Luck in the Dice: 25

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Colgaste el teléfono y le diste las gracias al mesero. Levantándote, fuiste a la primera planta a cobrar tus fichas y pagar por los consumibles que habías pedido. Tan pronto saliste del local, pediste un taxi hasta el puerto. Quién diría que tendrías que salvar algún día a un caballero en apuros, y no uno cualquiera, sino que un conocido tramposo que hacía lo que fuese por ganar. A pesar de la fama que se había ganado debido a sus tretas, sentiste sinceridad en sus palabras intranquilas. Esta entonces sería tu última vez para verle la cara y con suerte no ser una mala perdedora a la hora que él quisiera, por causes personales, que pagaras el precio por perder una apuesta.

El barco había zarpado sin que te hubieses podido subir antes. Tenías que esperar a que el próximo llegase, pero faltaría una hora pasa eso.

-No puede ser... -Miraste hacia los lados, algo debías encontrar para viajar.

Caminaste hacia unos asientos que bordeaban unas luces, ya estaban encendiéndose. Miraste el cielo y viste como el atardecer comenzaba a surgir mientras el sol se escondía. La luna era un punto trasparente que comenzaba a cobrar vida a la noche próxima. Con un chasquido eléctrico, las luces de las farolas se encendieron sobre ti.

-¿Qué debo hacer...? Necesito de mi suerte para esto -Suspiraste.

El viento comenzó a soplar fuertemente, con ambas manos sujetaste tu vestido para que no se elevase, pero tu pequeño sombrero negro salió volando por los aires. Para cuando te diste cuenta este ya no estaba, caminaste por los alrededores de una plaza cercana para ver que se había quedado atorado en una rama de un árbol. Intentaste alcanzarlo saltando un par de veces.

-Ven aquí -Dijiste alzando la mano hacia él- Es imposible, mi brazo no es tan largo... ¡Un momento!

Sacaste de tu bolso el extensor de cigarrillo, lo alargaste pellizcando el extremo dándole el máximo largo que podría. Al volver a tratar de alcanzar tu sombrero, lograste darle un par de golpes antes de que callera en tus manos. Sin embargo, otra ráfaga se apoderó de él.

Lo seguiste hasta el centro de la plaza donde un pequeño globo aerostático de dos colores era expuesto como atracción en un círculo de personas listas para sacar fotografías junto a él. Tu pequeño accesorio entró a la cesta. ¿Será que tu suerte aún...?

Intentaste hacerte espacio entre la multitud.

-¿A dónde va señorita? -Pregunto el expositor deteniéndote con un bastón- Este globo es sólo para atracciones.

-Tengo prisa, ¿Cuánto por él? -Dijiste sin vacilación.

Asombrado por tu repentina perspicacia, el hombre retiró el bastón. Pero en seguida negó con la cabeza con brusquedad, seguramente creía que estabas haciéndole una broma.

-¿Q-Qué está diciendo usted? Cómo se atreve a-

-No importa, tenga -Rápidamente te quitaste el bolso de encima y lo dejaste en su mano. Echaste a correr hacia la cesta, subiendo de un salto apenas pusiste un pié en ella.

-¡Espere usted allí! -Gritó apretando el bolso entre sus manos, escuchándose los gritos de sorpresa de la gente al rededor.

Pero ya era tarde para detenerte, desataste el nudo de la soga con prontitud y el globo comenzó a elevarse con premura. Poco a poco alcanzaste la suficiente altura para poder ver casi toda la isla. Otra ráfaga de viento comenzó a llevarte en dirección al océano, sorprendiendo tu equilibrio en el proceso. Te aferraste a tiempo para no caer al piso, pero tu mirada quedó frente a frente con tu sombrero. Que suerte. Te agachaste a recogerlo y ponerlo en su respectivo lugar como accesorio. Miraste al frente como el barco que habías perdido quedaba a tus pies. Nunca habías manejado un tipo de vehículos como estos antes, sin embargo si sabías lo básico de condiciones climáticas para un vuelo, mientras no te topases con un cambio de temperatura brusco todo iría bien. No te quedaba otra que confiar en que tu suerte no te había abandonado del todo. Cerraste los ojos y sentiste el viento soplar con fuerza tras tus espaldas, estaba llevándote hacia donde lo necesitabas. Al abrir los ojos fuiste capaz de distinguir la isla.

-Te veré muy pronto, Dice...


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro