Episodio 7

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Ya estaban en la mansión del alemán, ambos dormidos, o al menos así era antes de que el menor se despertara agitado por eso de las 3 de la mañana igual que la noche anterior, se maldijo mentalmente por tener esos sueños extraños que no le dejaban descansar de manera apropiada, se levantó, esta vez iría a dar una vuelta por la mansión para despejarse y reflexionar un poco, claro, a oscuras todo el tiempo, así le gustaba a él.

Reich se paseaba por el pasillo del segundo piso, hasta finalmente bajar por las escaleras, al pisar el último escalón que daba al salón, sintió un escalofrío al oír esos pasitos nuevamente correr de aquí para allá, el alemán miraba a todos lados sin poder ver nada fuera de lo normal, lo que sea que estuviera corriendo por ahí o era muy rápido o era invisible, de solo pensarlo otro escalofrío le recorrió la espalda, llevo sus manos a sus brazos para frotarlos y quitarse esa sensación.

ThirdReich: ¡¿Quién anda ahí?! -se atrevió a preguntar mirando a su alrededor, pero no hubo respuesta-. Maldita sea, de verdad me estoy volviendo loco... -murmuró mientras pasaba su mano por su cara-.

Iba a seguir caminando pero un chillido más un pequeño rasguño en su pie le hizo saltar a las escaleras y subirlas corriendo prácticamente, aunque de camino las luces del pasillo y escala se encendieron dejándole cegado mientras subía, chocó contra algo y cayó de rodillas con las manos a cada lado de ese algo, tenía los ojos cerrados, empezó a abrirlos lentamente para acostumbrarse a la luz, al hacerlo pudo ver a URSS bajo él, sentando en un escalón y con los codos apoyados en otro un poco más arriba.

ThirdReich: ¡¿URSS?! -dijo sorprendido, pestañeando unas cuantas veces y con pequeñas lágrimas asomadas producto del ardor provocado por la luz-.

URSS: Th-ThirdReich... -tartamudeo un poco-.

Parecía que el ruso estaba un poco nervioso, no sólo por la cercanía del contrario, sino porque este llevaba una camisa blanca de pijama abierta desde arriba hasta un poco más abajo de su pecho, más unos pantaloncillos por sobre la rodilla algo ajustados, lo que hizo ruborizar levemente al soviético fue poder ver el pecho del menor al descubierto y una pequeña parte de sus pezones que le pareció extremadamente sexy, lo admitía.

En el caso del alemán solo veía al ruso en una posición algo indefensa a su parecer, traía unos pantalones de pijama largos y su torso bien formado (pero no exagerado) al completo descubierto. No sabía que pensar sobre eso y se ruborizo de manera imperceptible.

ThirdReich: ¿Qué haces despierto? -desvío la mirada apartándose un poco, comprobar que el ruso dormía solo con unos pantalones largos no ayudaba-.

URSS: escuché que le gritaban a alguien y vine a ver qué pasaba, ¿estás bien? -preguntó el ruso esta vez re incorporándose cuando el alemán se levantó finalmente-.

ThirdReich: sí, solo... -soltó un suspiro llevándose una mano a la cabeza-. Desde ayer escucho unos pasos por el salón de ahí -apuntó el salón escaleras abajo-.

URSS: ¿no crees que fue solo tu imaginación? -preguntó el ruso extrañado por lo que decía su amigo-.

ThirdReich: ¡claro que no! -frunció el ceño-. ¡Me rasguño el pie! -dijo levantando su pie y señalando la zona, en efecto había un rasguño-. ¿Ves?

URSS: tienes razón... iré a revisar -decidió bajar las escaleras-.

Reich bajó su pie algo apresurado para seguirle, pero ambas órdenes enviadas por su cerebro chocaron haciéndole tropezar, URSS al notarlo lo afirmó rápidamente apegándolo a su cuerpo desde la cintura y su espalda, soltando un suspiro de alivio, pues si no lo hubiese atrapado el alemán seguramente hubiese terminado muy lastimado por la caída.

URSS: ¿ты в порядке? -(¿Estás bien?) preguntó mirando hacia abajo para encontrarse de frente con el rostro del alemán que le miraba fijamente a los ojos, se estremeció levemente ante esa mirada-. ThirdReich y-yo...

ThirdReich: URSS -habló también el alemán-.

URSS: ¿S-Sí? -dijo algo nervioso, aunque sabía ocultarlo muy bien-.

ThirdReich: Estoy bien, ya puedes soltarme -volteó su mirada hasta la mano que el ruso mantenía en su cintura-.

URSS: -de manera rápida apartó sus manos-. Cierto, lo siento... -se disculpó de inmediato-. Mejor iré a ver al intruso -reanudó su bajada por las escaleras-.

