y para colmo mío, ¡No puede ser que nuevamente el miedo sea un tema del que mi cabeza se ocupe!

— Piccoro, si crees que es imposible no te esfuerces –Vuelve al habla el hombre de Gi anaranjado— Ya que si tu mueres, las esferas del dragón desaparecerán.

¡Demonios! Es cierto. Según las mismas palabras de Gohan, el Sr. Piccoro fue parte alguna vez de un tal Kami-sama, quién es una figura muy importante en este planeta, quién fue responsable de la creación de las poderosas esferas del dragón.

El hombre verde no dio como respuesta alguna queja o asentimiento.

—... ¡Papá! ¡Mira quién es el que va ahí! –Gohan chilla para llamar la atención de su padre— ¡Es Krilin!

— ¡¿Quién?! – Cuestiono ahora yo, dando por fin habla. El Sr. Goku gira levemente su rostro para encontrarse con el mío, y sonríe con la tranquilidad que lo caracteriza—.

Al cabo de una pequeña distancia, se podía distinguir con unos trajes azules y anaranjados a una persona planeando por los cielos al igual que mis acompañantes. Sus ropajes similares al del padre de Son Gohan me provocaron interés, deseando llegar al ámbito alrededor de ese alguien.

— ¡¡Krilin!! –Llama a esa persona el enano, logrando capturar la atención de esta—.

— ¡Oh, qué sorpresa Gohan! Has crecido mucho –Elogia como saludo el hombrecillo de allí, el de la cabeza calva.

<< ¿Él es un aliado o solo un conocido? No luce tan poderoso. >>

— ¡Hola! –Le dice con mucho ánimo el Sr. Goku, cuando es que logramos emparejar su vuelo—.

El extraño hombre de nombre Krilin me observa de golpe con una extrañeza notable, examinando la situación por un instante. Yo, de la misma manera, inspecciono su presencia completa, incluyendo esos seis puntos en su extensa frente. Segundos de una singular incomodidad, qué no está para nada fuera de lugar, debe ser más que sorpresivo que veas a una completa desconocida colgada de tu amigo volador.

—H-Hola...—Trató de inmediato formular su esperada pregunta— ¿Quién es esa niña, Goku?

— Ella es Rin –Responde el Sr. Goku lanzándome una mirada a nueva cuenta—.

<< Lo dice como si fuera lo más obvio del mundo. >>

— N-No me d-digas que ella es...—Pronto, su rostro mostró sorpresa, en gran demasía, como si quisiera desbordar felicidad.

— Es amiga nuestra –Responde con la misma obviedad del principio—.

— Oh, vaya, era eso... —Me sonrío nervioso, pero pronto se restituye este gesto por uno de severa pesadumbre. — Pero Goku, me puedes decir exactamente porque la has traído, la pones en riesgo, pronto habrá una batalla.

<< Un momento... ¿Ahora soy yo la que luce débil? Aunque no quiero alardear... >>

— Rin nos será de ayuda en la pelea contra los androides— Responde por su padre, Gohan—.

— ¿De qué estás hablando Gohan? –Ahora el desconcierto del calvo se aumentó—.

— Tal y como lo oyes –Afirmó el Sr. Goku— Hemos entrenado por dos años junto con ella, la primera vez que se enfrentó a Gohan logró igualarlo.

— ¿¡I-Igualó a G-Gohan!?— Y fue en aquel segundo que explotó su asombro—.

<< ¡¿Qué acaso igualarlo es tan impresionante?! Qué rabia. >>

— A estas alturas de seguro que es muy fuerte, eso te lo puedo asegurar –Le comenta el hombre de cabellos azabache—.

<< ¿Y lo puede asegurar, eh? >>

Pese a la obviedad de la situación, el que no puedan asegurar el nivel de mi fuerza por mi falta de "Ki" él puede ratificarlo, puede decir a toda libertad que está seguro... Durante los largos días de los últimos años, el Sr. Goku siempre mantuvo tales palabras hacia mí, del que mi poder acrecentaba.

