Episodio 11

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ThirdReich: ¿y bien? -preguntó sentado en la mesa de escritorio, estaban en su oficina y desde ahí miraba al ruso atado en la silla de su escritorio-.

URSS: Bueno... ¿De verdad quieres saber? -preguntó sin poder moverse de su lugar, viendo como el alemán se cruzaba de brazos con el ceño fruncido, de inmediato entendió la respuesta-.

Pero, ¿cómo llegamos a esta extraña situación? Bien vámonos más o menos una media hora atrás.

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El alemán salió del baño con apuro luego de ducharse se vistió en su traje negro militar y bajó con apuro para obtener sus explicaciones sobre lo que había pasado realmente, cabe recalcar que le tomó mucho valor el hacerlo, pero estaba decidido. Una vez llegó al comedor pudo ver al ruso terminando su desayuno.

ThirdReich: ¡Urss! -dijo una vez estuvo en la entrada al comedor mirándole con el ceño fruncido-.

URSS: ¿sí? -Miró al menor dejando su taza ahora vacía sobre el platillo que le hacía juego-.

ThirdReich: -se acercó a él y lo agarró de una de sus muñecas jalándolo, obligando así al ruso a levantarse-. Acompáñame. -dijo casi como una orden-.

URSS: ¿adónde vamos? -preguntó mientras era casi arrastrado por el alemán al segundo piso-.

ThirdReich: a un lugar donde no nos molesten, tenemos que hablar. -dijo en tono serio, cosa que preocupó un poco al soviético-.

El ruso no dijo nada más y se dejó guiar a la oficina del menor. Una vez ahí ambos entraron, el alemán buscó en un cajón escondido sacando una soga mientras el ruso miraba distraído el lugar, distracción de la que salió cuando el menor de ambos lo empujó hasta el asiento del escritorio, URSS se sorprendió un poco por la fuerza del alemán, iba a decir algo, pero fue rápidamente atado al asiento sin poder liberarse. Miró algo nervioso al menor que se sentó delante de él solo que sobre el escritorio mirando al soviético desde ahí, casi con superioridad.

ThirdReich: ¿Qué paso anoche? -preguntó finalmente con voz seria y hasta autoritaria-.

URSS: -se queda en silencio-.

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Y así llegamos a la situación actual, con un soviético pensando seriamente en cómo explicar lo que habían hecho, si bien no llegaron al final del acto seguía siendo algo difícil de contar, es que Dios ¿Cómo le dices a alguien que casi terminan consumando un acto sexual? Es algo vergonzoso y complicado de contar.

ThirdReich: ¿Urss? -llamó sacando al nombrado de sus pensamientos-.

Urss: ¿Por qué tanto empeño en enterarte? Te dije que no hiciste nada estúpido -miró al alemán con la espalda apoyada en el acolchado respaldo de la silla-.

ThirdReich: Porque me estas mintiendo -justificó el menor manteniendo su ceño fruncido-.

URSS: ¿Cómo lo sabes? -frunció levemente el ceño también-.

Reich soltó un suspiro algo irritado, sabía que podría arrepentirse de esto pero las ganas de saber que había pasado fueron más fuertes, acercó sus manos a su saco desabrochándolo, luego soltó un poco su corbata para desabotonar los primeros botones de su camisa, el ruso trago nervioso, pues recordaba lo que había hecho en el cuello del menor.

ThirdReich: ¿Qué es esto Urss? -preguntó señalando la marca de mordida-.

URSS: ¿Una... picadura? -sonrió nervioso-.

ThirdReich: -frunció el ceño molesto-. Nimm mich nicht für einen Idioten, ¿Qué hicimos? -(No me tomes por idiota.) preguntó esperando expectante la respuesta del ruso-.

URSS: -soltó un suspiro pesado bajando la cabeza un poco antes de levantarla luego de pensar en sus palabras para la respuesta-. Casi tuvimos sexo -fue directo al punto mirándolo a los ojos-.

Reich se quedó en silencio por unos segundos hasta que sintió como sus mejillas ardían con fuerza, se esperaba una respuesta así, pero fue tan directa que logró sacarlo de su modo serio reemplazándolo por el avergonzado y nervioso.

URSS: -suspiro otra vez-. Dije "casi" así que no te preocupes...

ThirdReich: Yo... debí haber estado muy ebrio... -murmuro, aunque bastante audible-.

URSS: Pues sí, me contaste los sueños que tenías conmigo, en los que siempre terminábamos basándonos -sonrió un poco pícaro, divertido de como el menor enrojecía aún más-.

ThirdReich: No puede ser... -se llevó ambas manos a su rostro para ocultarse de cierta manera-. Oh Gott...

URSS: -río levemente divertido, cuantas ganas tenía de abrazarle y susurrarle al oído las pocas cosas que alcanzaron a hacer para ver más de su rostro-. Reich, desátame... -pidió con voz profunda-.

