Episodio 26

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URSS: ¿Por qué no te llevas un recuerdo de aquí? -preguntó mientras caminaban por las calles de Suiza, sus guardaespaldas venían detrás de ellos-.

ThirdReich: No creo que sea necesario -tenía planeado llegar a pintar una zona que le había gustado-.

URSS: No creo que a Suiza le moleste que lleves un recuerdo de sus tierras~

ThirdReich: no insistas tanto Urss -sonrió levemente-. Estoy bien así, además, quiero llegar a pintar algunas cosas que he visto, eso servirá como un recuerdo.

URSS: ¿Ya hiciste el retrato de ti que te pedí? -preguntó recordando el tema-.

ThirdReich: ¿Qué? ¡Por supuesto que no! -sintió su rostro calentarse un poco-. Pintarme a mí mismo no es divertido -se excusó-.

URSS: ¿Entonces pintarme a mí si lo es? -sonrió de lado recibiendo de inmediato un golpe en el hombro-.

ThirdReich: ¡Claro que no! -se volteó para que no viera su rostro ruborizado-.

URSS: Jajajaja, solo bromeo -rió divertido-.

El guardaespaldas del alemán procedió a acercarse a su señor para decirle algo en su lengua natal, el joven se calmó antes de mirarle.

Guardaespaldas: Sir, wir müssen zum Flughafen, der Flug wird in einer Stunde abfliegen. –(Señor, tenemos que ir al aeropuerto, el vuelo saldrá en una hora.) informó pues el vuelo estaba programado desde que llegaron al lugar-.

ThirdReich: Sehr gut. –(Muy bien.) resopló, le había servido la salida, pero ahora no quería volver a encerrarse en montañas de trabajo-.

URSS: ¿Qué sucede? -preguntó un poco preocupado por el repentino cambio de ánimo en el menor-.

ThirdReich: ya debo irme, mi vuelo saldrá en una hora así que tengo que apresurarme -dijo un poco decaído-.

URSS: Oh ¿te acompaño al aeropuerto? -preguntó un poco desanimado-.

ThirdReich: No, de seguro aún tienes asuntos que atender aquí así que iré por mi cuenta.

URSS: ¿estás seguro? -preguntó un poco extrañado, creyó que no iba a negarse-.

ThirdReich: Si me será difícil irme si me sigues -admitió un poco avergonzado-.

El soviético abrió los ojos sorprendido ruborizándose levemente por el comentario del menor, tenía unas enormes ganas de besarle en ese momento, pero debía aguantarlo, de otro modo el joven alemán podría molestarse con él después.

URSS: Comprendo, iré a visitarte lo más pronto que pueda entonces así no querrás que me vaya -sonrió de lado-.

ThirdReich: -se ruborizó aún más-. Como sea, no tienes que venir tan pronto, ambos tenemos mucho trabajo así que no podemos estar holgazaneando -dijo manteniendo la compostura-.

URSS: pff jeje, está bien -se acerca a él y deja un beso en su mejilla-. Nos vemos entonces, intenta no trabajar tanto -rió al ver la cara perpleja del menor y se alejó agitando su mano en despedida-.

ThirdReich: ¡Hey! -no alcanzo a quejarse más pues el otro ya se había alejado bastante-. Que tontoLass uns gehen –(Vámonos) dijo comenzando a avanzar hasta el auto que los llevaría al aeropuerto-.

Guardaespaldas: Ja, Führer. –(Si, líder) abrió la puerta para que el menor pasara-.

Los días continuaron con su rutina de siempre, había pintado el lugar que grabó en su mente en Suiza y continuo con el papeleo del país. Extrañamente comenzó a compartir cartas con Reino de Italia, al principio fue solo un saludo para presentarse formalmente mediante las palabras en el papel. Le había agradado, al menos un poco, era bueno con las palabras eso lo admitía, tenía buen carisma a la hora de entablar relaciones. Pero había algo que le molestaba recientemente y era Nazi, le animaba fervientemente a entablar relaciones amistosas con el italiano y también con el Japones, con este último también habían intercambiado correspondencia, pero muy poca debido a la distancia y el nipón parecía un poco más difícil de tratar, todo lo contrario al italiano.

Soltó un suspiro tras leer la carta con el japones, aún recordaba la primera carta que le envió y sonrió divertido cuando recordó la respuesta que el asiático que le había enviado.

Mucho gusto, le envió una carta para presentarme formalmente. Mi nombre es ThirdReich, soy la nueva representación de Alemania y he estado a cargo por unos 3 años. Envió esta carta como un saludo y como agradecimiento por haberme guiado ese día, sé que pudo haber sido molesto, pero quería agradecerle de todos modos. Espero que podamos mantener una buena relación amistosa.

-Se despide ThirdReich.

Y luego de una semana más o menos recibió una respuesta que le había dejado desconcertado.

No fue una molestia. Llevémonos bien.

-Imperio Japonés.

Una respuesta muy precisa y corta sin dudas. Le hicieron notar la personalidad cerrada que tenía el japones, aun así, luego de su desconcierto pudo reír divertido y continuar intercambiando algunas cartas con el imperio. Era divertido, ciertamente le recordaba un poco a las respuestas que le daba su padre en la niñez, cortas y precisas, él era un hombre de pocas palabras. Ahora no sufría al recordarle, claro que siempre habría un pequeño dolor, pero ahora solo tenía los buenos recuerdos.

Durante los siguientes días volvió a tener un sueño pues sabía que eso era más que real. En ese lugar oscuro donde alguien con su silueta se le acercaba caminando de manera amenazante y elegante.

