Episodio 38

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28 agosto 1939 - Gran Bretaña propone su mediación para una negociación directa entre Polonia y Alemania. ThirdReich exige la presencia en Berlín de plenipotenciarios polacos antes del 30 de agosto, ultimátum que Polonia rechaza categóricamente.

ThirdReich: Huh, seguro tiene la osadía de rechazar las negociaciones a este punto, me da lástima ver a Reino Unido esforzarse tanto por algo sin arreglo.

Soldado: ¿Qué debemos hacer señor? Reino Unido envió una carta con su deseo de reunirse con usted para conversar la situación.

ThirdReich: Recházalo, no necesito su hipocresía, fue uno de los causantes por lo que estamos aquí. -dijo con el ceño fruncido apoyándose en el respaldo de su escritorio-.

Terminó por hacer una señal con su mano y el soldado se retiró rápidamente. Nazi suspiró, miró sobre su escritorio una foto de los dos pequeños alemanes sonriendo hacia la cámara, estaban en jugando en el jardín ese día, mucho antes del pacto de no agresión germano-soviético. No sabía porque, pero estaba empezando a sentirse un poco incómodo con todo lo que había pasado recientemente. Sobre todo por el silencio de Reich, no había echo más protestas, tampoco parecía desesperado o asustado por todo lo que venía estaba demasiado tranquilo. Actuaba como siempre con los niños, con todo ese amor paternal y cuidados excesivos.

Nazi: Esto es extraño, ¿finalmente aceptas que lo qué hago es por un bien mayor?

Reich: ¿Empezaras a hablar tonterías para llamar mi atención?

Nazi: Estas actuando extraño ¿estás planeando algo no es así? -agarró su rostro y le miró con seriedad-.

Reich: Hah -rió en un soplido agobiado-. Finalmente me quedo en paz y ¿esperas que planee algo?

Nazi: ¿Por qué si no?

Reich: Déjame en paz, estoy cansado que pase lo que tenga que pasar. -desvió la mirada a otro lado afligido-.

Nazi: Hum raro -soltó su rostro y se alejó para volver al mundo real-.

Reich soltó un suspiro, Nazi jamás debía darse cuenta de lo que pensaba hacer realmente, sino le haría desaparecer o le quitaría la poca libertad que tenía justo ahora. Le tomaría algo de tiempo, solo esperaba qué sus hijos y Urss pudieran perdonarlo. Lágrimas comenzaron a caer en el silencioso y negro lugar que era ahora su conciencia, lágrimas de impotencia, miedo y pena. El entendía la razón del por qué y nosotros nos enteraríamos muchos después.

1 DE SEPTIEMBRE 1939 - TROPAS ALEMANAS PENETRAN EN TERRITORIO POLACO. DESENCADENANDO LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

Soldado: ¡SEÑOR, EL TERCER REICH NOS ESTÁ INVADIENDO!

Polonia: ¡¿Qué?! ¡Rápido movilicen a las tropas para defender! -dijo rápidamente con agitación-.

El polaco se sentía demasiado nervioso, debió haber escuchado a Reino Unido y aceptar esa estúpida mediación entre ambos, pero su orgullo y miedo no le permitió hacerlo. Debía enviar una carta al Ingles y a Francia también. Estaba seguro que esos dos iban a ayudarle pues estaba bajo su protección. Sabía que las cosas iban a ponerse mal cuando la SS, en colusión con las fuerzas armadas alemanas, orquestaron un falso ataque polaco contra una estación radiofónica alemana, simplemente no pensó que se atrevería a invadir por un asunto tan estúpido o tal vez era no, no podía ser por el incidente de años ¿no?

Lo recordaba perfectamente, la razón por la sintió miedo de ThirdReich, una carta llegó a su poder con remitente el mismo Tercer Reich, al leer la carta y ver las fotos que había junto a ella, su cara palideció y su sangre se congeló. Eran fotos de un soldado que había mandado como espía, en las fotos se veía terriblemente herido por la constante tortura, cosa que le hizo soltar las fotos y tirarlas al suelo. Luego leyó la carta, Nazi estaba enterado de los asesinatos a los alemanes que había ocurrido en sus fronteras y que intentó ocultar lo mejor que pudo. Sobre todo, la advertencia de su venganza por el infame espía tratando de asesinarle, esa orden no se la había dado el polaco en sí, pero aun así era lo mismo ya que se trataba de una persona bajo su mando y de origen polaco.

