Capítulo V

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Sierra se encaminaba al instituto con cansancio. No había descansado por la exposición que presentarían al día próximo y además por estar jugando hasta quizá las tres de la mañana aproximadamente con su amado Cody; sabía que Noah no querría gastar su tiempo en un videojuego para 'furros' cómo él decía, entristeciendo a Cody pero alegrando a la de cabellos ciruelas la cual orientaba su situación en otra oportunidad con el castaño. Pero su equivocación era tan... Enorme.

Sin embargo; esas semanas que Emma le había estado guiando a su casa, compartiendo habitación, enseñándole sobre el afecto mutuo... Ella se experimentaba a sí misma florecer, pese a que no era cómo ella lo deseaba.

Sus escenarios ficticios lentamente abandonaban al ojiazul mientras ahora se centraban en Emma; ambas haciendo el acto de escabullir sus identidades cómo niñas con sus risas abrumando al aire: otorgando una atmósfera de inocencia con las corridas a través de los ríos. Sierra escudriña cómo el agua le llega hasta las rodillas a la azabache, susurrando pequeños nada solo existentes en su distorsionado criterio.

"Oh, porfavor." Su honra en poseer una amistad tan duradera era prolongada. Su porte era delicado mientras con sus dedos, extendía sus labios para sacar su lengua sumida en burlescas intenciones. "Sal y persigue a mis pajaritos; porfavor."

"Si eso es lo que quieres." La pelinegra se abalanza; mientras Sierra suelta carcajadas sin cesar. Ahí es donde Sierra la aprecia, con un rubor en su morena tez.

Quería besar cada uno de sus lunares y acariciar sus lindas mejillas, jugar con las preciosas hebras de seda opuestas y oír esa cantarina risotada que desprende esa encantadora voz cerca de su oído, acurrucándose en su pecho de almohadas y caer dormida mientras sus suspiros impactaban contra sus tímpanos. Su anhelo era arropar sus extremidades alrededor de ella sin pena cómo hacía con Cody, observarla concentrada mientras leía del mismo libro que el sabelotodo (ups; eso ya lo hacía.) Ella era su hermoso mar, su bonita casualidad que atinó en su futuro durante la infancia. Pasar sus cumpleaños a la par era su exclusiva idea acompañada de una sola incógnita traza su sendero.

"¿Cómo es que es tan encantadora...?" Todas las horas les pedía a los cielos sobre estimar de su compañía eterna; admirando su naturaleza insensible y siendo contemple de sus defectos, complementándose la una a la otra mientras sujeta sus manos para nunca permitir que escape. Su llamado al cielo misericordioso era que se mantuviera a su lado; ella era su sueño más descomunal, aquella que le manda a las nubes, le hace
soñar despierta, algún día esperaba despertar en su respaldar (otro objetivo ya cumplido) y que ello se repitiera hasta su último momento.

"¿Quién es encantadora?" Mencionó haciendo que Sierra dejara de apoyar su cabeza en su dorso, antes de enfocarse en el de zafiros que requería una expresión aterrorizada ahora; manifestando claro pavor pero alivio por las oraciones de la fémina... ¿La culminación de su obsesión se avecina?

"¡Tú, Cody Osito!" Cómo excusa; arrulló al ajeno con su manto, construyendo una cuna mientras el acoplamiento de aire de su joven se encogía justo cómo su estatura en ese instante. "¿Crees que tengo ojos para alguien más además que tú?"

"Eh, no es eso pero escucha Sierra. Yo..." Alzó sus yemas, mientras provocaba la breve pausa de la dama retirando sus movimientos con su estupefacta faceta. "¿Sabes? Tú no me gustas y a mí me gusta alguien... Más."

La de prendas verdes solo negó mientras su angustia despertaba en lo más rotundo... nuevamente sola.

¿y si... Emma tenía razón?

Pero... ella solo quiere que alguien la ame.

"Ah." Fue lo único que sus cuerdas vocales lograron articular mientras desviaba su ruta, con agonía sollozaba por las cuchillas que apuñalaban justo en su latir por su correspondencia nula... Pero se detuvo. Solo necesitaba la solución del conflicto. "¿Quién te gusta, Cody?"

"Bueno; no le cuentes a nadie ya que aún no estoy seguro pero... Desde siempre estuve atraído a ¿Noah? Quizá. No sé, ¿Puede ser?" Ella reconocía ese amargo sabor en su paladar de una aguja amenazando a una superficie inflada que flota con explotar; así que achinó sus párpados.

