El alfa
Demian
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Voy llegando al instituto muy alterado la charla que había tenido con Angelic me había dejado en estado de alerta máxima y si ella descubre la verdad y si ella se entera de quién soy en realidad, estaría en un grave peligro porque casi todos en este maldito pueblo son como yo y mi papá. Pero si alguien se entera de la verdad tendría que ser asesinado para que no diga nada, para mí es eso sería llamar más aún la atención de todo el mundo. Ya que quien no se da cuenta de que este no es un extraño pueblo, hasta mis vecinos se pasan mudando porque este lugar es extraño. Angelic es demasiado curiosa y hasta no sacarme la verdad no me perseguirá hasta descubrirme, pero no lo hará tendré más cuidado la próxima vez que salga. Pero tendré que inventar alguna historia para mi tatuaje porque sé que Angelic me preguntará por él y yo no sabré qué decirle. Entró en el instituto estaciono el auto donde siempre lo hago y salgo viendo a las chicas sonreír al verme. Como siempre las ignoró por completo y sigo mi camino hasta llegar donde mi mejor amigo Alec.

—Hola, viejo ¿qué tal tu noche? —saludo Alec chocando su puño con el mío.

—Regular la tuya —me posicioné a su lado.

—Estupenda, viejo, pero los lobos otra vez husmearon en mi basura y esta mañana tuve que limpiar —se quejó algo molesto.

—Son animales eso es lo que hacen —mire a lo lejos y divise a Angelic con su amiga.

—¿Qué tal las cosas con Angelic? —pregunto al ver que no despegaba mis ojos de ella.

—Como siempre es muy chismosa.

—Ustedes dos nunca serán hermanos normales —Alec comenzó a reírse.

—Si no es mi hermana ¿cómo quieres que seamos hermanos normales? —hable irritado.

—Buen punto —responde parando de reír.

—Vamos a clases —comencé a caminar con dirección al instituto. Este será mi último año.

—Demian —escucho que me llama Angelic, pero sigo mi marcha.

—Espera —dijo tomando mi mano.

—¿Qué quieres? —me giró mirándola frío.

—Solo quería decirte que olvidaste tu celular en la casa —me entrega el celular en la mano y yo quedé como un tonto delante de ella.

—Angelic yo...

—Ya cállate quieres, no necesito tus disculpas —hablo ella enojada para luego irse.

—Vaya forma de arruinarlo todo genio —hablo Alec con reproche.

—Tú cállate —seguí mi camino hasta el salón de historia.

Luego de unas cuantas inútiles horas encerradas en ese instituto salimos al fin, veo a Angelic con su amiga por lo que me escabullo y me dirijo al bosque. Camino tranquilamente hasta que escuchó el crujir de una rama volteo a mirar y veo a Alec.

—Tranquilo hermano soy yo —alza las manos hacia arriba en señal de rendición.

—Pensé que eras alguien más —continúe con mi marcha.

—¿A quién esperabas a Bella acaso? —me contestó con tono burlón.

—Ya deja de jugar y vamos que se nos ara tarde.

—Tarde si el alfa jamás llega a tiempo, además...

El aullido del alfa callo las palabras de Alec debíamos llegar cuanto antes algo estaba pasando con la manada, comenzamos a correr y nos transformamos en unos enormes lobos. A medida que nos acercabamos el aullido se hacía cada vez más fuerte y el alfa necesitaba ayuda. Corrimos más rápido cuando llegamos a las cascadas vimos al alfa junto con toda la manada enfrente de unos valius. Esas criaturas despreciables son como una plaga si el alfa no los detiene a tiempo pueden llegar a comerse al pueblo entero. Son peores que los vampiros, en el pueblo solo una vez hubo una plaga de vampiros, pero fue erradicada en poco tiempo. Pueden volverse tu peor miedo, sin mencionar que su apariencia humana es muy hermosa y pueden meterse en tu mente para jugar con ella. Veo que solo quedan tres valius vivos, con Alec nos posicionamos detrás de alfa esperando órdenes. El alfa se transforma en humano camina mirando a los valius que quedan vivos y los señala.

—Les doy una oportunidad para irse ahora o serán aniquilados —dice mi padre con furia.

—Cállate perro pulgoso no nos iremos —habló la líder de los valius.

—Ustedes tuvieron la oportunidad —mi padre chasquea los dedos y toda la manada atacó a esas criaturas.

Fue la matanza de valius más grande que jamás presencié en total fueron veinte cuerpos encontrados en tierra y otros diez en el agua. Luego de apilar todos los cuerpos juntos los prendimos fuego, estas criaturas no mueren con nada excepto si los quemas. Luego de que quemamos los cuerpos nos retiramos todos del bosque, cada cual al lugar donde debía irse. Yo volví a la escuela por mi auto para irme a casa, pero cuál fue la sorpresa que encontré a Angelic al lado de mi auto sentada esperando. Cuando la vi pare en seco, ya que hacía una hora habíamos salido de clases y ella seguía ahí, camine hasta llegar a ella.

—Hasta que llegas —mencionó ella levantándose del suelo.

—¿Qué haces aquí? —cuestioné aún sin comprender

—Te estaba esperando porque no quiero ir a casa sola —algo no estaba bien ella siempre va con su novio a casa.

—¿Qué pasó ahora? —la mire serio y ella agachó la cabeza.

—Nada solo no quería caminar —apartó la mirada hacia un costado.

—¿Qué pasó Angelic? —tomé su mentón para que me mirara.

—Nicolás me dejó enfrente de toda la escuela —su voz se fue quebrando hasta que comenzó a llorar.

—¿Qué hizo qué? —sentí como la furia comenzaba a subir por todo mi cuerpo.

—Me dejo por Ashley —con cada palabra ella lloraba más aún.

—Tranquila —hice lo que menos pensaba hacer la abracé fuerte escondiéndose entre mis brazos para que nada la lastimara de nuevo.

—Yo lo amaba Demian —habló contra mi pecho.

—Lo sé Angelic, pero esto no se quedará así —la aparté de mí para mirarla a los ojos.

—¿Qué harás? —me miro preocupada.

—Lo que tuve que hacer hace mucho tiempo —sonreí al saborear la venganza.

—No le harás daño ¿cierto? —su tono de voz era de preocupación.

—Tranquila no le are daño —sonreí malévolo.

—¿Y qué harás? —preguntó mientras secaba sus lágrimas.

—Ya lo verás, será una sorpresa —dejé de sonreír para volver a estar serio otra vez.

Subimos al auto con Angelic y ella me contó como Nicolás la dejó humillada delante de toda la escuela a la salida de las clases. Mientras ella lloraba yo ideaba mi plan en la mente él hizo sufrir a MI Angelic yo lo haré sufrir a él lo mismo que ella sufre ahora. Espere a que ella se durmiera para hacer un par de llamadas, cuando tuve todo listo volví a la habitación de Angelic y ella aún seguía dormida bese su frente para luego salir. Espere en el frente de la casa sentado en la escalera pensando una y otra vez el plan. Cuando llega Alec sube en su auto y vamos a la casa de Nicolás el perdedor. Bajamos y entramos a su casa diciendo que somos unos amigos que le venimos a preparar una sorpresa porque ingresó al equipo de fútbol. Y pasamos sin problemas su mamá hasta nos ofreció galletas y torta de chocolate. Fuimos derecho a su habitación y entramos a su cuarto de baño donde tomé su champú. Le colocamos decoloración y tinte fantasía para cabellos en el acondicionador. Y en su loción para luego de afeitarse le agregamos una solución líquida que irrita la piel sensible. Por último y no menos importante polvo pica pica en el talco para sus pies. Con esto aprenderá a no humillar más a Angelic Black mi queridísima, enana y metiche hermanastra.

Angelic
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La almohada estaba completamente empapada en mis lágrimas no negaré que es algo que veía venir, pero creo que no quería aceptar que las cosas con Nicolás iban tan mal. Escondiendo mis gritos en una almohada me derrumbo en mi habitación sintiéndome demasiado humillada. Ser dejada delante de todo el instituto fue peor que estar descalza y clavarme un vidrio en el pie. Mi mente seguía negándose a la realidad y me bombardearon con recuerdos que me hacían llorar aún más.

Bailey me arrastra para que la acompañe a una de las fiestas de Chloe hace semanas que le prometí a mi amiga que la acompañaría a una fiesta. La dejé ponerme un vestido azul y tacones altos que en otros momentos no habría hecho ni de chiste, pero se lo había prometido. Ni bien llegamos a la mansión de Chloe se siente el ambiente animado de la fiesta y las cervezas ilegales para menores como todos son en la casa abundan en cada parte donde miraras. Con la música fuerte me separe de Bai-Bai para que vaya a bailar con un lindo chico que la estaba mirando desde que llegamos.

Dentro de la cocina no hay muchas personas y las pocas que se encuentran están metidas en un viaje que sabe dios que consumieron estos. Me senté en un banco frente a la isla y tomé una cerveza lavando la tapa para abrirla y beber un sorbo. Esta noche me quedaría a dormir en casa de mi amiga si mi padre me descubre llegando a casa oliendo a cerveza me dejaría castigada durante meses. Intento muchas veces usar trucos como mascar chicle, comer pizza y hasta una vez me tomo jugo de limón, pero mi papá parece tener un olfato super desarrollado y siempre sabe cuándo bebo.