2 DE SEPTIEMBRE 1939

Francia: ¡Realmente lo hizo! ¡Sabía que se saldría de control tarde o temprano! ¡Debimos habernos ocupado de él cuando tuvimos oportunidad, pero ninguno de ustedes me escucho!

R. Unido: Cálmate Francia, esto pasó por nuestra incompetencia en primer lugar.

Francia: ¡¿Cuál incompetencia?! ¡Ese sujeto es un psicópata sin arreglo!

USA: Bueno, bueno, las cosas aún no han pasado a peores, si se apresuran tal vez puedan parar el avance de las tropas alemanas en Polonia. -dijo con las manos en la nuca apoyado en el respaldo de su silla-.

Francia: ¿No piensas hacer nada? -le preguntó con molestia, a lo que solo vio como el menor levantaba los hombros-.

R. Unido: Deberíamos encontrar una opción más pacífica. -dijo con un claro dolor de cabeza por toda la situación y los gritos de Francia solo lo empeoraban-.

Francia: Las negociaciones fallaron hace mucho y tú que conociste en persona a ese sujeto debes saber que al parecer no es de los que se echa para atrás en sus decisiones.

USA: Yo conozco a alguien que podría ayudarte con una negociación pacífica -desvió levemente la cabeza hacía el soviético que había estado ignorando toda la conversación mientras miraba unos papeles aburrido-.

Francia: ¿Urss? -le miró con una ceja levantada-.

USA: Sé que tiene una buena relación con ese psicópata que tanto te asusta. -sonrió-.

Francia: -soltó un suspiro pesado-. ¿No ves que ni siquiera está interesado en lo que decimos?

URSS: No es un psicópata, solo tiene problemas -murmuró lo suficientemente audible para luego bostezar-.

Francia: ¿Problemas de grandeza tal vez? -dijo de manera sarcástica rodando los ojos-.

URSS: Si ya terminaron la charla me largo de aquí, tengo cosas más importantes que hacer. -dijo levantándose de su asiento-.

Francia: ¡Espera! ¡¿Realmente no harás nada para ayudar a Polonia con quien compartes frontera?!

URSS: ¿Por qué debería? Como dije, no tengo tiempo, ustedes son los únicos que tienen un compromiso de integridad con ese enano. -dijo mirando a Francia y a Reino Unido-. Bueno adiós~ -se despidió con la mano y salió rápidamente de ahí-.

R. Unido: -sujetó la mano de Francia al verle tratando de ir tras el soviético-. ¿No planeas enfrentarte a él verdad?

Francia: -soltó un suspiro de enfado y volvió a sentarse en su lugar-. Por cierto ¿quién es ese que siempre está contigo desde hace algunos días? -ese hombre que siempre se cubría con una túnica y velo negro como si estuviera en un funeral de por vida-.

USA: ¿Eh? Ah si, es el hermano del psicópata de ThirdReich, les presento a Weimar. -dijo sin más mientras se levantaba de su lugar y luego levantaba un poco el velo del nombrado-.

Reino Unido y Francia estaban en shock, lo habían dado por muerto cuando desapareció repentinamente ¿pero siempre estuvo junto a USA? Aunque se veía muy cansado y sus ojos reflejaban una enorme tristeza, una que haría triste el día de cualquiera.

R. Unido: ¿Cómo es posible que esté vivo? Han pasado años desde que ThirdReich tomó el control en tierras alemanas luego de su desaparición.

Francia: Tiene razón nos debes una explicación jovencito. -dijo cruzándose de brazos con el ceño fruncido-.

USA: La verdad es que no tengo ni la más remota idea, pero si lo dijera en pocas palabras sería algo como ¿voluntad para vivir? Aunque es obvio que tiene un precio. Estuvo durante un coma por años, no parece recordar nada de su vida antes de despertar y ya no es tan brillante como antes, parece ser una depresión es un poco difícil de entender porque ni siquiera yo lo entiendo. -levantó los hombros restándole importancia y bajando el velo de Weimar para cubrir ese triste semblante-.

R. Unido: El precio que se debe pagar parece ser mucho. Ahora tenemos más cosas por las que preocuparnos.

Francia: Tendremos más tiempo para eso después, ahora debemos encargarnos de la situación en Polonia. Ya sabes lo que debemos hacer ¿no? -dijo mirando a Reino Unido-.

