𝒔𝒂𝒍

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Min Yoongi observó su reflejo en el espejo, mojando su rostro con el agua fresca del grifo, mientras sus pálidas manos estaban temblando por sus nervios.

Era un nuevo día para él, y era un día más en donde tendría que hablar con Park Jungkook, su compañero y amigo de trabajo.

Eso también significaba que tendría que ver la presencia de Jimin, quien ahora se había convertido en pasante de la empresa de entretenimiento.

Realmente le parecía frustrante no poder siquiera ver el rostro tan bonito del omega, pero cada que vez lo intentaba su pulso se aceleraba y la vergüenza lo invadía de sobre manera.

Ese omega tan hermosos que merecía a un verdadero alfa, no un fenómeno como él. A penas y podía mirar a los ojos a las personas que estaban a su alrededor, y ahora se suponía que debía dar la cara por el bonito omega.

Eso haría.

Yoongi observó por última vez su reflejo, tomando un fuerte impulso desde sus adentros para poder salir de allí.

Tomó la perilla de la puerta, abriéndola a su paso mientras colocaba su ceño fruncido. Salió del baño que estaba cerca de su estudio, encontrándose totalmente decidido a decirle al omega lo que sentía y quizás, solo quizás besar los lindos y rechonchitos labios del omega.

Su rostro se coloreó al instante al pensar en solamente aquello, estando aún con el ceño fruncido se dispuso a ir al lugar en donde estaba Jimin para decirle la verdad sin portarse como un completo cobarde.

-Buenos días YoonYoon hyung..- saludó un omega amablemente, sosteniendo un montón de carpetas mientras sonreía achicando un poco sus ojos.

-Buenos días Taetae..- saludó el mayor, colocando sus puños a sus laterales sin dejar su ceño marcado.

Siguió caminando intentando verse imponente, pero lo único que causaba era ternura entre el personal. Algo que claramente Yoongi no notaba, y es que para la gente que trabajaba allí, el gran Min Yoongi era el alfa más dulce aunque quisiera negarlo.

El panda se detuvo frente a las puertas del estudio de su amigo, preparándose para entrar y saludar al tigre menor. Sin embargo, no pensó que su parte animal quisiese algo más que unas simple palabras.

En ese mismo instante la puerta se abrió, mostrando la pequeña figura del omega tigre y  su  cuerpo se abalanzo sin control, recibiendo al hermosos chico de mejillas regordetas con un cálido beso, el cual era más parecido a un simple rose de labios.

La parte humana de Yoongi reaccionó por impulso, volviendo dentro de sí cuando abrió sus ojos sorprendido ante la muestra de afecto.

Se separó lentamente, mirando a su alrededor y notando como Jungkook estaba con la boca abierta. De seguro lo más probable era el gran rumor que andaría rondando por el lugar por culpa del tigre mayor.

-L-Lo la-lamento mucho..- se disculpó en cuanto pudo, mirando con temor al omega que aún se hallaba con una mueca de sorpresa y las mejillas muy acaloradas.

-No hay problema..- susurró el pequeño chico, tocando con las yemas de sus dedos sus propios labios, estando aún con asombro palpable.

-Ahm...Creo que mejor me voy.- carraspeo el alfa menor, fijando su mirada en la puerta del estudio, manteniendo sus labios en una fina línea recta.

Salió a pasos apresurados, dirigiéndose a la oficina de su lindo taehyung. Se hallaba más que seguro acerca del gran chisme que pondría contento a su futuro omega.

-Yoonie hyung..- musitó sin quitar la vista de los ojos verdosos del mayor.

-Di-Dime Jiminie..- tartamudeo sonrojado, intentando ser valiente si es que en algún momento sus lágrimas traicioneras decidían mostrarse.

-Y-Yo...¿Quería saber si usted quisiera se-ser mi alfa?..- preguntó, tomando por sorpresa al alfa cuando sujetó ambas mejillas y las apachurró, dejando que los labios delgados del alfa se colocaran como un tierno piquito.

Su tigre rugió enamorado.

El pandita era tan lindo, que le encantaría mimarlo por el resto de la vida.

Yoongi se sonrojó, tomando de la cintura tímidamente al omega. Dejando que el rostro del chico se juntara con el pecho del mayor.

Ambos estaban en uno para el otro, escuchando sus propios latidos entonados mientras sus aromas se mezclaban en el ambiente silencioso.

El pandita estaba cohibido, teniendo en mente la respuesta que tanto quería decir y tanto quería darle a conocer a su tierno omega. Porque sí, Min Yoongi quería pasar el resto de su vida con aquel tigre omega que robó su corazón.

Quería recorrer el camino y amarse a sí mismo de la mano del omega.

-Tú...¿Quisieras ser mi omega?..- susurró despacio, escondiendo su rostro en la curvatura del cuello ajeno, dejándose llevar por la fragancia a lavanda.

-Si..- balbuceó, abrazando el torso de Yoongi.

ambos estaban en una misma burbuja de amor, aquella que había estado presente desde la primera vez en las que ambos se miraron.

Ahora Yoongi por primera vez en su vida se sintió seguro, estaba listo para luchar y enseñarle a Jimin cuanto estaría dispuesto a dar.

Él era tímido, pero estaba dispuesto a entregar lo mejor de sí.

Yo te quiero con limón y sal
Yo te quiero tal y como estás
No hace falta cambiarte nada

Fin



























💛💛💛

Espero que les guste, perdón si ven algún error.

¿Que les pareció el Fic?

¿Cual fue su momento favorito?

¿Preguntas?

Muchas gracias por haber leído esta pequeña historia, se los agradezco un montón por haberla vuelto tan especial.

¡Los adoro!

Ahora iré a terminar Little Bitty Pretty One.

Besos en los cachetes.

Sempai❤








    

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