Lee Jae Yoon es el tipo de novio que no pararía de tomarle fotos a su bebé para Fantasy ya que se obsecionaron con esa cosita hermosa.
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Miren esa belleza de bebé ↑

Haré un imagina sobre el cumpleaños de Eun Ah, es que no puedo resistirme, es que Jae sería un padre y un esposo muy meloso y ajkfjhshsvs me muero con él.

Nota: El bebé se llamará Jae In, sería lindo que el hijo de Jae Yoon se llamará así, además le recuerda a su mejor amigo In Seong.
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Imagina con Jae Yoon:

—Yoon!—dije y por fin logré llamar su atención.

—¿Umm?

—Me has estado ignorando todo la mañana.—dije molesta cruzándome de brazos.—Ya ni siquiera Jae In quiere pasar tiempo conmigo, él tiene papitis y tu hijitis.—dije y él tomó en sus brazos a nuestro bebé.

—Estás viendo Innie, mamá está celosa.—le habló al bebé y este comenzó a sonreír.—¿Qué querías decirme?—me preguntó.

Suspiré y negué.—Nada.

Me acerqué a él y cuando tomé a Jae In en mis brazos comenzó a llorar.

—¿Qué?¿Por qué?—dije mirándolo.

—Creo que...

—Si ya sé!—dije molesta y le di el bebé a Jae Yoon, y este dejó de llorar.—¿Lo ves?—dije y me fui hacia la habitación.

Ultimamente me he sentido muy sola, Jae Yoon se pasa todo el tiempo con Jae In y ya este no quiere ni pasar tiempo con su madre, osea yo.

Decidí llamar a mi mejor amiga, le conté todo y esta sólo me felicitó y me llamó celosa. No estaba celosa.

Es cierto que quería la atención de Jae Yoon, y también quería la de Jae In, pero no estaba celosa...¿o si?

Ni siquiera había recordado la fecha de hoy, exactamente era mi cumpleaños.

—Eun Ah.—me llamó Jae Yoon y me volteé.—¿Dondé está el chupete de Innie?

Por un momento creí que iba a decir otra cosa.

—Esta en la cuna.—dije desanimada.

—¿Qué te pasa?

—Nada.

Él tomó el chupete y volvió a salir de la habitación.

—Genial, menudo cumpleaños.—dije para luego suspirar.—Feliz 21 años Eun Ah.—dije para mí misma.

—Eun Ah!

—¿Ahora qué?—pregunté volteándome.

—¿Por qué estás triste?

—Eso no era lo que ibas a preguntar, ya dime.

—Te iba a decir que fuésemos a casa de mi familia...

—Está bien vamos.

—¿Me dirás por qué estás triste?

—Sólo vamos.—dije y salimos de la habitación.

Finalmente salimos de la casa y nos subimos a su auto. Puso a Jae In en su asiento especial para bebés y yo me senté a su lado.

Durante el viaje Jae In escupió el chupete y se puso a balbucear  mientras jugaba con su juguetito.

Reí levemente y le pellizqué un poco las mejillas. Me miró y sonrió, no pude aguantarme y lo saqué de su asiento para cargarlo. Lo acerqué a mi para besarlo y el comenzó a babear mi mejilla.

—No babosito.—dije y Jae Yoon comenzó a reír.

—Tiene esa rara costumbre. Innie te gusta darle besitos llenos de babita a mamá y a papá.—dijo y yo le sonreí.

Al menos ahora estaba teniendo algo de atención.

Luego de unos minutos llegamos a la casa de su familia.

Nos bajamos y apenas tocamos la puerta su madre tomó a Jae In en sus brazos.

—Esta preciosidad.—dijo y comenzó a hacerle cosquillas en la pancita.

—Que bueno que vinieron, haremos una cena familiar.—dijo el padre de Jae Yoon.

Asentí y Jae Yoon me tomó de la mano para llevarme al patio de su casa.

Apenas llegamos y me llevé la grande sorpresa de ver a todos los chicos con sus novias.

—Feliz Cumpleaños Eun Ah!!!—gritaron todos y tapé mi rostro.

Jae Yoon fue con los chicos y comenzaron a cantar Dear Fantasy.

Era una fiesta sorpresa, y la mejor.

Luego del mini concierto nos juntamos para la cena y nos divertimos mucho.

Luego volvimos al patio y los chicos comenzaron a hacer cosas divertidas, como juegos y bobadas. Estaba riendo al igual que todos hasta que sentí como me tomaban del brazo y me hacían caminar hacia adentro.

—¿Qué pasa?—le pregunté a Jae Yoon.

—Vamos a mi habitación.—dijo y juro que se me congeló la sangre por un momento.—Sólo quiero darte algo, no te haré nada.—dijo al notar mi reacción y sentí como mis mejillas tomaron color.

—Está bien.—dije casi en un susurro y comenzamos a caminar hacia su habitación.

Entramos y él cerró la puerta.

—Espero que te haya gustado la fiesta sorpresa.—habló y asentí, en estos precisos momentos era cuando más nerviosa me sentía.

Jae Yoon siempre se veía tan hermoso... Suspiré como tonta enamorada al recordar que él era sólo mío, era mi esposo.

—Supongo que eso lo confirma todo.—dijo y sonrió.—Ten.—dijo y puso sobre mis manos una pequeña caja dorada, y al abrirla me encontré con una hermosa cadenita para el cuello.—Espero que te guste, la compré en el mismo sitio dónde hicieron nuestros anillos de boda.—explicó y sonreí.

—Realmente es muy linda, no tenías que preocuparte por regalarme esto, me es suficiente con todo lo que hiciste hoy, gracias.—dije casi al borde del llanto y él sonrió.

—¿Quieres que te ayude a ponértela?—preguntó y asentí.

Tomó el accesorio y lo puso alrededor de mi cuello cuando agarre mi cabello para que no se enredara.

—Te queda hermosa.—dijo.—Será algo que simbolice nuestra unidad, yo tengo una igual, y también Jae In, la compré para él también, sólo que no se la puse hasta que lo supieras.—yo asentí, esto me ponía super sencible pero feliz al mismo tiempo.—Ya podemos regresar con los demás.—habló nuevamente.

—Está bien.—respondí y salimos de su habitación y cuando estuvimos con los chicos, comenzaron a bromear diciendo que nos escapamos hacia la habitación de Jae para hacer cosas indebidas.

Yo por mi parte sentía mi rostro arder, Jae Yoon sólo reía mientras negaba.

El resto de la noche fue muy divertida y agradable. Jae Yoon decidió regresar a casa luego de un tiempo y cuando llegamos Jae In estaba totalmente dormido.

—¿Se durmió?—preguntó Jae acercándose a la cuna.

—Si, en el auto.—le respondí y río levemente.—Ya era hora, es demasiado malcriado.—dije para luego reír.

—Entonces ¿te gustó tu fiesta de cumpleaños?—preguntó ya alejándose de la cuna al igual que yo.

—Si, fue genial.—respondí satisfecha y él sonrió orgulloso.

Realmente la había pasado genial pero había algo que hubiese sido la perfecta cereza del pastel...que Jae Yoon hubiese pasado más tiempo conmigo, el único momento que tuvimos como pareja fue cuando me dió su obsequio, debía admitir que este era muy lindo pero me hubiese gustado más que su regalo fuese un beso. Extrañaba sus labios.

Tomé una ducha y luego él. Me senté en la cama pensativa y tomó lugar al lado mío.

—¿Qué hora es?—pregunté y miró en su celular que estaba en la mesita de noche.

—Son las 11:45 pm ¿por qué?

—¿Aún es mi cumpleaños verdad?—asintió.

—Faltan 15 para que acabe, ¿por qué?

—Si te pido un último regalo ¿me lo darías?—se rasco la nuca pensativo.

—Eun Ah, a esta hora ya todos los sitios están cerrados...

—No quería algo material...

—Entonces ¿qué es?—preguntó y negué.

—Nada, no era nada.

—¿Estás completamente segura?—asentí y me acosté en la cama.

El también se acostó y yo me volteé dándole la espalda.

—Buenas noches.—dijo apagando la lámpara a su lado.

—Buenas noches Jae Yoon.—dije y estiré mi brazo para apagar la lámpara que estaba a mi lado.

Hubo un silencio repentino sin embargo ambos sabíamos que ninguno de los dos estábamos ya dormidos.

—Sólo quedan 5 minutos, ¿segura que no quieres nada?—se escuchó su voz nuevamente.

—No te preocupes, ya me has dado suficientes regalos, debo conformarme...

—Aún así tal vez pueda dártelo.

—Olvídalo, no es nada importante.

—...Como quieras.—dijo y se volteó.

—...J-Jae Yoon... ¿podrías darme un beso?—pregunté tímida.

—¿Ese era el último regalo que querías?—preguntó aún de espaldas.

—Si.

—Demoraste mucho para pedir eso...

—¿Ya se acabó el tiempo, verdad?

—No, aún queda un minuto.

—Ahh... Si no quieres está bien.

—Shh, silencio.—dijo y se acercó a mí para darme un rápido beso en los labios.—Feliz cumpleaños Eun Ah, oficialmente este día terminó, ya son las doce.

—Gracias, supongo...

Asintió y volvió a alejarse de mi.

Tal vez no quería besarme y lo obligué... pensé y me sentí pésima.

Extrañaba al Jae Yoon meloso que no me dejaba respirar en las noches por lo fuerte que me abrazaba.

Me quedé un buen rato despierta. Incluso salí de la habitación a tomar un poco de agua, no podía dormir.

Cuando regresé a la habitación Jae Yoon estaba sentado encima de la cama esperándome.

—¿Qué haces despierto?

—Esa pregunta también va para tí.

—Sólo fui a beber agua, no puedo dormir.—dije y luego miré al suelo.

—Eun Ah ¿te ocurre algo?

—¿Es raro extrañar a una persona?

—No, ¿por qué?¿extrañas a tus padres?

—Te extraño a tí.

—¿A mí?

—Si, ya no eres tan meloso conmigo y eso lo extraño... Te extraño...mucho.

Él sólo se me quedó viendo y luego me tomó de la mano e hizo que me sentara sobre su regazo, dejándome totalmente sorprendida.

—Perdón, me alejé de tí por miedo, me asustaba que algún día te aburrieses de mi por ser tan pegajoso, no sabía que te gustaba eso de mi...

—Eso es lo que más me gusta de tí, es lo que te hace ser tú.—dije y él sonrió.

—Entonces, ya ninguno de los dos tiene porque preocuparse.—dijo feliz para luego tomar mi rostro y darme un largo, profundo y lento beso lleno de sentimientos y de mucha lengua... pensé y reí entre el beso.—¿Por qué te ríes?—preguntó divertido.

—Nada, es sólo que pensé en algo gracioso.—respondí y volví a besarlo.

Justo ese era el mejor regalo de cumpleaños.

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Espero que les haya gustado este imagina, se me ocurrió de la nada y dije "ay vamos" y bueno este es el resultado.

Disfrútenlo, pronto regresaré con otro, ya ustedes me conocen.

Adiós<3