Episodio 39

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30 NOVIEMBRE 1939 AL 12 MARZO 1940

LA UNIÓN SOVIETICA INVADE FINLANDIA E INICIA LA LLAMADA GUERRA DEL INVIERNO. LOS FINLANDESES PIDEN UN ARMISTICIO Y TIENEN QUE CEDERLE A LA UNIÓN SOVIETICA LAS COSTAS DEL NORTE DEL LAGO LAGODA Y UNA PEQUEÑA PORCIÓN DE LA COSTA FINLANDESA SOBRE EL MAR ÁRTICO.

URSS: Maldición -dijo entre un quejido desde su cama mientras apoyaba una mano en su costado herido-.

ThirdReich: Seguro te patearon el trasero ¿no? -dijo divertido sentado a un lado de él-.

URSS: Ni lo menciones ese vejestorio sabe protegerse. -admitió avergonzado-.

ThirdReich: De todos modos ganaste, no te quejes demasiado. -sonrió levemente acariciando su frente-.

URSS: No gané de manera orgullosa, solo por números -dijo enojado-.

ThirdReich: Solo te falta un poco más de ingenio, ya verás como en alguna otra batalla saldrás mejor parado.

URSS: Aún as- -fue interrumpido por un beso en sus labios, no era un beso lento, era uno bastante intenso-.

ThirdReich: Al fin te callaste -sonrió sobre sus labios sintiendo su respiración y viendo sus ojos un poco sorprendidos-.

URSS: -una vez salió de su sorpresa se le ocurrió una idea-. Quiero otro, o seguiré hablando~ -sonrió-.

ThirdReich: Eres un aprovechador -rodeó los ojos, pero aun así volvió a besarle, ambos compartiendo un fogoso beso-.

Ambos continuaron besándose de manera intensa por unos minutos, hasta que el soviético tiró una de sus manos hasta la ropa del menor para desabotonar el saco que traía puesto, soltando un pequeño quejido al mover su cuerpo herido. Reich sostuvo la mano del mayor para alejarla de su cuerpo y le miró un poco preocupado.

ThirdReich: No te muevas, sigues muy herido y no queremos que vuelva a abrirse.

URSS: Quiero hacerlo. -dijo con sinceridad mirándole a los ojos con las mejillas un poco sonrojadas-.

ThirdReich: No puedes, no quiero que tu herida empeore por tu deseo carnal. -le respondió cruzándose de brazos-.

URSS: No estaría así si no me hubieras besado. -miró a su parte baja sobre las mantas de la cama-.

ThirdReich: -siguió su mirada y luego la desvió rápidamente avergonzado-. No puedo creer que un par de besos provoque eso en ti.

URSS: Es porque te amo y eres muy sexy. -sonrió tomando su mano en un intento de convencerlo-.

ThirdReich: -se quedó en silencio por un rato-. ¿y si vienen tus hijos o los míos?

URSS: Solo intentemos ser silenciosos y cerrar la puerta con pestillo. -dijo confiado en sus palabras-.

El alemán después de pensarlo unos minutos accedió en silencio, se levantó para cerrar la puerta y buscar algo que sabía el soviético tendría en uno de los cajones junto a la cama. Finalmente lo sacó, una botella de lubricante, lo necesitaría después de todo aun así miró al mayor con una ceja levantada.

URSS: Solo lo tengo por ti, no quiero lastimarte. -dijo avergonzado-.

ThirdReich: No era necesaria una botella tan grande -desvió la mirada ruborizado-. Como sea

El menor comenzó a quitarse sus ropas de apoco y lentamente ante la expectante vista del soviético, quien no tuvo que hacer lo mismo pues solo estaba con ropa interior y el vendaje en su torso. Luego le vio caminar hacia la cama con solo su ropa interior puesta, Urss iba a levantarse para hacer su parte, pero fue empujado suavemente hacia la cama quedando recostado como estaba inicialmente mientras el alemán se colocaba sobre él con sus piernas a cada lado de su cuerpo.

