Episodio 15

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Sin que se lo esperase el soviético jalo la mano del alemán para hacerle caer a la cama boca arriba, el mayor se levantó desabrochando su abrigo para quitárselo y dejarlo a los pies de la cama mientras el alemán se apoyaba en sus manos para mantenerse sentado a medias en la cama.

Reich seguía sorprendido por lo que estaba pasando justo ahora, su cerebro y corazón estaban como locos tratando de analizar la situación casi con desespero, sin darse cuenta Urss estaba solo con su pantalón puesto, ni siquiera la ushanka traía puesta, él trató de alejarse pero el ruso atrapó su pie con su mano y le jaló acercándolo más a él.

ThirdReich: U-Urss, apártate -pidió con notoria vergüenza apoyando sus manos en la calidad piel del pecho de quien ahora se encontraba sobre el-.

URSS: Me niego -susurro acercando su rostro al del menor quien intentaba alejarle en vano-. Mírame -pidió cuando el menor apartó su rostro y cerró sus ojos-.

ThirdReich: -abrió los ojos lentamente para mirarle encontrándose con una sonrisa tranquila de parte del ruso-.

URSS: No te haré daño... relájate -dejó un beso en su frente y otro más en su mejilla-. Antes de que nos viniéramos... hiciste un puchero ¿Querías que volviera a besarte?

ThirdReich: -entendió a lo que se refería, pero ni cuenta se había dado del supuesto puchero que hizo-. Bueno... creo que sí... -admitió en voz baja-.

URSS: Te daré todos los que quieras Reich, pero antes quiero saber algo... -dijo con seriedad-. ¿Yo te gusto? ¿Me quieres? Un "tal vez" no sirve ahora -notó el nerviosismo en el rostro del alemán-.

ThirdReich se puso a pensar, repasar algunos recuerdos y sobre todo analizar sus sentimientos hacia el soviético. Cuando estaba con él le pasaban cada cosa que le hacía mostrar la mayoría de sus facetas y sentimientos que el jamás hubiese mostrado a alguien más.

Se dio cuenta que nunca negó los incontables besos que el soviético le daba, pudo haberlo mandado devuelta a sus tierras cuando quisiera, pero aun así no lo hizo. Entonces la razón por la que su corazón se volvía loco con un solo beso suyo ¿era porque le quería? Así es, él se estaba dando cuenta de eso, ya no era un "tal vez" sino un "si" se había enamorado del soviético y ya no podía negarlo.

ThirdReich: -desvío su mirada unos momentos antes de volverla al soviético, con el corazón a mil abrió la boca para hablar-. S-Si... me gustas... ich liebe dich... -dijo en voz baja pero audible, moría de vergüenza y su rostro lo demostraba-.

URSS: -sonrió también con un rubor en sus pómulos-. Me alegra oír eso... -se acercó finalmente para besar a su amado, un beso tierno lleno de cariño-.

Reich correspondió de igual manera, se sentía feliz tal vez contagiado por la felicidad del mayor pero feliz, al fin y al cabo. Ese beso continuo por un buen momento, se separaron por aire, pero el ruso quería más ahora, principalmente por esto había pedido venir a la habitación del menor, aunque salió mucho mejor de lo que esperaba.

Volvió a besar al menor esta vez con más intensidad y profundidad logrando robarle el aliento en varias ocasiones. Mordió su labio haciéndole abrir su boca para así introducir su lengua, exploró esa cavidad que ya bien conocía antes de juntar su lengua con la de él en una danza lujuriosa en la que el soviético mantenía el control.

El menor de ambos se estremeció ligeramente cuando sintió la mano fría del contrario colarse bajo su camisa tocando su costado y acariciando su piel sin pena. Esa misma mano salió de ese lugar para desabotonar la camisa del menor con lentitud y tranquilidad, una vez logró su cometido, se separó de sus labios para admirar su torso al descubierto, se acomodó bien para poder pasar sus dos manos por esa piel descubierta, en un recorrido desde abajo hacia arriba podía sentir como el jóven bajo suyo se estremecía.

(Dibujo nuevo)

ThirdReich: Ung... tus manos... están frías -dijo entre pequeños jadeos que se le escapaban-.

URSS: Es porque estuvimos afuera... -murmuro llevando ambas manos al pecho del menor-. Pronto estarán más cálidas -sonrió ladino mientras sus dedos tocaban ambos pezones del menor-.

ThirdReich: ¡Ah! -llevó una de sus manos a su boca para cubrirla, avergonzado-.

URSS: Así que eres sensible aquí... -susurró aún con los toqueteos de sus dedos en los pezones contrarios-.

Urss estuvo solo un rato así, deleitándose de los pequeños gemidos y jadeos que se le escapaban a su amado. Besó los labios contrarios, bajo al cuello para dejar besos, lamidas y mordidas, marcándolo por fin. El siguió bajando dejando chupetones y más mordidas hasta su pecho, quitó su mano del pezón izquierdo y acercó su boca para lamerlo provocando que el contrario se estremeciera y soltara gemidos un poco más altos, estuvo ahí un rato antes de hacer lo mismo con su pezón derecho, deleitándose nuevamente con los sonidos que dejaba escapar su amado ante cada caricia que le daba.

Una de sus manos bajo hasta la entrepierna del menor y así acariciarla por sobre la tela logrando más gemidos por parte del más bajo. Continuó de esa manera hasta que sintió que fuera suficiente, apartó su boca del pecho contrario, dejándolos a ambos erectos y sensibles al contacto, sonrió satisfecho cuando pudo ver el rostro ruborizado y notablemente excitado de su amado.

URRS: Maldita sea que lindo eres... -murmuro acercándose a sus labios-.

