31. Spoken

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✣ Capítulo XXXI

Morgan.

Kaya...

Ese nombre se sigue repitiendo en mi mente, observando el lugar donde ella se desvaneció hace unos minutos. Mis ojos caen sobre Milosh, y puedo sentir la agonía que ella causa en él a través de nuestro vinculo.

Milosh...

Pienso. Su respuesta mental es casi inmediata.

No pasa nada.

Mi respiración aún esta acelerada cuando me apresuro a revisar a los miembros de mi clan. Milosh me sigue en silencio. Suspiro en alivio al revisarlos, aunque están mal heridos, todos están con vida. Sin embargo, no puedo evitar notar sus miradas curiosas sobre las marcas sobre mis brazos, cuello y rostro al igual que las de mi hermano.

—¿Están bien?— les pregunto, observando como Aidan ayuda a Lyla a ponerse de pie.

Todos asienten, el silencio reina entre todos, pesado e incomodo.

Luke y Drake comparten una mirada, Lyla me da una sonrisa de boca cerrada e Ian ni siquiera me mira, sentado en el suelo. Sus numerosas heridas sanando lentamente.

Y caigo en cuenta de que mi clan acaba de presenciar la pelea, acaban de vernos a mi y a mi hermano derrotando a más de una docena de Purasangres, lo cual habría sido imposible si yo solo fuera una vampira convertida.

¿Ya saben lo que soy?

Milosh rompe el silencio.

—Tenemos que salir de aquí, ya este escondite no es seguro para ustedes.

—¿Y quién eres tú?— pregunta Drake, arrugando sus cejas.

—Es...— me aclaro la garganta, —mi hermano.

Todos lucen sorprendidos con la excepción de Aidan e Ian que ya sabían de Milosh.

Luke aplaude, sonriendo como siempre.

—Vaya que eres una caja de sorpresas, Morgy. Tan callada pero llena de secretos, ¿eh?

El tono juguetón de su voz me tranquiliza, no hay reproche ni molestia, solo sorpresa.

Pero Ian aún no me mira y eso me duele, se que debe estar asimilando lo que acaba de presenciar.

Abro mi boca para hablar pero Milosh pone su mano sobre mi hombro.

—No tenemos tiempo, amanecerá pronto, todos debernos irnos a un lugar seguro, el sol solo detiene a los convertidos, no a los Purasangres.

Aidan levanta a Lyla entre sus brazos, cargándola. Drake ayuda a Luke a levantarse y lo sostiene de la cintura de lado ya que una de sus piernas esta muy lesionada.

—¿A dónde iremos?

—Conozco un lugar seguro pero tenemos que irnos ya si queremos llegar antes del amanecer. Y— Milosh cae de rodillas, temblando.

—¡Milosh!

Me arrodillo frente a él y observo como las lineas negras sobre nuestra piel se desvanecen lentamente. Nuestro vinculo desaparece. La piel de mi hermano se torna pálida, sus ojos entrecerrados.

—¡Milosh!— tomo su rostro entre mis manos, —¿Qué pasa?

—Es... normal.— me susurra, —tranquila, debemos irnos.

Dudo mucho que pueda caminar así que le ayudo a levantarse y pienso en cargarlo pero ahora sin el vinculo, lo débil que estaba y el efecto de ese asqueroso polvo que Tylos sopló frente mi antes de la batalla comienza a hacer efecto de nuevo.

Suelto a Milosh quien respira agitadamente pero se mantiene de pie porque me estoy mareando, retrocedo dos pasos temblorosos.

—¿Morgan?— Drake me llama preocupado.

No puedo desmayarme ahora, no.

Todos tienes las manos ocupadas, Drake sostiene a Luke, Aidan esta cargando a Lyla, Milosh apenas se mantiene de pie e Ian ni siquiera puede levantarse.

Se que si pierdo el conocimiento, nadie me ayudara. Sin embargo, el efecto del polvo me golpea con mucha fuerza y me tambaleo hasta que todo mi cuerpo cede y me caigo hacia adelante.

Y justo como aquella noche cuando esperaba el doloroso encuentro con el suelo, aterrizo sobre un suave pelaje que reconozco.

Abro mis ojos para encontrarme con ese pelaje blanco, el mismo que me salvó la noche que escapé de Byron.

—¿Lobos?— Luke pregunta aún más sorprendido, —es que no eres una caja de sorpresas, eres un jodido almacén con un montón de cajas así, Morgy.

Descanso un lado de mi cara sobre el lobo, mis manos y piernas colgando de el.

—Recibiremos el apoyo de los lobos,— Aidan ordena al clan, —Si no pueden caminar, un lobo los llevará, seguiremos a Milosh.

