Capítulo I: Lola

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Estábamos leyendo Medea y las únicas que entendíamos lo que estamos leyendo, eramos nosotras, va todas íbamos entendiendo bien, menos Sofi que no podía seguir el paso.

Una compañera estaba leyendo el verso del Coro, el cuál mencionaba al gran Señor de los Cielos y de repente empieza a llover torrencial mente, con mis amigas nos mirábamos entre nosotras, con sonrisas cómplices porque al parecer no íbamos a tener gimnasia.

Aunque al que se lo veía preocupado era a Jonathan, nuestro amigo, eso era raro ya que él, no es de mostrar sus emociones.

-Chicas guarden todo en sus mochilas, nos vamos de acá YA- nos ordenó a que guardáramos todo, en nuestras mochilas.

-¿Sos tonto? Nos falta dos horas para salir y no pienso retirarme, loco- comenta enojada Sara, que fue la primera en reaccionar ante el extraño acto de su amigo.

-¿Estas bien Jona?- pregunta preocupada Ampi, que era la más cercana a el.

Mejor no dijo eso en voz alta, porque Sar me mata, ya que es tan celosa. 

-¿A caso tenes que irte a hacer tu paja semanal? - suelto unos de mis comentarios directos. Eso hace a las chicas soltar unas risas.

-LOLA.- me regaña Isa, mi parabatai, a lo que solo me encojo de hombros.

-Ésto es serio chicas- logra hablar de vuelta Than, se escucha un trueno bastante cerca,  provocando la palidez  en su cara.

-Si es serio, que tal si nos cuentas que te pasa- habla Sofi por primera vez en la charla.

-Prometo contarles todo, pero antes las tengo que sacar de acá, por lo tanto guarden sus cosas y se callan- todas nos quedamos en silencio, debido al tono serio y hasta furioso que uso con nosotras.

Ya teníamos todo guardado, nos páramos, para caminar hasta la puerta y irnos del aula.

Yo estaba al frente de los seis, por lo tanto agarre el picaporte de la puerta, para abrirla aunque está no cedía.

-¿A dónde se están yendo alumnos?- todos nos damos la vuelta, al escuchar el extraño tono de la profesora.

Ese tono no era para nada el que solíamos escuchar desde primer año/séptimo. Aquél nuevo tono, nunca escuchado por mi y tampoco creó que haya sido por los demás, era grotesco, no parecía la voz de una mujer.

-Por los dioses- maldice Jon, muy frustrado.

-¿Asustado fauno?- pregunta con burla, la profesora en su nuevo tono. No tuve tiempo para pensar, ya que mi amigo contesta al instante. 

-Soy un sátiro maldita Mantícora- le responde con seguridad y se arranca (liberalmente) los pantalones, dejando ver unas patas peludas y en vez de pies unas pezuñas de cabra.

Todas nos quedamos con la boca abierta al ver lo que era en realidad Jonathan. Un sátiro, ósea existen. Por lo tanto debería haber más seres mitológicos. ¿Cómo había llamado a la profesora?

-Manticora: un monstruo que posee una cola curtida cómo la de un escorpión,  con una punta erizada de pinchos, que tira poderosas espinas, su forma verdadera es la de un león con cara de humano- empieza a decir Ampi, explicando como siempre todas las cosas.

-Hay querida Amparo, hijita de Atenea seguramente- dice la
 Mantícora, sin decir que Ampi miente. Que está loca, que ella no es lo que describió.

¿Osea qué también hay monstruos entre nosotros? Y hasta lo que yo se, ésto no debe ser bueno, ya que si mi memoria no falla, su comida favorita son los semidioses, es decir hijos con un/a padre/madre mortal y un/a padre/madre inmortal. Aunque veo imposible que nosotras seamos semidiosas.

Mientras yo estaba pensando todo esto, Sari estaba hablando y se la veía bastante enojada.

-¿Que decís? Su madre se llama Emely-

-Pobresitas están más pérdidas y estúpido sátiro, se supone que sos unos de los más jóvenes, hubieras captado mi olor al instante- suelta sus palabras, como fuertes espinas, por cierto ya se convirtió en su verdadera forma.

-¿Nos quieres comer porque somos semidiosas? Bueno inténtalo escorpión horrible- grito sacando mi furia, aunque también me dolió decir eso, porque osea soy escorpiana.

-Tienes carácter, ya me imagino tu descendencia divina- se ríe de mi, lo cual logra sacarme más de quiso y hacer puños mis manos.

