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"¿Sabes qué es lo peor que te puede pasar? Que no puedas confiar en la persona que más amas en el mundo. " 

-Cassandra Clare

—Shoto—dijo su padre con voz fuerte y neutral—Y Midoriya Izuku. Quizá debería decir Toshinori

El pecoso se sobresaltó al escuchar al padre del bicolor. Hizo una ligera reverencia a modo de saludo.

—Señor Todoroki, un gusto verlo nuevamente. Midoriya está bien.

—A Hisashi le agradara oír eso. Estoy seguro que extrañas a tu padre.

—Lo siento señor Todoroki pero ese no es un tema que le corresponda.

Enji le miró unos segundos, la mirada del muchacho pecoso no transmitía nada que no fuera indiferencia y enojo,  tal vez.

—Mocoso—Enji ríe descolocando a Midoriya por la actitud del mayor—Me agradas.

Luego de eso, Todoroki mayor centra su mirada en su hijo quien se la regresa con furia en los ojos.

—¿No vas a decir nada, Shoto?

—¿Qué mierda significa esto, viejo?

—Esa no es manera de hablarle a tu padre

El medio pelirrojo pasó su mano por su cabello despeinándolo. Sus conversaciones le están abrumando. Sobre todo el hecho de que al parecer todos conocen al joven pecoso tratándolo como si fueran viejos conocidos.

—Te hablo como se me dé la gana. Ahora dime qué haces aquí y que son ustedes

El pelirrojo no se inmutó ante la fría mirada de su hijo. Estaba acostumbrado a la frialdad de su hijo menor.

Izuku sonrió nervioso cuando chocó con los ojos azules de Touya y se concentró en la guerra de miradas que sostenían Enji y su hijo. ¿Qué mierda pasa aquí? ¿Acaso nunca le dijeron lo que es ser un cazador de sombras? Se preguntó el pecoso y en un acto de nervios se mordió el labio, puede sentir como la tensión crece en el ambiente.

—Cariño, es mejor que se calmen y...

—Habla—Shoto ignoró a su madre que intentaba hablar con su hijo y este no atendía a sus palabras

—Hermanito, creo que...

—¡Basta, cállense!—gritó y volvió a desafiar con la mirada a su padre—¡Habla ya!

Estaba desesperado, quería conseguir respuestas y su madre y hermano no ayudaban en nada. Fijó su vista en Midoriya quién le veía preocupado.

—¡Oye Shoto, no grites así!

—Somos cazadores de sombras, descendemos de una gran familia de cazadores de demonios. Hacemos esto desde hace siglos para mantener este mundo a salvo de la oscuridad—contestó su padre cruzando de brazos.

—Todos somos a excepción de ti—susurra su hermano mayor

—¿Por qué yo no?

—No lo sabemos. Se supone que como cazadores de sombras podemos ver cosas que los mundanos no—Touya hizo una mueca

¿Mundanos?

—Gente normal. Y como no podías ver, por tu seguridad dejamos que llevases una vida común y corriente como cualquier otro mundano—contestó su madre—Creímos que era lo mejor para ti.

—No queríamos exponerte Sho, estás mejor así

El cerebro del bicolor trabajaba rápido para procesar la poca información que su familia le daba. Se sintió dolido. Su propia familia le había engañado respecto a su vida, y lo peor aun es que decidieron ocultárselo para mantenerlo a salvo; hasta donde recuerda estuvo a punto de morir en manos de un demonio que supuestamente no puede ver, de no ser por Midoriya ya estuviera muerto y al parecer su plan de mantenerle oculto fue un fracaso. Quiere decirles algo de eso pero ya no siente que pueda confiar en ellos.

No puedo más con esto, pensó el bicolor y comienza a subir escaleras arriba.