— Vaya... qué sorprendente, para no creerlo—Este coloca un semblante de rendimiento—. No lo dudo Goku, tu siempre encuentras la forma para hacer más amigos.

— Así parece –Da cómo respuesta el Sr. Goku, con una culpable sonrisa—.

— Entonces, mucho gusto Rin, espero que triunfemos hoy...— Dice con un notorio trato de sonar amable, pero sé que ahora tiene algo en mente—.

— Igualmente lo deseo –Le digo con mi más grata sinceridad.

— Pero qué pasa Krilin ¿No te da gusto vernos después de tres largos años de ausencia? –Reclama hacia su amigo el hombre de Gi naranja—.

— Claro que me da gusto, pero... ¿Tú crees que voy a estar feliz sabiendo que pelearé con unos monstruos? –Dice quién se hace llamar Krilin—.

<< Buen punto. >>

— Mira Goku, como ustedes saben... –Continúa el calvo— Yo no soy un súper saiyajin, y si hasta aquella niña puede empatar a Gohan, me hace sentir, frustrado.

<< Con que... Eso era. >>

No lo culpo. Si se trata de un terrícola común y corriente en plena batalla junto a sus aliados, quienes son seres de otros planetas, puede que se sienta más que hundido. El miedo lo empieza a consumir.

Un momento... ¿Acaso yo tampoco soy una terrícola común y corriente? A contestación de esa duda, puede ser los muchos años que he entrenado tan arduo, puede ser que estos me hayan otorgado la fuerza suficiente para pelear aquí, comparándome con un niño mitad extraterrestre... para mi mala suerte es con ese adefesio.

— Es una pequeña isla que se encuentra a nueve kilómetros de la capital del sur...—Narra a nueva cuenta Son Gohan— ¡Es esa! ¡Esa es la isla!

<< ¿¡Y-Ya llegamos!? >>

Era aquí, iba a ser aquí, y en cualquier momento... Íbamos a aterrizar con un ángulo bajo, llegando a grandes velocidades hacia la ciudad que habitaba la isla. A lo lejos se identificaban las edificaciones, tanto casas redondas como largas y rectangulares. Era inmenso el lugar si consideramos que habrá una batalla aquí, si reparamos que dos seres malvados atacarán a los civiles de un lugar tan poblado.

Esto ya se está tornando muy peligroso.

— Una isla bastante grande —Dice con pronto asombro el Sr. Goku—.

— Si... también hay una gran ciudad, esto no me agrada nada—Le sigue Krilin—.

<< Si pensamos igual, esto ya es terrorífico. >>

— Si no nos llevamos a esos androides asesinos a otro sitio la vida de estas personas correrá peligro y podrán ser víctimas de nuestra batalla. –Dice dando la deducción final, Gohan, que tomó tan serio la situación que por unos segundos no lo reconocí—.

— Tienes razón –Es lo único que puedo acotar, dándole razón al enano—.

— Puedo sentir dos presencias en esa montaña gigantesca... ¿No creen que sea Yamcha o alguien más? –Agrega Krilin a lo que me toma desprevenida rápidamente.

<< ¿¡Él también puede sentir el Ki!? >>

Pensé que únicamente quienes poseían esa habilidad eran el Sr. Goku, Gohan y el Sr. Piccoro. Demonios...Pero a decir verdad, yo también puedo ubicar la esencia de un alguien... o dos alguien.

— ¡Vamos a ver!

Cuando tomamos dirección hacia la parte rocosa sobresaliente de la isla, pude distinguir el llamado de una persona, quién más pronto nos acercamos, alzaba su mano con mucho entusiasmo.

— ¡Muchachos! –Exclamó ese alguien. Todos nosotros ya íbamos con dirección a descender a tierra firme, cuando mis ojos se posaron frente a dos figuras más— ¡Aquí!

<< ¿Tantos guerreros lucharán? >>

Es increíble cómo es que no haya tenido ni la más remota idea de que más personas fuesen peleadores de artes marciales. Y que más personas se osaran a venir a enfrentar tal inmensidad de peligro.

Y más temprano que tarde, estábamos en la sólida superficie de roca.