ThirdReich: Quédate quieto, deja que yo me encargue esta vez, si te mueves o veo que tu herida empeora me detendré de inmediato ¿bien? -aviso y amenazó al mismo tiempo-.

URSS: -tragó saliva sin evitar sentirse excitado por esa dominancia que había adoptado el alemán-. Muy bien, haré lo que me pidas -sonrió-.

ThirdReich: Muy bien -bajó un poco su trasero rozándolo con la entrepierna del euro-asiático sintiendo de inmediato como reaccionaba-. Estas demasiado emocionado Urss

URSS: No puedo evitarlo. -incluso el mismo se sorprendió un poco de sentirse de esa manera-.

No quiso seguir hablando, se sentía demasiado avergonzado por lo que estaba haciendo y lo que haría en unos momentos más. Continuó moviéndose sobre la entrepierna del soviético logrando despertar a ambos miembros, debía actuar más rápido, no sabía cuándo vendrían los niños a preguntar por ellos o algún soldado por otro asunto. Se quitó de encima para poder quitarse la ropa interior y la del soviético para poder dejar libre su miembro ya erecto. No perdió tiempo y volvió a subirse sobre él solo que, sin apoyar su cuerpo, más bien se hincó sobre él dejando su cabeza a la altura de la entrepierna del soviético.

Vertió un poco del lubricante en su mano, empapo sobre todo sus dedos, luego dejo la botella cerrada en algún lugar de la cama llevando sus dedos a su entrada mojando la un poco con el lubricante antes de introducir un dedo que le sacó un pequeño jadeo. El soviético le miró un poco ruborizado y sorprendido, pues no creyó que el alemán llegaría tan lejos por él, soltó un pequeño jadeo al sentir la húmeda lengua del menor en su virilidad, deslizándose de abajo hacia arriba hasta finalmente introducirlo en su boca al menos hasta la mitad. Urss estaba encantado con la expresión de su amado, su rostro sonrojado y sus ojos entrecerrados le hacían excitarse más de lo que ya estaba.

(Sin censura en twitter)

URSS: Espera Reich, déjame ayudarte a prepararte al menos ngh -tiró su cabeza hacia atrás cuando sintió una succión en su punta soltando un pequeño gemido ronco-.

ThirdReich: Acordamos que no harías nada, de otro modo dejaré esto hasta aquí -dijo entre pequeños jadeos mientras introducía ahora el tercer dedo en su entrada-.

URSS: No puedo aguantarlo Reich -dijo completamente excitado por la encantadora vista de su amado-.

ThirdReich: Impaciente -susurro entre un jadeo y terminó de sacar sus dedos para acomodarse sobre el miembro del soviético-. Terminemos esto pronto

El soviético tuvo que tragar saliva al ver todo el cuerpo expuesto del menor, que ahora afirmaba su miembro y bajaba su cadera para introducirlo lentamente en sus apretadas paredes. Reich no podía evitar soltar pequeños gemidos ante la intrusión, pequeñas lagrimas se asomaron también por sus ojos una vez lo introdujo por completo en su interior, sus dedos no habían sido suficientes para prepararle, pero ya poco importaba, se quedó quieto mientras intentaba asimilar el dolor que sentía, era soportable, pero aún así dolía y Urss notó eso pues le miraba con preocupación.

URSS: ¿Duele mucho? -preguntó con notoria preocupación-.

ThirdReich: Estaré bien solo dame algo de tiempo -respondió entre pequeños jadeos-. ¡e-espera! ¿Por qué te... haces mas grande? ¡Hmng! -soltó un pequeño gemido apoyando una de sus manos en su vientre-.

URSS: Lo siento eres demasiado sexy para mi -no podía evitar excitarse más cuando tenía una vista completa del cuerpo del alemán, sobre todo su expresión le encantaba-.

No pasaron muchos minutos hasta que el soviético decidió tomar la iniciativa y empezar a mover su cadera de arriba abajo sorprendiendo al menor por el repentino movimiento.

ThirdReich: ¡E-espera! Dijimos que no te moverías -dije entre pequeños gemidos-.

URSS: En ese caso ayúdame tu también -pidió entre jadeos, pues ya no soportaba el quedarse quieto-.

