12. Una bella extraña

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Eran las cuatro y cuarto de la tarde.

La persona que estaba tocando la puerta sin dudas era insistente, ya que no paró de tocar el timbre.

Loan aún agitada, pensó mientras bajaba las escaleras: “Quien podrá ser? Mis hermanas llegan cerca de las cinco y papá llegará por la noche”

Cuando miró por el ojo de la puerta, vió que se trataba de una hermosa joven de largo cabello rubio, ojos celeste y una sonrisa impecable.

Por su apariencia, debía ser tres o quizas cuatro años mayor.

Loan antes de abrir la puerta puso el pestillo de cadena:

“Quizás sea alguna vendedora”, pensó mientras abría lentamente.

- Buenas tardes, le puedo ayudar en algo? - le preguntó.

- Si, Hola buenas tardes… de casualidad se encontrará Lincoln en casa? - preguntó la chica.

Loan dudó antes de responder:

- ...Él salió, pero volverá de noche. Si usted quiere, puedo dejarle su mensaje.

- Vaya, es una lastima. Vine de muy lejos para verlo y no está… - suspiró aquella chica.

Se quedó mirando a Loan por par de segundos, hasta que de improviso exclamó:

- Ahora lo recuerdo! Tú eres la pequeña Loan! Vaya, has crecido mucho en solo cinco años.

Loan estaba confundida. Quién era ella? y por qué la conocía?

- Crees que pueda pasar un momento? - preguntó la chica.

Loan dudó por varios segundos, pero a pesar de que nunca la habia visto a esa chica, sacó el pestillo y abrió la puerta.

Tal vez fué por intuición, pero algo le decía que debia hablar con ella.

La chica al entrar, se dirigió de inmediato hacia el living:

- ahhh… cuantos recuerdos me trae este lugar - dijo abriendo los brazos.

- Si quiere puede tomar asiento, señorita… Ehhmm… -  Loan ni siquiera conocía su nombre.

- Ah! Es verdad! Disculpa mis modales! - dijo avergonzada - me llamo Dolores. Soy una amiga de tu padre.

- Ya veo. Por favor deme un momento para traerle algo - dijo Loan dirigiendose hacia la cocina.

Preparó un poco de té para su invitada y le pidió que se sentara mientras se lo llevaba.

Al servirselo, Dolores tomó la taza con su mano izquierda el plato con la derecha. Con su meñique erguido comenzó a beber.

Tras dar el primer sorbo, le dijo a Loan algo no muy apropiado para una invitada:

- Este no es té de Inglaterra, ni tampoco de la India… pero está delicioso - dijo con una sonrisa.

Loan se sintió muy feliz por ese elogio:

- Muchas gracias, me alegra que le haya gustado.

- Ahora cuentame, cómo está tu padre? - preguntó Dolores.

- Muy bien. Ahora se encuentra trabajando, pero llegará en la noche, después de recoger a mi hermana de la guardería.

- En serio? Cuando te pregunté en la puerta no me dijiste eso - dijo Dolores en tono burlón.

Loan de nuevo se quedaba sin poder responder. Dolores soltó una carcajada, no por la reacción de la chica, sino porque recordó una cosa en particular:

- No cabe duda que te pareces a tu madre, ella también se trababa de esa forma - dijo ocultando su risa.

Aquella frase dejó perpleja a Loan:

- ...Usted conoció a mi mamá? – preguntó.

- Bueno, si. Lori fué como una hermana mayor para mí.

- Papá no me habla mucho de ella… no desde que falleció…

Loan siempre se ponía muy triste cada vez que recordaba a su madre:

- Este sabado sería su cumpleaños. Mi papá me prometió que iriamos a verla.

- Vaya… no puedo creer que ya han pasado quince años. - luego de decir eso, miró su celular y se levantó de su silla:

- Loan, te agredezco toda tu hospitalidad, pero me surgió una emergencia, asi que debo irme.

- Se va tan pronto? Pero aún hay muchas cosas que quiero preguntarle sobre mi mamá. - dijo Loan, con sus ojos a punto de llorar.

- Escucha por favor, te prometo que otro dia vendré a verte y te contaré más cosas, pero ahora estoy contra el tiempo.

- ...Esta bien - dijo Loan secando sus ojos.

Dolores se acercó a ella y le secó una lagrima con el pulgar:

- Ahora tienes que prometerme algo.

No debes contarle a nadie que vine, ni a tu padre ni a tus hermanas. Podrías hacerme este favor?

- No lo sé…  nunca le había mentido a papá - dijo temblando.

- no es mentir si no dices nada, verdad? - le dijo guiñandole el ojo.

Luego de eso le dió un abrazo:

- Cuidate mucho Loan, y cuida tambien de tu padre. Aunque no lo demuestre, el es quien lo está pasando peor.

Mientras caminaba hacia la calle, Dolores hizo parar un taxi. Al abordarlo, se despedió de Loan agitando su mano.

El taxi partió hacia el centro, dejando la casa Loud atrás...

Faltaban cinco minutos para las cinco de la tarde.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro