Episodio 27

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Lunes 23 de marzo de 1936, el día de su cumpleaños finalmente había llegado demasiado rápido. Es increíble como dos semanas completas pueden pasar volando con tanto trabajo. Nazi estaba en un problema y era que lo había olvidado por completo. Peor aún, no faltaban más que unas horas para el soviético llegara a la mansión. Se había sumergido tanto en el trabajo y sus planes que no había pensado en nada que hacer.

Nazi: qué problemático ¿debería decirle que estoy ocupado por medio de un mensajero? -murmuro con el ceño fruncido-. No puede sospechar. No queda opción

Se levanto de su silla de escritorio y camino alrededor de la mansión para decirles a sus empleados que se tomaran el día libre pues quería sentirse relajado en su cumpleaños, los únicos que no pudieron retirarse fueron os guardias que vigilaban la entrada y salida de la mansión en el patio. Ellos no serían un problema, después de todo necesitaba un poco de protección.

Estuvo todas esas horas, que calculo faltaban para la llegada del soviético, encargándose de ocultar documentos y cualquier signo de la existencia de sus planes. Pues si llegaban a filtrarse podrían tirar su nación abajo una vez más y condenarle a muerte.

Se sentó en su escritorio soltando un suspiro y cerró los ojos mientras se apoyaba en el respaldo decidido, era todo o nada después de todo.

Nazi: ¿Estás despierto? -preguntó mirando la burbuja oscura delante de él-.

ThirdReich: ¿Qué quieres? -dijo casi en un susurro-.

Nazi: Urss viene, ¿no quieres verlo? -sonrió levemente haciendo la burbuja más transparente-.

ThirdReich: ¿qué truco es este? -dijo desconfiado sin mirarle-.

Nazi: No es ningún truco, ¿olvidaste que día es hoy? 23 de marzo, tú nacimiento, oops, perdón, nuestro nacimiento. -rió divertido-.

ThirdReich: Oh es cierto -levantó un poco la cabeza-. ¿Y es motivo para alegrarse cuando estoy aquí encerrado mientras tú haces el trabajo? -dijo irónico-.

Nazi: Hey, te estoy ofreciendo la posibilidad de ver a Urss personalmente como un regalo de cumpleaños.

ThirdReich: un regalo de cumpleaños de mí mismo, que irónico. -rió sin ganas-.

Nazi: ¿Aceptas o Declinas? -preguntó impaciente-.

Reich comenzó a pensar, era obvio que esto era un truco de parte de Nazi, pero se sentía tan solo ahí encerrado sin poder hacer nada más que observar, que no le importaba aceptar la oferta con estar al menos un día o dos con el soviético que tanto amaba. Quería verle, abrazarle y sentirse seguro en sus brazos como siempre.

ThirdReich: Acepto -murmuro-.

Nazi: Perfecto, intenta recomponerte, él llegara en cualquier momento. -Sonrió ampliamente antes de poner una mirada siniestra-. Por cierto, justo ahora tú no tienes nada de poder, si intentas revelar algo o pedir ayuda, me encargaré de poseerte y que no actúes por tu propia voluntad, después de todo, la peor tortura es estar consciente de tus acciones pero no poder evitarlas ¿no? Tenlo en mente -soltó una pequeña risita-. Buena suerte.

Abrió sus ojos un poco desorientado y con la vista perdida, no tardó mucho en acostumbrarse. Miró a su alrededor, pudo ver la oficina tal como la recordaba, observó sus manos, las movió libremente y sonrió aliviado. Se sentí al fin en control y más libre, se levantó de inmediato de su lugar, debía preparar al menos una comida para la llegada de Urss ¿no? aunque era su cumpleaños prefería preparar las cosas por sí solo, como una pequeña celebración.

Caminó por el pasillo con notable ánimo, bajó por las escaleras que daban a la entrada y salón principal, entonces vio la puerta abrirse junto con un guardia entrar, iba a preguntar de que se trataba todo, pero lo olvido por completo al ver la persona detrás de él. Muy poco le importo que hubiera un guardia presente, simplemente corrió y se lanzó a abrazar el soviético quien le recibió bastante sorprendido, pero le atrapó de todas formas correspondiendo el abrazo un poco extrañado pero contento por tal recibimiento.

URSS: Que recibimiento, como una esposa recibiendo a su marido que llega del trabajo -dijo divertido, pero no obtuvo respuesta, miró mejor al menor y noto su cara toda roja-. Oh veo que pasa jaja -esta vez miró al guardia-. Er hat mich schon gesehen. Sie können in Rente gehen. –(Ya me ha visto. Puedes retirarte.) dijo mirándole serio, con un poco de hostilidad-.

El guardia se sintió un poco intimidado, así que no demoró nada en salir y cerrar la puerta con cuidado para volver a su puesto. El soviético miro al alemán que aún parecía muy avergonzado, seguro había actuado por impulso y por eso ahora no quería despegar su cara de su pecho.

URSS: No podré moverme si no te despegas de mi Reich -dijo divertido, aunque levemente ruborizado-.

ThirdReich: Solo un poco más -apretó un poco el abrazo-.

Lo había extrañado, el aroma de Urss, la sensación de su brazo rodearle y los músculos que podías sentir con solo abrazarle bajo esas capas de ropa. Aunque notó algo más.

ThirdReich: ¿Creciste? -hizo un puchero que el ruso no pudo ver-.

URSS: Te dije que sigo en crecimiento hace tiempo, aún soy joven jaja. Más importante, ¿ya te sientes más tranquilo? El guardia ya se fue ¿sabes? -sonrió levemente-.

ThirdReich: ¡Es cierto! ¿En qué momento mejoraste tanto tú alemán? -dijo finalmente separándose y mirándole curioso-.

URSS: Decidí repasar cuando volví de la junta esa vez -admitió algo avergonzado-. No me gustaba cuando hablabas en tú lengua y apenas podía entender jaja. ¿Tú qué opinas?

ThirdReich: Aún se nota tu acento, pero tienes mucho mejor pronunciación en las palabras, eso es muy bueno. -sonrió levemente-.

URSS: ¿Sí? Entonces me alegra mucho -sonrió ampliamente-. Por cierto, ese fue un recibimiento muy grato, ¿tanto me extrañas? -rió divertido-.

ThirdReich: No sabes cuánto -dijo casi en un susurro creyendo que solo lo dijo en su mente-.

URSS: ¿Eh? -le miró sorprendido e inmediatamente sintió su rostro arder-. B-Bueno eso me hace muy feliz -se cubrió la cara con su cama un poco-.

ThirdReich: -se ruborizó al darse cuenta que sus palabras habían sido oídas, pero no se retractó-. ¡C-Como sea! Puedes dejar tus maletas en la habitación de siempre, yo iré a preparas algo de comer mientras tanto.

URSS: ¿Qué? Pero es tu cumpleaños, yo debería servirte a ti esta vez.

ThirdReich: dudo que sepas cocinar algo vegetariano así que no pierdas tiempo -le dio una palmada en el hombro divertido-.

URSS: Sí lo sé

ThirdReich: ¿Cómo? -le miró confundido viendo a un Urss avergonzado-.

URSS: Aprendí a cocinar comida vegana para ti. -admitió algo avergonzado mientras iba al living y dejaba su pequeña maleta junto al sofá-. Así que deja la comida a mi cargo esta vez, no te decepcionaré. -Sonrió y sin más se fue a la cocina-.

El pequeño alemán solo le miró estupefacto, no tardó mucho en sonrojarse violentamente, él había aprendido a cocinar para él. Ahora definitivamente no se arrepentía de aceptar la propuesta de Nazi, además, solo le estaba permitiendo estar con su amado, ¿qué podría salir mal?

Decidió preparar las cosas en la mesa mientras tanto el soviético cocinaba. Pasó más o menos una hora y media, la mesa estaba servida con diferentes platillos veganos y algunos con carne para el soviético, parecía comida de algún restaurante de lujo. El alemán iba a preguntar cómo había aprendido tantos platillos siendo que incluso a él se le olvidaban las recetas al cocinar, pero vio al soviético caminar hacia su maleta y sacar de ella una botella de Vodka de sus tierras de la mejor calidad.

ThirdReich: ¿En serio trajiste alcohol?

URSS: Una celebración sin alcohol no es celebración en mis tierras. -sonrió sirviendo en cada copa un poco de vodka-.