El alemán se resigno y comenzó a mover su cadera también, apoyando sus manos hacía atrás para no aplastar el torso herido del soviético. Con ese movimiento ahora el mayor de ambos tenía completa vista la zona en la que sus cuerpos se unían, afirmó una de las piernas del menor para sostenerla y mantenerlo en equilibrio, las embestidas se hicieron un poco más profundas y rápidas a medida que pasaban los minutos. Ambos soltaban gemidos y jadeos entrecortados por las placenteras sensaciones que sentían gracias al otro.

(Sin censura en Twitter)

Reich intentaba en lo posible no hacer movimientos bruscos sobre el soviético, pero este último parecía que nunca hubiese ido a una guerra y resultado lastimado en el proceso, sus movimientos eran vigorosos y tocaban con fuerza ese punto en su interior que le hacía gritar del placer. Ahora sentía que estaba a punto de acabar y por los jadeos agitados del mayor, adivinó que él también estaba por terminar.

Ambos llegaron al orgasmo luego de unos minutos, Urss no aguantó y levantó su torso para besar al alemán abrazándole para que no perdiera el equilibrio por el repentino movimiento, sintió un dolor punzante en su costado, pero lo ignoró sobre todo cuando escuchó el gemido ahogado que soltó su amado al haber acabado. Se separó de sus labios unos centímetros, ambos jadeando en los labios del otro intentando recobrar el aliento y normalizarlo calmadamente.

URSS: ¿Nos damos un baño juntos? -sonrió suavemente al cabo de unos segundos-.

ThirdReich: -asintió tímidamente antes de hablar-. Aprovechemos de limpiar tu herida en el proceso

URSS: Muy bien. -sonrió ampliamente-.

Reich no pudo evitar sonreír igualmente, sin dudas amaba mucho al soviético, tanto que haría cualquier cosa por él y sobre todo por protegerlo.

9 ABRIL 1940 AL 9 JUNIO DE 1940

ALEMANIA INVADE DINAMARCA Y NORUEGA. DINAMARCA SE RINDE EL MISMO DÍA DEL ATAQUE; NORUEGA RESISTE HASTA EL 9 DE JUNIO.

10 MAYO 1940 AL 22 JUNIO 1940

ALEMANIA ATACA A EUROPA OCCIDENTAL: FRANCIA Y LOS PAÍSES BAJOS, QUE ERAN NEUTRALES; LUXEMBURGO ES OCUPADO EL 10 DE MAYO; HOLANDA SE RINDE EL 14 DE MAYO; Y BÉLGICA SE RINDE EL 28 DE ESE MISMO MES. EL 22 DE JUNIO, FRANCIA FIRMA UN ACUERDO DE ARMISTICIO POR EL CUAL LOS ALEMANES OCUPAN LA MITAD NORTE DEL PAÍS Y TODA LA COSTA ATLÁNTICA. EN EL SUR FRANCIA SE ESTABLECE UN RÉGIMEN COLABORACIONISTA CON CAPITAL DE VICHY.

10 JUNIO 1940

ITALIA ENTRA A LA GUERRA. ITALIA INVADE EL SUR DE FRANCIA EL 21 DE JUNIO.

10 JULIO 1940 AL 31 OCTUBRE 1940

LA GUERRA AÉREA CONOCIDA COMO BATALLA DE GRAN BRETAÑA TERMINA CON LA DERROTA DE ALEMANIA.

27 SEPTIEMBRE 1940

ALEMANIA, ITALIA Y JAPÓN FIRMAN EL PACTO TRIPARTITO.

R. Italia: Ha pasado un tiempo desde que estuvimos los tres juntos ¿no es así? -dijo sonriendo mientras tomaba una copa de vino-.

ThirdReich: Es verdad, los tres hemos estado demasiado ocupados como para tener una reunión amistosa. -sonrió levemente mientras revisaba unos papeles-.

R. Italia: Aun así, sigues trabajando como un maniaco. Tomate un descanso hombre.

I. Japones: Debí haber traído mi trabajo también, no me gusta holgazanear demasiado. -dijo mientras no quitaba su vista del alemán-.

