02/05/2023

En días puedo mirarme al espejo y ver un ser hermoso, capaz de tomarse fotos y no sentir vergüenza de eso... Mi cuerpo es medio, incapaz de las tallas diminutas y faltó de las tallas grandes, un punto medio en el que el pantalón más adecuado o me queda muy flojo o muy apretado.

Me nació un desagrado por la ropa holgada, en especial los shorts o parte baja, gracias a una vieja amiga que claramente me dijo que me veía... Rara, que a los hombres les gustaba la ropa más justa, y caí en ello, en el machismo y la necesidad de aceptación, aunque los shorts holgados eran mucho más cómodos.

Y poco a poco seguí cayendo, mirando más de cerca las imperfecciones y cayendo en ellas, las axilas oscuras, el peso de más, los gordos de las piernas y brazos, la lonja, las imperfecciones faciales y la necesidad de ser siempre una cosita brillante, tranquila, respetuosa y bella.

Entonces llegan estos días, días en los que la ropa que amo... En desacuerdo con la aceptación de la sociedad... Dejan de gustarme, de hacerme sentir bien, me destapan tantas imperfecciones que creí ya estaban olvidadas, y lo odio, y odio mi reflejo en el espejo y el como mis ojos buscan cualquier imperfección para atacarme aún más, esos días en los cuales no quiero salir porque en definitiva me siento un adefesio...

Paso todo el día jalando mi playera o tratando de acomodar mi ropa en un ángulo que no me haga ver tan repulsiva, y me escondo.

Ya no quiero esconderme por mi apariencia, tengo suficiente escondiéndome por mi inutilidad, ya tengo vergüenza de demasiados aspectos de mí como para añadir algo tan inútil y ridículo como la apariencia física, no soy una modelo de revista o una actriz de telenovela ¿Por qué necesito ser atractiva? ¿Por qué necesitan que sea atractiva?

Me quieren linda y bella para escogerme, pero... ¿Realmente me ven? El yo debajo del cascarón, el yo roto y jodido, ella siempre vivirá dentro de la piel que todos ven, y aún si fuese hermosa esa parte de mi seguiría ahí, yo soy... Un conjunto de muchas cosas, no solo mi cabello, no solo mi piel reluciente, no solo un cuerpo perfecto, yo soy... Yo.

Y quiero dejar de preocuparme por imperfecciones diminutas y tan solo disfrutar lo poco que disfruto de mi vida usando la ropa que amo, probando aquella ropa que me parece linda pero según la sociedad yo no debería de utilizar.

Quiero amar mi cuerpo, quiero amar algo de mí.

Y sé que el proceso de amarse es lento, pero todas estas recaídas me hacen sentir... Incompetente.