R. Unido: -Soltó un suspiro pesado-. Lo sé.

USA: Vámonos Weimar, ellos sabrán arreglárselas. -salió del lugar junto al alemán detrás-. Por ahora claro está. -sonrió divertido-.

3 DE SEPTIEMBRE 1939 - EN CUMPLIMIENTO DE SU COMPROMISO DE GARANTIZAR LA INTEGRIDAD DE LAS FRONTERAS DE POLONIA, GRAN BRETAÑA Y FRANCIA LE DECLARAN LA GUERRA A ALEMANIA.

ThirdReich: Bueno ¿no es esto gracioso? Me declararon la guerra bastante rápido jaja. -rió mientras arrugaba el papel con la noticia y lo lanzaba al basurero-.

Se encontraban en un campamento en las fronteras de Polonia, la invasión había avanzado bien, estaba ansioso por tener a esa rata entre sus manos y encerrarla en algún lugar bajo tierra. Se levantó mirando un mapa de la zona que se encontraban invadiendo, recolocó algunos marcadores sin decir muchas palabras a los generales que le miraban atentos, aun así entendieron cada paso que debían dar a la perfección y siguieron sus órdenes al pie de la letra tal y como le gustaba a su Fuhrer.

17 DE SEPTIEMBRE 1939 - LA UNIÓN SOVIÉTICA INVADE POLONIA DESDE EL ESTE.

Para el soviético la invasión le hacia un poco de ilusión, lo lamentaba por Polonia, pero con esto podría verse más seguido con Reich y ambos estarían más cerca. Aparte la emoción de compartir un niño con el alemán, pues este ya había dejado de negar su parentesco y decidió compartirle la responsabilidad de ser padre otra vez.

Por su lado Nazi estaba un poco sorprendido de que Urss cumpliera al pie de la letra lo que debía hacer, se sorprendió de lo bien domado que Reich tenía al soviético. Aunque pensó que era un idiota, como semejante país podría obedecer y dejarse convencer por las palabras de un país más pequeño que podría arruinarle la reputación con su sola cooperación.

26 DE SEPTIEMBRE.

ThirdReich: Bueno, bueno, ¿a quién tenemos aquí? -dijo mientras caminaba hacía la persona que miraba-.

Polonia se encontraba apoyado en la pared, con un soldado muerto entre sus brazos que había cubierto con su cuerpo los disparos que habían azotado la oficina desde la puerta, sabían que estaría cerca pero no sabían que vendría en persona y el solo mirar esa sonrisa puntiaguda y ojos rojos que parecían brillar en maldad, hacían su cuerpo temblar del miedo.

Polonia: Maldito psicópata, sabía que algún día te saldrías de control igual que tú padre. -dijo con odio intentado mantenerse firme, aunque el temblor en sus manos le delataba-.

ThirdReich: -su sonrisa se borró, se acercó y tomo al cadáver sobre el polaco para tirarlo a un lado-. Creo que te equivocas en algo, -se agachó a su altura-. mi padre jamás estuvo fuera de control, eran ustedes quienes se salieron de control. Pero hey, ambos sabemos lo bien que te trataba ¿no? -sonrió con burla-.

Polonia: Que estupideces dices. Ese hombre tenía alguien más en mente cuando me miraba, yo solo era una mascota. -dijo con enojo al recordar esos días-.

ThirdReich: Y debiste haberte quedado como una. A él le gustaban las cosas pequeñas después de todo, en cambio a mi me dan ganas de aplastarlas. -sacó un cuchillo que mantenía sujeto en el muslo de su pierna derecha y lo clavó a unos centímetros de la mano del polaco-.

Polonia: -dio un pequeño brinco asustado al ver el cuchillo tan cerca de su mano-.

ThirdReich: La próxima vez no fallaré. -quitó el cuchillo y lo volvió a guardar en su funda del muslo mientras se levantaba-.

Se dio la vuelta caminando un par de pasos cuando abrió la boca para poder dar órdenes, pero un fuerte dolor de cabeza le hizo sentirse mareado y tambalearse brevemente. Mantuvo el equilibrio mirando alrededor como todo se oscurecía. El polaco miró sus acciones extrañado y confundido, sin salir de su temor.

ThirdReich: ¡¿Qué estás haciendo?! ¡No interfieras otra vez! -dijo en un murmullo medio alto que solo alcanzó a oír el polaco-. Estás siendo un dolor de cabeza -cerró los ojos y los abrió rápidamente-. Déjennos solos. -ordenó a los soldados que solo obedecieron, después de todo habían tomado todas las armas-.