— Estábamos esperándolos. Se les hizo un poco tarde –Les afirmó pronto un hombre de traje naranja. Al parecer se trata de un color muy popular. Éste sujeto, con una notoria cicatriz en forma de equis, les brindó una mirada de bienvenida.

No quise interrumpir el gran reencuentro con los amigos del Sr. Goku, así que en el momento que mis pies tocaron tierra, corrí a esconderme a espaldas del hombre verde, tras su extensa capa. Ya llegaría el momento de presentarme.

— ¡Bulma!— Suena la asombrada voz del Sr. Goku.

<< ¿De quién se trata ahora? >>

Desvío la mirada para saciar mi curiosidad y las ansias de salir. Mi cabeza se asoma con suma discreción, indagando, deduciendo quién de las tres opciones al frente mío responde con el nombre de "Bulma".

— Pero... Bulma...— Agregó Gohan.

— ¡Hola! –Contesta muy afable la mujer de cabellos y ojos azules. —Pero miren nada más qué sorpresa, Gohan, ¡has crecido mucho!

<< ¿Ella es... Bulma? >>

He oído sobre ella, al parecer, es de la amiga más antigua del Sr. Goku. Aquella mujer de gran porte y carisma puesto se trataba de ella. No puedo dejar más en claro que me pasmó el hecho que sea una peleadora igualmente, y que también... trajera un pequeño bulto entre brazos...

Es una pequeña personita, y que, ahora que ha volteado a observarnos ha escondido la mirada por la timidez y la fuerte presencia nueva.

— ¿Acaso estás loca? –Dice avanzando a cortos pasos el del Gi naranja y azul— ¿Se puede saber qué haces en este lugar tan peligroso?

<< ¿¡Qué!? ¿Ella no ha venido a batallar? >>

— Vine a observar a esos robots tan avanzados –La naturalidad en su respuesta me tomó con mucha sorpresa— No te preocupes tanto Goku, una vez que los vea, regresaré a casa.

<< Así que ella investigará sobre los androides... qué, fascinante. >>

— No sé ustedes, pero ahora lo que más me ha sorprendido hasta estos momentos es ese bebé que traes en los brazos. – Con la voz temblorosa, Krilin dice la confesión—.

— ¿Así que te casaste con Yamcha, Bulma? –Le pregunta con entusiasmo el enano de Gohan dirigiendo su mirada al azabache —.

<< Entonces ese de la cicatriz es "Yamcha">>

— Uhm, ese niño no es mi hijo –Se quejó con los brazos cruzados, Yamcha—.

— ¿Qué?

— Por si no lo sabían, terminamos nuestra relación hace tiempo –Continúa el de la cicatriz— Más será su sorpresa cuando le pregunten de quién es ese niño...

Y sale de escena. Al percatarme de la evidente incomodidad del hombre, ahora deduzco que ellos dos compartían un tipo de relación afectuosa. Se puede captar en el ambiente un aire de sorpresa absoluta. Confundidos los dejó, todo murmuran sin saber que decir.

<< Hoy es el día del asombro, al parecer. >>

El Sr. Goku toma camino hacia la mujer de cabellos azules, mientras que yo continúo en mi resguardado "escondite".

— ¡Ya lo sé! ¡Tu padre debe ser Vegeta! –Comenzó con muchas risas— ¿Verdad, Trunks...?

— ¡¿Qué?! –Dijeron al unísono Krilin y Gohan.

<< Un personaje más se agrega a esta historia... Vegeta. >>

— Pero... ¿Cómo te enteraste de eso Goku? A nadie le hable de eso para que cuando lo vieran se llevaran una gran sorpresa –Le comentó sincera la mujer Bulma—.

— ¡Ah-ah-ah-ah! ¡¡Bueno fue una simple suposición, no lo tomes tan enserio!!—Con el nerviosismo hasta la cabeza, El Sr. Goku empezó su habladuría— ¡Además su cara se parece mucho a la de Vegeta! ¡¿No es así?!

— ¡Hasta adivinaste su nombre!

— ¿¡En serio!? ¡Increíble! ¡A lo mejor tengo poderes mentales! –Continuó con su contagiosa risa—.