ThirdReich: -sólo asintió con la cabeza y le siguió escaleras abajo-.

Ambos jóvenes caminaron por el salón buscando a lo que sea que estuviera ahí, en silencio y con cautela mirando cada rincón del lugar. URSS se puso alerta cuando escuchó algo metálico caer desde la cocina, Reich de manera inconsciente se acercó a él para esconderse en su espalda y mirar algo asustado en dirección a la cocina. El ruso se sorprendió un poco, puede que el alemán luzca maduro, pero eso no quitaba el hecho de que solo tenía 16 años y estaba solo. El soviético sacudió un poco su cabeza para volver a centrarse, se acercaron a la cocina en silencio, escuchando más ruido proveniente de ella, se asomaron por la entrada viendo una silueta extraña que parecía agachada escarbando en lo que parecía ser una bolsa de comida, URSS acercó su mano al interruptor de luz sin quitar los ojos de esa silueta, y al encenderla ambos abrieron los ojos con sorpresa al ver una enorme rata que inmediatamente los miró chillando.

ThirdReich: ¡AAAH! ¡TÖTE SIE! -(¡Mátala!) gritó al ver el ratón, sacudiendo desde el hombro a URSS para que le obedeciera-. ¡MÁTALA!

URSS: ¡Cálmate! -Miró a la rata acercarse a ellos corriendo-. дерьмо! -(¡Mierda!)-. ¡Reich trae la escoba! ¡Corre, corre! -gritó mientras le cortaba el paso a la rata para que no escapara-.

ThirdReich: ¡Voy! -fue rápidamente a buscar lo mencionado a la pequeña habitación de utensilios de limpieza, la tomó una vez la divisó y corrió de vuelta para pasárselo al ruso-.

URSS: -inmediatamente después de recibir la escoba empezó a lanzar golpes con ella para darle a la rata-.

ThirdReich: ¡Eso dale! -animó el alemán viendo como el ruso "peleaba" con esa horrible rata-. ¡Voy por la silla! -dijo dándose la vuelta para hacer lo dicho-.

URSS: ¡Reich espera! -volteo a mirar a su amigo y vio como la rata se escabullía en su dirección-. ¡Reich!

ThirdReich: -se volteó y vio apenas al ratón saltando hacia él, su cara se horrorizó y cerró los ojos con fuerza, hasta que los abrió después de unos segundos al no sentir nada y escuchar un fuerte chillido-.

URSS había golpeado a la rata en el aire con la escoba contra la pared del lugar, había sido tan fuerte y rápido que la mató al instante. El ruso soltó un suspiro quitando la escoba, dejando caer el cuerpo de la rata al suelo se acercó al alemán soltando la escoba contra la pared y le miró preocupado.

URSS: Reich, ¿estas bien? -preguntó poniendo una mano en su hombro y agachándose solo un poco para ver el rostro de su amigo que parecía en shock-. ¿Reich?

ThirdReich: E-Estoy bien -carraspeo su garganta para recuperar la compostura-. ¿La mataste? -miró a la rata inmóvil en el suelo, inseguro de si estaba muerta o no-.

URSS: -miró también a la rata-. Sí, le pegué fuerte así no volverá a molestarte y asustarte -sonríe-.

ThirdReich: -frunció el ceño levemente sonrojado de vergüenza-. ¡No me asustó! -quitó la mano del mayor de un pequeño golpe para luego cruzarse de brazos enfadado-.

URSS: -solo soltó una risita por la reacción del menor, era obvio que había tenido miedo y el que lo negara para hacerse el fuerte era algo tierno para él-. Bien, entonces no tenías miedo, solo estas... sorprendido ¿verdad Reich?

ThirdReich: Así es, solo estaba sorpren-... ¿Cómo me llamaste? -se interrumpió a sí mismo para luego mirar al ruso-.

URSS: Reich -respondió sin más el ruso, le parecía divertido que recién se hubiera dado cuenta-.

ThirdReich: -efectivamente no se había dado cuenta de que le estuvo llamando así desde hace un buen rato luego de repasar sus recientes recuerdos-. Te dije que no me llamaras así...

URSS: ¿Por qué no? Es más corto y lindo -admitió levantando los hombros y bajándolos restándole importancia al asunto-.

ThirdReich: ¡¿Lin-?! -soltó un suspiro interrumpiéndose nuevamente-. Ah ya que... puedes llamarme así -dijo rendido-.

URSS: genial -sonrió victorioso-. Tú puedes llamarme Sóviet si quieres, así estaremos a mano ¿no?

ThirdReich: Ugh, lo pensaré -dijo dándose la vuelta y empezando a caminar-.

URSS: -apagó las luces de la cocina y le siguió-. ¿Ya vas a dormir?