Algo me golpea en la espalda y mi cerveza termina sobre mi vestido, Bailey va a matarme y yo mataré al inútil que me empujo. Bajando del banco me giro viendo con mucho odio al responsable y no pude decir nada. Un chico con algunas marcas de acné en sus mejillas, cabello corto castaño, una o dos cabezas más alto que yo, sonrisa nerviosa y ojos que brillaban cuando me estaba mirando.

—Perdón fue un accidente —tomando servilletas encima de la isla de la cocina intentó secar mi vestido. Pero se detuvo al darse cuenta de que gran parte de la cerveza cayó sobre mi busto. Todo su rostro se tiñó de rojo y el mío igual no sabía qué decirle y mis piernas comenzaron a temblar.

—N-no fue na-nada —aferrando mis manos a la encimera de la isla intenté no caerme y humillarme delante de un chico tan lindo.

Nuestro primer encuentro solo me hace llorar más, él se veía un chico tan tímido, nada parecido a lo que es hoy en día. Saliendo de la cama tomó las fotos que tengo guardadas en una caja bonita que yo misma había decorado.

Nicolás me lleva a la cancha del instituto que está vacía porque todos están en el almuerzo, él me sacó de la cafetería diciéndome que tenía que decirme algo importante. En mi estómago revolotean mariposas al sentir su mano sobre mi muñeca, Nico es mi amigo, pero no puedo evitar sentirme nerviosa cuando estoy cerca de él. Vamos al medio de la cancha donde el muchacho me cubre los ojos con una venda y me pide que me quede en este sitio. Los latidos de mi corazón se disparan y retumban en mis oídos, mis manos sudan y las mariposas de mi estómago son reemplazadas por un nudo.

—Quítate la venda Angie —con las manos temblando hago lo que me pide Nico y tengo que cerrar mis ojos para enfocar lo que tengo ante mis ojos. Una caja envuelta en papel de regalo con un moño gigante de color azul, sin comprender a que viene esto quito el moño y rasgo el papel. Cuando termino con el envoltorio la caja se abre dejando escapar muchos globos de color azul que vuelan altos, pero uno de color rojo permanece enganchado en la caja. Nicolás me tiende un alfiler y comprendo lo que quiere que haga con eso, acercó el objeto filoso al globo y cierro mis ojos cuando estalla.

Al abrirlos de nuevo veo que dentro de la caja además de pedacitos del globo hay una hoja de papel doblada. Tomó la hoja desdoblándose con cuidado y mis manos tiemblan, el corazón no me deja de latir fuerte y el nudo en mi estómago es cada vez más fuerte. Dentro del papel hay una nota con la letra de Nico.

¿Quieres ser mi novia?

Mi corazón estalla de emoción y no puedo evitar soltar un grito de emoción antes de ver al chico.

—Sí Nicolás —lo abrazó con fuerza inundándose en su perfume y sintiendo que mi corazón y tripas estallan en cualquier momento.

Rompo las fotos que tenemos juntos todos esos recuerdos que ahora lo único que hacen es atormentarme. Miro en mi cama los peluches que Nicolás me había regalado, vuelvo a llorar, buscando en mi armario sacó dos cajas vacías y me dispongo a guardar todos sus regalos.

Tomados de la mano disfrutamos de un helado comentando lo que pasó en la película que habíamos visto en el cine. Pocas personas sabían de mi relación con Nico y mi familia no estaban dentro de ese pequeño círculo. No quería asustar a mi novio conociendo a mi padre estaba segura de que lo sentaría en la sala apuntándole con una linterna y lo atosigaba a preguntas. Definitivamente no estaba lista para pasar por esta situación todavía, pero Nicolás parecía tener un pensamiento distinto.

—Angie le dije a mi madre que eres mi novia y... quiere que vayas a casa a almorzar —me tense en ese momento. Ya conocía a la mamá de Nico, es una mujer muy amable además de que hace unas galletas deliciosas. Pero verla sabiendo que ahora soy la novia de su hijo si me pone algo nerviosa.

—¿Crees que le va a gustar que yo sea tu novia? —pregunte viendo a mi novio a los ojos. Él me sonrió transmitiendo tranquilidad con tan solo una sonrisa.

—Mamá te adora —su tono dulce me terminó por convencer.

Ahora no sabía con qué cara ver a la madre de Nico me la cruzo mucho cuando vamos con mamá a hacer las compras de la alacena. Tampoco sabía cómo iba a decirle a mis padres que me dejaran y cómo fue que lo hizo Nicolás, si Demian quiere matarlo no me quiero imaginar la reacción de mi padre.