—Quiero estar solo

—Shoto vuelve aquí—exige Enji malhumorado

Sin embargo Shoto lo ignora

—Déjenme en paz

Gritó y terminó de subir las escaleras para encerrarse en su habitación. Pero sorpresa, su puerta también estaba rota, el armario abierto y con su ropa desperdigada en el suelo, al menos la puerta del baño estaba bien. Colocó una barra de metal que atrancó en el marco para poner una sábana a modo de puerta, recogió toda la ropa y la lanzó con furia al armario. Se acostó en su  cama aguantándose las ganas de llorar. Solo espera que todo mejore.

Izuku mandó un mensaje a su madre avisando que llegaría tarde a casa. Enji y Touya Todoroki se fueron, parece que solo vinieron a confundir al bicolor. Se dedicó a soplar el té de manzanilla que la señora Todoroki amablemente le ofreció.

—Gracias por traer a salvo a mi hijo.

—No fue nada

Izuku le contó todo, haciendo pausas para tomar su té. Le habló sobre la primera vez que lo vio–o más bien que Shote le vio–, en su preparatoria y esta noche del ataque.

La albina se sorprendió de escuchar aquello, su hijo vio un demonio por primera vez; solo y casi muere.

Quizás debieron esperar a que él se dirigiera directamente a preguntar y no lanzar la bomba o haberselo dicho desde hace tiempo: Oye, ten cuidado. Tus pesadillas son reales. O algo por el estilo. Pero lo hecho, hecho está y el no es quien para dar opiniones de cómo manejar esa información en su familia.

—Me sorprendí mucho al saber que es un Todoroki y no fuera uno de los nuestros.

—Pocas personas saben de Shoto. Y es mejor así. No pienso ponerlo en peligro.

—Lo imagino— aunque su silencio lo hará, pensó. Mejor bebió de su taza disfrutando el sabor y aroma relajante de la manzanilla en su boca y tragó—es difícil a decir verdad.

—¿Te gustaría venir mañana? Creo que será bueno que vea alguien que no sea un Todoroki—trató de sonreír pero solo le salió una mueca.

—Está bien. Vendré temprano—Izuku dio un último trago y se puso de pie

—Gracias—La señora Todoroki le imitó para darle un abrazo y el le sonrió para tranquilizarla.

Al día siguiente Midoriya vistió a color. Quería verse normal para Todoroki. Tocó la puerta, le abrió la señora Rei quien usaba un vestido blanco con flores azules. Le sonrió y le dejó pasar

—Sigue arriba pero creo que ya despertó

—¿Quiere que le diga algo en especial?

—Solo resuelve sus dudas por mí

Izuku asintió para después subir a ver al heterocromático. Se dio cuenta que su habitación solo tenía una sabana para cubrir el interior, la levantó un poco pidiendo permiso para entrar. No lo vio por ninguna parte. ¿Se habrá escapado? Preocupado revisó las ventanas, estas tenían protectores por tanto la idea fue descartada.

Miró con curiosidad alrededor de la habitación. De colores simples; azul, blanco y gris, una gran cama cubierta por sabanas azules que parecían ser de seda, dos veladores a cada lado, en uno de ellos estaba su móvil, un estante de libros y en las paredes algunas fotografías con su familia y su amiga de cabello azabache.

Tomó uno de los libros vio al azar. Hush, Hush. Le llamó la atención que en la portada tuviera un ángel y que estaba escrito en ingles.

Afortunadamente entiende el idioma. Lo abrió casi a la mitad donde había un pos-it de color verde a modo de separador. Se sentó en la cama con libertad y con curiosidad comenzó a leer.

<< El extendió su manos sobre la encimera junto a mis caderas. Se arrimó inclinando la cabeza. Me sentí abrumada por su aroma, que olía a tierra húmeda y oscura. Después de dos inhalaciones intensas, me dije que aquello no estaba bien, no con Patch. Me daba miedo. En el buen sentido, si pero también en el malo. En el peor.