Me acuerdo que siempre cuento con un cuchillo en mi zapatilla derecha, debido a que mi mamá dice que es importante que tenga uno y de a poco entiendo el porque.

Miro a mis amigos que conocen mi secreto y rápidamente entienden mi plan, por el rabillo del ojo veo que Isa, esta caminando hacia la puerta acompañada de Sari, Ampi y Sofi están a pocos pasos de la puerta, Jon se pone a mi lado, saca unas flautas, causando la distracción de la Mantícora por unos segundos. El tiempo justo que necesitaba para agarrar mi cuchillo, (en realidad es más como una daga) y tirárselo en un tiro exacto, con la proyección directo hacia su ojo derecho.

Cuando estoy tirando, todos empezaron a hacer su parte, las que estaban en la puerta la patean con fuerza logrando que la puerta ceda y se abra, las que estaban pisando sus talones corren para salir del aula y el hombre del grupo empieza a tocar sus flautas, haciendo que de la nada salgan unas raíces fuertes del piso, atando sus cuatro patas. 

Los dos que toda vía estábamos adentro del aula, nos miramos para salir a correr al mismo tiempo.

Una vez que estábamos los 6 juntos otra vez y por ahora a salvos escuchamos a la que creíamos que era nuestra profesora de Lengua gritar.

-Maldita seas Lola, me la vas a pagar, tengo un ojo menos- ante sus palabras sonrió por mi triunfo pero en mi interior tiemblo por lo vivido.

-Las tengo que sacar acá para llevarlas hasta Nueva York- dice Jonathan cuando paramos de correr, más o menos a seis cuadras del instituto.  Quedando a bajo de un techito de un Starbucks. Ya que seguía lloviendo, estábamos empapados.

-¿NUEVA YORK?- grita Sar. -Son como 20 horas en colectivo, dudo que podamos ir en avión con este clima, lo mismo pasa con ir en coche- sigue hablando la inteligente quejándose.

-Parece que alguien se robo el puesto de quejosa- comenta chistosa Sofi y todos re ríen mientras me miran. Ruedo los ojos indiferentes.

Y si, soy quejosa pero bue.

-¿Que decís Sara? Es obvió que nos tomamos un avión, ¿A caso no ves lo lindo que está el cielo?- escupo unos de mis comentarios sarcásticos, ganándome un correctivo por parte de la bipolar.

-Basta de pelotudeces- dice Ampi, poniendo orden, como siempre. -Y vos ponete a explicar- señala al único chico, en su tono se nota que es una orden.

Nuestro querido amigo, solo nos dice lo que creí que era imposible, somos semidiosas. Y el es nuestro guardián, vino por nosotras para salvarnos, ya que con catorce años todas, nuestro olor empieza a hacerse más notable. Osea el olor de una mestiza (otra forma de decirnos) y éste llama a los monstruos.

Él nos quiere llevar al lugar de los mestizos, aquel lugar que es el único que estamos seguras aunque también nos entrenan, no solo físicamente sino también mentalmente y ni hablar de las clases para montar pegasos, esa fue la favorita de todas.

Ese hogar como él le dice, se llama: "El Campamento Mestizo" y supongo que no falta mucho para emprender el viaje con ese destino final.

Ami mente llega el recuerdo de la daga, que me había regalado mi madre, para cuando cumplí 10 años, en unos dos meses se cumplían 5 años juntas. A la distancia percibo que alguien me llama, aunque no estoy segura, ya que el dolor de la pérdida me gana.

Este dolor se va cuando soy abrazada por la mujer que me dio la vida.

-Hija, nunca pude decirte nada, pero lo que si pude hacer fue prepararte un poco para el futuro que te espera.- dice ella dándome un beso.- Toma esta mochila ahí tendrás mudas de ropa, agua y comida para el viaje, lo mismo hay en las otras mochilas para tus amigas, con la diferencia que en la tuya también hay una carta mía- me entrega una mochila roja con unas lanzas formando una cruz, algo que no entiendo.-Léela cuando estés a salvo, no olvides que te amo, nos vamos a volver a ver-  esas son sus últimas palabras, me abraza y se va, ahí empiezan a caer lágrimas por mis ojos.

Veo a mis amigas y están con unas mochilas distinta a la mía, las de ellas son grises.

-Bueno chicas, en cualquier momento, llega mi amiga, para ayudarnos- nos informa Than y vemos como atrás de él, se puede ver a una chica de unos 17 años, con unos rizos pelirrojos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro