Cap. 3: El engaño

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Una semana después, Luna acordó en ir a una fiesta en un local con Sam para divertirse un poco, pero nuevamente, Bruce los acompañaría, lo que le parecía raro a Luna.

Luna: Bueno, ya vamos a la fiesta.

Sam: Pues claro, Bruce también nos acompañará.

Luna: ¿De nuevo?

Bruce: ¿Hay algún problema?

Luna: Bueno no.

Los tres fueron a la fiesta, pero Luna no sabía lo que Sam y Bruce harían, lo que la dejaría marcada de por vida.

En la fiesta, Sam y Bruce tomaban mucha cerveza, pero Luna solo pedía gaseosa para no emborracharse.

Luna: ¿Saben que no deberían tomar alcohol en exceso a su edad?

Bruce:(Ebrio)Pero.....hip....vale la pena cuando...hip...lo haces por...hip...amor.

Luna:(Confundida)¿Amor?

Bruce: Oh, hip..olvida lo que dije..hip...solo lo hago porque la primera vez que tomé alcohol..hip..me gustó.

Sam:(Borracha)A mí..hip...igual.

Luna: Claaaarooooo......disculpen, voy a ir al baño.

En el baño, mientras Luna se lavaba las manos, escuchó unos sonidos como de bocas haciendo contacto, lo que le pareció raro, así que salió a ver.

Luna: Espero que no estén.....OOOHHH!

Luna quedó sorprendida al ver a Sam y Bruce besándose en los labios, y parecían hacerlo felices.

Sam: Sigues besando bien, amorcito, eres un bellísimo no-vio.

Luna: ¡¿PERO QUÉ?!

Bruce: Oh, hola Luna, así, bebé, espero que formemos una bella familia tu y yo porque.....(se detiene y ve junto con Sam a Luna quien estaba parada en frente de ellos)

Sam.(Asustada)Emmmm....solo estábamos...ensayando para.....¿un comercial sobre amor?

Bruce:(Sonríe nerviosamente)

De repente, Luna sintió que su corazón se derrumbaba, ya que había descubierto que aquella persona que tanto amaba y decía que la amaba a ella también la había engañado con Bruce. Entonces sintió unas lágrimas salir de sus ojos mientras empezaba a llorar.

Luna: ¡Tú me dijiste que también me amabas y pensé que era verdad!

Sam: Yo lo...

Luna:(Llorando)¡Eres una maldita infiel!, ¿cómo pudiste hacerme ésto?, después de lo que pasamos, al final me engañas con este inepto.

Bruce: De hecho soy de los mejores de mi clase porque...

Luna: ¡TÚ CIERRA LA MALDITA BOCA!, ¡SOLO JUGARON CON MIS SENTIMIENTOS!

Luna estaba muy furiosa y a la vez triste, tanto que empujó fuertemente a los dos.

Luna: ¡NUNCA TE HABRÍA PUESTO ESA CARTA EN TU PATÉTICO CASILLERO SI HUBIERA SABIDO QUE ERAS UNA CHICA INFIEL!

Sam: ¿Pero podemos seguir siendo amigas?(sonríe de forma asustada)

Luna: ¡Ni siquiera lo pienses!, ¡me largo de aquí y espero no volver a ver sus horribles caras en toda mi vida!

Luna salió de la fiesta llorando como nunca, Sam y Bruce simplemente se quedaron atónitos. En la casa Loud, Luna entró con ojos llenos de lágrimas que corrían mientras sollozaba, Lincoln apareció y le preguntó qué le había pasado.

Luna:(Llorando)¡No quiero hablar de eso, Lincoln!

Lincoln: Pero....

Luna: ¡Solo quiero estar sola!(sube las escaleras hasta su habitación donde estaba Luan)

Luan: Luna, ¿qué te pasó?

Luna:¡Sal de aquí!

Luan: ¿Por qué?

Luna: ¡SOLO SAL!