ThirdReich: Pff, sabía que dirías algo así pero no importaría beber esta vez -sonrió levemente apreciando los platillos y luego tomando su copa para beber un poco-. Sigo detestando el sabor

URSS: Te acostumbraras en poco tiempo jaja -se acomodó en su lugar y tomó su copa para alzarla hacia Reich-. Feliz cumpleaños Reich, ya eres un adulto. -sonrió levemente-.

ThirdReich: -rió levemente y acercó su copa para hacerlas chocar con suavidad-. Gracias Urss, por esta comida y por venir también -dijo con una leve sonrisa-.

URSS: No es nada, me alegra haber venido de todos modos -sonrió, aunque notaba algo extraño en el comportamiento de su pequeño-.

No dijeron mucho más, se dedicaron a comer y para sorpresa del soviético, también a beber le sorprendía que esta vez el alemán era el que llevaba la delantera en cuanto a beber, esto le pareció un pequeño dejavú del pasado. No se iba a quejar, tal vez Reich solo quería disfrutar su cumpleaños con alcohol para no pensar en su trabajo; fue lo que se le vino a la mente al soviético.

Comenzó a preocuparse cuando ya habían terminado de comer y la botella estaba vacía, su pequeño murmuraba cosas en su idioma natal que no alcanzaba a entender por mucho que hubiese practicado su alemán. Se levantó de su lugar acercándose al joven y así poder llevarle a su habitación, aun no eran ni las 6 de la tarde, pero pareciera que el menor iba a dormirse en la mesa en cualquier momento, le tomó en brazos con cuidado y rió al ver su rostro ruborizado por el alcohol.

URSS: Esta vez no tuve que engañarte para que bebieras jaja, aunque tomaste demasiado -dijo mientras caminaba hacia las escaleras-.

ThirdReich: -no dijo nada solo apoyó su cabeza en su pecho-.

Una vez llegaron a la habitación dejó al menor sentado en la cama para luego arrodillarse en una de sus rodillas y quitarle sus botas. El menor parecía atento a sus movimientos hasta que dijo algo que sorprendió al soviético.

ThirdReich: Soviet, tengo calor sácame la ropa -dijo mirando al soviético sin dudas en su cara-.

URSS: -abrió los ojos sorprendido y alzó la vista para mirar al menor-. Huff, de no ser por el alcohol juraría que es una invitación -sonrió levemente levantándose, aunque inmediatamente su ropa fue jalada quedando a centímetros del rostro del alemán-.

ThirdReich: ¿Y si lo es? -su rostro seguía ruborizado debido al alcohol y sentía su cuerpo acalorado-.

URSS: -por un momento se quedó mudo, pero las palabras terminaron saliendo-. Es una fuerte declaración, ¿no vas a arrepentirte? -preguntó llevando una mano a su corbata para quitarla con cuidado de no anudarla más-.

ThirdReich: No -llevó sus manos al cuello del mayor para abrazarle y logró ver la sonrisa en su rostro-.

URSS: Me alegra oírlo -susurró cerca de sus labios antes de besarlos con suavidad-.

El beso comenzó lento, como si el soviético estuviese explorando el ambiente antes de avanzar, pensó que el menor iba a arrepentirse, pero no fue así, por iniciativa del mismo alemán el beso se profundizo volviéndolo más apasionado para ambos. El soviético no iba a quejarse pues disfrutaba siempre los besos que compartían.

Las manos de Urss comenzaron a moverse hacía la ropa del menor, desabrochando botones y su cinturón, deshaciéndose de las prendas poco a poco incluyendo las suyas conforme pasaban los minutos en ese fogoso beso, ambos quedando solo con su ropa interior puesta. Se separaron para contemplarse mutuamente y acomodarse de mejor manera en la cama, el joven alemán estaba consciente a pesar de todo el alcohol recorriendo su sangre, le sorprendió no haberse desmayado como la primera vez que bebió junto al soviético, vez de la que apenas recordaba algo.

El comunista bajó sus besos al cuello del menor, este soltó pequeños suspiros ante las pequeñas sensaciones placenteras que le daban. Sus besos se convirtieron en mordidas que marcaron su piel rojiza junto a algunos chupetones que no podían faltar.

