Episodio 40

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21 SEPTIEMBRE 1941

El soviético arrugó lo que parecía ser una carta en sus manos, apretando los dientes de la rabia, ¿Reich le había traicionado? No debía enfriar la cabeza, era obvio que ese no era Reich, sí, debía ser Nazi, que solo quería hacerlo enojar como siempre. Pero aun así no creyó que se atrevería a emparejarse con el japones solo para hacerle enojar, eso era lo que decía el informe de uno de sus espías, que había visto al Japones siendo especialmente cariñoso con el alemán en una de sus tantas juntas políticas. El soviético ni siquiera sabía cómo el japones podía viajar tales distancias tan seguido solo para estar con él alemán, sobre todo teniendo que manejar una guerra con uno de sus aliados, había una clara enemistad entre ambos, soviéticos y japoneses.

Siempre se preguntó si el alemán no estaría enojado por ir contra uno de sus aliados, pero al menos sabía que Reich no quería exactamente una guerra, en cambio Nazi él era diferente, ya tenía conocimiento de los miles y miles actos sádicos que había cometido en estos años, no le extrañaba que Reich le temiera y sobre todo, el mismo no se sentía seguro dejando a Reich con él, pero nada podía hacer, no era como que pudiera separarlos en diferentes cuerpos y eliminar al que era el claro problema. Eso sería demasiado irreal, pero tal vez no imposible en sus más locas ideas, después de todo ellos existían, personificaciones de países en carne propia que no podían morir a menos que su era de mandato se acabara.

Agitó la cabeza sacando todas esas ideas irrealistas de su cabeza, era imposible separar una conciencia de la otra y ponerla en otro cuerpo, al menos eso habían dicho los psiquiatras y médicos más renombrados que habitaban sus tierras. Incluso había logrado desarrollar un medicamento que podía mantener tranquilo a su amado, pero los efectos secundarios no eran del todo buenos, ya que más que ser un medicamento para ayudar a su enfermedad era un sedante que le haría parecer ausente mientras el efecto persistiera, eso si es que no ocurriera otro efecto secundario pues era un medicamente prototipo y aún en proceso de perfeccionar.

URSS: Esto me va a volver loco, la sola creación de este prototipo tomó años, y no es más que un sedante. -arrojó la arrugada hoja con el informe a la basura mientras ahora prestaba atención a un pequeño frasco con pastillas-. Lo mental no se puede curar con medicinas, pero podemos calmar los efectos erráticos de esto con sedantes -citó en voz baja algo que le había dicho un psiquiatra reconocido-.

El soviético apoyo todo su peso en el respaldo de su silla soltando un pesado suspiro, mirando con el recipiente sobre su escritorio con indecisión, tal vez Reich sería capaz de beber esa medicina, pero él no era capaz de dársela jamás.

URSS: Mierda no puedo darle esto. -cubrió sus ojos con su mano sintiéndose desesperado al saber que no podría hacer nada-.

22 SEPTIEMBRE 1941 - ALEMANIA Y SUS SOCIOS DEL EJE (SALVO BULGARIA) INVADEN LA UNIÓN SOVIÉTICA.

FINLANDIA, QUE BUSCABA DESAGRAVIAR LAS PÉRDIDAS TERRITORIALES DEL ARMISTICIO QUE CONCLUYÓ LA GUERRA DE INVIERNO, SE UNE AL EJE JUSTO ANTES DE LA INVASIÓN.

ThirdReich: ¿Estás seguro de esto? -preguntó, aunque claramente ya no había vuelta atrás-.

Finlandia: ¿Qué sentido tiene que preguntes ahora? Además, no hago esto para unirme a tu causa de la supremacía, solo quiero minimizar los daños y pérdidas que sufrí, lo lograré de alguna manera sea en tú bando o en el otro.

ThirdReich: Es verdad. Esto solo me llevará a mi perdición. -sonrió-.

Finlandia: Loco suicida. -dijo mientras se retiraba del campamento en fronteras alemanas-.

ThirdReich: Esto es lo mejor, ¿no es lo que querías Nazi?

Nazi: ¡No estas llevando a una muerte segura imbécil!

ThirdReich: Es divertido como los papeles se voltearon de un momento a otro ¿no es así? Pero tranquilo -sonrió ampliamente-. Solo tienes que aguantar unos cuantos años justo como yo lo hice. Déjame mostrarte lo que se siente ser un títere. -soltó una risita-.

Nazi: ¡No se suponía que fuera así, no debíamos atacar al soviético tan pronto!

ThirdReich: La orden ya está dada, Urss pensará que me mataste si le envió esto -dijo sosteniendo una carta-. Y entonces no tendrá motivo para contenerse contra nosotros. ¿No es el plan perfecto para morir?

Nazi: ¿le harás pasar por el dolor de matarte? Tu eres mucho más sádico que yo.

ThirdReich: Lo superara, él es mucho más fuerte que yo

LOS ALEMANES RÁPIDAMENTE INVADEN LOS BÁLTICOS Y, JUNTO CON LOS FINLANDESES, SITIAN LENINGRADO (SAN PETERSBURGO) EN SEPTIEMBRE. EN EL CENTRO, LOS ALEMANES TOMAN SMOLENSK A COMIENZOS DE AGOSTO Y AVANZAN HACIA MOSCÚ EN OCTUBRE. EN EL SUR, LAS TROPAS ALEMANAS Y RUMANAS TOMAN KIEV (KYIV) EN SEPTIEMBRE Y TOMAN ROSTOV EN EL RÍO DON EN NOVIEMBRE.

Urss estaba en shock, movió la mano mientras y todos los soldados salieron rápidamente de la oficina dejándole solo y en silencio. Los bajos sollozos no tardaron en escucharse, y las lágrimas marcaban la carta que sostenía en su mano. Desesperación, traición, perdida, junto a una horrible tristeza más un profundo hueco en el pecho. ¿Reich estaba muerto? ¿Nazi realmente lo había matado para así atacarle sin restricciones? No podía ser verdad Reich no podía estar muerto

URSS: Debe ser una broma si solo quiere sacarme de quicio eso debe ser -decía en completa negación-. Tal vez si lo veo si, si puedo verlo otra vez sabré si es verdad o no

Secó rápidamente sus lágrimas, apretó la carta en sus manos y llamó a todo el mundo para planear de inmediato una contraofensiva contra las tropas alemanas, debía tratar de calmar las cosas en sus tierras primero, luego iría a buscarle, tal vez si Reich seguía con vida podría perdonar este desliz, después de todo el no podía controlar a Nazi y lo sabía perfectamente. El pacto ahora estaba roto, la gente pondría presión en él y sobre todo lo harían los demás países involucrados en la guerra, pero debía hacer algo para protegerlo en caso de que estuviera vivo.

URSS: Vamos, puedo salvarlo solo tendré que esperar un poco más -sujetó con firmeza el frasco con pastillas, no quería usarlas, pero ahora era una buena idea-. Solo un poco más

6 DICIEMBRE 1941 - UNA CONTRAOFENSIVA SOVIÉTICA EMPUJA A LOS ALEMANES DE LAS AFUERAS DE MOSCÚ EN CAÓTICA RETIRADA.

7 DICIEMBRE 1941 - JAPÓN BOMBARDEA PEARL HARBOR.

El alemán se movía de un lado a otro en la oficina con nerviosismo, tendría que dirigirse a uno de los campamentos militares para controlar mejor la situación, pero no quería dejar a sus hijos solos, Ale y Ali apenas tenían 4 años, la situación de guerra sería traumante para ambos y no quería que algo les pasara mientras no estuviera cerca. ¿Tal vez podría llevarlos con él? No, no podía hacer tal estupidez, por ahora este lugar era él más seguro, ordenaría que los llevaran a otro país neutral de ser necesario si las cosas escalaban demasiado rápido. No podía dejar a sus hijos con Urss ahora, pues ya tenía noticias de que parecía haber perdido la cabeza después de enterarse de su muerte.