—Debes irte— suspiró—si será lo mejor

—¿Adónde? ¿Aquí?—Acercó su boca a mi hombro—¿o aquí?—y luego a mi cuello. >>

Escuchó que la una puerta se abría y se sorprendió de ver al bicolor salir del baño con una toalla en la cadera, y se sorprendió aun mas de ver su cuerpo tonificado y definido. Sabía que su padre lo había inscrito a diferentes deportes y por ende tendría condición pero no de esta manera. Le goteaba agua del cabello y dichas gotas resbalaban por la piel clara y sedosa del bicolor.

Vio como se sorprendió y luego frunció el ceño. Caminó a su armario, creyó que para buscar ropa pero solo sacó otra toalla para secarse el cabello.

—¿Qué haces aquí?— luego de eso se sentó cerca poniendo nervioso al pecoso ya que no traía puesto prenda alguna y la toalla no cuenta, logrando que se sonrojara.

—¿Qué no tienes ropa?—Midoriya trató de disimular pero Shoto logró ver el carmín coloreando sus mejillas haciendo resaltar las pecas. Adorable, pensó

—Tal vez...

—No sabía que leías romance juvenil y sobre todo libros extranjeros—fue el turno del bicolor avergonzarse cuando Izuku le mostró la dichosa portada.

—Es de Momo, me lo prestó hace un par de días por una apuesta que perdí. Hoy no vienes de negro, te ves mucho menor con ropa normal. A todo esto, ¿Qué edad tienes?

Al final Todoroki si se dio cuenta de la vestimenta colorida que traía puesta.

—Diecisiete

—Te ves de quince—vio de reojo como Midoriya tenía ligeramente el ceño fruncido—Hoy no tienes los brazos pintados

—Las runas desaparecen después de ser usadas. A tu madre también se le desvanecieron, un poco.

Se hizo un silencio incómodo. Incómodo para Izuku ya que Todoroki seguía semidesnudo y viéndole de manera fija.

—Vas a resfriarte si sigues así—entregó el libro a su dueño temporal pegándolo a su pecho desnudo.

—Es tu culpa por volver a acosarme

Shoto se puso de pie para dejar el libro en el estante, luego sacó un pantalón de su desordenado armario. Estaba por reclamarle que no lo acosaba cuando dejo caer la toalla de su cadera.

—¿Q-que haces?—emitió un pequeño grito de sorpresa. Afortunadamente traía puesto ropa interior—¡No hagas eso!

—¿Tiene algo de malo? Estoy en mi habitación—comenzó a subirse su pantalón para abotonarlo—además somos hombres

—¡Eres un desvergonzado!—medio gritó por los nervios provocándole otro sonrojo.

Shoto se recostó en su cama

—¿Y tu playera?

—Tengo calor para usarla

Izuku suspiró derrotado. Necesitaba distraerse porque el comenzaba a sentir calor también

—¿Así que el libro es de tu novia?

Una buena estrategia, Izuku, pensó el de cabellos verdes.

—Que es no es mi novia—negó con los ojos cerrados

—Claro

Segundos después escuchó un saludo de una voz femenina pidiendo permiso para pasar. Al ingresar vio en su mirada desconcierto. Probablemente por su presencia en la habitación del bicolor ya que no le conocía de ningún lado o puede ser porque su mejor amigo se encuentra sin playera a su lado recostado en la cama. Shoto abrió los ojos con pereza y se puso de pie para tomar una playera y ponérsela.

—Creí que estarías fuera de la ciudad.

Izuku se hizo un facepalm mentalmente. Un hola no lastima a nadie Todoroki-kun, pensó el de cabellos verdes. Su amiga sonrió acostumbrada a las palabras directas de su amigo.

—Se canceló el vuelo por el trabajo de mi padre pero, disculpa ¿Quién eres tú?

Esta vez, hablandole a Midoriya, quien veía con curiosidad al par de amigos.

—Izuku Midoriya—le extendió la mano para saludarla—Un gusto

—Momo Yaoyorozu

—Losé, apareces en muchas fotos—señaló la pared sonriendo.

—Lamento la interrupción—La madre albina de Todoroki llamó la atención— Izuku, ven un momento.

El pecoso bajo las escaleras para encontrase con Katsuki serio y enojado. Puede que siempre tenga un humor de perros pero raras veces le ha visto completamente serio. Y tras el Uraraka le miraba nerviosa. Ahora tenía miedo de su parabatai.

—Hola Kacchan

—¡Cállate estúpido Deku! La cara redonda no quiso decirme dónde estabas—la sonrisa maliciosa de su amigo le provocó escalofríos—pero siempre consigo lo quiero

—Lo siento—murmuró su amiga apenada

—No te preocupes—le sonrió—¿Y qué haces aquí Kacchan?

—Aquellos estúpidos tienen problemas con la misión y necesitan ayuda—comenzaba a elevar la voz—¡pero tu estas aquí divirtiéndote haciendo quien sabe que! Dime, ¿tendré que decirle a tu madre que otra vez que te metiste en un puto problema que no es tuyo?—el cenizo tomó al pecoso de su playera acercándolo a su rostro amenazante— ¡Responde, mierda!

Desde las escaleras Momo y Todoroki observaban todo a escondidas desde las escaleras. Los amigos de Midoriya vestían de negro y botas militares. Al parecer ellos no sienten el feo calor del verano.

—¿Quiénes son ellos?— al parecer Momo podía verlos—¿son amigos tuyos? ¿Son góticos?

—¿puedes verlos?—susurra el bicolor con evidente sorpresa.

—Ciega no estoy, lo de los lentes solo fue en una ocasión— responde avergonzada

¿Cómo es posible si antes no pudo verlos en el supermercado?

El rubio seguía gritando y sacudiendo a Midoriya quien no hacía nada para quitárselo de encima

—Bakugo basta. Debemos irnos—la castaño apoyo una mano en el hombre de este.

Bakugo soltó con brusquedad al más bajo que casi tropezaba con sus propios pies.

—¿Al menos terminaste lo que viniste a hacer, inútil?

Shoto vio como Izuku negó en respuesta a la pregunta del rubio quien acentuó aun más su cara de estreñido

—¡Nos vamos!—gritó y salió con fuertes pisadas resonando por toda la estancia.

Izuku se acercó a la madre de Todoroki tomandóle de las manos

—Al final no pude explicarle nada. Lo siento

¿Explicarle qué? Lo único que hicieron fue avergonzarse entre sí.

—No te preocupes—su madre abrazó al pecoso y después le dijo algo que no escuchó—Tengan cuidado.

¿Tener cuidado de qué? Había tantas preguntas en la cabeza de Todoroki y ninguna tenía respuesta.

—Izuku apresúrate. Katsuki está muy impaciente y todavía tenemos que pasar al Instituto.

¿Instituto en verano? Shoto se preguntaba si asistía a clases extra en el verano pero no parece el tipo de chicos que se mete en problemas, aun si viste como un rebelde. Ve como el pecoso ríe, avanza unos pasos y se detiene en el umbral de la puerta.

—Adios Todroki-kun—y le regaló una bonita sonrisa sincera que le removió el alma.

Izuku se alejó hasta que no pudo verlo más. Con rapidez bajó las escaleras para salir a la calle pero se había ido.

Su madre se detuvo tras él y colocó su mano en el hombro. Shoto se volteó para verla a los ojos.

—¿adónde fue?

—Estará bien, es fuerte. No te preocupes—le besó la cabeza

—Vamos, no dejes a Momo esperando. ¿Que tal si hacemos soba frío?

<<Estará bien>>

Shoto esperaba que sí.

¡Hola!:'D

Bueno, acá le estoy metiendo OC a Shoto. Creo. Idk xd

Espero que les guste uwu

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