El psicólogo era alto, amable, y cariñoso; tenía puesto un saco de color mostaza, unos pantalones café osucro y unos zapatos negros. Entró a ver a Luna en su habitación, ella estaba con lágrimas enormes y los ojos brillosos. Él sintió pena por ella, así que se le acercó.

Psicólogo: Hola, soy el psicólogo Alejandro Martínez, pero puedes llamarme Alejandro porque me gusta hacerme amigo de algunos pacientes, vine para ayudarte con tus problemas emocionales.

Luna:(Secándose las lágrimas)Soy Luna Loud, es un gusto conocerlo, necesito ayuda urgentemente.

Alejandro: Tu padre me dijo por teléfono que estabas muy deprimida porque la persona que amabas te fue infiel.

Luna: Con solo escuchar eso me dan ganas de llorar(Empezó a llorar de nuevo, su ropa ya estaba muy húmeda por las lágrimas)

Alejandro:(Dándole palmadas en la espalda)Tranquila, no llores, vine aquí para ayudarte, necesito que me digas a detalle qué pasó.

Luna:(Se seca de nuevo las lágrimas)Bueno.....es que hace unos días fui a una fiesta con Sam, la chica que me gustaba(sonrojada)sí, soy lesbiana.

Alejandro: No te sientas mal, yo siempre respeto a las personas aunque sean lesbianas.

Luna: Ella, yo y un chico llamado Bruce estábamos ahí, estaban emborrachándose aunque les decía que no debían tomar alcohol siendo tan jóvenes. Les dije que iría al baño, pero cuando volví, estaban besándose en los labios, no pude contenerme y les grité con lágrimas. A Sam le dije que era una tonta infiel y le dije que no podía creer que estuviera engañándome con Bruce para luego gritarles diciendo que los odiaba y que no quería volver a verlos nunca más. Desde ese momento no paré de llorar. Mis hermanos trataron de animarme, pero cada vez que me sentía mejor, veía algo que me recordaba a Sam y volvía a llorar(Al borde del llanto) y luego....y luego....me encerré aquí y no dejé de llorar por mi corazón roto(Llora de nuevo).

Alejandro:(Le da un pañuelo y Luna se suena la nariz)Comprendo, Luna, porque yo pasé por algo similar.

Luna:(Sorprendida)¿De verdad?

Alejandro: Sí, cuando yo tenía tu edad, había una chica que yo amaba: Leonor.

Luna: ¿Leonor?

Alejandro: Sí, ella también me decía que me amaba y nos divertíamos juntos haciendo nuestras cosas favoritas, hasta ese día.

Luna: ¿Cuál día?

Alejandro: El día en que descubrí que me estaba siendo infiel con mi mejor amigo, Antonio. Estábamos en una fiesta al igual que tú, yo le dije que nos veríamos en la zona de bocadillos de la fiesta, pero cuando fui, estaba besándose con ese idiota.

Luna: ¿Y qué sintió?

Alejandro: Lo mismo que tú, sentí que mi corazón era arrancado y al igual que tú, no reaccioné muy bien. Luego de eso, me sentí muy deprimido.

Luna: ¿Cómo se recuperó de la tristeza?

Alejandro: Decidí que eso no me detendría, continué realizando mis estudios en la secundaria y en la universidad, porque no iba a estar deprimido toda la vida, me gradué y finalmente...

Luna:¿Finalmente qué?

Alejandro: Encontré a una mejor mujer: Emma.

Luna: Oh.

Alejandro: Sí, ella, a diferencia de Leonor, no es infiel y es muy sincera conmigo, cuando empezamos nuestra relación, fue tan fuerte que en una cita, yo le pregunté si quería casarse conmigo, ella muy feliz respondió que SÍ(Sonrió)

Luna: ¿De verdad?

Alejandro: Sí, entonces nos casamos y ahora tenemos un hijo de 10 años llamado Alberto y una hija de 8 llamada Amanda.

Luna entonces se acercó a Alejandro y le dio un enorme abrazo. Alejandro también la abrazó.

Luna:(Nuevamente cerca de llorar)Todo este tiempo que estuve afectada por lo de Sam, nunca me puse a pensar en seguir adelante y resulta que eso funciona, además resulta que puedo tener a una persona mejor.

Alejandro:(Acarició su cabeza)Déjalo salir todo, Luna, déjalo salir todo.

Luna finalmente gritó en llanto fuertemente, la familia llegó para abrazarla junto con Alejandro. Luna se calmó y nuevamente quedó a solas con Luna, ésta finalmente sonrió como nunca antes lo había hecho, haciendo que Alejandro también sonriera.

Luna: Gracias, Alejandro, me ayudó y me inspiró, además ya saqué toda la tristeza que tenía.

Alejandro: No fue nada.

Luna: Espere(le sale una última lágrima)sí, ya saqué toda la depresión de mi cuerpo.

Alejandro: ¿Ya ves? TODO tiene solución en la vida, con tan solo contarte mis experiencias te ayudé(la miró pensativo)¿qué harás ahora?

Luna:(Levantándose de la cama y decidida)Lo que debo hacer: seguir adelante.

Alejandro: Eso quería oír.

Luna: Sí, lástima que ya se tiene que ir, ¿verdad?

Alejandro: Lamentablemente sí.

Luna:(Sonriendo)No hay problema, en el hipotético caso de que vuelva a sentirme mal, lo llamaré y me ayudará.

Alejandro: Bueno, Luna, fue un gusto conocerte y espero que nos volvamos a ver.

Alejandro salió del cuarto no sin antes abrazarse con Luna y luego se despidió de la familia.

Lincoln: Es un gran tipo.

Leni: Ojalá pueda ayudarnos a nosotros también cuando tengamos problemas.

Luna:(Salió de su cuarto)¡Estoy de vuelta, familia!(dijo emocionadamente con una sonrisa)

Todas las hermanas y los padres:(Gritan de la emoción)

Luna: Así es, finalmente superé lo de Sam.

Lana: Qué bueno, ¿qué harás?

Luna: Como me dijo Alejandro: seguiré adelante.

Lincoln: Ahora que estás recuperada de tu tristeza, ¿qué tal si vamos por helados?

Luna: Claro, hermano.

Todos fueron por unos helados junto con Luna, que ya no se sentía mal.