01/05/2023

Me siento... Al borde de las lágrimas.
Toda mi vida es resumida en una frase, los golpes que vienen de pronto y te hacen correr a ocultarte, yo me siento...

Sin sentido, sin razón, sin un algo que te haga estallar, pero estallando, es como cuando pierdes algo querido, ese recuerdo lastimoso de que ese algo ya no está en tu vida y todos los momentos que pasaste felizmente a su lado en su presencia solo... Ya no son, ya nunca serán, lo que fueron.

Pero... ¿Que demonios fue lo que perdí? ¿La inconsciencia que nadaba en una felicidad falsa? ¡El mundo se cae a nuestro alrededor! ¡Y no hablo del pequeño mundo de cada quién! Hablo del mundo en si, este lugar en el cual residimos cómo la peor especie posible que destruye lo único que lo mantiene con vida.

La felicidad. ¡Ja! La libertad ¿Quién no la desea? Yo quiero vivir la verdadera libertad, no hablo de residir en una esquina sin hacer nada, hablo de hacer algo y aún así VIVIR.

VIVIR DE VERDAD. No presa de cuatro paredes y un trabajo que no te deja respirar, no presa de las modas y los estereotipos de belleza, vivir, vivir en paz, libre, tocando la tierra con mis dedos y trabajando en calma para solo obtener mis necesidades básicas y... Y seguir respirando. Vivir... Felicidad... Libertad... Todo suena tan lejano. Y mi mente sigue hablando, golpeando, gritando, pidiendo algo que no logro comprender... Lanzándome a la herida, al llanto ¿Qué es lo que de verdad te hizo tanto daño? ¿Que es lo que no te permite dejar de pensar?