El polaco se encontraba desarmado, su mente seguía divagando en lo que acababa de pasar, el comportamiento extraño del alemán le había puesto la piel de gallina incluso más de lo que estaba. Dio un respingo cuando vió a todos los soldados salir y cerrar la puerta, ahora estaban los dos solos sin nadie más. Polonia comenzó a hacerse un montón de ideas de lo que pensaba el alemán le haría ahora que estarían a solas, el solo recordar las imágenes del espía que había sido torturado aumentaba su miedo en gran medida.

Se quedó congelado cuando escucho al ario moverse, más bien, se dio la vuelta para mirarle con una mirada suave que acabo por desconcertarle aún más.

ThirdReich: Tú. -dijo con voz tranquila mientras se acercaba nuevamente a él, pero con cautela-.

Polonia: ¿Q-Que quieres? -dijo temeroso al verle acercarse-.

ThirdReich: Tienes que irte si te quedas aquí, Nazi o Urss te matarán. -dijo brevemente-.

Polonia: ¿Qué? -dijo sorprendido-. ¿Quieres que abandone a mi gente ante sanguinarios como ustedes? -dijo con el ceño fruncido-.

ThirdReich: Si resistes lo suficiente ellos también lo harán, debes mantenerte con vida.

Polonia: ¿Qué tonterías estás diciendo? ¡Tú provocaste esto!

ThirdReich: -Su rostro mostraba una profunda tristeza-. Lo siento perdóname, no pude controlarlo. -sonrió con pena-.

Polonia: No entiendo lo que estás diciendo -pareció calmarse un poco al ver ese lado vulnerable del alemán, tal vez no era del todo un psicópata sin corazón-.

ThirdReich: Escucha, te dejaré a cargo de gente de confianza, ellos te llevarán a Rumanía, cuando estés ahí, intenta contactarte con alguien que te mantenga seguro. -dijo en voz baja para que solo él lo oyera-.

Polonia: ¿Por qué haces esto? ¿Y cómo sé que no es una especie de trampa para derribarme con más fuerza después?

ThirdReich: Está en ti creerlo o no, pero tienes que irte de aquí ahora mismo. -extendió su mano hacía él con la esperanza de que no viera la masacre que se avecinaba-.

Polonia no sabía qué hacer, realmente estaba desesperado ahora, quería irse de ahí, pero tampoco quería abandonar a su querida gente y sus tierras. Miró la mano del alemán con duda, no sabía que pensar tampoco sobre este extraño y repentino cambió de comportamiento. Pero en parte tenía razón, si moría sin haber aparecido su sucesor, significaría que su tierra iba a desaparecer. Tomó la mano del menor, debía sobrevivir, si moría su gente también lo haría, así que aceptó su ayuda, aunque no confiaba del todo en el ario. Reich lo hizo levantarse del suelo rápidamente.

ThirdReich: Discúlpame, tendremos que hacer un poco de teatro. -rápidamente ató las manos del polaco y cubrió su cabeza con una bolsa de tela-. Solo sigue mi voz y camina detrás de mí, intentaré que lleguemos rápido.

El polaco sintió un suave jalón en sus manos atadas y comenzó a caminar temeroso, no podía evitar sentirse asustado sobre todo porque no sabía hacía donde estaban yendo, ¿y si en realidad era una trampa? ¿Si le llevaba a una sala de tortura para matarle lentamente? Escuchó voces en alemán y algunas respuestas por parte de quien le estaba guiando ahora. Entendía solo un poco, preguntas como si necesitaba ayuda o hacía donde se dirigía con el prisionero, las respuestas del alemán parecían más ordenes, solo entendió algo de un campo nada más. No sabía por cuanto tiempo habían caminado hasta ahora, cuando finalmente se detuvieron, bolsa en su cabeza fue retirada con suavidad, tuvo que cerrar los ojos por la repentina luz que llegó a sus ojos, era una linterna, pues ya estaba oscuro, junto a ThirdReich vio a dos hombres cubiertos con capuchas, detrás de ellos había una camioneta que supuso usarían para escapar.

ThirdReich: Llévenselo y trátenlo bien, hagan todo lo posible para que se contacte con uno de sus aliados. -tomó una capa que puso sobre el polaco acomodando su capucha y todo, luego le desató las manos-. Vete, no hay tiempo.

Polonia: ¿Por qué haces esto? Aún no comprendo este cambio de actitud.

ThirdReich: Eso es porq- agh -un fuerte dolor de cabeza se presentó impidiéndole terminar sus palabras-. ¡Rápido! ¡Váyanse de aquí! -tomó la mano del polaco jalándola y luego lo lanzó hacia los soldados-. ¡Deprisa!

El polaco le miró asustado y confundido, ambos soldados asintieron y tomaron a Polonia para subirle a la camioneta. Este no podía apartar la mirada del gran Tercer Reich que parecía luchar contra algo invisible a sus ojos y que al mismo tiempo parecía que sufría en una profunda tristeza y dolor. No pudo ver más cuando la camioneta ya se había alejado y le perdieron de vista. Sentía una sensación agridulce en su pecho, odiaba a ese hombre, pero agradecía que le haya salvado al menos, era extraño, ThirdReich era extraño.

Nazi: ¡¿TE ATREVES A BLOQUEARME?! ¡SEGURO SACASTE AGALLAS REICH!

Reich: -sonrió de manera victoriosa atado desde su silla, escapar de las ataduras le dejaba exhausto, pero pudo hacerlo-. Ya está hecho, y no tienes idea de lo que pasó. -se rió levemente a lo que recibía un puñetazo en la mejilla-.

Nazi: Un día de estos realmente te haré desaparecer.

Reich: No te dejaré borrarme. -dijo con el ceño fruncido-.

Una vez Nazi volvió a la oficina en la que estaba antes con el polaco, enfureció, se había dado cuenta de lo que ese idiota había hecho. Tiro todas las cosas que estaban cerca de él, las lanzó por todos lados y las rompió para intentar calmar, aunque sea un poco de su ira.

27 AL 29 SEPTIEMBRE 1939 - VARSOVIA SE RINDE EL 27 SE SEPTIEMBRE. EL GOBIERNO POLACO SE EXILIA VÍA RUMANIA. ALEMANIA Y LA UNIÓN SOVIÉTICA SE REPARTEN EL TERRITORIO DE POLONIA.

Reich disfrutó los últimos días de paz que tuvo junto al soviético y sus hijos, ambos se encontraban jugando junto a los hijos del euroasiático, estaban en un campo deshabitado en las tierras de Polonia, en el territorio que había tomado Urss. Se habían comunicado con una carta y compartieron un bonito picnic bajo la sombra de un árbol, Reich sabía que ya no podría ver a Urss tan seguido y a sus hijos tampoco, aunque hiciera lo posible por comunicarse con todos aquellos a quienes amaba.

URSS: ¿Estás bien Reich? -preguntó preocupado al verle perdido en sus pensamientos-.

ThirdReich: Si solo estoy cansado. -apoyó su espalda en el tronco del árbol-.

URSS: Has tenido que hacer cosas desagradables sin poder evitarlo -apoyó su mano sobre la del menor-.

ThirdReich: ¿Sabes? Esto sonara extraño pero creo que ya sé cómo se sentía mi padre cuando sabía que estaba en sus últimos momentos. Solo queriendo estar tranquilo, sin caos alrededor, con las personas que amaba y sé que también estaba muy cansado.

URSS: No digas eso sabes que no dejaré que nada te pase Reich. -apretó su mano-. Lo dije una vez y lo diré siempre. Люблю тебя. –(Te amo.) Se acercó para dejar un beso en sus labios-.

ThirdReich: Lo sé. -sonrío suavemente-. Yo también, Ich liebe dich und ich werde dich beschützen. –(Te amo y te protegeré) cerró los ojos disfrutando de la brisa helada que recorría ese lindo campo mientras escuchaba la risa de los niños mientras corrían y jugaban-.

Urss no tenía idea que Reich estaba pensando morir en sus manos, era parte de un plan que había estado llevando a cabo de apoco para acabar con Nazi y consigo mismo a la vez, ya no soportaba estar bajo el control de alguien, se sentía cansado de las constantes amenazas y sobre todo, de la matanza y tortura que Nazi estaba ejerciendo a montones de personas inocentes. Dejó eso de lado y simplemente se quedó mirando a sus hijos, les daría una buena infancia lo más que pudiera mientras se acercará la fecha límite de su plan, aún faltaban algunos años, pero aun así debía dejarlos con buenas memorias lo más que pudiera.

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