Luck in the Dice: 33

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-¿Qué es lo que quieres dado? ¿No ves que estoy viendo a las señoritas?

El director estaba cada vez más insufrible, la corbata se le había soltado y su cara estaba afiebrada sonrosándole incluso la punta de las orejas. Con un corto hipo envinagrado, le echó un ojo a Dice, que a pesar de sus duras intenciones de continuar bebiendo no había olvidado lo que recientemente había ganado por la dama de la suerte. Rápidamente su mente te recordó dándole suerte a los dados de su mano.

-¿Dónde está esa bella mujer de antes?

-¿Disculpe?

-La bella dama con la que hablablas, esa muñeca de fina porcelana ¿Dónde está?

-Ella está esperándolo -Te señaló con una mano en medio de la multitud de sillas a través del salón- Dice que está desesperada por una partida con usted.

-¿Una partida?

-Me ha dicho que quiere jugar a Corazones con usted.

-¿Corazones...? Oh... -Se levantó, ganándose un gesto de asqueo de Dice.

-Sígame, señor.

Dice pasó por delante, siendo seguido por el horrible olor del alcohol consumido. Tan pronto pudiste verle el rostro abochornado al Director del hospital, seguido muy de lejos por su asistente, te levantaste a facilitarle tu mano.

-Es un placer verla otra vez -hiso un ademan de tocer, pero en realidad soltó un característico sonido del diafragma al retraerse sin avisar-. Señorita... -Tomando tu mano en una de las suyas, besó el dorso de esta y te miró a los ojos- Gracias a usted e tenido una suerte inimaginable.

-Me halaga señor -dijiste abriendo un abanico para ocultar como las comisuras de tu boca descendían del desagrado. Diste una mirada rápida a Dice y este puso los ojos en blanco haciéndote un gesto circular con la mano para que continuaras-. Supongo que ya sabe que quisiera una última partida antes de salir.

-Por supuesto, ¿Corazones, verdad? -El tipo chasqueó los dedos, apareciendo rápidamente su compañero junto a él.

-Y para completar los cuatro jugadores... -Añadió King Dice arreglándose las mangas del saco como señal de presentación.

Los cuatro se sentaron en cada puesto correspondiente, quedando frente a frente con Dice, antes de que las cartas fuesen repartidas para la primera partida. Este te hiso un pequeño gesto para que hablaras con el director, probablemente sobre la apuesta. Pero necesitabas guiarlo lentamente para que no llegase a creer que conspiraban en su contra. Asentiste solo una vez limpiándote una "pelusa" sobre tu ropa con la mano. Rápidamente por el rabillo del ojo viste los nervios que acompañaban al socio del director. ¿Será que no le deseaba una buena victoria a su jefe? Dice le echó un ojo también, supones que entendería su posición de trabajar con un demonio figurativo, ya que de por sí trabajaba con uno literal.

-¿Comenzamos? -Interfirió el director encendiendo un puro.

-Por supuesto -sonreíste-. Pero me estaba preguntando algo, ¿podría?

-Claro, claro, señorita -rió liberando nubes grices desde la boca.

-Realmente estoy impresionada, y me termo que me es casi imposible resistirme a morder de la fruta, ¿Sería descortés el pedirle una oportunidad de apuesta?

-¿Te sientes con suerte, no? Lamento decirte que estoy en racha, pero solo por ser tú, te dejaré pedir lo que quieras, muñeca.

-¿Lo que sea?

-Claro, no te contengas, linda -Acercó su rostro al tuyo sin levantarse de la silla echándose sobre la mesa- En cambio quisiera algo más que solo un poco de tu dinero.

Dice que en ese momento mezclaba el mazo de cartas, había estado inperturbable finjiendo tratarte como una clienta más ocupada cazando a un idiota, abrió los ojos de súbito clavandole la mirada el director, a punto de delatárse frente al ayudante que lo observaba confundido.

-Todo a su tiempo, si veo que voy ganando -Dijo para no comprometer a Dice, dandole una rápida mirada mientras acercaba una nueva copa de vino rosa a los labios- Tal vez pueda pedir algo mas interesante. ¿Qué tal si solo jugamos por esta vez y vemos lo que pasa?

-Me parece justo -Comentó volviendo a su sitio.

Dice había comenzado a repartir las manos de cartas, en tu mano las doce incógnitas que se habían vuelto el centro de atención de tu compañero, tal parece que tenía esperanzas a que le dijeras si tenías a la reina de picas. Miraste al director colocándose unas gafas de sol, parece no ser tan bueno fijando la vista y de nuevo prestaste atención a King Dice, moviste los labios de lado a lado. "No". Al comprender, este fingió tocer aclarándose la garganta. El tampoco la tenía.

-Lo siento -Se disculpó tapándose la boca con la mano empuñada- ¿Comenzamos?

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Amo jugar corazones :p

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