Episodio 23

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Finalmente se encontraban en la cena, ambos comían de manera tranquila en ese elegante comedor, de vez en cuando charlaban, aunque el soviético notó que Reich parecía un poco distraído o más bien ¿nervioso? Intento relajar al joven con la conversación y lo lograba por minutos, luego volvía a parecer nervioso.

URSS: Por cierto, realmente dejaste la carne ¿eh? -dijo al ver las ensaladas que comía el contrario-.

ThirdReich: Por supuesto, yo cumplo mi palabra -sonrió levemente con orgullo, esa dieta la había empezado hace no mucho más que un año y no le fue para nada difícil cambiar sus hábitos alimenticios-.

URSS: Vaya, te felicito por eso -sonrió-.

ThirdReich: Dios, siento que me tratas como a un mocoso -dijo frunciendo el ceño levemente-.

URSS: Eso no es cierto -se defendió-. Creo -dudó-.

Urss solo rió al ver la cara de ofendido que puso Reich, aunque se calló cuando le vio molestarse, pero las expresiones del menor eran lo que más le encantaba, expresiones que solo podía ver él y nadie más, pues sabía que el alemán no le gustaba mostrar esas facetas suyas a los demás.

La cena pasó tranquila, Reich se veía más relajado y eso alegro al soviético. Las sirvientas terminaron de retirar todo de la mesa, ambos se levantaron y se dirigieron a la habitación, el primero en entrar al baño para cambiarse fue Urss, mientras que el joven alemán lo hizo en la habitación. El mayor de ambos al salir del baño vio al menor acostado y tapado con las mantas de la cama hasta casi los ojos, solo rió divertido.

URSS: ¿Qué haces? -preguntó riendo divertido mientras se acercaba a él-.

ThirdReich: Nada así duermo siempre -desvió la mirada con algo de nerviosismo-.

URSS: ¿siempre? Yo te he visto dormir así una sola vez -dijo sonriendo de lado poniéndose junto al lado de la cama de Reich-. Y fue cuando no querías que te hiciera cosas -se subió sobre él sin aplastarlo y acorralándole contra la cama-.

Casi de inmediato aumentó el nerviosismo de Reich, alcanzándose a ver un poco del rubor en sus mejillas puesto que la manta seguía ahí ocultándole. Al soviético le era difícil resistirse a esa hermosa vista, es que para él Reich era perfecto, lindo y una caja de sorpresas.

El menor de ambos simplemente no encontraba las palabras correctas para llevarle la contraria al ruso y negar lo que le había dicho, se había quedado hipnotizado por las doradas orbes del contrario, que, a pesar de su vergüenza no podía apartar la mirada, solo podía avergonzarse más al tener pensamientos que el mismo quería negar.

URSS: -se acercó un poco al rostro de Reich-. ¿No me dejaras besarte? -preguntó en tono seductor-.

El menor de ambos se sorprendió por la pregunta, también se avergonzó aún más por lo que haría, poco a poco fue quitando la manta que cubría la mitad de su cara desviando la mirada del rostro de Urss a un costado solo para poder aguantar un poco más la vergüenza.

El soviético sonrió enternecido, su pequeño le dio a entender con ese puro acto que le estaba permitiendo tocar esos labios con los suyos una vez más. Se aseguraría de aprovechar esa oportunidad lo máximo posible que pudiera aguantar el menor, no quería llegar al final, quería ser paciente y esperarle hasta su mayoría de edad. Tampoco quería hacerlo sin el consentimiento de su pareja.

Lentamente se acercó a los labios de quien tenía debajo de su cuerpo, con delicadeza junto sus labios, fue un beso lento, pues el ruso estaba explorando hasta donde podía llegar con el joven. Poco a poco la intensidad del beso fue subiendo, de un rose suave de labios a uno en el que la lengua del mayor entro en la cavidad bucal del alemán para explorar y acariciar su lengua. El menor soltaba pequeños jadeos ahogados cuando se vio falto de aire obligando al mayor a separarse para dejarle respirar, el rostro de su pequeño no tenía precio, estaba ruborizado y con su boca entreabierta jadeante del aire que él mismo le había quitado.

Volvió a besarlo esta vez un poco más demandante, logró escuchar un pequeño gemido salir de los labios del alemán cuando mordió su labio inferior para nuevamente hacerse paso dentro de su boca. Una de sus manos sostenía su cuerpo mientras la otra quitaba las mantas que cubrían a Reich de manera delicada y calmada pues no quería alarmarlo. El menor no se resistió, los besos del soviético le tenían con la mente nublada, solo dio un pequeño respingo cuando sintió la mano del mayor colarse bajo su ropa y acariciar la piel de su torso.

