Mi mate
Demian
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Bajamos del ático con la cajita de música que necesitaba ser limpiada por la capa de polvo que tenía, hacía años que había guardado esa caja en el ático. Angelic la puso en su recámara luego de pasar un paño con delicadeza devolviendo el viejo esplendor del artilugio. Jamás le había mostrado mi caja de música a nadie creía que era demasiado personal, no me gustaba hablar de Payton, Angelic fue la excepción sé que ella le dará un mejor uso a la caja y al menos ya no está llorando.

—¿Podemos ver una película juntos? —pregunto viéndome a los ojos se le notaba afligida, aunque no estuviera llorando, nunca la había visto tan triste. Ni siquiera lloro tanto cuando termino con su novio de la preparatoria Jack creo que se llamaba, era un idiota, pero Nicolás fue aún peor que él.

—Sí —murmure viendo como ella apenas sonrió —¿Porque estas tan triste? —ella tan solo suspiro aplanando sus labios en una fina línea y miro a un costado para responder.

—No quiero hablar de eso —contesto con voz algo apagada y volvió a verme tan solo asentí. Nos acostamos en su cama encendiendo el televisor mientras ella escogió una película, luego de eso se recostó a mi lado.

Llego un punto en que ambos nos dormimos, para cuando desperté ya estaba la noche oscura llamándome. Mire a una dormida Angelic que estaba aferrada a mí, con sumo cuidado la aparte de mi para salir. Observe la caja sobre su repisa, me traía tantos buenos recuerdos ahora cada vez que Angelic ella oía la música de la caja dejaba de estar triste. A mi lobo le generaba alegría ver que esa pequeña caja hacía que Angie deje de llorar, por más que diga muchas veces que no la soportó es porque no quiero sentir lo que ella me provoca. No es un sentimiento fraternal es algo más que eso. No quiero sentirlo ella es mi hermana menor y mi lobo no puede contenerse al verla.

Apartando sus manos de mi brazo salgo de la cama sin moverme demasiado para no despertarla. Con cuidado abrí la puerta de su habitación en silencio, mi estomago comenzó a rugir, tenía mucha hambre necesitaba cazar algo. Hace muchos días que no salía por que Angelic seguía cada pisada que hacía en la casa. Ahora que ella esta dormida debía aprovechar para ir por carne fresca antes de que despierte y comience a seguirme a todos lados.

Me interné en el bosque sintiendo el frío de la noche en mi cuerpo, el invierno estaba llegando, pero la sangre caliente de licántropo hacia que no me afectara tanto el frío. Un golpe de adrenalina me recorrió por completo, me trasformé en lobo corrí por todo el bosque buscando alguna presa que cazar. Mi lobo estaba concentrado en buscar comida, pero de igual forma estaba afligido por Angelic, era una sensación algo extraña. Cuando sacie mi hambre de carne cruda decidí volver a mi casa, las luces continuaban apagadas, pero una en mi habitación me hizo dudar si la apague o no. Dentro de la casa no había ningún aroma inusual como de valiu, vampiros o de otros lobos, tan solo éramos Angelic y yo. Subí las escaleras corriendo y entre en mi cuarto encontrándome a una Angelic en mi habitación sentada junto a Duque. Lo que me pareció muy extraño es que ella este cerca del perro por lo general trata de mantenerse alejado de él.

—¿Qué haces aquí? —la mire frío no comprendía que hacía en mi habitación y mi lobo estaba prácticamente saltando de felicidad dentro de mí. Ella me miro confundida por mi actitud cambiante, no quería que mis sentimientos hacia ella continuaran creciendo.

—Yo... te fuiste antes que despertara me asuste te busque por toda la casa y tú no estabas por eso vine aquí —hablo rápidamente acariciando a Duque que se acercó aún más a ella.

—Tuve que salir una... amiga me necesitaba —mentí buscando algo más que decirle porque conociéndola querrá saber más acerca de esa amiga que me necesitaba.

—¿Tu tienes una amiga? —ella me miro confundida su ceño se frunció intrigada y se acomodó mejor en mi cama.

—Megan, la hermana de Alec —volví a mentir, pero al menos era media verdad. Megan si es mi amiga solo que no nos vimos hoy.

—Oh entiendo —se levantó de la cama dirigiéndose a la puerta —La cena esta lista mamá la dejo en el horno —cerrando la puerta tras de sí pude soltar el aire que no me di cuenta estaba conteniendo. Ella se monstruo algo confundida por mi actitud, es algo que me tranquiliza porque quiero mantenerla alejada de mí.

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—Demian concéntrate —hablo mi papá chasqueando los dedos enfrente de mí, estaba con mi mente en otro lado cuando debería estar preocupándome por los problemas de la manada.

—Sí, lo siento —contesto moviendo mi cabeza para centrar mis pensamientos en la manada y que estaba a punto de pasar, seguí caminando alado de mi papá junto a la manada. Acompañándonos estaba el otro clan dirigidos el papá de Diego caminado a la par de nuestra manada sin decir mucho todos sabíamos que para nadie es agradable estar cerca de otra manada, en un territorio desconocido.

El territorio de la manada Moon Black era algo con lo que no me familiarizo mucho pero que de todas formas hoy tengo que recorrer para asistir a una reunión con los vampiros y los valius. Esperaba que esta charla no terminará en masacre somos tres especies y nosotros somos enemigos cualquier mal entendido puede generar una excusa para atacarnos. Los vampiros viven en el territorio de la manada de Diego tienen un tratado con ellos donde ninguna de las dos partes puede atacarse entre sí o a los humanos. Por lo que tengo entendido los vampiros sólo tomarían sangre animal por lo cual dejarían a los humanos en paz y los lobos no deben atacarlos, un trato justo que demuestra que las especies sobrenaturales podemos llevarnos bien. Este mismo grupo de vampiros está dando acogida a los valius, algo que no está dentro del tratado que tienen con los del clan Moon Black y vienen a nuestro territorio a cazar animales.