Su motivación eran los pequeños suspiros que dejaba salir su amado, continuó bajando hasta su pecho donde se dedicó a estimular su pezón izquierdo con su mano y el derecho con su lengua, Reich soltó un pequeño gemido que reprimió de inmediato, escuchar su propia voz de esa manera siempre le resultaba vergonzoso. El soviético continuó con su pezón izquierdo, acariciando este con su lengua y succionándolo de manera que le resultara placentera a su pareja.

Reich nuevamente reprimía algunos gemidos que querían salir sin su consentimiento, pero los jadeos no podía retenerlos. Sintió como las caricias del soviético iban bajando hasta llegar a su ahora despierta entrepierna, los dedos del mayor fueron con lentitud jalando la única prenda que le alejaba de tocar esa zona con libertad. Mientras tanto el menor moría internamente de la vergüenza, su mano fue rápidamente a la del soviético deteniendo su acción antes de quedar completamente expuesto haciendo que el mayor se sorprendiera, pero rápidamente entendió que su pequeño solo estaba muy avergonzado.

URSS: No te avergüences tu cuerpo es hermoso y a mí me encanta -dijo tomando la mano de Reich como si se tratara de una dama y dejó un beso en su dorso-.

ThirdReich: Ya lo sé pero no puedo evitarlo -dijo ruborizado, era extraño para el ser tratado con tanta delicadeza sobre todo porque URSS era el único que le trataba así-.

URSS: pff, es normal -aprovecho que él menor estaba distraído con la pequeña charla para retirar su ropa interior de un jalón con su mano libre-.

ThirdReich: ¡He—Ah! -echó su cabeza hacia atrás levemente ante la repentina sensación placentera que había recibido todo su cuerpo-. ¡T-tú mngh~!

El soviético soltó una risa nasal mientras continuaba besando y lamiendo la entrepierna del menor, lo había hecho rápido para no darle tiempo al alemán de quejarse cuando le quitó esa última prenda de ropa. Reich había vuelto a apoyar su espalda completamente en la cama, su espalda se arqueaba en cada sensación eléctrica que recorría su cuerpo completo. Esta vez el tuvo una sensación de dejavú, su cabeza ya no funcionaba con claridad del todo, solo quería seguir sintiendo ese placer y dejarse llevar. Urss notó esto, su pequeño ya no intentaba replicarle para que se detuviera, al verle de reojo notó sus ojos cerrados, un sonrojo adorable y su boca abierta por sus jadeos o gemidos.

Necesitaba avanzar un poco más, se separó de lo que estaba haciendo logrando llamar la atención de un aturdido alemán.

URSS: Lámelos -dijo acercando sus dedos a la boca del joven-.

Este realmente no se opuso, abrió un poco más su boca cuando los dedos estuvieron cerca y los lamió con un erotismo inintencionado. Al soviético le excitaba la vista, al punto de que si seguía viéndolo perdería el control, apartó la mirada unos momentos pues no quería lastimar a su pequeño, después de todo era su primera vez, la de ambos. Retiro sus dedos cuando los sintió lo suficientemente húmedos y suaves, dio vuelta al menor y le hizo levantar la cadera dejando su entrada completamente expuesta.

ThirdReich: E-espera esta posición es demasiado -dijo con voz temblorosa mientras volteaba un poco su cabeza-.

URSS: Es la única forma que se me ocurre para que no te duela tanto, estarás bien -sonrió levemente de lado mientras se posicionaba mejor detrás del alemán-.

El menor se apoyó en sus codos buscando estar más cómodo y sin su pecho apoyado en la cama, apretó las sabanas con sus manos cuando sintió al soviético palpar su entrada con sus dedos hasta insertar uno con suma delicadeza, el soviético sintió al menor removerse debajo de él.

URSS: ¿Duele? -susurro inclinándose un poco sobre él para sentirle más cerca-.

ThirdReich: N-No es extraño -murmuró, era un poco incomodo sentir algo sobre todo en esa zona-.

URSS: Si sientes dolor debes avisarme -volvió a susurrar con voz dulce logrando ver un asentimiento por parte del menor-.