Tendría que dejar a sus hijos aquí. Miró a los niños que le acompañaban ahora en la oficina, le miraban confundidos y un poco preocupados. Sin entender nada de lo que pasaba debido a su linda inocencia.

ThirdReich: Escuchen niños tendré que salir de viaje por un tiempo, así que deben esperarme y hacerles caso a los soldados ¿bien? -se agachó para quedar a su altura con una sonrisa-.

Ale: ¿Adónde viajas vati? -preguntó un poco triste-.

ThirdReich: Tengo que ir a la frontera

Ali: ¡¿Frontera?! ¡No vayas, es peligroso! -dijo con claro temor en sus palabras-.

ThirdReich: -le miró confundido-. ¿Por qué dices que es peligroso?

Ali: ¡Unos soldados dijeron que cosas malas están pasando allí! ¡No vayas vati! -dijo con los ojos llorosos-.

ThirdReich: No te preocupes, nada malo va a pasar. -sonrió suavemente limpiando sus ojos con un pañuelo-. Volveré antes de que se den cuenta y les enviaré cartas siempre que pueda ¿de acuerdo?

Ale: Pero Ali dice que es peligroso -dijo dudoso-.

ThirdReich: Todo estará bien, nada me va pasar, sabes que tengo mucha gente que me protege ¿no es así? -dejó un beso en la frente de ambos-. Vamos, deben ser más fuertes que yo, sobre todo porque se quedaran a cargo si no estoy.

Ale y Ali: -se miraron entre ellos indecisos y aún tristes, antes de asentir resignados-.

ThirdReich: Buenos niños, partiré en una semana, así que disfrutemos estos días juntos. -sonrió-.

8 de diciembre de 1941

Estados Unidos le declara la guerra a Japón y entra en la Segunda Guerra Mundial.

Las tropas japonesas desembarcan en Filipinas, la Indochina francesa (Vietnam, Laos, Camboya) y el Singapur británico.

11 al 13 de diciembre de 1941

La Alemania nazi y sus socios del Eje le declaran la guerra a Estados Unidos.

30 de mayo de 1942 a mayo de 1945

Los británicos bombardean Köln (Colonia) y llevan por primera vez la guerra al interior de Alemania. Durante los tres años siguientes los bombardeos anglo-estadounidenses reducen a escombros a las ciudades alemanas.

En abril de 1942

Filipinas, Indochina y Singapur se encuentran bajo ocupación japonesa.

Junio de 1942

Las armadas británica y estadounidense frenan el avance naval japonés en el centro del Pacífico en Midway.

28 de junio de 1942 a septiembre de 1942

Alemania y sus socios del Eje lanzan una nueva ofensiva en la Unión Soviética.

Las tropas alemanas luchan para entrar a Stalingrado (Volgogrado) sobre el río Volga a mediados de septiembre y penetran en lo profundo del Cáucaso después de asegurarse la Península de Crimea.

5 de julio de 1943

Los alemanes lanzan una ofensiva masiva con tanques cerca de Kursk en la Unión Soviética. Los soviéticos debilitan el ataque en una semana y comienzan su propia ofensiva.

6 de noviembre de 1943

Las tropas soviéticas liberan Kiev.

4 de junio de 1944

Las tropas aliadas liberan Roma. En seis semanas, los bombarderos anglo-estadounidenses por primera vez atacan blancos del este de Alemania.

22 de junio de 1944

Los soviéticos lanzan una ofensiva masiva en el este de Bielorrusia y destruyen el Centro del Grupo del Ejército Alemán y avanzan hacia el oeste rumbo al río Vístula frente a Varsovia, en el centro de Polonia, el 1 de agosto.