— No lo comprendo... ¿Ese hijo es realmente hijo de Vegeta? –Se pregunta Krilin—.

— Ah... — Suspira alejado de sus amigos, "Yamcha"—.

<< ¡No tengo idea de lo que están hablando! >>

A pesar de haber creído conocer todo acerca de estas personas, quienes eran en verdad, en estos dos años no me he sido sabedora de absolutamente todo. ¡Prácticamente de nada! Pese a que me fiaron lo de transformarse, lo de las esferas mágicas y el sinfín de cosas más, sé que en mi mente no tengo más que ideas básicas, no tengo los detalles de lo que son. Y me causa mucho coraje, yo... quiero involucrarme más con ellos...

— Por cierto ¿Dónde está Vegeta? –Una voz ronca y formidable preguntó— No lo veo por aquí.

— No tengo ni la menor idea, eso no quiere decir que esté todo el tiempo conmigo. Quizá no tarde mucho en llegar ¿O sí?, además yo vi que entrenó muy duro, en especial para este dí...—Se detuvo de golpe— Em, no sé ustedes muchachos... pero, hay una niña allí.

Pude casi sentir todas las miradas lanzadas hacia mí, que con la repentina sensación, se impregnó en mi rostro la expresión de mucha culpabilidad. En el momento en que el Sr. Piccoro avanzó para poder dictar su pregunta, quedé más al descubierto, y sin notarlo, la mujer que hasta hace un pequeño instante estaba hablando de lo más tranquila, vio el cuerpo de alguien ajeno a sus conocidos.

El hombre con tres ojos, quién hasta ahora no ha hecho mucha participación entre el intercambio de palabras colocó una mirada de mal augurio. Yamcha se juntó a él, con un aspecto de aturdimiento. Bulma solo puede transmitir un semblante curioso. Cómo el de cómo demonios había una persona allí y no lo habían notado.

— Niña, ¿Quién eres tú?

— ¡Oh Rin! –Me llama el Sr. Goku— Lamento mucho habernos emocionado con las confesiones ¡Acércate a presentarte!

Hago caso omiso a la opresión visual a mi alrededor y corriendo me voy acercando al llamado. Todos ahora posaron la mirada sobre el sugestivo hombre de nombre Goku.

— ¿Tú has traído a esa niña Goku? –Le dice Yamcha—.

— Sí. Ella, es Rin –Con una de sus manos, me cedió el paso—.

— M-Mucho gusto, yo soy Rin –Di una reverencia repitiendo prácticamente lo que acababa de decir el azabache—.

— Goku, ¿Acaso te volviste loco? ¿Has traído a una desconocida hasta acá? –Le reclama Yamcha— ¡Y pensar que Bulma era la chiflada!

De un momento a otro, la mujer de cabellos azules golpeó con una de sus extremidades libres la cabeza del luchador.

— Ella no es una desconocida, es amiga nuestra. –Le dice con mucha más naturalidad. Me acaricia la cabeza con mucha calidez— ¿No es así?

— Mhm... Sí—Afirmé yo—.

— ¡Es mi amiga de la escuela! –Les agrega Gohan—.

<< Oh si, lamentablemente. >>

— Pero Goku, no creo que haya sido una gran idea traerla si no es una guerrera con experiencia –Agrega el tres ojos con severidad—.

— Pensé lo mismo, pero pese a eso Goku me explicó él porque está aquí—Empezó a explicarles Krilin— Pero ahora que lo he pensado, no puedo detectar su Ki por muy escondido que esté.

— ¡Si hubiéramos sentido su Ki hace un momento la hubiéramos notado!

— ¿Qué está pasando Goku? ¿Quién es esta niña en realidad? –Le pide una explicación El calvo con Gi verde—.

<< Muchas... Preguntas... >>

Un dolor emprendió desde mi pecho, más que el mal después de los entrenamientos, este empezaba a ser un dolor íntegramente distinto. Tragué en seco, sudando con mucha ligereza, pero como si hiciera un calor de mil soles, veo que... no van a poder confiar en mí...