ThirdReich: U-Urss -jadeo al sentir como él delineaba sus cicatrices con sus dedos y seguía subiendo hasta su pecho-.

Urss se quedó en silencio y volvió a besarle, su mano tocó uno de sus pezones causando un temblor en el cuerpo del menor. Esa reacción le había parecido encantadora al soviético, se notaba que su pequeño era sensible a esos estímulos y eso le enamoraba más. Volvió a tocar ese botón estimulándolo de manera más notoria esperando a la reacción de su pequeño.

ThirdReich: ¡Ah! -inmediatamente se avergonzó por el sonido que acababa de soltar se llevó una mano a la boca para cubrirla y evitar soltar más de esos sonidos-.

URSS: Déjame oírte -pidió mientras dejaba un beso en la mano que cubría la boca de su amado-.

ThirdReich: No quiero es vergonzoso -dijo evitando quitar su mano-.

URSS: No seas así -susurro cerca de su oído, con la única mano que podía usar, quitó la suya de su boca-.

ThirdReich: Urss, dije que n- -se vio interrumpido por un beso del soviético, frunció levemente el ceño antes de corresponderle de todas formas-.

El ruso solo se dedicó a besarle y nada más, realmente ya no quería seguir tocando ese preciado cuerpo que tenía debajo suyo, pues sabía que podía llegar a un punto en el que no podría controlarse a sí mismo y le harían querer poseer ese cuerpo por completo, pero no debía sucumbir, estaba creciendo por lo que sus deseos carnales también lo hacían, pero debía ser paciente, faltaba menos de un año hasta la mayoría de edad de su pequeño que sería en marzo, lamento mentalmente el no haber podido estar presente ese año para su cumpleaños y solo haberle saludado por medio de las cartas.

Salió de sus pensamientos cuando sintió un golpe en su hombro lo que lo obligó a separarse de su amado y mirarle expectante.

ThirdReich: Urss, tengo que dormir, hoy tuve mucho trabajo y estoy muy cansado -dijo intentando volver a taparse con sus mantas y dejar esa situación vergonzosa como página vieja-.

URSS: Ups, lo siento por eso no estaba pensando claramente, eres demasiado hermoso y nublas mi mente -dijo sonriéndole de manera picara-.

ThirdReich: -se ruboriza totalmente y vuelve a lanzarle un golpe en el hombro-. Realmente no tienes vergüenza -murmuro entre dientes avergonzado-.

URSS: Jajaja deberías estar acostumbrado ya -se tiró a su lado en la cama para taparse con las mantas y tapar a Reich de paso-.

ThirdReich: no escucho cursilerías todos los días -dijo mientras se acomodaba en las mantas-. Ahora voy a dormir así que no me molestes -cerró sus ojos para intentar dormirse-.

El soviético hizo un pequeño puchero, se cubrió mejor y se acercó al pequeño para abrazarle. Escuchando inmediatamente una protesta de parte del menor pero el mismo no hizo nada para alejarle, sonrió ante eso, su pequeño solo quería demostrar estar incómodo cuando en realidad no era así. Las protestas se detuvieron luego de unos minutos, Urss al levantar un poco la vista pudo ver a su pequeño durmiendo plácidamente, para haberse dormido tan rápido si se le notaba que estaba cansado, debe tener mucha carga justo ahora sobre todo cuando esa otra parte le agota mentalmente hasta el punto de desesperarlo.

Tendría que investigar lo antes posible sobre eso, también inventar algún medicamento que mantuviera dormida a esa parte de Reich, sería un reto y tal vez le tomaría años con la tecnología de hoy en día, pero lo haría, lo haría por su amado no importaba el costo o el tiempo que le llevara lograrlo, estaba decidido y determinado a hacerlo, incluso si tuviera que pedir ayuda a alguien con mayor tecnología lo haría.

Con toda esa determinación y pensamientos en mente, finalmente pudo quedarse profundamente dormido, también tuvo mucho que procesar y pensar ese día.

Nazi: Una vez te vayas todo será más fácil para mí y para él.

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Reich abrió los ojos cuando se sintió incomodo al no poder moverse libremente, y como no, si al percatarse vio al ruso abrazándole con fuerzas como si se fuese a desvanecer en cualquier momento. Pensó en despertarle, pero su rostro sereno al dormir le impedía hacerlo, se veía tan tranquilo, sin ninguna preocupación o diciendo cosas cursis como siempre

Sonrío levemente mientras le veía dormir, en eso notó una mueca en el más alto, parecía que estaba teniendo una pesadilla, pues le escuchó soltar un jadeo y de inmediato le vio sudar con una mueca de incómoda ¿o era de terror? Reich le miró desconcertado un momento, pero empezó a moverle para despertarle cuando el mayor había aumentado la fuerza en el abrazo que tenía apresado su cuerpo.