Soldado: ¡Señor tiene que abandonar esta zona! ¡Los soviéticos llegarán aquí pronto! ¡evacue a Berlín, le llevaremos hasta un bunker escondido en los bosques! -dijo en voz alta mientras a lo lejos se escuchaban los disparos y cañones de los tanques atacar-.

ThirdReich: Muy bien -se levantó de su lugar guardando el arma descargada de su padre dentro del bolsillo en su abrigo-. Vámonos de aquí, asegúrense de poner a mis hijos en un lugar seguro también, pero no los traigan hacía, están más seguros lejos.

Soldado: ¡Si señor! -llevó su mano a su frente y rápidamente le guío a uno de los autos todo terreno para escoltarle lejos de ahí-.

Reich estaba exhausto, se sentía culpable por todo el daño ocasionado, no solo a su propia gente, sino que también a todos los otros países involucrados, ahora si creía que lo mejor sería que muriera. En manos de quien sea, pero debía morir, no era una opción, ya era imposible para él el querer vivir una vida pacifica junto a sus amados hijos, disfrutando del aire libre, junto a Blondi y escuchar las risas de sus hijos. Era imposible, cerró los ojos mientras sentía la brisa junto al inconfundible olor a pólvora en el aire.

Ahora estaba cada vez más cerca, ya no podía detenerse, tenía que recuperar a Reich vivo o muerto, debía tenerlo en sus manos, ver su rostro una última vez, no a un retrato en su pared, sino que al verdadero Reich. Estaba perdiendo la cabeza, lo único que le mantenía más o menos cuerdo era la casi nula esperanza de que el siguiera con vida muy en lo profundo de ese cuerpo. Estaban cerca, ¿Por qué no podía verlo?

Soldado: Señor, nos informan que vieron a un grupo huir, creemos que el señor Reich iba con ellos. -informó un poco temeroso-.

URSS: ¡¿Y no los detuvieron?! ¡Quiero a ese alemán con vida! Encuéntrenlo rápido. -ordenó con frialdad-.

Soldado: ¡Si, señor! -dijo y se retiró rápidamente-.

13 de abril 1945

Se encontraba en una zona relativamente segura, extrañaba a sus hijos, quería verlos, pero ahora era más seguro para ellos el que estuviera lejos. Seguro ahora estaban grandes y Blondi lo debió haber cuidado muy bien también.

ThirdReich: ¿Cuántos años deben tener ya? -empezó a contar con sus dedos-. Ah, 8 años ya son grandes y deben haberse enterado de lo que pasa

Soldado: Señor lamento interrumpir, pero -dijo mientras entraba en la carpa-.

ThirdReich: ¿Qué sucede? ¿Las tropas enemigas ya están cer -levantó la cabeza para mirar al soldado-. ca? -abrió los ojos estupefacto-.

Pronto fue abrazado fuertemente por dos pequeños, aunque ya estaban más altos que antes, seguían pareciendo pequeños a sus ojos.

Ale y Ali: ¡Vati! -dijeron abrazándole mientras lloraban-.

Reich correspondió el abrazo a duras penas de sus dos niños que no había visto en años, se había alejado para protegerlos, pero ahora los tenía enfrente en carne y hueso.

Ale: ¡¿Por qué nunca viniste a visitarnos?!

Ali: ¡¿Sabes lo preocupado que estábamos?! -dijo entre sollozos-.

ThirdReich: Yo, bueno la situación es complicada.

Ale: ¡Solo volvamos a casa padre! ¡Termina con lo que sea que estes haciendo!

Ali: ¡Ya no nos importa!

El alemán mayor estaba estupefacto aún, no creyó llegar a tener a sus hijos regañándolo, y mucho menos que estuvieran ahí frente a él espera Se levantó abruptamente alejando un poco a sus hijos con una expresión de terror. Rápidamente miró al soldado y se acercó a grandes pasos hacía él.

ThirdReich: ¡¿Cómo llegaron aquí?! ¡Dije claramente que no debían venir a este lugar!