El menor se sobresaltó al oír aquella voz, que había oído varias veces en sus sueños, no sabía que podría llegar a hacer el ruso una vez estuviera desatado, tal vez iba a enojarse con él por haberle atado en primero lugar, cosa que le hizo dudar mucho si hacerlo o no. Quitó sus manos de su rostro dejando ver lo ruborizado y avergonzado que estaba, cosa que le provocó un pequeño estremecimiento al ruso que el menor no notó para nada. Este sin importarle que su ropa seguía desabrochada a medias, se bajó del escritorio en el que estaba sentado y se acercó al soviético que no le quitaba la mirada de encima, aun inseguro acercó sus manos a las cuerdas para desatarlas de manera lenta.

ThirdReich: Listo... -se alejó dejando las cuerdas tiradas en el suelo-. Será mejor que olvidemos lo que pasó -habló dándole la espalda en dirección a la puerta pues quería salir pronto de ahí-.

El ruso no perdió el tiempo de agarrar la mano de Reich y jalarlo a su cuerpo una vez estuvo de pie, pensó que ahora era su turno de hacer preguntas y sacar de su mente algunas dudas.

ThirdReich: U-Urss, suéltame no es divertido -dijo tratando de liberar el agarre contrario en su mano, aunque pronto sintió una mano rodear su cintura y luego su espalda chocando con el pecho contrario-.

URSS: No puedo, es mi turno de hacer un pequeño interrogatorio Reich -susurró cerca de su cuello, específicamente en el lado donde estaba la mordida-.

ThirdReich: -se estremeció ligeramente-. Yo no tengo nada que contar -dijo mientras intentaba sacarse de su agarre sin éxito, su fuerza no le estaba haciendo caso esta vez-.

URSS: ¿Por qué soñabas que te besaba Reich? -preguntó de todos modos, aunque nuestro ruso ya sabía de dónde venía la influencia de esos sueños-.

ThirdReich: -sentía nuevamente sus mejillas arder y el nerviosismo lo carcomía-. N-No lo sé... -respondió al fin-.

URSS: ¿de verdad no lo sabes? -preguntó extrañado pues para él la respuesta era obvia ¿no?-.

ThirdReich: ¡No lo sé! Pensé que era solo por el cansancio y las... hormonas adolescentes... -contestó hasta que sintió como la mano en su cintura subía hasta su mentón y le hacía voltear su rostro encontrándose con los ojos de Urss-.

URSS: ¿seguro es por eso? -su voz nuevamente era profunda y sus ojos también-. ¿No es... por qué te gusto?

ThirdReich: -nuevamente su rostro estaba rojo, no sabía que responder y la cercanía de la cara contraria a la suya le hacía difícil la tarea-. Y-Yo... -guardó silencio unos segundos-. ¿Tal... vez?

Esa respuesta fue suficiente para el ruso por el momento, el alemán por su parte creyó que ya podría liberarse de las preguntas del mayor que parecía ir aflorando el agarre en su mano y mentón.

Claro que el soviético no lo dejaría ir así como así ahora que sabía que el menor correspondía a sus sentimientos aunque fuera un poco, reafirmó el agarre en su mentón y corto la poca distancia que ambos rostros tenían con un beso un poco necesitado por parte del mayor, es que dios, se había estado aguantando por mucho rato el querer devorar esos suaves labios.

Reich por su parte apenas pudo reaccionar, sus ojos mostraban la sorpresa que sentía por el repentino beso, no era para nada como en sus sueños, incluso llegó a pensar que había sido mucho mejor. Tardó unos segundos, tal vez minutos, hasta que finalmente se armó de valor y correspondió un poco a ese beso de manera torpe.

URSS se separó del beso después de un rato, notando los leves jadeos que el menor soltaba por tratar de recuperar su aire perdido. Para el ruso el rostro que ahora tenía Reich era fantástico, quería ver que otras expresiones podría poner si llevaban a consumar el acto que la noche anterior no llegaron a tener, pero se contenía, no quería asustar al menor y que todo pasara tan rápido.

El soviético perdido en sus pensamientos no notó cuando el pequeño alemán de dio la vuelta pasando sus manos por el cuello del mayor, abrazándolo así, Urss miró al menor y este parecía pedirle, más bien, suplicarle con la mirada por otro beso, con sus labios entre abiertos y mejillas encendidas en un lindo sonrojo. Urss sonrió de manera ladeada, decidido a darle lo que pedía se acercó nuevamente a sus labios para besarlo mientras sus manos viajaron a su cintura para afirmarlo desde ahí. Nuevamente se besaban de manera algo fogosa, con el ruso tomando el control y guiando de cierto modo al alemán para "enseñarle" como besar.

Reich sentía su corazón latir a mil por hora y las "mariposas" en su estómago. Había agarrado el ritmo del beso cosa que el ruso cambió cuando pudo colar su lengua en la boca ajena, explorando cada lugar de esta para luego jugar con la lengua del alemán.

Eran solo besos, pero sí que lograban encender el ambiente de manera lujuriosa, para Reich esto era nuevo, porque ahora estaba consciente y sobrio, para el ruso esto era algo que le encantaba y le hacía querer llegar más allá, cosa que se negó mentalmente por el hecho antes mencionado. Tendría que ir al baño luego de todo esto con urgencia, pero se aguantaría el tiempo necesario con tal de enamorar al 100% a su querido alemán. Y algo le decía que esa espera sería hasta su mayoría de edad, es decir, hasta dos años más.

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