R. Italia: Ambos son demasiado serios, deben descansar o su salud solo se deteriorará. Por cierto, oí que tienes un hijo ahora imperio ¿es verdad?

I. Japones: Lo mismo puedo decir de ti, ¿no es así?

R. Italia: ¿Cómo te enteraste? -dijo sorprendido-.

I. Japones: ¿Y tú cómo te enteraste? -preguntó devuelta-.

R. Italia: Yo pregunté primero. -frunció levemente el ceño-.

I. Japones: Tú sacaste el tema primero, así que tengo derecho a saber. -se cruzó de brazos-.

R. Italia: ¡Dile algo ThirdReich! -miró al nombrado, pero apuntando con su dedo al japonés-.

I. Japones: No creo que él te ayude. -sonrió levemente confiado-.

ThirdReich: Pueden pelear si quieren, apuesto a que Japón ganará. -dijo sin quitar sus ojos de los papeles, soltó un bostezo, el cansancio estaba aumentando, se sentía extraño últimamente-.

R. Italia: Eso no es justo. -hizo un puchero-.

I. Japones: -miró a ThirdReich atentamente antes de hablar-. ¿Te encuentras bien? -preguntó recibiendo la atención del alemán-.

ThirdReich: Solo estoy cansado -ordenó los papeles que estaba revisando en una carpeta-.

R. Italia: ¿Estás seguro que es solo cansancio? -preguntó notando mejor la condición del ario-.

ThirdReich: ¿Qué? Por supuesto, todos hemos estado muy ocupados recientemente. -miró extrañado a sus dos aliados-.

I. Japones: Luces pálido, ¿has estado comiendo y durmiendo apropiadamente? -preguntó con un poco de preocupación-.

ThirdReich: Claro que sí, ¿se creen mis padres?

R. Italia: Podemos tomar ese rol al ser mayores a ti. -sonrió entretenido-.

ThirdReich: -soltó un suspiro-. Tengo que ir a mojarme la cara un momento.

Incluso Nazi sentía que estaba actuando extraño en ese momento, se sentía demasiado agotado y Reich continuaba en silencio desde el incidente con Polonia. Se levantó de su asiento sintiendo casi de inmediato un fuerte mareo que le hizo afirmarse de la mesa dándole un golpe con las manos.

I. Japones: ¡ThirdReich! -se levantó para afirmarle rápidamente-.

A Nazi se le fue nublando la vista, solo vio como sus dos aliados se le acercaron para afirmarlo oyendo sus gritos demasiado lejos, finalmente cerró los ojos y se desplomo en los brazos del japonés.

R. Italia: Mierda, sabíamos que no se encontraba en buen estado, pero ese hombre es muy terco -miró con preocupación el rostro sereno de ThirdReich-.

I. Japones: Será mejor que dejemos esta reunión para más tarde, esperemos a que se despierte. -Tomó mejor en brazos el ligero cuerpo del alemán-.

El corazón del japones se sentía muy cálido, tener al alemán inconsciente en sus brazos le hacía sentir bien, aunque seguía preocupado de su condición. Miró como el italiano se acercó a mirarlo y frunció el ceño con celos.

I. Japones: Será mejor que vuelvas a tu habitación, llevaré a ThirdReich a la suya. Te comunicaré si se despierta. -dijo sin más y salió de la oficina en la que estaban-.

R. Italia: Al menos podrías aparentar que no babeas por él. -dijo en un murmullo con un poco de celos mirándolo desaparecer por la puerta-.