— Esa niña –Llamó la atención el Sr. Piccoro, con la voz tenuemente más elevada— logró igualar el poder de un saiyajin. Así que ahórrense sus dudas.

— Así es... creo que Piccoro esta vez les ha explicado –Sonrió el Sr. Goku hacia sus amigos, quienes callaron todos al instante— Rin igualó a Gohan en el primer encuentro que tuvieron. Hemos estado entrenando juntos en los últimos dos años.

Hubo más silencio, se había apoderado por unos momentos de nuestro entorno. Y yo no podía encontrarme más azorada por la situación. Jugueteaba con mis manos para poder distraer la incomodidad que había iniciado en mi cabeza y el cuerpo.

— ¡Vamos, vamos chicos! No hay que disgustar a nuestra nueva amiga –Se me acerca con mucha simpatía en su sonrisa— Hola, mucho gusto, soy Bulma.

— Encantada, Sra. Bulma –Pronuncié de golpe, realmente me toma desprevenida la actitud tan alegre de la mujer—.

— Por favor, sin formalidades, dime Bulma con toda la confianza del mundo –De vuelta con su sonrisa, ella toma de mis cabellos con su mano desocupada y acaricia estos—.

<< Qué mujer, ¿Es realmente posible que una persona sea tan agradable apenas conociéndola hace unos minutos?>>

Es, inexplicable, el tipo de personas de las cuales me voy adentrando en sus vidas, la satisfacción que me da al momento de brindarles un poco de mi amabilidad y que estos respondan de la misma forma. No tiene precio alguno.

— De acuerdo, Bulma.

— Así es Rin –Dice ella— Oh, y él es Trunks, mi hijo.

Trata de dejar al descubierto a esa pequeña persona que se encuentra pegada a su cuerpo de manera timorata, cubriendo el diminuto rostro moreno por la atención puesta sobre él. Es cuando su madre lo agita con mucho cuidado tratando de brindarle una posición más cómoda. Considerando el ambiente de esta escena, podría decirse que enternece lo suficiente como para que alguien sonría inconscientemente. El pequeño niño por fin da a conocer su sonrojada cara, pero que se veía opacada por la expresión tan adusta que presentaba.

Tenía un color similar de ojos a los de Bulma.

Conectaron nuestras miradas, fue como si un enganche lo hubiese hecho. Sonará muy loco, en cualquier sentido, pero no podía desviar mi vista por más que lo intensase, es casi como haber quedado totalmente inmóvil frente al hijo de la mujer de cabello azul. De la nada, una risilla fue lo que se convirtió su gesto severo, una risilla llena de sorpresa, y de una alegría inexplicable.

No pude evitar sonreír de la misma forma.

— Vaya Rin, lo has hecho sonreír –Comenta con una nueva aparición Gohan, quién se entusiasmó al parecer con la reciente acción—.

— Si... así parece— Rápidamente aquel visaje se esfumó tan pronto como llegó—.

— Se ve que le agradas a Trunks –Se dirige a mí, Bulma, con una tonalidad benévola— Sé que eres una buena chica, y que nos ayudarás a salvar al mundo—.

<< Salvar al Mundo... Sí... suena bien. >>

— ¡Yo también sé que lo harás Rin! ¡Eres muy fuerte! Tuve mucha razón en que vinieras –Se emocionó más que hace unos minutos el fisgón este. Provocando que me diera una leve vergüenza ajena—.

— Je, je –Comienza a murmurar Bulma, que intercalaba la mirada a ambos— Si Gohan, pero no era momento para traer de cita a tu novia.

Tan colorado como pudo, aquel rostro de Son Gohan se tornó todo de ese color tan carmesí. Su tartamudeo no se hizo esperar más e inicio a dictar palabras que no llegaban a un sentido.

— ¡¡N-No es l-lo que c-crees Bulma!!

<< Sonará muy tonto pero... ¿Qué era el significado de novia? Lo buscaré apenas llegue a casa. >>

Si es que llego.

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¡¡No me maten!! He tratado de hacer el capítulo más largo posible :c

¡Os amo mucho!

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