Sabía que estábamos cerca cuando el olor a muerto y valius comenzó a sentirse en el aire, por instinto natural gruñí al igual que muchos de mi manada. Diego y su gente también hicieron lo mismo al parecer no están contentos con los nuevos compañeros de sus inquilinos. Haider miro a su manada que de inmediato agacharon la cabeza dejando de gruñir y miro al frente con la cabeza en alto.

—¡Hey! Tranquilos no venimos por pelea ya lo saben —con voz de alfa mi papá hablo haciéndonos callar. Por más instinto lobuno que tengamos no podemos desobedecer al alfa es cuestión de lealtad y mantenerse sujetos a los deseos de la luna.

En silencio caminamos hasta lo que parecía ser un pequeño pueblo construido en un lugar sumamente alegado para los humanos. Mire las casas que no eran para nada rudimentarias teniendo en cuenta la zona boscosa. Parecían mansiones, era como si estuviéramos entrando en una residencia privada y tiene sentido muchos de estos vampiros llevan siglos acumulando grandes fortunas. Con tan solo mover un dedo pueden comprarse una isla y tener su propio gobierno sin que nadie pueda decirles nada, pero los vampiros son nostálgicos y siempre terminan regresando a los sitios donde vivieron décadas o incluso siglos atrás.

Dentro de las mansiones había mucho movimiento los últimos rayos del sol estaban desapareciendo y muchos vampiros comenzaban a despertar. Los más viejos no necesitaban dormir tanto y ya estaban despiertos espiándonos a través de sus ventanas escondidos entre las sombras oscuras. De la mansión principal salió un hombre alto de cabello pelirrojo, traje negro bien planchado, camisa blanca con corbata a juego con su traje y zapatos lustrados. A su costado apareció una mujer con un vestido largo de color azul oscuro, cabello rubio bien peinado y maquillaje oscuro. Tomando el brazo del hombre nos dedicó una mirada curiosa, pero sin demostrar muchas emociones como el otro vampiro. Mi mirada se despegó de la pareja cuando de la segunda casa salieron una pareja de valius igual de elegantes que la pareja vampiro, pero ellos estaban acompañados por el chico rubio que hablo con Angelic en el instituto. Mis sospechas de que este rubio estaba relacionado con los líderes de los valius se confirmaron y apreté mis puños conteniendo mis ganas de ir a arrancarle la cabeza.

—¿A qué se debe la presencia de licántropos? no rompimos ninguna regla del tratado —hablo con voz fuerte y estruendosa el líder vampiro escudriñando con la mirada a Haider. No parecía tener más de veinticinco años, cuando en realidad puede que tenga siglos encima sin que nadie sepa.

—Hemos venido por que varios valius han sido vistos en el pueblo, algo que no se nos fue informado y queremos imponer algunas reglas ya que son sus acogidos —hablo Leo con su voz de alfa imponiendo respeto, este hombre con tan solo una mirada podría asustar hasta el más valiente.

—Fue nuestro error no haber informado la llegada de mis inquilinos porque no teníamos previstos su llegada tan pronto. Una disculpa si rompimos el tratado —hablo de manera cortes hombre pelirrojo —¿Qué reglas son las que deben seguir? —pregunto el líder vampiro viendo a Haider sin perder su aire elegante.

—No pueden comer humanos, no pueden usar sus poderes en público o nos expondrán a todos —comento por primera vez mi padre usando su voz de alfa sonando autoritario.

—Trato hecho entonces —comento el hombre rubio que parecía ser líder de los valius, camino hasta donde estaban los dos alfas y estrecho las manos con ambos lobos.

El nuevo trato entre lobos, vampiros y valius estaba hecho ahora no podríamos atacarnos entre nosotros por razones obvias ninguno quería revelar su secreto a los humanos. Me tranquilice por el hecho de que Angelic estará bien y no será la cena del hijo del líder valiu. De igual manera mantendría vigilada a mi hermanastra por que con estos monstruos nunca se puede estar seguro del todo. No quería que mi padre me matara si algo malo le pasa a Angelic.

Por lo cual me pase el resto de la semana junto a ella, vigilando que el rubio no se le acerque. Cosa que resulto un tanto difícil ya que él compartía la mayoría de las clases con ella. La incomodidad que tenía Angelic era palpable puesto que no la trataba precisamente bien, sino que más bien era muy frió con ella. Tenía que darle algo de espacio para que no me termine odiando. En el arranque de la nueva semana la deje en paz al final igual el valiu sabía que si le hacía algo estaba muerto. Además, Angelic era lista no querrá estar cerca de él para que no lo lastime o golpe.

Por esa razón estaba bastante tranquilo con la idea de darle espacio y volver a la normalidad en el instituto y en casa. Volver a tener la vida que llevábamos antes de que ella se entrometiera en mis salidas nocturnas, la luna roja estaba próxima y debía conseguir a mi mate o por lo menos ver si la luna ya la tiene lista para mí. En un par de noches será el festival de la luna roja, es un festival que se celebra en el bosque donde todos los de la manada asistimos. En esta ceremonia la luna nos junta con nuestra mate no necesitamos hacer nada tan solo dejarnos llevar por la luna y ella nos mostrara a la persona. Si no es en ese festival será el siguiente o en el que la luna quiera. Como el caso de Megan y Conor ellos se unieron y no precisamente en el festival de la luna roja. Cuando la luna te señala tu mate no ahí fuerza que impida que terminen juntos, es el destino el que siempre te unirá a esa persona.