Capítulo 10| Trance

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T A D E U S
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Mucha sangre estaba brotando de su abdomen de su pecho entre las costillas por donde brotaba un chorro que intentaba hacer presión para que no siga saliendo sangre. La chica cuando la saque del agua estaba con la respiración acelerada y no dejaba de moverse, al cabo de poco tiempo comenzó a verse demasiado pálida, estaba confundida y no dejaba de repetir un nombre.

– Sol – decía ella con los labios pálidos y algo resecos – Ella quiere a Soley – repetía con una voz cada vez más cansada y de un momento a otro se desmayó. No quería moverla, pero tampoco es que pueda llamar a Apolo él no me quiere ver ni en pintura y los médicos humanos no sabría cómo decirles que una chica cayo en mi piscina apareciendo de la nada.

– Hermes necesito ayuda – aprieto mis manos sobre el pecho de la chica y la tela que estaba usando comenzaba a ser inútil debido a la sangre – Hermes trae tu trasero alado aquí en este instante me debes una – con los dientes apretados miro al cielo llamando al dios que no tardó mucho en aparecer. Estatura promedio, cabello castaño rizado, ojos color dorado y ropa de tenista. Ante mi estaba el mítico mensajero de los dioses, el cual no hacia ninguna entrega sin pedir algo a cambio sus tarifas llegaban a ser muy estrafalarias.

– ¿Qué qui...? – su voz se quedó a medio camino cuando vio la escena llena de sangre – ¿Qué le hiciste? Yo no seré tu cómplice, tengo asuntos más importantes que atender que andar enterrando cadáveres contigo – hablo con un tono enfadado, la última vez que me hizo un favor Ares intento arrancarle la cabeza.

– Esta vez no hice nada, cállate y llama a Aceso¹, Apolo o Asclepio² quien sea que pueda ayudarla – manteniendo la presión en sus heridas veo como la chica se ve cada vez más pálida. Hermes no me contesto, pero para ayudar apareció Aceso y Apolo que me apartaron del cuerpo de la chica para hacer su trabajo en paz. La chica continúa estando pálida, pero de su herida ya no brota sangre y Aceso limpia su herida para colocarle algunas vendas y el dios del sol me mira enfadado.

– Ahora además de vándalo y maleducado ¿eres un psicópata? – me dice el dios del sol empujándome con rabia y en sus ojos pude ver la rabia salir como llamaradas. Era obvio que él conocía a la chica, pero yo no la conozco jamás en la vida la vi y tampoco se como es que acabo en mi piscina.

– No soy ningún psicópata, no se como ella acabo en mi casa y tampoco la conozco ¿Por qué le haría daño y luego pediría ayuda? – digo queriendo apaciguar la ira del dios que me quiere prácticamente clavar una flecha en el ojo. Su nieta Aceso se pone en pie y camina hasta donde está el dios alejándolo de mi persona y le dice que la chica esta bien que necesitara llevarla al olimpo para mantenerla en observación. El dios mira a su nieta para contestarle, pero sus palabras fueron cayadas cuando de mi techo cayo una botella de cerveza vacía.

Los tres caminamos unos pasos para ver el techo donde se encontraba una chica de no mas de veinte años, cabello castaño con las puntas rojas. Vestida de negro con una ballesta en una mano y una botella de cerveza en la otra, caminaba por el borde del techo de mi casa amenazando con caerse de vez en cuando. Cuando se gira para que la veamos de frente mi sangre se congela y mis piernas tiemblan al ver el colgante de su cuello. Un collar con la espada que Ares le regala a sus hijos y lo peor de todo es que yo llegue a conocer a la dueña de ese collar, fue asesinada en el campamento media sangre por la chica que hoy usa su collar.

– Hola – arrojando la botella de nuevo al suelo ella saluda con su mano de manera animada – Se me perdió el cuerpo de Luisa, Lisa... – chasqueando los dedos Avril parece que esta pensando y esto enfurece a Apolo que le responde de mala gana.

– Lula – la castaña sonríe mostrando un brillo en sus malvados ojos y señala al dios con su dedo.