El japones llevó rápidamente al menor a su habitación, le veía apretar los ojos mientras caminaba, una vez estuvo en la habitación del alemán, lo dejó sobre la cama suavemente y se sentó a su lado mirándole descansar. Ahora que lo veía mejor notaba las ojeras bajo sus ojos, su cuerpo estaba más ligero de lo que pudo haber sido antes, estaba preocupado, ¿se estaba enfermando tal vez? Esperaba que no fuera de gravedad sobre todo porque no podría defenderse correctamente si alguien le atacaba de improvisto

Acercó su mano para acariciar su rostro con temor, lo tenía tan cerca, pero por alguna razón siempre le sentía lejos, como si el menor pusiera un muro para mantenerlo alejado y no solo a él, porque Italia parecía estar igual. Sintió con la yema de sus dedos como el alemán comenzaba a mover de apoco su cara, alejó la mano rápidamente, pero el alemán le detuvo con la suya cosa que lo sorprendió por un momento.

ThirdReich: ¿Sigues aquí? -abrió levemente los ojos y miró alrededor aun sosteniendo la mano del japones-.

I. Japones: Te desmayaste no has estado teniendo suficiente descanso.

ThirdReich: ¿Cuánto tiempo pasó? -intentó levantarse, pero el mareo le hizo volver a tirarse en la cama-. Ese maldito desgraciado se está pasando de listo -murmuró lo más bajo que pudo, pero Imperio aun así le escuchó-.

I. Japones: Unos cuantos minutos, no tienes que preocuparte por el tiempo, será mejor que descanses un rato.

ThirdReich: ¿no actué extraño? -preguntó mirando al imperio a su lado-.

I. Japones: No, solo dormías. -se quedaron en silencio unos momentos-.

Nazi podía sentir la mirada del japones sobre sí mismo, parecía estar conteniéndose de algo, pero no podía adivinar de qué exactamente. Iba a preguntarle cuando le vio levantarse dándole una pequeña reverencia en señal de despedida. Pero Nazi sentía curiosidad así que agarró su mano, cosa que sobresalto al japones.

ThirdReich: No te vayas -dijo con ojos un poco suplicantes haciendo contacto visual con el japonés-.

La mente del Imperio se fue a blanco de un segundo a otro, afirmó la mano que le sostenía y ya no dudo en acercarse al rostro del menor para besarle. Nazi abrió los ojos en sorpresa e intentó forcejear un poco, pero la fuerza del otro era tremenda que ni el la creía posible, tenía sus brazos afirmados contra la cama mientras los labios del asiático de movían por los suyos con fiereza, como si estuviera sacando todo lo que ni el sabía estaba aguantando desde hace tiempo. Mordió el labio inferior del alemán con fuerza haciéndole sangrar en el proceso, cuando este abrió la boca para quejarse aprovecho de meter su lengua y explorar esa dulce cavidad.

Nazi dejó de forcejear, ya lo veía inútil contra la fuerza bruta del imperio, se dejó hacer sin quejarse pues notó que el asiático aún mantenía algo de control, de otro modo es probable que ya hubiera intentado tener sexo con él. Soltó un jadeo cuando por fin el mayor se separó de sus labios, el asiático parecía sorprendido de su propia acción y sus mejillas un poco ruborizado. No creyó que su autocontrol fuera tan poco, esa era una debilidad que cualquiera podría usar en su contra, una debilidad en forma de carne y hueso que tenía bajo su cuerpo.

ThirdReich: ¿Ya estás calmado? -preguntó con calma mientras un pequeño hilo de saliva recorría la esquina de su labio producto del salvaje beso-.

I. Japones: Yo ¿Qué? -su mente ahora estaba confundida, vio como sostenía al alemán de los brazos por lo que lo soltó abruptamente alejándose de él-. Lo siento, yo no

ThirdReich: Está bien. -respondió sin más reincorporándose en la cama hasta quedar sentado-.

I. Japones: No esta bien, algo como eso yo. -dijo con el rostro casi en shock-.

ThirdReich: -sonrió mostrando sus filudos dientes-. No pasa nada Imperio, ven aquí -extendió sus brazos a cada lado como pidiéndole un abrazo-.

El imperio ahora estaba aún más confundido, pero hizo caso a lo que sentía y se acercó para abrazarlo, Nazi colocó sus manos en su espalda tratando de confortar al confundido imperio, este último colocó su rostro entre el cuello y hombro del menor. Nazi sonrió y Reich también lo hizo, después de todo lo que quería iba a suceder, ahora no había vuelta atrás.

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