Soldado: Señor eso se colaron en uno de los vehículos de carga y llegaron aquí sin ser vistos

ThirdReich: ¡¿Qué?! ¡¿Ni siquiera revisan los malditos autos de carga?!

Nazi: Qué divertido, ahora podremos morir como una familia jajaja

Le iba a dar un ataque de pánico, tenía que sacar a sus hijos de aquí y ahora. Las tropas soviéticas estaban cerca y estarían aquí en unos cuantos días o tal vez horas. Volteó a mirar a sus hijos quienes estaban un poco asustados por su comportamiento, por lo que hizo un esfuerzo sobrehumano de controlarse y calmarse, no servía de nada entrar en pánico, aún tenía tiempo para ponerlos seguros. No tenía más opción que llevarlo con él ahora, las tropas soviéticas estaban rodeando Berlín rápidamente así que no podía sacarlos de aquí.

ThirdReich: ¡Llévalos a mi bunker! ¡Qué no salgan de ahí y por sus vidas que nadie los toque! Yo me quedaré para hacer tiempo.

Soldado: Señor, solo queda un vehículo de transporte ¿cómo nos alcanzara después?

Ale: ¡Padre no! ¡No nos dejes otra vez!

Ali: ¡Ven con nosotros!

ThirdReich: No puedo, esta vez tengo que quedarme si quiero protegerlos, lo entenderán cuando crezcan más

Se acercó a ellos para abrazarlos, estaba feliz de verlos haber crecido tan bien hasta ahora, el cómo parecían haber madurado en estos pocos años y sobre todo lo valientes que habían sido para colarse en un campamento militar, aunque fuera el suyo. Ale lloraba muy abiertamente y aunque Ali también lo hacía el trataba de controlarse para que su hermano lograra calmarse, aunque sea un poco.

ThirdReich: Estaré bien los alcanzaré cuando todo termine, solo deben mantenerse a salvo y protegerse entre ustedes. Juntos o separados son fuertes a su propia manera ¿entendido? -vió a sus niños asentir-. Ich liebe euch meine Jungs –(Los amo mis muchachos) sonrió levemente-.

Pronto se despidió de ellos y los vio subirse al auto e irse junto a un grupo de soldados. Apretó los puños enojado, no quería ver a sus hijos porque sabía que perdería sus ganas de morir, ahora no quería morir, quería estar más tiempo con ellos y seguir viéndolos crecer tan bien. Pequeñas lágrimas corrieron por sus ojos y se sintió débil. Una debilidad que Nazi aprovechó para volver a tomar el control, durmiendo a Reich hasta que recobrara la conciencia por si mismo, por supuesto, le dejó atado en la misma silla de siempre.

Nazi: Aunque fuiste un dolor de cabeza, estoy de acuerdo en no morir en vano ahora. -tomó un arma cargada junto a munición y puso un cuchillo atado en su muslo, debía prepararse-.

Pronto comenzó a repartir órdenes a los soldados que quedaban en el campamento.

Mientras tanto en otra zona a kilómetros de ahí; el ambiente parecía pesado, más que nada para el francés y el inglés que observaban en silencio como el soviético había decidido tomar acción.

Francia: Finalmente te decidiste por hacer algo.

URSS: Cierra la boca, no soy yo quien se está arrastrando por el suelo ahora. -dijo con ojos aterradores mientras se daba la vuelta para irse, después de todo tenía mucho que preparar-.

El soviético los miró de reojo por última vez con los mismos ojos aterradores, Francia frunció el ceño y el inglés puso su mano frente al francés para detenerle en caso de que quisiera empezar alguna pelea, afortunadamente no lo hizo.

Francia: Pareciera que su temperamento empeoró. -murmuró-.

R. Unido: Él no está haciendo esto para ayudarnos, está claro que lo hace solo por sí mismo. No lo molestes más -escuchó a Francia resoplar-.

16 de abril de 1945

Los soviéticos lanzan su ofensiva final y rodean a Berlín.

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