El soviético logró introducir ese dedo por completo, lo dejó quieto un momento antes de comenzar a hacer círculos con él, sentía a su pequeño bajo suyo removerse con incomodidad soltando pequeños jadeos a lo que tocaba cierta zona en su interior. Luego vino un segundo dedo, el menor de ambos mordió su labio levemente mientras sentía como el mayor estiraba su entrada con movimientos de tijera, abriendo y cerrando sus dedos. Tocó el tercer dedo, esta vez Reich soltó un pequeño quejido ante el nuevo intruso, pequeñas lagrimas se asomaron en sus ojos. Urss escuchaba los pequeños quejidos que soltaba su pequeño, así que en un intento de hacerle sentir mejor llevó su mano libre hasta su miembro comenzando a masturbarle, sintió al alemán estremecerse bajo su cuerpo soltando pequeños gemidos que le hacían olvidar el dolor por completo. Continuó brindándole ese placer mientras sus dedos se movían libremente en su interior, buscando puntos sensibles y preparándole para el obvio ingreso de algo más grande.

Se estaba impacientando, los gemidos y jadeos de su amado no ayudaban en nada, hacía un esfuerzo inmenso en controlarse hasta que sus dedos tocaron una zona delicada.

ThirdReich: ¡U-URSS! -gimió al sentir una fuerte corriente eléctrica de placer recorrer todo su cuerpo, corriéndose en el acto sin haberse dado cuenta-. Hah~ ah ¿q-qué? -murmuro aturdido entre jadeos, no entendía que acababa de pasar-.

El soviético apretó los dientes, su nombre siendo gemido de esa manera le había excitado más de lo que estaba, retiro sus dedos con suavidad de la entrada del menor, pensó que ya estaba listo de todos modos.

ThirdReich: ¿U-Urss? -preguntó aún medio aturdido sobre todo al sentir sus dedos retirarse y una de sus manos apoyarse en su cadera-. E-Espera -dijo casi de inmediato al sentir otra cosa presionar su entrada-.

URSS: Прости, любовь моя, я больше не могу этого терпеть ... –(Lo siento mi amor, no puedo soportar más esto) dijo con la voz un poco jadeante mientras presionaba su miembro en la entrada de su amado-.

ThirdReich: ¡Espera-AAAH! -sus manos agarraron las sabanas con fuerza mientras una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla-.

(Sin censura en mi Twitter)

Él soviético había entrado rápido, pensó que era mejor que sintiera el dolor rápidamente a tener que alargarlo por entrar lento, aparte que casi ya no estaba en sus 5 sentidos debido a la excitación del momento. Sintió al menor temblar bajó suyo, soltar jadeos entrecortados como si le faltara el aire y es que, a pesar de ser preparado, al ser su primera vez era obvio que iba a sentir dolor sobre todo con el tamaño del soviético. El interior del menor estaba apretado aún y tenso, el mayor de ambos no se movió en absoluto, incluso aunque quería hacerlo pues se sentía bien dentro del alemán, cálido y apretado pensó el soviético mientras se inclinaba un poco para repartir besos en la espalda del menor con esperanzas de que eso aliviara un poco su dolor.

URSS: Tienes que relajarte Reich o seguirá doliendo -dejó algunos chupones en su piel-.

ThirdReich: ¡F-Fácil decirlo! Mnh~ ¡C-Cómo a ti no te metieron toda la madre rusa! -dijo entre pequeños jadeos y con la voz entrecortada-.

URSS: -no pudo evitar soltar una pequeña risa por el comentario del menor-. Solo relájate luego terminaras pidiendo por más~ -dijo en tono juguetón dejando una mordida cerca de su hombro-.

Escuchó un pequeño gruñido de parte del menor en respuesta, no iba a quedarse quieto solo esperando sobre si recuerda que su pequeño ya había llegado a su clímax, comenzó a repartir caricias, besos por donde sus labios y manos alcanzaran, macando con mordidas y chupones, no quería dejar ningún lugar sin marcar. Luego llevó su mano a su nuevamente despierto pene, para acariciarle y masturbarle con un buen ritmo. Sus esfuerzos se vieron recompensados cuando volvió a escuchar pequeños gemidos de placer salir de los labios de su amante, podía sentir su cuerpo más relajado así que no espero más y comenzó a moverse, a embestirle de manera lenta pues aún temía que le doliera.