ThirdReich: Si, aun son las tres y tanto de la mañana, no podré concentrarme si no duermo bien... -llevó una mano a su ojo para frotarlo mientras caminaba-.

URSS: tienes razón, te estas esforzando por tener tiempo para tu celebración, eso me hace un poco feliz -sonrió el soviético mientras le seguía ahora escaleras arriba-.

ThirdReich: -se ruborizo levemente-. Como sea, solo no quiero ser tan descortés con la visita -se excusó-. Guste Nacht, Urss -se adelantó para irse a su habitación-.

Urss solo sonrió suavemente antes de ir a su habitación también para seguir durmiendo. El alemán antes de dormir se aseguró de limpiar bien el rasguño que tenía en su pie y finalmente acostarse intentando no pensar en nada más.

-2:00 pm-.

Imperio Ruso: ¡Por Dios! ¿No pueden estar un día sin pelear? -dijo con voz molesta mientras veía a los dos niños con rasguños y moretones-.

ThirdReich: ¡Urss invadió mi espacio personal de nuevo! -se quejó apuntando al mencionado-.

URSS: ¿qué? ¡Solo quería tomar el libro que se me cayó a su lado cuando tropecé! -se defendió cruzándose de brazos-.

Imp. Ruso: ¿entonces como terminaron golpeándose así? -dijo cruzándose de brazos con el ceño fruncido-.

URSS: ¡Él me golpeó primero entonces se la devolví! -apuntó al pequeño alemán-.

Imp. Ruso: ¿es eso verdad Reich? -miró al más pequeño esperando su respuesta-.

ThirdReich: -desvío la mirada con el ceño fruncido sin negarse-.

Imp. Ruso: -soltó un suspiro pesado-. Comprendo, esto es culpa de ambos, Reich no puedes golpear a cualquiera que se acerque a ti de imprevisto -le dijo con tono severo-.

ThirdReich: ¡Pero-! -fue interrumpido por la risa de Urss, este solo gruño-.

URSS: -reía divertido, creyendo que iba a salvarse de los regaños de su padre-.

Imp. Ruso: ¡Y Urss! -Miró al mencionado quien dejó de reír para mirarle-. Fue inmaduro de tu parte el seguirle el juego a alguien 2 años menor que tú -le regaño con el mismo tono severo-.

URSS: ¡Qué! -frunció el ceño y vio al alemán sacarle la lengua en señal de burla-.

Imp. Ruso: ahora vayan con la sirvienta para tratar sus heridas, aun me queda algo de trabajo por hacer -dijo dándose media vuelta-. Ambos estarán castigados en la "habitación de reconciliación" por dos noches -sentenció antes de salir del salón sin darle tiempo a los niños de reclamarle por el castigo-.

URSS: maldición, ¡todo es tu culpa! -dijo el ruso molesto-.

ThirdReich: no me interesa -dijo sin más con el ceño fruncido-.

El pequeño alemán vio como rápidamente el ruso se acercaba a él y al momento de poner sus manos en sus mejillas (supuso para pellizcarle), ese pequeño ruso se transformó en él Urss de 18 años y Reich en el de 16. El más joven dedujo lo que venía por la similitud a su anterior sueño...

ThirdReich: ¡Urss detente! -dijo de inmediato, alcanzó a poner sus manos en el pecho del mayor pues nuevamente su cuerpo parecía no querer moverse-.

URSS: Reich... -otra vez esa voz seductora-.

El ruso nuevamente estaba acercándose a los labios del joven alemán sin importarle sus quejas, este cerró sus ojos con fuerza al ver que nada podía hacer, como si eso pudiese sacarlo de esa situación, Urss junto sus labios con los de él en un beso un poco más largo a la vez anterior y también algo más profundo casi quitándole el aliento, URSS era bueno besando, pero Reich sabía que esto era solo un sueño provocado por su cansancio y hormonas, pues la realidad debía ser o más bien era muy diferente a esto ¿verdad?

■◆■◆■◆■

Reich abrió sus ojos un poco exaltado con la respiración algo agitada, intentó calmarse lo más rápido que pudo, miró hacia el frente divisado su escritorio con una bandeja y comida en esta, nuevamente se había dormido a la hora del almuerzo, el ruso estaba de pie al otro lado del escritorio mirándole un poco preocupado.

URSS: ¿estás bien? Parece que tenías una pesadilla...

ThirdReich: s-sí, estoy bien... Solo una pesadilla... -se reincorporó en su asiento y agradeciendo tomó su plato de comida para almorzar junto al ruso-.

URSS: -solo guardó silencio mordiéndose el labio inferior sin ser visto y así comenzar a comer también-.

El resto del día transcurrió con normalidad, aunque de vez en cuando el ruso notaba al alemán nervioso con su cercanía, aunque este intentara ocultarlo lo más que pudiera.

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