Alcanzo a ver como Milosh es cargado por otro lobo al igual que el resto de mi clan. Ian lo hace de mala gana pero no creo que su rabia tenga algo que ver con los lobos, creo que tiene que ver conmigo.

El lobo blanco cargándome se desplaza por el bosque con tanta facilidad, con tan rapidez que tengo que abrazar su cuello varias veces para no caerme y eso me hace preguntarme como hizo para cargarme inconsciente aquella noche.

Usé un arnés cuando perdiste el conocimiento para atarte a mi.

Su voz en mi mente es gentil, suave y tan controlada que casi raya en lo fría.

Hoy no lo traigo así intenta mantenerte despierta.

¿Cómo puede comunicarse conmigo mentalmente? Lo pienso, con la esperanza de que él escuche.

Supongo que tu vinculo con la naturaleza esta mejorando.

¿Cómo te llamas?

Calum.

El lobo esquiva unos arboles y tengo que aferrarme a su cuello con mucha fuerza. La piel debajo de su pelaje es caliente, casi hirviendo y su pelaje es tan increíblemente suave. Una criatura tan sublime, tan maravillosa, la naturaleza no deja de sorprenderme.

Al pasar los minutos, mis ojos pesan y cada vez es más difícil mantenerme despierta. Mis brazos alrededor del cuello del lobo se aflojan y el se detiene justo antes de que yo caiga de lado, mi espalda encontrándose con el duro suelo.

Apenas puedo ver a través de mis ojos entrecerrados, el cielo al tope de los altos arboles del bosque, su color pasando de oscuro a un azul pálido que anuncia el amanecer.

El inesperado olor a sangre me hace olfatear, mi nariz agitándose, buscando la fuente de esa sangre.

Blanco...

Un rostro que no puedo ver bien y cabello blanco aparecen encima de mi, bloqueando mi vista del cielo.

—Bebe,— esa voz que ya he escuchando en mi mente: Calum. Un muñeca que gotea sangre es puesta frente de mi, pequeñas gotas aterrizando sobre mis labios, —Mi sangre limpiará el efecto de ese polvo, es pura.

Obedezco cuando su muñeca se presionada contra mis labios, la sangre entrando en mi boca, tiene un sabor único que no sabría describir pero es muy poderosa, este lobo no es cualquier lobo. Ningún recuerdo o pensamiento llega mi, solo una inmensa sensación de paz y armonía con la naturaleza.

Al dejar de beber, mi vista comienza a aclararse y puedo ver al chico inclinado sobre mi. Calum luce joven con ese cabello blanco desordenado alrededor de su rostro. Sus ojos son grises y poseedores de mucha tranquilidad.

—¿Mejor?

Asiento.

—Gracias.

—¿Puedes cerrar los ojos mientras me transformo de nuevo? Es que no he traído ropa.

Oh, esta desnudo.

—Claro.

Cierro mis ojos mientras Calum vuelve a su forma lobuna y una vez que ha terminado me subo encima de él, con la mente clara y no borrosa como ha estado por ese polvo.

Llegamos al lugar que Milosh ha encontrado para nosotros y todos nos bajamos de los lobos, agradeciendo de corazón por su ayuda. Los lobos no son criaturas que les guste mezclarse con otras así que su ayuda significa mucho.

Con una sonrisa, me despido de Calum.

Mi clan ya ha entrado a la casa abandonada, probablemente buscando un sótano o un lugar dentro donde podamos escondernos del sol. Sin embargo, Milosh permanece en las pequeñas escaleras de madera de la entrada de la cabaña sin moverse.

—Vamos, tenemos que entrar.— le recuerdo.

—No, no tenemos.— él me dice con una sonrisa, —No eres un vampira convertida, Morgan, ¿Tu color favorito siempre fue el azul cielo no? Imagino cuando lo extrañas.

Y entonces me doy cuenta de que he vivido en una mentira todos estás décadas escondiéndome del sol, temiéndole, extrañando el cielo azul y el calor de sol sobre mi piel.

—No necesito esconderme.— digo en voz alta lo obvio.

Milosh toma mi mano.

—Ven conmigo.

Caminamos un poco hasta llegar a un acantilado, el mar luciendo implacable frente a nosotros, el cielo aclarándoselo cada vez más. Milosh se sienta en la orilla del acantilado y toca un punto a su lado así que me siento junto a él, mis pies guindando en el abismo. La emoción incendiando cada parte de mi.

Veré el sol, veré el cielo azul de nuevo.

La voz de mi hermano es suave, melancólica.

—Lamento que hayas vivido todos estos años, privada de tantas cosas. No tenía ni idea de que se habían metido con tu mente de esa forma. Yo... debí protegerte. Vaya mierda que soy como protector.

—Milosh.

Él gira su rostro y me mira, la sinceridad claro en sus ojos que son tan paredios a los míos.