Luan:(Asustada)Está bien está bien.

Luan salió y Luna trancó la puerta con seguro y una silla, subió a su cama, se recostó y continuó llorando inconsolablemente. Tenía unas lágrimas más grandes que lo normal, porque Sam la había estado engañando con Bruce y eso la dejó con el corazón roto. Luna no dejó entrar a nadie al cuarto, ni siquiera a Luan, estuvo así por varias horas, hasta que Lincoln decidió entrar para ver qué le pasaba.

Lincoln: Luna, déjame entrar por favor, quiero hablarte.

Luna: ¡Vete!, ¡no quiero ver a nadie ahora!

Lynn, la hermana amante del deporte, le dio a Lincoln las llaves del cuarto para poder abrir la puerta y entrar.

Lynn: Siento pena por ella, Lincoln, por si acaso yo también entraré para verla.

Lincoln. Ok, Lynn.

Lincoln y Lynn quitaron el seguro de la puerta con las llaves y la empujaron porque tenía una silla. Al entrar vieron a Luna sentada llorando muy fuerte, tanto que parecían salir cascadas de sus ojos y el suelo estaba mojado por sus lágrimas.

Luna:(Aún llorando)¿Qué quieren?

Lincoln: Luna, no soportamos verte así, queremos ayudarte.

Lynn: Sí, aunque no lo creas, si una hermana se siente mal yo me siento mal, solo queremos ayudarte, ¿qué fue lo que pasó?

Luna:(Con lágrimas) Es que.....(llora de nuevo y Lynn le da palmadas en la espalda)

Lincoln: Solo dilo, sea lo que sea, te apoyaremos y te brindaremos ayuda.

Luna: ¡SAM ME ESTUVO ENGAÑANDO TODO ESTE TIEMPO!

Lincoln y Lynn: ¡¿QUÉ?!

Luna: Sí.

Lincoln: Pero si dijo que ella también te amaba.

Luna:Eso pensé, pero en la fiesta a la que fui, descubrí que Bruce era su novio.

Lynn: ¿Quién es Bruce?

Luna: Nuestro amigo....o al menos eso pensaba, vi que él y Sam se estaban besando.

Lincoln: ¿Cómo se le ocurre serte infiel?

Luna: No lo sé(se para y se aleja un poco de Lincoln y Lynn cuando estaba al borde del llanto de nuevo)

Luna: No puedo creer que me haya enamorado de esa tonta mugrosa.

Luna cayó de rodillas sumamente triste, nuevamente lloró y sus lágrimas caían sin parar por su cara. En ese momento Lincoln y Lynn se le acercaron y le dieron un abrazo.

Lincoln: Tranquila, Luna, estamos aquí para apoyarte sin importar qué.

Lynn: Que se mueran, ellos no te merecían.

Lincoln: Solo son unos patéticos que no saben querer de verdad a los demás.

Cuando se separaron de Luna, ésta se les acercó y volvió a abrazarlos.

Luna: Cómo los odio a esos dos, jugaron con mis sentimientos, yo solo quería a alguien que me amara, pero resulta que en realidad no encontré a esa persona.

Lynn: Déjalo salir, Luna, déjalo salir.

Luna:(Gritó en llanto tan fuerte que todas las hermanas fueron con ella para abrazarla. Unos momentos después decidió que la dejaran con Lynn y Lincoln.

Luna: Quiero olvidarlos de cualquier forma.

Lynn: Tranquila, ¿qué tal si vamos los tres a hacer algo divertido mañana para que olvides el ma rato?

Luna: Hmmm...suena bien(finalmente sonrió)

Lincoln: Hay nuevas tiendas en el centro comercial, podríamos ir ahí.

Lynn: Buena idea, Lincoln.

Luna: Muy bien, iremos entonces.

Lincoln y Lynn se fueron a sus cuartos y Luna se quedó en el suyo, esperando el día siguiente para olvidar el mal rato.





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