– Lula gracias por recordármelo, el monstruo que se la llevaba la dejo caer y bueno perdí el cuerpo, pero ahora que lo tengo nadie se enterara del suceso – riéndose ella alza su ballesta en nuestra dirección sin perder la sonrisa en sus labios – Podemos hacer esto por las buenas o podemos hacerlo de la manera divertida y todos ustedes saldrán perdiendo – dice la cazadora de manera amenazante y el dios del sol da un paso al frente y la señala.

– Niña soy un dios tu una psicópata que daña a los débiles, entre ambos solo puede salir un claro ganador y esa no eres tú – las palabras del dios hacen enfadar a Avril que le dispara una flecha directamente a su corazón, pero Apolo no cayo y soltando un grito de dolor se sacó la flecha.

– El término que prefiero es sociópata no psicópata y quien ganara soy yo no tu – nuevamente otra flecha venia hacia Apolo y con mis poderes la bloqueo envolviéndola en hielo haciéndola caer antes de que llegue con Apolo.

– Avril vete o me veré obligado a echarte – digo haciendo que ella me mire ahora y baje su ballesta, pero continua con su rostro amenazante.

– Tadeus Thálassa el hijo problema de Poseidón – dice esta caminando dos pasos encima de mi tejado para luego mirarme – Y pensar que cuando tenía nueve años tú me gustabas, dime ¿Nova ya sabe que estas enamorado de ella? – soltando una risa Avril no deja de mirarme.

– ¿Qué buscas con Lula? – pregunto dejando de lado lo que me dijo de Nova buscando que yo bajara la guardia para tener alguna especie de ventaja conmigo.

– Las cosas no funcionan así Tadeus, yo trabajo a cambio de dinero y doy información a cambio de dinero – ella extendió su mano sugiriendo lo que quería. Apolo me entrego una pequeña bolsa con monedas de oro y yo se lo tiro a Avril que la abre y los cuenta para luego guardarlos. – Díganle a Helios que si no paga su deuda su pequeña hijita Soley va a ser comida de hidra – con aquellas palabras dichas Avril desaparece en una nube roja y el dios Apolo cae al suelo en un estado débil. La cazadora lo había envenenado.

B U N N I E
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Anker me abraza y yo me dejo llevar por su gesto escondiendo mi rostro en su pecho respirando su aroma corporal y a colonia. Los nervios que me dominaban se esfuman de mi mente y abrazo al chico que comienza a acariciar mi cabeza. Mi mente queda en blanco como si todas esas preocupaciones que me abrumaban se esfumasen de la nada y miro a Anker a los ojos. Sus lindos ojos cambiantes que ahora ven reflejando un color gris en su iris, estirándome un poco quedo mas cerca de su cara y sin despegar mi mirada de la suya me acerco a un más. Me detengo y retrocedo dándole la espalda a Anker, no entiendo porque actúe de esa manera con él es como si algo extraño me estuviera dominando y mis acciones fueran controladas por algo más.

– Lo siento no sé qué me pasa – digo apartando los cabellos de mi rostro y miro al chico que también parece haber salido de una especie de trance. Él se sonroja pasando una mano por su nuca y luego por su cabello alborotándolo.

– Tranquila moonbeam – la mano del pelinegro toma la mía y la aprieta de manera gentil – Te esperare lo que sea necesario – su otra mano acaricio mi mejilla y sentí un cosquilleo recorrerme la espalda como si fueran pequeñas corrientes eléctricas. Me dejo llevar y me acuesto entre las pequeñas almohadas de la cabaña y Anker lo hace a mi lado. Usando mis poderes hago que el techo se abra dejando ver el cielo estrellado y ambos nos ponemos a ver las estrellas en silencio. Su mano roza la mía y lo dejo entrelazar nuestros dedos. No sé qué me está pasando se suponía que dejaría las cosas claras con Anker, pero ahora ni siquiera sé que estamos haciendo.

Despierto entre los brazos de Anker habiendo babeado su pecho y con todo el cuerpo adolorido por haber dormido mal en aquella pequeña casa del árbol. Con mis poderes cierro el techo que estaba abierto y me siento tronando mi cuerpo para poder despabilarme, a mi lado Anker hace lo mismo. Sin decirnos nada nos ponemos nuestros abrigos y nos calzamos hasta que salimos de la casita con cuidado. Luego de tantos años la casa sigue en pie a pesar del poco mantenimiento que le damos al árbol que sigue creciendo y no ha tirado la casa aún.