—Lo siento, Morgan. Mi odio, mi necesidad de culparte por la pérdida de mis padres... Fui tan egoísta, yo—

—Para.- tomo su mano, —Por mucho que me odiaras, se que no me hubieras hecho daño a pesar de todo.

—¿Cómo estás tan segura?

—Tu eres mi protector, Milosh, tu siempre has sido capaz de ubicarme sin importar donde esté. Todas esas décadas pudiste encontrarme con facilidad y matarme o darle esa información a las múltiples personas que llegaron a ti buscándome a mi, pero nunca hiciste ninguna de esas cosas. En tu odio, aún me protegiste.

Él suspira.

—Ni siquiera creyendo que habías asesinado a nuestros padres dejaste de importarme, supongo que eso solo aumento mi odio a mi mismo, no pude odiarte.

—Tal vez una parte de ti sabia que yo no lo había hecho.

—Mi estupidez nos separo por 80 años.

—Estamos juntos ahora y eso es lo que importa.

El sol aparece en el horizonte dándole tonos naranjas al cielo y la linea del océano en la distancia. Milosh y yo lo disfrutamos en silencio por un buen rato, la mitad del sol ya visible y cuando su luz golpea mi rostro, lagrimas llenan mis ojos, no puedo evitarlo.

Ha pasado tanto tiempo desde que lo he sentido.

Milosh no dice nada mientras limpio las lagrimas rojas que ruedan por mis mejillas.

Pensé que jamás volvería ver el cielo de esta forma, que jamás sentiría la luz del sol, que viviría en la oscuridad para siempre.

Así que este momento significa mucho para mí, disfruto cada segundo, cada sensación, cada brisa que roza mi piel al sentir el calor del sol sobre la misma.

Después de un largo rato de disfrutar, le echo un vistazo a Milosh cuya mirada esta perdida en el horizonte pero no creo que sea porque lo este admirando, su mente esta en otro lugar.

—Milosh.

—No quiero hablar de eso.

—Lo siento, no quiero presionarte.— digo con honestidad, —pero si tienes alguna información sobre Kaya y Kain, necesito saberlo.

Milosh deja salir una larga bocanada de aire.

—Supongo que ya sabes que Kain fue el primer purificador.

—Si.

—Él es un enigma, nadie nunca lo ha visto, nadie sabe lo que quiere o si de verdad esta relacionado con Nhyme, lo más cercano que alguien ha estado de Kain, es Kaya, ella parece poner la cara por él.

—Él esta relacionado con Nhyme, Kaya salvó a Tylos hace unas horas.

—Lo se, y es lógico pensar que lo estén pero no se, Morgan, hay algo que me dice que eso es lo que ellos quieren que todos pensemos, que nos distraigamos con eso mientras ellos hacen lo que sea que en realidad quieren lograr.

—¿Por qué crees eso?

Milosh se gira a mi completamente, usando sus manos al explicar, solía hacer eso cuando éramos pequeños y me contaba algo de lo que estaba seguro.

—Los Purificadores y protectores son seres muy apegados a la naturaleza. Su poder, su fuerza, depende de que tan profundo y desarrollado este su vinculo con la naturaleza. Eso requiere tiempo, práctica, es por eso que aún no puedes hacer la purificación, aún necesitas madurar tu vinculo y preparar todo ese poder.

—Eso lo se.

—Después de la purificación, Kain y Kaya han tenido más de mil años con su vinculo con la naturaleza, todo ese tiempo para perfeccionar, aumentar y dominar todo el poder natural posible. El poder que sentiste de Kaya, no es ni siquiera un cuarto de su potencial, y no me quiero imaginar el poder que tiene Kain.

—¿Estás diciendo que son invencibles?

—No, solo estoy diciendo que ambos son posiblemente las criaturas más poderosas de este planeta y aún así, no han venido por ti.

—Tal vez han mandado a otros, como Tylos.

—Morgan, si Kain te quisiera muerta, te mataría en un abrir y cerrar de ojos. Él sabe que un Purasangre no podría contigo, eres un Purificador, él sabe que si de verdad quiere matarte tendría que hacerlo él mismo o enviar a Kaya, la pregunta es, ¿Por qué no lo hace?

—Porque no me quiere muerta.

—Exacto, y el objetivo principal de Nhyme es la eliminación de los Purificadores así que no cuadran sus objetivos.

—Pero si no me quiere muerta, entonces, ¿Qué es lo que quiere?

Recordé las palabras de Kain en mi oído hace unas horas, en el comienzo de la batalla en la playa.

'Solo diviértete todo lo que quieras, disfruta tu libertad porque una vez que llegue el momento, iré por ti y tomarás tu lugar a mi lado como debe ser.'

Se lo cuento a Milosh quien luce aún más convencido de que tiene razón.

—Kain esta esperando algo, no se lo que es, pero él esta esperando algo para venir por ti.

—Quizás esta esperando que madure mis poderes para detenerme antes de que pueda realizar la Purificación.

—Eso no tendría sentido, si lo que quiere es detener la Purificación, entonces solo te mataría.— Milosh parece pensarlo, —¿Y si esta esperando que hagas la Purificación?

—¿Por qué yo? ¿Por qué ahora después de que tantos Purificadores han muerto? ¿Por qué ahora si querría que pasará?

—No lo se, Morgan, solo se que el plan de Kain no es tan simple como quiere que creamos que lo es.

Me quedo pensando en todo lo que Milosh ha dicho. La incertidumbre de lo que Kain planee realmente me aterra porque como Milosh ha dicho, su poder va mucho más allá de nosotros.

—Bueno, te dejaré a solas, imagino que ustedes dos tienen mucho de que hablar.— Milosh se pone de pie y no entiendo sus palabras hasta que veo a la alta figura entre los arboles detrás de nosotros.

Shadow.

El Purasangre dueño de mi corazón esta en su uniforme oscuro como de costumbre, la espada en su espalda, su cabello desordenado alrededor de su cara que se oculta bajo esa mascara negra usual. Puedo ver el rojo de sus ojos con mucha claridad, se ven hermosos con la luz del sol reflejándose en ellos.

Se me corta un poco la respiración, y cada nervio de mi cuerpo se activa ante su presencia.

Mío, suya.

Estamos vinculados, se que es normal que mi cuerpo reaccione así a él pero igual no se como manejarlo.

—¿Estás bien?— su voz es música para mis oídos porque aunque han pasado solo horas desde la última vez que nos vimos, se me ha hecho una eternidad.

—Si, y ¿Tú?

Lamo mis labios, revisándolo, Aidan me ha dicho que Shadow estuvo peleando con un montón de Purasangres mientras nosotros luchábamos en la playa. Me alegra comprobar que Shadow no tiene ni un rasguño.

Esa sonrisa arrogante que conozco tan bien se forma en sus labios a la vista en el agujero que tiene su mascara.

—Por supuesto, un montón de Purasangres no son nada para mí.

—Claro.— aparto la mirada, mis ojos enfrentando ese maravilloso sol que ya ha salido.

Shadow toma el lugar de Milosh y se sienta a mi lado, su esencia volviéndome loca. Me muero por arrancarle esa mascara, la ropa y repetir lo que hicimos en su habitación. Agradezco de que no pueda ver lo que estoy pensando, eso me recuerda a algo importante.

—¿Por qué ya no puedo oírte en mi mente?

—No lo se, pensé que habías aprendido a controlarlo.

Recuerdo las palabras de Kain.

'Porque yo lo estoy bloqueando'

Abro la boca para contarle a Shadow pero honestamente, ya no quiero hablar de Kain, él ha monopolizado ya mucho tiempo, muchas conversaciones, ya no quiero hablar más de él. Por los menos no ahora cuando estoy frente a este hermoso amanecer junto al Purasangre que amo.

Mi cuerpo se calienta, mi piel pidiendo a gritos su toque, me muerdo el labio inferior controlándome. Le echo un vistazo a Shadow y para mi sorpresa, su mirada esta sobre mí. La intensidad en sus ojos me hace tragar grueso.

Shadow me agarra del cuello y me besa, mandando todas mis terminales nerviosas a una sobrecarga que me hace gemir en sus labios cuando todo lo que ha hecho ha sido besarme por unos segundos.

Él profundiza su beso, y me siento a horcajadas sobre él, devolviéndole el beso con todo lo que tengo, con todo lo que siento.

Lo quiero tanto.

Shadow gruñe y comienza a desgarrarme la ropa, desesperado, tan hambriento de mi como yo de él. Y ahí, en mi primer amanecer en más de ocho décadas, me entrego de nuevo al Purasangre dueño de mi corazón, apartando todo pensamiento de lo que nos espera en un futuro, toda preocupación porque sin importar lo que pase, Shadow siempre será mi único amor. 

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Nota de la autora: ¿Cuál será el plan de Kain? ¿Milosh tiene un pasado oscuro con Kaya? ¿Por qué Shadow esta tan bueno? Véanlo en el próximo capítulo de "Almas perdidas." Advertencia: Los creadores de la historia no se hacen responsable por los siguientes síntomas: adicción a la historia, horas perdidas pensando miles de teorías, maldecir al aire porque no tienes un Shadow en tu vida, querer ir donde vive la autora y sacudirla hasta que te explique todo, y enamorarte de todos los chicos de la historia porque están más buenos que el pan.

No pero en serio, disculpen el lenguaje, pero, ¿Qué carajos es lo que quiere Kain? 

Muakatela,

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