Nazi: Haz hecho muy bien ThirdReich, pronto le daremos a estas tierras su merecida grandeza. Todos pagarán por habernos lastimado y humillado. ¿No estás de acuerdo?

ThirdReich: -le miró confundido-. ¿De qué estás hablando? Es cierto que ahora vamos muy bien, la nación se está estabilizando a pesar de todo y eso es lo importante.

Nazi: No Reich. -negó con la cabeza sin quitar su gran sonrisa-. Es hora de que hagamos nuestra raza grande, los arios debemos persistir por encima de todos.

ThirdReich: ¡Lo único que quieres es otro conflicto! -dijo enojado temblando ligeramente cuando ese ente se acercó a su rostro-.

Nazi: es obvio que no pensamos igual, pero eso está bien. Yo soy tú odio después de todo, el odio de la gente que sufrió por años los injustos tratos de aquellos que se creen unos héroes para el mundo cuando no son más que un montón de hipócritas. Abre los ojos querido ¿o deseas que obligue a abrirlos?

ThirdReich: Solo debemos continuar como vamos, de otro modo volveremos a caer -dijo sin mirarle, era increíble cómo podía sentirse intimidado por sí mismo-.

Nazi: Ahora veo que te niegas a abrir los ojos, es una lástima. -soltó un suspiro desganado y luego sonrió ampliamente mostrando sus dientes-. Supongo que es mi turno de hacerme cargo de algunas cosas.

ThirdReich: ¡No hagas nada estúpido! -dijo furioso, sabía que sus intenciones no serían del todo buenas-.

Nazi: ¡Haré lo mejor para ambos! Así que ahora te dejaré ver como un espectador. -dijo sonriente-.

Reich iba a replicar, pero sintió algo envolver su cuerpo miro a su alrededor y se asustó, eran cosas similares a manos humanas, pero estaban completamente negras, afirmaban sus piernas y brazos reteniéndole y arrastrándole a una especie de burbuja oscura.

Nazi: no te preocupes, me encargaré de responder las cartas de ese soviético como si fueras tú, después de todo, así le dolería mucho más la traición ¿no? -dijo riendo divertido-.

ThirdReich: ¡NO! ¡NO LE HAGAS NADA A ÉL! -gritó desesperado-.

Nazi: Relájate, aún queda mucho por hacer, y como siempre se dice, hay que dejar lo mejor para el final -sonrió divertido despidiéndose con la mano de él-.

ThirdReich: ¡ÉL TE DESCUBRIRÁ! ¡NAZI! -finalmente fue tragado por esa burbuja negra-.

Nazi: Qué así sea si me descubre o no, no significa que tú volverás sin mi permiso -rió divertido-.

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Nazi: Bien -se sentó en el escritorio revisando unos papeles-. Tenemos mucho que hacer, ¿por dónde empezar primero? Por dentro, claro está.

Los días pasaron, Reich podía ver como Nazi respondía las cartas como él hubiera hecho, realmente ocultaba bien el cambio de personalidad incluso frente a los soldados y sirvientes que estaban en el palacio de Bellevue. Incluso se había ganado el apoyo de todos con mucha facilidad haciéndolo parecer natural, Nazi tenía mucho carisma y elegancia a la hora de actuar. Logró captar la atención del italiano y del japones en poco tiempo. Urss no había podido darse cuenta del cambio en absoluto y solo enviaba cartas de disculpas por no poder ir a visitarle pronto como hubiera querido. No le extrañaba, él tenía un territorio mucho más grande del que hacerse cargo y su único consuelo era saber que Nazi no le estaba haciendo nada a través de las cartas, de hecho, parecía muy amigable con él.

Domingo 15 septiembre de 1935 - Se aprueban las antisemitas leyes de Núremberg: se suspenden los derechos civiles de los judíos y se ilegaliza cualquier relación de estos con los arios.

Entonces hizo su primer movimiento. Sin su consentimiento, parecía que Nazi tenía a todos en sus manos y a su favor. ¿Cómo pudieron aprobar una ley así?

-1936-

Sábado 7 marzo de 1936 – Se viola el tratado Locarno y ordena ocupar inmediatamente la zona desmilitarizada de Renania.

No se había dado cuenta que ya habían cambiado de año, encima faltaba poco para su cumpleaños. Lo que más temía se estaba acercando, iba a alcanzar su mayoría de edad y el soviético ya había avisado de su visita para celebrarlo junto con él. Mencionando que traería los mejores licores de sus tierras para compartirlos con un Reich adulto. ¿Cómo debería reaccionar a eso? Estaba encerrado y dudaba que Nazi le dejara tener unos momentos con él cuando llegara.

Debía intentar hacer algo, no, incluso si no estaba él ahí, Urss podría darse cuenta del cambio e intentar hacer algo para ayudarle o mantener a Nazi a raya. Eso era lo único que le dabas esperanzas mientras los días seguían pasando. Las cartas de las otras dos naciones continuaban llegando, ambos se habían vuelto cercarnos a Nazi.

ThirdReich: Solo debo aguantar un poco más Urss se dará cuenta del cambio cuando Nazi esté frente a él, igual que en esa reunión del pasado ¿verdad? -su voz sonaba dudosa e insegura-.

Reich se encontraba muy inseguro, ¿qué pasaría si Urss no se daba cuenta del cambio? Nazi era muy persuasivo con sus palabras y maneras de expresarse, también le imitaba a la perfección cuando intercambiaba cartas con el soviético. Estaba tan preocupado, tenía un mal presentimiento que solo se acrecentaba conforme pasaba el tiempo. Él lo descubriría.

¿VERDAD?

//1716 Palabras//

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