"Tú... ¿sabes cómo amar?" Su estado risueño se erradicó por el arte carnal que la recorría en suspenso por sus pesadillas más recónditas y recientes de una meliflua personalidad naciendo en ella; algo no habitual por su acosadoras costumbres que tomaba cómo un hábito cotidiano y que para ella era regular. Algo enfermizo vislumbrado a la sociedad en la que debía poner pie y ascender en la escala para no tropezar, balanceándose justo en su eliminación. Aún le restaba algo de cordura, sin embargo y opuso resistencia a las ganas de herir al sarcástico muchacho con sus puños apretados.

"Bien, eh... Sierra, ¿Me podrías explicar mejor lo de Emma así te ayudo?" Mantuvo su decadencia, cubriéndose entre sus talones mientras el llanto se apodera de sus mofletes; Cody no evita el percibir, así que unas palmaditas la animan. "Oye, no te culpes por tus sentimientos... si tienes, claro."

"Me siento cómo la estrella que vigila esa cosa reluciente detalladamente, ¿Por qué? Pues ama ese elemento resplandeciente a la que tanto le agrada a su pulso, ¿Y quien es?, fácil es su amiga, a la cual le tiene mucho aprecio y cariño. Soy cómo la cría que sonríe al ver a su protectora a sus costados; ¿Por qué? Me brinda una desbordante felicidad que alguien con una naturaleza tan insensible a los demás se haya fijado en mí. Pues... Siempre creí que molestaba a la multitud, por mi personalidad o porque los incomodaba, siempre me decían que era insoportable, eso me ponía muy triste. Pero ella me platicó con adjetivos bonitos, y también que ella no me considera alguien malévola si no benévola e incomprendida. Me sentí contenta y mis lágrimas se derramaron al saber que había alguien en este planeta que realmente me quería. También estoy muy agradecida por otras cosas, ¿Por qué? Tú no me amabas y experimentaba melancolía. ¿Cómo no estarlo? Te perdí a tí y le conté a Emmi antes lo que pasó, ¿Y qué crees que hizo? Pues ella se dedico a elogiar mi carácter y a mandarme mensajes muy bellos además que eran excesivos. No sé cómo expresarle las gracias por todo lo que ha hecho por mí y ahora estoy triste porque ella no abunda aquí conmigo, la extraño pero ahora le enviaré testamentos cómo ella hizo. Realmente la adoro, quiero y estoy muy orgullosa de ella por sus logros por más minúsculos que sean porque dijo que cada vez que acontecía algo ella se acordaba de mí para cumplirlo y además ella se esfuerza bastante. Pero deseó lo mejor para ella, tal vez ella no esté pasando por un buen momento por lo que me da tristeza porque anheló obsequiar hasta mi alma por ella. Sin embargo, el destino es una porqueria. Le quiero dar todo mi brillo a ella para que sea feliz. No importa si me quedo sin mi fulgor; solo reflexiono y mi exclusiva idea es que mi asiática esté bien. No me interesan mis rayos; Emmi es mi afición principal, ella es la razón por la que realmente continuo, así que espero que se recupere ya que será un extenso camino porque no será fácil. Aún así; pretender elevar su ánimo es mi objetivo porque su salud es mi prioridad ya que su habladuría y mensajes tienen su toque especial proveniente de Emmi al ser arte cómo ella. Es lo más especial que poseo y elaboró dibujos imaginándome a ella conmigo, también esos retratos dónde mientras paseo por el óleo me planteo a ambas en un jardín de flores corriendo por ahí sin preocupación alguna. Es mi ángel salvador que con sus flechas de serafín me defiende, la más bonita que he contemplado. Estima de una honra en mi corazón, mi guardaespaldas con la que siempre conservé paciencia y anunció su llegada. Fue un regalo de parte del universo por topar mi sendero con una mujer tan adorable, jovial y muy creativa." Su declaración fue expulsada de su garganta mientras su tez se erizaba pero... ¿qué podía perder? ya era la dueña de las aureolas que rondaban en torno a la asiática. No permitiría que sucumbiera a la hipotermia; la abrazaría para el calor con los mimos arqueando sus estancias marcados en su complexión.

"... Sierra." Retumbó en su lóbulo mientras sacudía su figura; se percataba de un metabolismo que a la lejanía mantenía su impresión, rescatando información confidencial para su investigación.

"¿Qué pasa, Cody?" Devolvió su duda al frente; esperando que aquel al que tanto atesora haya encontrado la contraseña a su búsqueda tan ardua.

"Definitivamente estás enamorada."

Yo cuando él: <3 (soy Sierra lo saqué de mi corazón nomás q él no sabe.)

Enfin, Sierra y Cody juegan Animal Jam no me lo nieguen.

También como cap 5... Perspectiva de Sierra o algo así, más enfocada en ella.

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