– ¿Quieres algo para desayunar? – hacia poco tiempo había venido a ver a mamá a su casa por lo que supongo todavía debe haber algo de comida guardada en la alacena.

– Un café estaría bien – me responde él siguiéndome dentro de la casa, mamá dejo una llave escondida entre las plantas por si alguna vez quería venir, aunque ella no estuviera. La casa es algo grande, pero tiene muchos espacios abiertos por lo que no te sientes tan encerrado en la enorme casa, pero si estas solo pueden llegar a darte cierto miedo tanto espacio. Preparo dos tazas de café y le entrego una a Anker ambos nos sentamos en uno de los taburetes de mi cocina desayunando tranquilos.

– En un par de días tengo mi primer entrenamiento con las animadoras y aun no le eh dicho a papá que estoy en el equipo ¿algún consejo? – pregunto encogiéndome en mi sitio esperando a que el me dijera una de sus consejos salvadores, Anker siempre sabia que decirme no sé si porque obtuvo la sabiduría de su madre o es que sabe tanto de las aventuras de sus padres que aprendió de ellas.

– Ve con la verdad Bunnie y si eso no funciona dile que ser animadora es lo más parecido a las clases de baile de la academia y que te gusta. No creo que el pueda prohibirte ser una animadora sabiendo cuanto amas el baile – sus palabras me dejaron pensado, pero no perdía nada con intentar lo que me dijo.

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En el liceo todos hablan de los nuevos, una chica llamada Calíope y un chico llamado Oliver, nadie sabe muy bien de donde vienen o que hacen aquí exactamente, pero a nadie parece importarle eso. La única que se muestra desconfiada con ellos es Melione que los mira con cierto recelo algo en ellos no le termina por agradar.

Cuando ellos se presentaron con nosotros parecían ser bastante normales al menos es lo que yo percibí, porque los demás no sabría decir si sintieron algo raro. Anker si actuó raro se me acerco y paso su brazo por encima de mis hombros atrayéndome a su costado como si quisiera marcar su territorio con Oliver. Ese simple acto no me agrado para nada, es decir nosotros estamos viendo si salir o no y el ya quiere hacerle entender a las demás personas que nosotros tenemos algo. En cuanto los Wisdom se fueron con Mar a hacer el recorrido saqué el brazo de Anker de mis hombros y me fui deprisa a mi clase.

– Bunnie espérame – detrás de mi venia corriendo Rebecca y me detuve a esperarla – ¿Estas bien? ¿Qué paso allá con Anker? – me pregunta ella mientras comenzamos a caminar por los pasillos perdiéndonos entre la multitud de estudiantes.

– Estoy bien, no paso nada con Anker solo que actuó como un tonto es todo – le digo a ella que asiente algo dudosa pero no me dice nada mas hasta que llegamos al salón donde nos tocaba clases juntas. Me senté en mi pupitre notando que algo me cayo en las piernas en cuanto me senté de inmediato me miré y vi un papel enrollado y atado con una pequeña cuerda. Miré en todas las direcciones y nadie parecía estar prestándome atención por lo que abrí el papel encontrando una nota escrita con tinta azul.

Descendiente de Selene por muchos años tu padre te mantuvo reprimida, no te deja ser quien eres y reprime tus poderes por razones que tu desconoces. Si quieres saber porque tu padre aborrece a tu madre y porque te prohíbe desarrollarte de manera normal debes buscar las respuestas al caer el sol en la playa cerca de la casa donde tus padres vivieron.

Firma: La madre de los pedidos

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#FelizJuevesDeLuna

Hola llamitas ¿Qué tal vieron el capítulo? ¿Cómo estará Apolo? ¿Quien sera la madre de los perdidos?

1 Aceso es la diosa del proceso de curación. Era la hija de Asclepio y Epione, hermana de Yaso, Higía, Panacea y Egle y también era nieta de Apolo.

2 Asclepio o Asclepios, dios griego de la medicina, era hijo de Apolo y Coronis. 

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