Por parte del alemán se sentía un poco extraño, ya no dolía y una extraña sensación de placer le invadió cuando el mas alto comenzó a embestirle, los jadeos no tardaron en salir de sus labios ante la nueva sensación de ser invadido una y otra vez. El soviético ya no podía más, aumento el movimiento de sus caderas a un ritmo más rápido, para él el interior del alemán se sentía demasiado bien, los gemidos por parte del menor no se hicieron esperar cosa que le animaba a continuar con su movimiento, pero le estaba molestando no poder ver el rostro de su pequeño, se inclinó sobre él un momento y con una de sus manos tomó el rostro del más bajo para voltear su cabeza y así poder besarle sin que su movimiento se viese tan interrumpido.

Los sonidos obscenos inundaron la habitación del alemán, los jadeos que salían de ambas bocas más sus pieles chocando una con la otra constantemente y en aumento. Las embestidas del soviético se volvieron más profundas, en busca de llenar al menor con su ser y hacerle sentir en el cielo también. Reich ya no podía controlar los gemidos que salían de su boca, sobre todo cuando el mayor comenzó a dar de lleno en ese punto que le hizo perder la cordura y casi ver estrellas con cada embestida dirigida a esa zona. Sin previo aviso el soviético detuvo sus embestidas desconcertando al menor de ambos que aprovecho la oportunidad para regular su respiración.

URSS: Necesito verte -susurró antes de tomar una de las piernas del menor y darle la vuelta aún con la mitad de su miembro dentro de el-.

Al hacerlo se encontró con la mejor vista que podían ver sus ojos, los ojos con lagrimas de su amado, un notorio rubor, su cuerpo perlado por el sudor y su boca entreabierta en busca de regular su respiración, sobre todo lo que más le fascinaba era ver el cuerpo completamente expuesto de su amado. A su merced solo para él.

(Sin censura en mi Twitter)

El menor se sintió un poco avergonzado por la atenta mirada que le daba su pareja así que cubrió la mitad de su rostro con su antebrazo derecho el soviético solo soltó una pequeña risita antes de volver a entrar en él de manera rápida y profunda provocando que el joven soltara un gemido de sorpresa. El mayor reanudo sus movimientos esta vez teniendo una mejor imagen y perspectiva de su amado, se agacho un poco para poder besarle bajando así el movimiento e intensidad de sus embestidas, el que ahogara sus gemidos en el beso le encantaba sin dudas amaba cada cosa del alemán.

ThirdReich: m-más rápido -murmuro entre jadeos mirando a los ojos al soviético-.

Este abrió sus ojos un poco sorprendido y su rostro se coloreo un poco más de lo que estaba, sonrió en sus adentros, realmente había pedido por más, no espero ni un segundo más para obedecer y aumentar el movimiento de sus embestidas escuchando los melodiosos gemidos que soltaba su amado cada vez que le llenaba. Sentía que en cualquier momento llegaría a su tan esperado clímax, así que no detuvo sus movimientos en ningún segundo, con su mano comenzó a masajear el miembro de Reich para hacerle llegar junto con él.

ThirdReich: ¡E-espera vo-y aaah! -arqueo su espalda cuando sintió su clímax cerca, manchando su torso y un poco el de Urss-.

URSS: -soltó un pequeño gruñido de placer al llegar también a su clímax dentro de su amado sobre todo al sentir como sus paredes le apretaban-. Ngh

Ambos estaban exhaustos, sobre todo el menor de ambos que había llegado dos veces por lo que se sentía muy somnoliento justo ahora. Solo quería cerrar sus ojos y descansar, se mantuvo despierto al notar que sus ojos chocaron con los del soviético, ojos que le miraban de manera dulce y amorosa con un brillo especial.

URSS: я люблю тебя –(Te amo.) murmuro dejando un pequeño y cariñoso beso en sus labios)

ThirdReich: -sonrió levemente-. Ich liebe dich auch –(Yo también te amo.) respondió con un rostro somnoliento, realmente quería dormir-.

El soviético sonrió con ese brillo peculiar de felicidad en sus ojos, salió de su interior con cuidado, vio a su pequeño caer dormido casi en segundos, se notaba que estaba agotado. Se levantó de la cama para ir al baño por una toalla húmeda y otra seca. Se acercó al cuerpo de su amado, le limpió lo mejor que pudo, le secó y le puso ropa interior. El hizo lo mismo con su cuerpo, luego se estiro junto al alemán tapándole con una de las sabanas, le abrazó e intento dormir con lo feliz que se sentía.

//4086 palabras//

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