ThirdReich: ¡Despierta Urss! -le movió con fuerza soltando un pequeño quejido por el agarré del ruso, para estar dormido su fuerza seguía intacta-. ¡URSS! -gritó en voz alta logrando que el ruso abriera sus ojos-.

El mayor soltó a Reich y se sentó en la cama confundido, con la respiración errática como si hubiese corrido la maratón de su vida, al mirar a Reich lo único que hizo fue lanzarse a abrazarlo como si su vida dependiera de ello. El joven entre sus brazos le miraba preocupado, era la primera vez que le veía tan alterado, sobre todo por una pesadilla. No perdió tiempo, comenzó a acariciar su espalda como su padre lo hacía con él cuando era pequeño, el soviético comenzó a calmarse poco a poco y a tranquilizar su respiración gracias a las caricias de su pequeño. Finalmente, cuando estuvo tranquilo se separó un poco y el menor tuvo el valor de preguntar.

ThirdReich: Urss ¿te encuentras bien? -preguntó en tono calmado, con miedo de que si subía la voz el ruso podría volver a asustarse-.

URSS: Estoy bien, lo siento si te lastime ¿tú estás bien? -preguntó sonriéndole levemente, claramente de manera falsa-.

ThirdReich: Estoy bien, no soy un debilucho como para lastimarme así, además, ahora me preocupas tú, es la primera vez que te veo tan alterado por un sueño mejor dicho una pesadilla

URSS: -soltó un pequeño suspiro-. Tienes razón, solo fue una horrible pesadilla

ThirdReich: -guardó silencio un momento-. ¿Puedes contarme de que trataba?

URSS: soñé que uhm bueno, ya no puedo recordar mucho

ThirdReich: solo lo que recuerdes estará bien

URSS: Bueno, ahm estaba en medio de una guerra, en un bosque donde la nieve caía sin cesar estaba siguiendo un rastro de sangre que se marcaba en la nieve, en el sueño parecía muy enojado mientras caminaba seguí el rastro hasta unas puertas que parecían de hierro, un búnker, no recuerdo cómo, pero logré entrar y dentro estaba -su rostro palideció un segundo al recordarlo, abrazó un poco más firme a Reich ocultando su rostro en su hombro-. Lo siento, no puedo recordar más

ThirdReich: Todo esta bien, no te preocupes Urss -correspondió a su abrazo y entendió que no debía preguntar más u obligar al mayor a recordar esa pesadilla que tan mal le tenía, incluso para el se escuchaba algo terrorífica, la guerra siempre lo era-. Fue una pesadilla nada de eso es real -intentó convencer al mayor para calmarle-.

URSS: Una pesadilla cierto, tienes razón eso es algo que no podría pasar nunca -rió levemente avergonzado por su actitud infantil en frente de una simple pesadilla-. Espero que nunca suceda -murmuro inaudible para él menor que no quiso preguntar-.

ThirdReich: -sonrió para animarle una vez se separaron-. Vamos, con una ducha y un rico desayuno te pondrás mejor -dijo animoso, algo raro en él, pero realmente intentaba animar al mayor-.

URSS: Tienes razón -sonrió levemente más animado-.

ThirdReich: Por supuesto, como soy el dueño de esta casa usaré el baño primero -sonrió ampliamente mostrando sus dientes filosos, a la vez que se levantaba rápidamente, tomaba ropa limpia y se metía al baño con la misma rapidez-.

El mayor de los dos solo soltó una carcajada por la actitud del menor, realmente le había subidos lo ánimos esta vez mientras sonreía mirando sus propias manos, el recuerdo de esa pesadilla seguía vivido en su mente sobre todo el final de esta había dicho que lo olvidó, pero eso era obviamente era una mentira, ¿cómo podría decirle a Reich que dentro del búnker estaba él sangrando y moribundo? ¿Que las intenciones del ruso para seguir ese rastro no eran más que para terminar el trabajo? Por supuesto que no podría contarle eso, jamás lo haría, deseaba con todo su corazón que eso se quedará tal como era, una pesadilla y nada más.

Soltó un suspiro y finalmente se levantó para buscar ropa en su maleta, preparándose para entrar al baño una vez que su amado pequeño saliera.

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