Le beso con desespero, sus manos no se quedaron quietas, ambas afirmaron el borde de sus pantalones y ropa interior quitando los de un solo jalón que ni tiempo le dio al alemán de resistirse aunque poco le importaba ya, llegó a sentirse algo aliviado de tener su miembro erecto libre y sin esa opresión que ejercía la ropa.

Reich no quería quedarse sin hacer nada, acercó sus manos con un poco de timidez al pantalón del mayor, desabrochándolo, se sintió un poco intimidado cuando una de sus manos quiso acariciar esa zona y descubrió el tamaño del miembro que aún seguía atrapado en la ropa interior, a espera de que lo liberaran.

Urss terminó por quitarse el pantalón, observó detenidamente el cuerpo del alemán, notó de inmediato como este apartó la mirada avergonzado ante su mirada, tomó una de sus manos para depositar un beso en su dorso, luego se acercó a su rostro para dejar varios besos en su mejilla y labios, buscando distraerle un poco y quitarle su vergüenza.

Finalmente con una de sus manos Urss rodeó la extensión del miembro de su amado comenzando con lentos movimientos que hacían suspirar de placer al más bajo, este último se atrevió a recorrer el torso de Urss con sus manos, sintiendo sus músculos bien trabajados (sin llegar a exagerar) que le hacían ver más atractivo.

Reich nuevamente llevó una de sus manos a la entrepierna del ruso, comenzó su acariciar el bulto por sobre la tela provocando que pequeños jadeos de placer se le escaparan al mayor, esto solo le incitó a continuar, con lentitud liberó ese miembro de la ropa interior, lo vio de reojo y pensó "¿es normal que sea de ese tamaño a su edad?". Volvió a concentrarse, envolvió ese trozo de carne con su mano para masturbarlo al igual que Urss, este último se mordió el labio inferior ante el placer que sentía.

La posición le incomodaba, tomó a Reich levantándolo, haciéndole quedar sentado en su regazo de frente y sus piernas a cada lado, mientras él le afirmaba de la cintura con su espalda apoyada en la cabecera de la cama.

Ninguno dijo nada, se miraron a los ojos volviendo a besarse con lujuria y pasión. Urss mantuvo una mano en la cintura de su amado, la otra fue hasta ambos miembros que se rozaban mutuamente debido a la cercanía de sus cuerpos, tomó ambos para masajearlos entre sí, esa acción le hizo soltar un gemido de sorpresa a Reich en el momento que sus labios se separaron, continuó soltando pequeños gemidos tratando de aguantarlos en vano, el ruso incrementó el movimiento de su mano para escuchar más de esos hermosos gemidos, se sorprendió cuando sintió la mano del alemán sobre la suya ayudándole con el ritmo, dirigió su visita a este y vio que se estaba mordiendo el labio inferior, tal vez estaba cerca de llegar a su clímax y por eso quería aumentar el ritmo.

URSS: ¿ya vas a venirte? -sonrió con un poco de malicia deteniendo el movimiento de su mano-.

ThirdReich: -intentó recobrar el aliento con pequeños jadeos mirando al soviético confundido-. ¿Qué... qué haces?

URSS: -sonrió nuevamente con malicia-. Si me pides que continúe lo haré~

ThirdReich: -frunció el ceño y con vergüenza ocultó su rostro en su hombro-. C-Continúa... -dijo en voz baja y temblorosa-.

Urss sonrió victorioso, sabía que sería el único en ver ese lado del alemán, era el mejor de los privilegios que podría tener con su amado.

Volvió a mover su mano en ambos miembros, el roce constante que tenían más los gemidos que el menor luchaba por contener, le harían venirse antes de lo que había pensado. De manera inconsciente Reich comenzó a mover un poco su cadera para sentir más de esas placenteras sensaciones, Urss estaba encantando con eso, de cómo el menor hacia cosas dejándose llevar por la lujuria, le daba muchas ideas para el futuro.

(Versión censurada, sin censura en mi twitter)

Sin esperarse lo sintió una fuerte mordida en su hombro, soltó un gruñido por el dolor, olvidó los filosos dientes que tenía su amado alemán, este último hizo aquello para acallar los vergonzosos y lascivos sonidos que salían de su boca, de paso quería dejarle aunque sea una marca al comunista que se había dado el lujo de marcar su cuerpo, ignoró por completo lo dolorosos que podían ser sus dientes si ejercía más fuerza sobre la piel del mayor.

Reich soltó un gemido que fue ahogado en el hombro del soviético cuando alcanzó su clímax, Urss hizo que le soltara de la mordida para poder apreciar ese rostro hundido en placer, la sola vista más unos movimientos más de su mano fueron suficientes para hacerle venir en cuestión de segundos. El menor de ambos volvió a apoyar esta vez su frente en el hombro contrario, se sentía cansado pues era la primera vez que hacían algo como eso con alguien, siempre lo había hecho solo aunque nunca porque se sintiese atraído por alguien o tuviese fantasías sexuales, no, siempre porque sus hormonas de adolescente se alborotaban sin su permiso.

El soviético ahora escuchaba la calmada respiración de su amado sobre su hombro, sonrió levemente pues sabía que sucedía, acomodó mejor al menor viéndole plácidamente dormido, al igual que ese día en la que se emborracho. Le acomodó mejor en la cama, fue al baño a buscar algo para limpiarse y también a Reich, luego de hacer eso se pudo su ropa interior para acostarse al lado le jóven, tapó ambos cuerpos y se quedó mirando unos minutos a su amado.

URSS: Я люблю тебя рейх... -(Te amo Reich...) susurró-.

Cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño, cosa que consiguió en escasos minutos, sin dudas disfrutaría el día de mañana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro